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:Corazón Resiliente: por DionSan_95

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Notas del capitulo:

Aquí el segundo capítulo, donde se aclararan algunas cosas.

 

Advertencia: Lactancia masculina. Advierto esto antes del capítulo para los sensibles. Aun que al ser un omegaverse era de esperarse. Pero por si acaso.

 

Ahora sí, disfruten el capítulo.  

Capítulo 2: Mi familia

 

 

Temblaba, se podía ver en el filo de su espada, su respiración agitada no era suficiente para poder calmarlo, esos malditos. Intento hacer un movimiento, pero el hombre llevo su pistola a la cien de Nezuko. Cuatro guardias lo protegían y ese animal tenía sujeto a su hermana del cuello… por más que tratara de buscar una solución, sería imposible poder llegar a Nezuko antes de que la mataran.

 

- vamos… baja la espada Kamado… - aun así se aferró a la empuñadura – creo que no estas consiente de lo que está pasando… eres buscado por el ejército del norte por ser un desertor y los del sur no te trataran mejor… - quito el seguro de su arma – no es sensato lo que haces –

 

- siete contra uno… muy honorable –

 

- bueno… somos cinco… dejaste esos inútiles fuera de combate – señalo a sus dos soldados con algo de desprecio – eres más peligroso de lo que dicen los rumores… si no estuviéramos buscando tu cabeza en definitiva te contrataría –

 

- suelta a Nezuko… ella no tiene nada que ver en esto –

 

- mmm… yo creo que no, si es la madre del bebe que queremos encontrar no la soltaremos –

 

- bien… tú lo decidiste –

 

Sin siquiera dar oportunidad a dialogo, Tanjiro se lanza contra esos hombres, agüita su espada tratando de hacer un corte, pero los otros eran mucho y tuvo que esquivar, casi no le daban tiempo de atacar. El hombre pensó que sería fácil, un desertor y un bebe, además que ofrecían una gran suma de dinero por él, solo un tonto rechazaría ese trabajo, al parecer la cosa se complicaba aún más con ese niño espadachín.

 

- el dinero que nos darán por ti no es suficiente – espeto con molestia, al parecer cobrar su recompensa no sería tan fácil.

 

Tanjiro respiro hondo, mientras esquivaba los ataques de los sujetos, eran poco coordinados y en muchos casos torpes… usaban uniformes de soldados, pero no tenían el nivel de pelea de uno. No eran soldados, de eso estaba seguro.

 

Un disparo sonó y fue instinto lo que lo movió, pensó antes en su hermana que en el dolor de su brazo. Una pequeña distracción que le costó el equilibrio y un golpe de uno de los hombres que lo atacaban.

 

- ¿Quiénes son ustedes? – apenas podía notar la sangre que salía de su brazo.

 

Sintió como le daban un rodillazo que le guito el aliento. Le hicieron soltar la espada y lo tumbaron al suelo.

 

- jejeje… ya no eres tan rudo… no es así – Nezuko comenzó a desesperarse al ver que su hermano comenzaba a perder, pero por más que se sacudía no podía soltarse. – sabes una cosa… la gente te trata distinto si tan solo usas un uniforme… era lógico que no queríamos sobresalir entre la multitud –

 

- ustedes… ustedes son unos impostores –

 

- o no mi querido Kamado… nosotros si venimos por un desertor y un bebe… nos pagaran una gran fortuna por ti y por el niño… - lanza a un lado a la chica que no dejaba de retorcerse, ya tenía a la gallina de los huevos de oro, aquella omega no le serviría de mucho.

 

Nezuko aun podía ver a su hermano en el piso, golpeado, no necesitaba tener que escuchar para saber lo que ocurría, esos sujetos buscaban algo. Se levantó, quería ir con su hermano… pero Tanjiro le devolvió la mirada, lentamente negando. No habla, con ella no sirve, pero si mueve sus labios muy lentos para que ella pudiera entender… no vengas.

 

Entonces llevo al vista hacia la puerta del piso… pudo comprender todo.

 

- solo son unos mercenarios – el hombre sonrió.

