[Len x Oliver]
Len llegó hasta la mesa con una sonrisa, habían pasado dos días desde la vez que conoció a Oliver y apenas estaba iba a ser su segunda reunión. Por supuesto, esta vez planeada.
Se sentó con una sonrisa en los labios.
—¡Hola! —saludó animado, su compañero alzó la mirada de su dibujo para verle antes de tomar una galleta y remojarla en su chocolate caliente—. ¿No saludas? —De nuevo no respondió y simplemente le dio un mordisco a su bocadillo, volviendo la mirada hacia la libreta que tenía en su práctica tabla de dibujo portátil—. ¿Estas enojado?
—¿Por qué no me dijiste? —Soltó de repente. Len parpadeó.
—¿Decirte qué?
—No te hagas el tonto, Len, sabes a lo que me refiero.
Len ladeó la cabeza, Oliver por su parte bufó antes de mirarlo, frunciendo el ceño.
—¡Que me encontré con un cartel frente al edificio de mi apartamento con tu cara! —No iba a mentir, al escuchar aquello sintió un tirón de miedo en su corazón, más decidió ignorarlo y desviar un poco la plática.
—¡Oh! ¿Te refieres al concierto benéfico? ¿Quieres ir? —El contrario suspiró pesadamente mientras se masajeaba con la punta sin grafito del lápiz, un gesto que le había llamado la atención a Len desde el primer día.
—¡Eso no!
—¿Te refieres a que soy cantante? ¿No te lo había contado?
—¡Sí, pero...! No esperaba a que fueras... ya sabes... de las más altas ligas. —Se removió en su asiento, un poco incómodo. Len por su parte sonrió con deje de tristeza.
—¿Eso es malo?
—No me malentiendas... —Se apresuró a contestar—. Yo... cuando vi lo lejos que has llegado, el éxito que tienes, me alegré mucho por ti —Se acomodó un mechón de su cabello—. Me agradas mucho, me caes muy bien y me gustaría seguir viéndote. Es solo que es raro y hasta algo shockeante ver a alguien que acabas de conocer en un cartel publicitario enorme frente a tu hogar, ¿entiendes? —Len rio suavemente.
—Sí, supongo que debe ser extraño para quienes no son famosos. —Oliver ladeó la cabeza.
—¿Desde cuando estás en ese mundillo? —Esta vez el corazón de Len saltó de alegría, al parecer el contrario se limitó a leer de su profesión y no ir más allá.
—Desde que tengo 14 años.
—¡¿Tan joven?! —El de coleta asintió—. Dios, yo a esa edad me estaban dando de balonazos en los quemados —Ambos rieron—. Soy pésimo para los deportes.
—Yo no tanto pero me aburre un poco, prefiero la danza como actividad física —respondió Len tomando tu taza de café.
—Yo soy una tabla y además tengo dos pies izquierdos, por eso prefiero actividades que no involucren la parte inferior de mi cuerpo —Tomó una galleta de su plato—. Oh, disculpa, ¿quieres? —Señaló el plato aún con su galleta en la mano.
—Claro, gracias —respondió el otro con una sonrisa traviesa.
Iba a a volver a hablar, pero la acción del cantante le hizo callar.
Se había levantado de asiento, inclinado hacia él y tomando la galleta que aún poseía en su mano con los dientes.
Todo pasó en unos segundos, su persona cerca, sus labios rozando ligeramente sus dedos y su mirada fija en él.
Solo bastó un instante para hacerle sentir totalmente nervioso.
—N-no hagas eso —logró articular una vez que Len regresó a su asiento, este simplemente tomó la galleta con su mano y mordió lo que tenía en sus dientes.
—¿Qué cosa? —preguntó tratando de no sonreír.
—¡Eso que acabas de hacer! ¡No te hagas el loco! —Oliver movió sus dedos algo ansioso antes de bufar y tratar de tranquilizarse, mirando hacia la ventana. El de coleta le miró divertido.
—Oliver —llamó, el mencionado le observó—, ¿tú tienes pareja? —El de parche se puso tenso, tratando de controlar los nuevos nervios que se apoderaban de su cuerpo.
—Tú... ¿Por qué quie...? Digo... ¿Para qué...? —Hizo un sonido de frustración al no poder completar ninguna oración, sacudió su cabeza y expulsó el aire de sus pulmones con calma—. Quiero decir... No, no tengo pareja. —contestó con la mirada en su dibujo.
—Eso es bueno —respondió el contrario, cosa que le sobresaltó.
—¿Cómo que...?
—¿Qué dibujas? —interrumpió Len, Oliver por su parte miró su libreta.
—Pues... A ti —confesó antes de tenderle lo que hacía. El cantante lo tomó con asombro y sorpresa.
—Oh, Dios, ¡eres muy bueno! —elogió, el dibujo se encontraba a la mitad del proceso pero era evidente el trabajo de calidad y el esfuerzo que Oliver ponía.
—Gracias.
—Escogiste una buena foto, luego hay unas que no me terminan de gustar —comentó con una suave risa, regresando el dibujo a su autor.
—Eso es bueno, habían un montón de fotos y no sabía cuál escoger —dijo cerrando el cuaderno, tomaría un descanso para platicar con el otro.
—Y... ¿Quieres ir al concierto? Es en un mes —Oliver paró de guardar su tabla.
—¿Hablas en serio? —Len asintió—. No sé, tendría que pensarlo.
—Si te animas, podemos vernos después para hacer algo.
—Oh, no, seguro terminas cansado, no quiero molestarte.
—¡Para nada! —respondió con una amplia sonrisa—. Seremos varios cantantes, así que la carga de trabajo no es tanta —Le dio un sorbo a su café antes de continuar—. Lo que sí es que tendremos que vernos en algún punto lejos del auditorio, ya sabes, por el tema de los fans —pensó un poco—. Oh, y tiene que ser algo con comida, porque voy a estar hambriento —Oliver sonrió, aún no muy convencido, por lo que Len decidió agregar:—. Puedes llevar algún acompañante si gustas, yo puedo decirle a mi hermana para que se junte con nosotros después, conociéndola va a decir que sí, le encanta hacer amigos por todos lados.
—De acuerdo, buscaré a alguien y te mando mensaje, ¿sí? —aceptó después de un breve silencio.
—Muy bien, mi buzón estará listo para recibir ese mensaje —El de ojos celestes sonrió mientras el otro terminaba de guardar sus cosas con una pequeña sonrisa un poco forzada.
Y es que Oliver no podía dejar de pensar algo.
"Por favor, que no esté malinterpretando todo esto, y si no es así, que no esté perdiendo mi tiempo. Por favor."