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:Corazón Resiliente: por DionSan_95

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Notas del capitulo:

Hoy es el día, hoy toca actualización XD… como no tengo mucho que decir, disfruten el capítulo 8

Capítulo 8: Escandalosa Distracción

 

 

Zenitsu a pesar de estar constantemente lloriqueando por los pasillos, debido a sus dolores lumbares, los tobillos hinchados y el peso extra que lo hacía ver gordo, era bastante dinámico… así que no le molestaba vigilar por un rato a los hijos de su amigo.

 

Pero entonces Nezuko se fue a dormir… y el desastre comenzó.

 

- ¡oye tú! ¡Deja de comerte los mocos! – el rubio fue rápidamente a donde uno de los gemelos con un trapo para que se sacudiera la nariz. - ¡bájate de allí! ¡Eso es peligroso! – el menor de los varones le mira con el ceño fruncido desde la parte más alta del mueble. Agamatsu aún no entendía cómo es que llego allí – ¡Kentaro ya deja esos postres! ¡Comiste suficiente! –

 

- ¡Delicioso! ¡Delicioso! – pero el otro gemelo no le hizo mucho caso.

 

- ¡al menos mastica lo que comes!... rayos te dará indigestión – decidió rendirse cuando el niño iba por su cuarto postre. Todos los varones eran un verdadero desastre cuando su amigo de cabellos burdeos no estaba cerca, bueno aun que los gemelos ni siquiera se esforzaban en portarse bien en ningún momento. El llanto de la más pequeña de la casa sonó estridente y estuvo tentado a llamar a alguien más a que la atendiera, pero ni siquiera con Murata pudo acudir, había a acompañado a Tanjiro al mercado. Tampoco quería despertar a Nezuko… tomo aire, decidido se fue al pequeño espacio donde estaba la bebe que había sido despertada de seguro por sus constante griterío. Aun que si era honesto, de verdad no le agradaban los bebes tan pequeños – Hoooolaa… - y lo hizo con las mejores de las intenciones, incluso le sonrió como Tanjiro le aconsejo. Pero aquella niña le odiaba más que a todos en esa casa, lo supo al ver el ceño fruncido y el puchero que hizo a penas le vio – tu tampoco me agradas –

 

¿Cuánto se tardaría Tanjiro en regresar?

 

 

-.-

 

 

Ryoka se aferró de la mano del mayor, aun podía acordarse de cuando se perdió por primera vez en ese lugar, era algo aterrador. Tanjiro le miro con una sonrisa en el rostro y el menor se sintió algo más tranquilo.

 

- no debes ponerte nervioso Ryoka… estoy aquí contigo –

 

- si –

 

Murata le pareció bastante tierno aquella escena, para el beta era realmente increíble la infinita amabilidad y paciencia que tenía aquel omega. Suspiro, si tan solo todos los niños fueran tan bien portados como lo era el pequeño Ryoka, las cosas serían más sencillas. Aun se ponía nervioso de cuando le tocaba cuidar de los niños y Tanjiro no se encontraba o Nezuko tomaba su siesta… era algo aterrador de presenciar. Incluso le daba un poco de lastima el joven Zenitsu…

 

Tanjiro amaba a todos los niños por igual, pero se había llevado a Ryoka con él por un deseo egoísta de pasar más tiempo con el pequeño peli negro. Si lo pensaba bien, Ryoka y él son bastantes parecidos, ambos eran los hermanos mayores, y así como él, Ryoka es paciente con todos sus hermanos, siempre ayudaba a Shinto a bajar cuando se quedaba atorado en sitios muy altos, Jugaba con los gemelos cuando quisieran y a lo que quisieran, aun sí no quería jugar… y a veces lo descubría tarareándole canciones de cuna a Ume cuando no podía dormir.

 

Ryoka era un dulce hermano mayor y Tanjiro estaba bastante orgulloso de eso. Tanto que a veces le gustaría que fuera más ambicioso, que se quejara por pasar más tiempo con él, que peleara con sus hermanos o pidiera algún capricho… pero no lo haría, Ryoka era muy amable para ser un poco más egoísta.

 

Pronto seria el cumpleaños de Ryoka y sería fantástico si pudiera comprarle algo que le gustara, el pequeño niño se quedó viendo una tienda llena de cosas infantiles… Ryoka jamás lo diría, pero sabía que le gustaba esa hermosa temari guindada al borde del puesto.

 

La sonrisa se borró de su rostro de inmediato al momento en que a su nariz llego ese aroma particular, los ojos se abrieron en espanto, estaba intentando guardar la calma todo lo que podía… pero el olor se hacía más intenso y cada vez estaba más cerca.

 

- ¿Qué ocurre papá? -

 

 

-.-

 

 

- atraparon a Kaigaku – Akaza apareció en aquella sala con una cara bastante molesta. – Esto es tú culpa Kokushibo –

 

El hombre le escuchaba, siempre escuchaba aunque fingía no hacerlo, sus ojos negros voltearon al chico más joven, con cansancio… no le gustaban cuando interrumpían su meditación.