 

- y unos que ganaran una fortuna – sujeto el rostro del joven Kamado – vaya no pareces tan viejo como para ser un soldado… ¿ah que edad te reclutaron… trece?... hasta da vergüenza que mis hombres hayan perdido contra ti – girando su rostro se dio cuenta del pequeño detalle, unos pendientes pintorescos. Definitivamente era él - patéticos… una vez que nos den la recompensa contratare mejores mercenarios –

 

- ¿mercenarios?... no imagine que los encontraría tan pronto – una voz filosa se escuchó a sus espaldas, pero no se movió un solo centímetro, sintió como la punta de algo bastante filoso rozaba con cuidado su yugular, lo que hizo que tragara seco. – suelta el arma… o te mato – la voz era directa y autoritaria.

 

- ¿y quién eres tú? –

 

- el Pilar del Agua… Giyuu Tomioka, no lo repetiré otra vez, suelta tu arma – el hombre iba a reírse, cuando siente como le rompen la muñeca y termina por soltar el arma. – te lo advertí –

 

- ¡desgraciado!... ¡mátenlo, mátenlo ahora! –

 

Una orden que no tardo en volverse nula al primer intento de ataque, uno de ellos intento desesperadamente derribar al Pilar, pero solo necesito darle un golpe con el mango de la espada para romperle la nariz. El siguiente no fue diferente, viro sus pies, sin hacer ningún movimiento innecesario, sujeto el brazo hasta romperlo y luego le dio un golpe en la nuca, un poco más de balanceo y ya tenía sometido a los cuatro delincuentes.    

 

- se han denunciado que hay un grupo de bandidos que asaltan a soldados y se quedan con sus pertenencias…- el Pilar termina por dar un suspiro, pareciera realmente molesto, pero sin muchas ganas de desquitarse en ese momento. - ¿te encuentras bien? –

 

El mismo no estaba consciente de su condición, de sus heridas, incluso del balazo que recibió en el brazo, por eso le sorprendió la pregunta y la disposición de aquel desconocido de ayudarlo al extenderle una mano. Detallo al alto hombre, era joven, pero de seguro mayor que él, podía ver el uniforme de soldado y en su haori de dos patrones el signo del Pilar… no estaba soñando. Unos ojos azules se le quedaron viendo, con expresión seria y a la expectativa.

 

- yo… gracias – el menor no sabía que más decir.

 

Cuando el llanto volvió a sonar Tanjiro se desconectó de ese extraño encuentro, puede ver como Nezuko abría la puertilla del piso y con mucho cuidado sacaba de allí un pequeño bulto. Tanjiro se levantó rápidamente y fue donde su hermana, sin pensar mucho a su alrededor sujeto en brazos aquellas sabanas sin importar que las manchara con su sangre, aferrándose al pequeño y lloroso bebe.

 

- está bien – Nezuko le sonríe, el pelirrojo asiente varias veces sin poder tragarse las lágrimas. Escucha ahora más cerca el llanto de ese pequeño bebe, estaba asustado… tanto como él – Ume… bien –

 

- si… ella está bien – Sabía que su hermana trataba de tranquilizarlo, pero era difícil controlarse así mismo si creía que iba a perder otra vez a su familia y él no podría hacer nada… otra vez - ¿Dónde… donde esta Ryoka?… los gemelos… y Shinto –

 

Nezuko ladeo la cabeza confundida, hasta que comprendió la pregunta y termino por abrir completamente la puertecita para jalar un par de bracitos…

 

- apretado… muy apretado – en fila salieron un par de pequeños rubios… detrás de ellos empujaba un niño aún más pequeño y por ultimo salió el más grande.

Tanjiro sonrió de oreja a oreja al ver que todos se encontraban bien.

 

 

-.-

 

 

Esto era incómodo.

 

Le miraba serio y en silencio, en medio de lo que quedaba de la mesa de su cocina. Tanjiro trataba de esquivarle la mirada, pero le ponía bastante nervioso su presencia.   

