Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

:Corazón Resiliente: por DionSan_95

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Capítulo 25 finalmente listo.

Capítulo 25: Deseo de redención

 

 

No podían usar los frenos, si lo hacían de una manera abrupta lo que quedaba del tren se iría fuera de los rieles y el resto de los civiles morirían… tenían un plan, pero solo funcionaria una vez.

 

- ¡Rengoku-san está herido! – El Pilar sujetaba a un par de sujetos inconscientes con su brazo bueno. Se veían por su uniforme que eran dos de los choferes del tren…

 

Los otros dos soldados lo vieron regresar con el aire entrecortado, seguirle el paso a un alfa con las habilidades de Rengoku no es nada fácil, imaginar que pudo desacelerar la locomotora y también salvar la vida de dos personas con un brazo roto.  

 

- ¡estoy bien! – dijo tan animado como siempre. Dejo a los heridos a un lado, como si su herida no existiera - ¿está todo listo? –

 

- todos los civiles están en ambos vagones… tenemos a alfas en la parte trasera y otros nos ayudan a preparar esta puerta… ¿que planea hacer Rengoku-sama? –

   

Ignoro la pregunta, yendo donde estaban los civiles resguardado, observo detenidamente, de uno a uno… pero no lo encontró.

 

Rengoku Kyojuro siempre fue bastante fuerte y con un gran sentido de justicia, inculcado desde pequeño a proteger a las personas más débiles que él. Su familia siempre perteneció al ejército, así que no dudo siquiera en presentar la prueba para ingresar, era uno de esas personas que solo con saber su nombre era elegible… su padre había sido un Pilar, su abuelo también… de él no se podía esperar menos.

 

Y se esforzó hasta el límite para cumplir las expectativas de muchos, siempre ponía a su deber como Pilar ante todo y todos… él debía defender y salvar al inocente incluso sobre sus deseos personales.

 

No podía permitirse volver a actuar bajo sus propios deseos…

 

No podía volver a lastimar a alguien tomando la decisión equivocada…

 

- Rengoku-sama, ya estamos listos para cortar las conexiones de los vagones – sus ojos no se despegaron del vagón del frente – ¿Rengoku-sama? -

 

No debía volver a poner sus deseos sobre su deber…

 

No debía…

 

Pero su cuerpo se movió solo.

 

Sin siquiera esperarlo, el Pilar salto hacia el otro lado, aterrizando limpiamente. No le dio ni tiempo a los demás de siquiera preguntar cuando de una sola estocada corto el metal que unía ambos vagones, separando el que tenía a los civiles y a los soldados de los que se estaban incendiando…

 

Rengoku les dio la espalda mientras se alejaba sin siquiera mirar atrás.  

 

 

-.-

 

 

Sujeto al menor que le miro con aquella expresión que decía que algo dentro de él se había roto.

 

- él te uso… ¿no es así? – su tono incluso era divertido.

 

- su… suéltame – sus manos trataron de quitarse al otro de encima, pero no tenía fuerzas.

 

- ¿cómo es estar con un alfa en celo?... – levanto al pelirrojo con facilidad – me pregunto si llegaste a abrirles las piernas a Muzan-sama en su celo – toco los pendientes y sonrió mientras aquel chico ponía una cara de total pavor – no, claro que no… no estarías vivo para contarlo –

 

Tanjiro había pasado por muchas cosas en su vida, cosas que se guardaría hasta la tumba, cosas que aun que no le gustara admitir no había superado del todo, así que revivirlas le traía un dolor psicológico y físico insoportable.

 

Su cuerpo no se movía y Enmu aprovecho esa puerta para inmovilizarlo, soltando sus feromonas por todo su cuerpo…

 

 

Su mundo se había vuelto negro como la noche, no podía ver nada y eso hizo que comenzara a hiperventilar, sintió que no podía mover sus extremidades y no tenía el control de su cuerpo.

 

- mío – sintió un aliento cálido y una voz grave junto a su oído – mío

 

- no… suélteme… - su labio tembló, mientras trataba de alejarse de aquella persona.

 

Sintió como si lo golpeaban, cayendo de lleno al frio piso.