 

- el chico no soltara ni una sola palabra –

 

- eso no importa… Muzan se molestara si se entera –

 

- ¿y tú te vas a encargar de decírselo? – Akaza vio como una espada rosaba su cuello amenazante, la velocidad inhumana de ese tipo no había cambiado con los años.

 

- no sabes cómo me encantaría ser el soplón… nunca me agradaste – aun en su complicada posición, el más joven no se intimido. A Kokushibo jamás le agradó la altanería de ese muchacho. – además… Doma me dijo que tenía un plan –

 

- debes estar bromeando – chasqueo los dientes… que ese idiota se entrometiera era mucho peor.

 

- me encanta como eres de obediente Akaza – una voz divertida se muestra en la sala y los otros dos bufan, si podían estar de acuerdo en algo es que a nadie le agradaba Doma. – sí, soy desagradable… pero siempre termino limpiando sus desastres –

 

- yo ya dije que Kaigaku no dirá una sola palabra – el hombre de la katana aún no se echaba para atrás.

 

- tranquilo… se una manera para que podamos asegurarnos de recuperar a ese tonto de tu pupilo – Kokushibo no podía negar que Kaigaku era un gran tonto. – les daremos un gran susto a algunos Pilares, no lo verán venir… y así Akaza podrá extraer a Kaigaku –

 

- ¿¡porque yo tengo que hacer eso!? – 

 

- porque el chico tiene información invaluable… y no dejamos a los camaradas morir por el enemigo… ese es el deber de Kokushibo… ¿no es así? –

 

El de larga cabellera ébano no dijo una sola palabra, sus ojos opacados por una enorme sombra de odio y silencio. Empuño su espada y la guardo en su funda… Kaigaku no volvería a fallar… él se encargaría personalmente de eso.

 

 

-.-

 

 

Varios de los Kakushi inspeccionaban el sitio, sacaban cuerpos totalmente quemados del edificio y trataban de que los civiles no se entrometieran mucho en su trabajo, después de todo no veías a un grupo militar de limpieza en sitios tan recónditos como ese.

 

- bueno… al parecer estos sitios se lucraban no solo de favores de sus clientes, pero no se sabemos nada de sus contactos por el incendio… lo arraso todo – el Pilar mariposa estaba de nuevo al frente, de seguro por simple capricho de Tomioka, aunque claro, aun así necesito de los permisos municipales que Sabito logro conseguir para poder ingresar sin problemas a ese barrio. – Bastante conveniente que las pistas se desaparecieran así – los ojos lilas de la joven miran curioso a su maestra. Shinobu asentía a todo lo que decía, sin decir una sola palabra al respecto… lo cual era raro en su maestra. – Maestra… ¿me escucho? -

 

- ¿pudiste averiguar algo de Kamado Tanjiro? – La menor niega y la omega se enfurruña – ya veo –

 

- disculpe mi intromisión maestra… ¿pero por qué tanto interés? –

 

- Kanao... ¿Con cuantas personas puedes pelear sin armas? – A ella le intriga la pregunta y se lo piensa detenidamente – no te esfuerces sé que eres fuerte… pero tú has tenido entrenamiento de lucha, eres un soldado de elite… y una alfa competente, no todos tienen ese tipo de ventajas –

 

- ¿cree que aquel chico pudo tener un entrenamiento especial como el mío? –

 

- aun no tengo pruebas para afirmar algo así… y creo que Tomioka-san lo sabe –

 

- ¿Maestra? –

 

- claro, me da las investigaciones serias y ayuda a que estemos bastante ocupados… así puede evitar que me inmiscuya en lo que pueda ocultar – el burdel, la evidencia de que fuerzas enemigas pueden infiltrase a la capital sin ningún problema… un nido de ratas de donde solo nacen más y más dudas.

 

La palabra traición puede ser bastante peligrosa para cualquiera, en especial si eres un Pilar, mientras más alto escalas la caída es más dura. Tomioka no era alguien que le agradara en particular, pero tampoco quería inculparlo sin fundamentos, pero estaban en guerra y cada día costaba mucho más confiar en la gente que te rodeaba.

 

Si el secreto que quería mantener oculto el Pilar del agua era peligroso para ellos, no podía hacerse de la vista gorda.

 

- Kocho-sama… Tsuyuri-san – las mencionadas vieron como unos de los soldados que las habían acompañado corría con una angustiada expresión… supuso que serían muy malas noticias - ¡la capital… están atacando la capital! –

 

Y no se equivocó.

 

 

-.-

 

 

El caos se desato en tan solo uno segundos…

 

Un enorme sonido estallo en pleno centro del mercado, disparos y gritos le siguieron, cualquiera que intentaba huir era detenido o disparado. La metralleta fue vaciada por completo y las risas maquiavélicas hicieron que gritaran en pánico.