 

- no puedo dejar pasar esto – su voz era firme – eres un desertor… ¿sí o no? –

 

Sentado uno frente al otro se encontraba el Pilar del Agua y Tanjiro…

 

El pelirrojo no pudo deshacerse de él. Después de curar su herida y protegerlo a él y a su familia no podía reprochar demasiado.

 

- es, es algo difícil de explicar – desvió la mirada hacia la entrada, donde era espiado por su hermana y tres de los niños. – No puedo hacer lo que usted me pide – rio bajito al ver que se escondían cuando el mayor se volteaba – no quiero dejarlos solos – Tanjiro miro la seria expresión del Pilar.

 

Aquel hombre era un total misterio para los Kamado.

 

Era un Alfa a toda regla y no solo eso, después de lo que hizo era obvio que era alguien honorable, con principios, muy diferente de aquellos bastardos. Pero aun así no sabían más de él que su estatus y su nombre. Sus intenciones tampoco eran muy claras, esperaba que los dejara tranquilo, sin embargo… ¿pedirle que lo acompañe?... Tanjiro había aprendido por las malas que no hay que confiar en cualquiera.

 

Giyuu por otro lado no era muy expresivo, era rígido y no le gustaba perder mucho el tiempo. Su misión era atrapar a los bandidos que se hacían pasar por soldados, interrogarlos y llevarlos a la cárcel. Y había cumplido su misión al pie de la letra, así que se suponía que ya no tenía nada que hacer allí. Pero aun así se encontraba sentado en esa silla y en frente a aquel chico, dándole una orden.

 

Tomioka no estaba ciego, ese chico era un desertor militar, su espada y sus movimientos eran bastante buenos y el no elogiaba a cualquiera. Ahora, que hacía en esa ruina de casa y con esa omega y esos niños, lo ignoraba. Si era un desertor, su deber era llevarlo a la capital para que lo procesen, además de que tenía que llevar un testigo para los mercenarios que atrapo, fuera como fuera… ese chico terminaría cumpliendo sus peticiones.

 

Eran las reglas.

 

- bien… entonces creo que no hay otra opción – se levantó de la silla, aquello hizo que el menor se pusiera más nervioso, el sujeto mantenía sus feromonas alfas siempre pululando a su alrededor, siempre a la defensiva y tal vez por eso Tanjiro se mantenía cauto – creo que esto será suficiente – el alfa se levantó y el pelirrojo pensó lo peor.

 

Soltó sobre la mesa un par de collares con placas amarradas a ellos, Tanjiro las miro y casi se le cae la boca al piso.

 

- pero… no, no puedo aceptar esto –

 

- no es un favor… iras a la capital y esto te permitirá viajar sin restricción a través de los distritos, nadie te preguntara donde iras ni estará permitido detenerte a menos que sea de un rango similar o superior –

 

- no… gracias pero no lo hare –

 

- creo que no entiendes… no te estoy pidiendo por favor –

 

- disculpe Tomioka-san, pero si entiendo… me quiere como testigo para el arresto de los mercenarios y procesarme en deserción… pero le puedo asegurar que si yo hago lo que me dice solo empeorara las cosas, tanto para mí como para usted – se levantó también de la mesa y tomo las placas para devolvérselas – no lo hare… –

 

Tomioka toma un segundo de silencio, intentando entender la negativa, un pequeño ruido sonó y miro a sus espaldas como los espías trataban de no hacer ruido, en vano… considero rápidamente esa posibilidad y termino por tomar la decisión. Debía llevarse a ese chico de allí, sea como sea.    

 

- lo que sé es que si te quedas aquí o huyes es posible que todos mueran de hambre o por algún otro mercenario que decida contratar la persona que anda tras de ti y de la bebe de tu hermana – sin mucho consideración llevo un papel de búsqueda, de esos que se lo llevan a cazas recompensas y se lo dejo sobre la mesa. Giyuu era alguien inteligente y observador, solo se valía de la fuerza si era necesario y estaba seguro que podía llevarse a ese chico sin forzarlo, no le gustaría llegar a eso. El menor la sujeto, eso solo eran malas noticias, si su cabeza era pedido públicamente, entonces esos sujetos tan solo serían los primeros de muchos problemas – y si eso no pasa, la guerra terminara matándolos… puedes traer a tu familia contigo – Tanjiro no parecía ser alguien estúpido.