 

- solo eres una putaestas hecho para complacerme – su cabello fue jalado bruscamente, aquella persona era distinta a la primera, pero para Tanjiro no era alguien desconocido – así que ríndete

 

- no… ya basta – no los podía ver, pero esas palabras, esas voces, él las había escuchado antes. No podía saber dónde estaban, su olfato no los detectaba, aquello era una ilusión, pero se sentía tan real…

 

- solo debes cargar a mi hijo en tu vientre… - unos brazos lo abrazan por la espaldas y unas manos pasan por su vientre descaradas y posesivas – no te confundas… omega – esa voz le pertenecía a la última persona que lo lastimo, estaba seguro, le toca imprudentemente, sus palabras no coordinaban con sus acciones y su voz no era ni remotamente parecida a las dos primeras.

 

- ya váyanse… ¡déjenme!... ¡DEJENME! –

 

Y como si sus gritos desesperados fueran escuchados, por unos segundos, todo está tranquilo, por unos ínfimos segundos nadie lo toca, nadie lo maltrata, nadie lo apresa… pero tan solo unos segundos.

 

- al fin has vuelto a mi… mi hermoso niño – siente como una mano toca sus caderas y lo acercan a un cuerpo, Tanjiro se espanta, no necesitaba ver su rostro para reconocerlo. – te he estado buscando

 

- Mu… Muzan –

 

- mi pequeño omega

 

 

-.-

 

 

Enmu sujeta una pequeña pero nada despreciable cuchilla, sonriendo mientras sus hormonas hacen estragos en la mente de Tanjiro…

 

- me pregunto qué cosas estarás soñando… - su sonrisa siniestra se expande - que pesadillas tan horribles pueden hacer que pongas esa expresión – disfrutaba de ver el dolor y el miedo que reflejaban los ojos de Tanjiro – sabes… me pregunto cómo habrá sido cuando ese Pilar te tomó… espero que hayas sufrido bastante, que haya roto tus huesos, que haya roto tu interior y tu dignidad… que te haya herido tanto que no puedas olvidarlo nunca más… quizás así puedas remediar el error que cometiste al interponerte en mi camino –

 

Acaricio una mejilla y vio esos pendientes que tanto caracterizaban al omega de Muzan-sama, sonriendo a la idea de mandarle como regalo esos pendientes, con oreja incluida.

 

En un segundo todo paro y un hilo de sangre se derramo por la comisura de sus labios. Parpadeo un par de veces antes de darse cuenta que aquella espada que cruzaba su pecho, era totalmente real.

 

La sombra tapo su cuerpo, Enmu tenía una idea de quien era su asesino. Volteo hacia atrás y solo pudo ver el brillo de unos ojos dorados furiosos.

 

El cuerpo cayó sin vida finalmente.

 

Su espada fue sacada limpiamente del cuerpo inerte y de una patada lo lanzo fuera de su camino. No había por qué tener clemencia por un ser tan miserable como ese omega.

 

- Kamado… - al sujetarlo fuertemente en sus brazos lo sintió temblar. Sus ojos sin brillos y su miedo palpado en el rostro – Tanjiro Kamado –

 

Reconocía esa mirada de miedo, la vio antes, esa desafortunada noche en que lo conoció, aquella noche en la que el descubrió que era un ser peligroso, aquella noche en que entendió en que podía lastimar a las personas muy fácilmente.

 

Rengoku era muy joven y no sabía lo que su celo podía causar. 

 

Los celos de alfas son escasos pero peligrosos, se lleva a cabo unas dos o tres veces al año, en un alfa adulto y completamente desarrollado son controlables hasta cierto punto. Pero en un joven alfa… todo era muy distinto.  

 

Rengoku no tenía idea que en su primera misión al frente iba a presentar un celo de alfa tan fuerte, tampoco tenía idea de que era capaz de desear tanto a alguien que podía asesinar a sus propios compañeros.

 

El sonido de los rieles se volvieron más fuertes, la velocidad con la que iban no disminuía ni un poco, Kyojuro sabía que en cualquier momento iban a descarrilarse, solo era cuestión de tiempo.

 

No había nada que hacer, el choque era inminente, saltar era incluso más letal. Así que abrazo a Tanjiro con todas sus fuerzas… lo protegería con su cuerpo si era necesario.