 

- ¡obedezcan pedazos de mierdaaa!... – era delgado y con ojos desiguales. Aquel sujeto gritaba apuntándoles a todos con una enorme arma. – jajajaajajajaa… están a punto de orinarse –

 

- ¡pónganse en filas!… ¡no quiero ver a nadie moviéndose o haciéndose el héroe! – una mujer ponía el orden entre aquellos que habían sido capturados, mientras los otros agarraban a quienes intentaban escapar de allí.

 

Tras ella, un enrome sujeto pasa a zancadas lentas, aquel sujeto enorme inspiraba mucho temor, debía medir más de tres metros, con el rostro tapado con lo que parecía un saco que tenía dos agujeros donde debían estar sus ojos. No hablaba nada, no necesitaba hacerlo, su enorme tamaño y su mazo eran suficiente para dejar a la gente perpleja del miedo.

 

- que no escape nadie - aquella voz era la de alguien muy joven, tan joven que asustaba que forme parte de esos criminales.

 

Pero su piel era pálida, su cabello blanco y sus ojos de un color menta dejaban ver el fondo rojo como la sangre… ese niño era del norte, una bestia más.

 

- oye pequeño monstro… toma nuestro dinero, pero déjanos en paz… - aquellos ojos pálidos le miraron sin decir una palabra. Una mano bastante grande sujeto la cabeza del comerciante que se atrevió a insultarlo, el gigante que cubría su rostro camino con este en medio del mercado y en frente de todas las personas apretó aquella cabeza… hasta aplastarla por completo.

 

Los gritos de horror no se hicieron esperar.

 

- ¡Cállense de una buena vez y hagan lo que Rui dijo! – Aquella misma mujer comienza a gritarles, tratando de ocultar el miedo en su rostro – son tan asquerosos… todos ustedes –

 

Eran cinco personas, si a ellos se les podían llamar personas. El monstruo de tres metros se volvió dónde estaba el niño, no parecía ser alguien de muchas palabras, pero en definitiva nadie iba a querer hacer otro escándalo después de eso. La mujer que comenzó a empujarlos a todos en filas con molestia, haciendo caso omiso de los lloriqueas de las mujeres y la condiciones de algunos ancianos, el sujeto delgado y encorvado se guinda el arma en la espalda y comienza a pasar por los puestos vacío, comiendo, pateando las cosas y si tenía suerte, sacando a uno que otro idiota oculto entre los escombros.

 

- vamos, vamos… no tengan miedo… no los haremos mucho daño – la risa burlona con la que hablaba era escalofriante – mira hermana… es una manzana muy clara… ¿Cuándo has visto algo? –

 

- no vinimos aquí para divertirnos hermano… será mejor que los atrapes a todos – la última chica no había soltado una sola palabra hasta ahora, manteniéndose al lado de Rui.

 

El hermano hizo caso omiso mientras salía corriendo para el interior de las calles, buscando a más personas escondidas.

 

- estas personas son una basura… gozar de estas comodidades mientras que el resto del país está muriendo de hambre – Rui hablo despacio mientras veía a las personas siendo intimidadas por dos de sus secuaces, esperando a que la joven le escuchara - ¿estás de acuerdo… hermana? –

 

Aunque hermana no estuviera de acuerdo, no lo diría.

 

- tienes razón… querido Rui –

 

 

-.-

  

 

El denominado hermano no se había alejado demasiado cuando encontró a una niña tratando de irse por unos callejones angostos, sujeto a la niña de un brazo con algo de fuerza, riéndose en el proceso. La niña se asustó mientras era sacada con brusquedad de su escondite. Sus ojos se encontraron con un rostro grotesco, el hermano era un hombre delgado y algo sombrío, su rostro estaba desfigurado, uno de sus ojos estaba más cerrado que el otro y su sonrisa era malévola.

 

- ¿me tienes miedo?... por qué deberías – La niña estaba espantada…            

 

El filo de una cuchilla atraviesa el aire y el hermano estuvo a punto de ser asesinado si no fuera porque esquivo la cuchilla los últimos segundos, que se terminó encajando en unas de las mesas.

 

No tuvo mucho tiempo en pensar cuando termino por ser pateado en la cara, el golpe lo descoloco tanto que no vio venir lo siguiente. El que lo ataco comenzó a golpearlo en diferentes partes, solo necesito tres goles para derribarlo, golpeo su cara, le doblo el codo y lo volvió a patear, lanzándolo contra una puerta, partiéndola en el acto.

 

- ¿estás bien? – los ojos de la niña se abrieron para encontrarse con una amable sonrisa.

 

- si… eso creo – ella sujeto la mano que aquel pelirrojo le ofrecía.

 

- tranquila… nii-chan te protegerá –

 

       

 

Continuara…

Notas finales:

Ok, aquí comienza la acción, sujetos extraños llegaron a la capital a sembrar terror… ¿los pilares llegaran a tiempo?... ¿Cómo hará Tanjiro para salir de esta?

el siguiente capítulo que será actualizado para el 15 o 16.   


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