 

Duras palabras, pero en parte eran ciertas, la comida escasea mientras más te alejabas de las grandes ciudades, los robos y el terror de encontrarse con los invasores. Tanjiro no estaba seguro hasta qué punto podía seguir huyendo…

 

Entrecerró los puños en impotencia, no era justo. Él se había esforzado tanto para que su familia no sufriera ni le faltase nada, Tanjiro sabía lo que ocurriría si seguía a ese alfa a la capital… pero si no lo hacía y por el contrario elegía seguir huyendo, no había certeza de que las cosas un pudieran empeorar.

 

Tenía que tomar una decisión.

 

- no es tan simple… – apretó los labios, él estaba más consiente que nadie lo cerca de morir que estaban todos los días – Nezuko es sorda y no es una omega capaz de contraer matrimonio con alguien bueno por su condición… Ryoka tan solo tiene cuatro años, cuatro… ni siquiera puede hacerse una tasa de arroz sin que le ayuden… - sus lágrimas comenzaron a caer en contra de su voluntad - ni que decir de Kenjiro o Kentaro, son un desastre andante… - y su voz comenzó a quebrarse - A Shinto ni siquiera le han salido todos los dientes…. Y Ume… ella no puede separarse del omega que le dio a luz, está siendo amamantada aun – aquel vomito verbal salía sin poder detenerse, aunque pareciera excusas para negarse – no puedo dejar a mi hermana con tanta responsabilidad… no quiero que se lleven a Ume… no quiero que los alejen de mi –

 

Tomioka no dijo nada, ni siquiera parecía conmovido.

 

- debes tomar una decisión – llorar y quejarse no solucionarían su situación. Aquel sujeto les estaba dando una salida… el mayor no dijo más nada, solo espero a escuchar su respuesta, pacientemente.

 

Vio aquellas placas en sus manos, Tomioka Giyuu era un Pilar, alguien de poder y posición… esperaba en verdad poder confiar en él.

 

- si vamos a la capital… necesito que me prometa algo primero –

 

 

-.-

 

 

- ¿qué dicen Ryoka? – Nezuko era una chica bastante lista, comprendió a una edad bastante temprana que no podía escuchar y que eso la hacía diferente de los demás. Aun así nunca se rindió y con el tiempo pudo aprender lenguaje de señas gracias a un profesor particular, claro que fue antes de que su padre muriera, sin embargo sabia lo suficiente como para poder comunicarse con eficiencia…por lo que ella se encargó de enseñarle a su hermano y ahora a los menores de la casa.

 

- no se… - respondió mientras trataba de seguirle el hilo a la conversación e informaba a la mayor – dice algo sobre irse… pero no entiendo mucho – Ryoka trato de acercarse para tratar de escuchar mejor.

 

Cuando la puerta fue abierta de improvisto, la figura del alfa intimido a los más pequeños, era un sujeto alto y desconocido, tampoco inspiraba mucha confianza.

 

- mostro… mostro –

 

- nos comerá – El par de gemelos salió gritando y corriendo detrás de Nezuko en cuanto vieron al sujeto, mientras que Ryoka se quedó de piedra algo asustado.

 

Giyuu mira al niño frente a él, pequeño y pálido, pero parecía sano para su edad, se veía a leguas que era bien cuidado. Sus ojos azules se encontraron con los rojizos del menor, aquel niño tenía un aire bastante familiar, pero en ese momento Giyuu no le presto demasiada atención.

 

- ¿Qué hacen aquí todos? – Tanjiro interrumpió, algo molesto, ella sabía que a su hermano no le gustaba que espiaran sus conversaciones. Pero al final se resignó, podía ver en los ojos de Nezuko lo preocupada que estaba – no pasa nada – la tranquilizo poniendo una mano en su hombro – todo estará bien… - y le sonrió.