 

 

-.-

            

 

Obanai miro poco conforme a los sujetos que eran arrestados. Normalmente ni les dirigiría la palabra a sujetos como esos, pero necesitaba corroborar algo por sus propios medios.

 

- ¡sal de mi camino enano siniestro! – aquel chico con la máscara de jabalí lo recuerda, fue un verdadero problema arrestarlo la primera vez.

 

- será mejor que le pongan a este un bozal - Pasa de largo, haciendo rabiar más a Inosuke.

 

- TE VOY A MATAR – pero claro, Iguro le importo muy poco las amenazas de un chiquillo que estaba atado de manos y pies.

 

Por el contrario, sigue caminando y sus pies se detienen frente al omega, un rubio que no conocía de persona, pero si escucho de él, en aquellos expedientes que le había dado su informante. Aquel chico se mantenía con la cabeza gacha, sin soltar una sola palabra.

 

- Zenitsu Agamatsu… ¿no es así? – el aludido alzo la mirada, dando bastante pena a simple vista, con los ojos rojos e hinchados, con el rostro morado por los golpes que le dieron al tratar de resistirse – dime Zenitsu… ¿quieres volver a ver a tu bebe? –

 

- devuélvemela – pero por más lamentable que se viera, sus ojos no tenían miedo, desbordando lágrimas de frustración por sus ojos, se la habían arrebatado cruelmente de sus manos. – ¡devuélveme a Hibiki! –

 

- ella regresara a ti Zenitsu… solo si me dices lo que necesito saber –

 

 

-.-

 

 

Tanjiro se sentía pesado como si le hubieran aplastado el cuerpo, el dolor se hacía peor con el frio y la humedad de la mañana, fue en ese momento que se dio cuenta.

 

Estaba amaneciendo.

 

Por un segundo creyó que todo había sido una horrible pesadilla, el tren, las personas gritando, la sangre… pero nada lo fue.

 

- qué bueno que estas bien – Rengoku le da una mirada, al ver que se encontraba bien sonrió.

 

- Rengoku-san… - las palabras se le atoraban en la garganta – usted… me salvo –debían estar muertos, los escombros, el humo del accidente, todo daba para que no hubiera ningún sobreviviente.

 

Los escombros eran grandes, el metal picado, la madera, cualquier cosa podía caer sobre ellos y matarlos, sin contar el impacto. Tanjiro estaba totalmente inconsciente, no tenía la fuerza para esquivar con una costilla rota… y a pesar de todo, aquel hombre lo protegido.  

 

¿Qué tan poderoso podía ser un Pilar?

 

El olor a sangre provenía del alfa, los ojos del omega se desencajaron casi por completo, el brazo de Rengoku estaba completamente aplastado por una superficie de metal. Kamado no lo pensó dos veces para tratar de levantarse y poder ayudarlo, pero una punzada en su abdomen lo detuvo.

 

- no te muevas… estas herido – por el contrario el rubio trato de tranquilizarlo. – No te preocupes por mi brazo, ya no lo siento, así que no vale la pena – pese al dolor Rengoku esta calmado.

 

- ¿¡Cómo puede decir algo así!?... puede morir desangrado – las lágrimas comienzan a salir de sus ojos sin poderlas detener. 

 

- estoy muy feliz Kamado… - Tanjiro le ve, todo lastimado y no puede entender – estoy feliz de que estés preocupado por mi cuando en verdad no lo merezco – su pesar atormentaba más que el dolor de sus extremidades – lo siento Kamado –

 

- no lo haga ahora, no se disculpe… Rengoku-san – Tanjiro tenía en conflicto sus pensamientos y sentimientos. Solo sabía que no quería que ese hombre muriera, no por su culpa. No soportaría cargar con una muerte así – no se despida de esta manera -

 

- yo te amo… Tanjiro – Tanjiro paró su respiración – y sé que no merezco tu perdón… por eso si vivo, déjame compensarte por el resto de mi vida el daño que te hice –

 

- ¡no diga eso!... usted va vivir una larga vida… Rengoku-san – Tanjiro no podía dejar que el alfa muriera allí, no era correcto… - ¡Rengoku-san usted va a vivir!,,, RENGOKU-SAN -          

      

 

 

Continuara…

Notas finales:

El siguiente será el fin de semana que viene el 6, nos leemos.  


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).