 

Pero ella lo conocía y sabía cuándo las sonrisas de su hermano eran falsas, como en esos momentos.

 

- pregunta por Urokodaki Sakonji una vez que lleguen a la capital… él los va a alojar – sin intenciones de charlar demasiado Giyuu va camino a la entrada.

 

- espere… Tomioka-san… ¿usted no viene con nosotros? – El Pilar de miro de reojo, con esa expresión tranquila.

 

- tengo asuntos que arreglar… así que no… - el menor bajo la cabeza, parecía algo decepcionado - pero no te preocupes, sabré donde están en todo momento… así que sabré si huyes –

 

Tanjiro trago seco, el alfa solo necesito esa mirada para asesinar cualquier idea prófuga en su cabeza.

 

 

-.-

 

 

- shh…shh – Nezuko mecía de un lado a otro a la bebe, pero esta solo lloraba más.

 

- ven dámela… es capaz que solo tenga hambre – el extiende sus manos y la omega asiente mientras le sede a la bebe.

 

Una vez que la bebe está en brazos del pelirrojo, esta abre sus ojos y comienza hacer un gran puchero, exigiendo su comida a su manera. Tanjiro observa ese par de ojos disparejos con ternura… un ojo turquesa y otro amarillo, aun no podía entender cómo es que podía amar y odiar algo al mismo tiempo. Esos ojos, que solo representaban malos recuerdos, le pertenecían a esa niña inocente que ahora reprochaba entre sus brazos, Tanjiro sonrió.

 

Con cuidado abrió su kimono, bajando toda una manga y dejando al descubierto su pecho que parecía estar algo hinchado. Cuando la pequeña pudo sentir el pezón en sus labios no dudo en succionar como si su vida dependiera de ello, Tanjiro sonrió, acariciando la pequeña cabecilla que dejaba asomar unos lizos mechones negros.

 

- hermano… Ryoka me dijo que esos hombres pensaban que yo era la mamá de Ume y que también ese tal Tomioka lo piensa – su hermana se sienta a su lado, recogiendo sus piernas – ¿está bien que piensen eso? – El niega, claro que no estaba bien. En parte no había mentido, era verdad que Ume aun necesitaba del omega que le dio a luz. Aunque no era quien todos creían.

 

- no podemos evitarlo Nezuko… nadie puede saber que yo soy omega, si lo hacen entonces me obligaran a separarme de ti… y de ellos – miro hacia un costado, encontrándose a los cuatro niños durmiendo juntos y abrazados entre sí. El pelirrojo suspira con mucha angustia – nada bueno pasa cuando saben que soy un omega

 

Nezuko recuesta su cabeza en el hombro de su hermano mayor, observando la luna. Sonríe con ternura mientras siente las feromonas de su hermano en el aire, suaves y calmas… le recordaban a mamá.

 

- no te preocupes Onii-chan… yo te protegeré, a ti y a los niños ­– Tanjiro sonríe enternecido.

 

- claro que si

 

 

Continuara…

Notas finales:

Llegando a este punto mando saludos a mis lectores y espero que se encuentren bien. Quiero aprovechar este espacio de notas finales para comentarles sobre algunas cosas. Primero, las letras en cursivas como “esta”, será cuando estén hablando en señas… no se me ocurrió otra manera de darle a entender XD.

 

También que en las notas pasadas informe erróneamente de la condición de Nezuko, ella esta sorda, no muda, me confundí. También aclaro que leí un poco de esta deficiencia y el hecho es que ella a veces emitirá palabras y algunos sonidos. De hecho Nezuko sabe decir Tanjiro, Oni-chan y todos los nombres de los niños, entre otras palabras. No sé sorprendan si de repente hay dialogo de su parte… pero claro serán cortos XD.

 

Lo otro es que solo Ryoka es el único de los hermanos que sabe decir alguna cosas en señas… los demás son chiquititos.

 

Y si XD… Tanjiro es Omega. Aunque eso sí era más obvio.

 

Bien, aclarado este punto. Nos leemos la semana que viene, el 11.   


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