Lying close to you, feeling your heart beating
And I'm wondering what you're dreaming
Wondering if it's me you're seeing
En lo que al genio le pareció apenas un parpadeo transcurrieron tres meses en los que su vida cambió por completo. Primero la prensa estalló cuando anunció que se tomaría un año sabático lejos de la vida pública y sus labores como vengador dejando al ahora recuperado Coronel Rhodes a cargo, después con Abbadon presentándolo ante todo el personal de la base quienes para su sorpresa le recibieron entre sonrisas, además de que se le dio acceso total a todas las instalaciones y a toda la base de datos de la organización. En estas semanas había encontrado la paz que nunca creyó posible y todo gracias a ese rubio que siempre estaba al pendiente de cada uno de sus movimientos y se cercioraba que sus necesidades fueran atendidas, dejándole hacer y deshacer con total libertad.
-Ha estado trabajando mucho Sr. Stark- murmuró Peter admirando los planos y anotaciones de su mentor
-Estar aquí me ha dado cierta… claridad- dijo el mayor con una sonrisa divertida, pues Peter no ocultaba para nada su entusiasmo
-Aun así deberías estar descansando Tony- intervino un joven alfa de cabellos rubios
-Estoy embarazado, no inválido Harley- se quejó el aludido mirando al primero de sus apadrinados
-Debes tener el doble de cuidados y lo sabes bien- murmuró el menor huraño
-Ya lo sé, estoy viejo y mi alfa me abandonó. No tienes que recordármelo- contestó tomando asiento en el cómodo sofá que Abbadon mandó a colocar en el taller
-Eso no es lo que…
-Discúlpate ahora- gruñó Peter mirando al alfa, quería a Harley casi como a un hermano pero siendo él un omega entendía lo susceptible que se encontraba Tony
-Mierda… lo siento ¿vale? Sólo estoy preocupado por ti Tony- murmuró mirando el piso
-Lo sé Har y te lo agradezco, pero puedo cuidarme sólo- murmuró acariciando la suave curva de su vientre
-Hablando de eso- murmuró el rubio arrodillándose a la altura de su mentor- El tal Abbadon nos puso vigilancia ¿la sabías?
-Yo se lo pedí. Rogers intenta acercarse a mí y hará lo que sea para obtener una pista de mi paradero- declaró mirando a los jóvenes
-No nos haría daño, es decir… sabe que somos importantes para usted- murmuró Peter acercándose
-Es un alfa herido- intervino el rubio- está en busca de su omega y sabe que si alguien sabe dónde está, son los adolescentes a los que prácticamente adoptó, nos utilizaría de ser necesario…
-Exacto y Abbadon está de acuerdo en que mantenerlos a salvo es parte de mantenerme saludable, por eso cada uno tiene a un agente cuidándolos a sol y sombra- confesó el castaño tomando las manos de ambos
-Estaremos bien Tony
-No tiene que preocuparse por nosotros Sr. Stark
-Si algo les pasara por mi culpa, no podría vivir con ello bambinos- murmuró el millonario soltando un profundo suspiro
*********
Eran las tres en la madrugada, Tony caminaba de puntillas en la cocina buscando mientras una de sus manos sobaba tiernamente su barriga de seis meses, después de un par de minutos lanzó un suspiro derrotado antes de morder una dona glaseada.
-¿Sucede algo?- cuestionó Abbadon quien le había observado en silencio, su voz hizo brincar al castaño en su lugar
-Yo… no es nada- dijo aun con una mano en el pecho
-No lo creo, hueles a decepción ¿Qué sucede?- murmuró acercándose a la isla de mármol
-Yo sólo quería algo dulce- murmuró antes de dar otro mordisco
-Recuerdo bien a Helmut cuando su esposa inició con los antojos, eran tan específicos que podías ver a mi buen amigo correr por la noche en busca de pasta carbonara, pepinillos con mostaza dulce y delicias turcas…- dijo Abbadon riendo suavemente ante el recuerdo
-Sólo quería un poco de azúcar…- mintió el castaño
-Dime- pidió el rubio con voz suave y una diminuta sonrisa
-… Pay de frutos rojos con helado de vainilla, salsa de ganache de chocolate y nueces trituradas- confesó sonrojándose
-Esa dona no será suficiente ¿cierto?- bromeó el de ojos rojos poniéndose de pie y dirigiéndose a su habitación, segundos después regresó poniéndose un abrigo y colocándose un comunicador
-¿A dónde vas?
-De compras, no seré el responsable de que ese cachorro nazca con cara de pay- bromeó de nuevo mostrando su perfecta dentadura
-No es necesario…
-Lo es- le interrumpió- prometí mantener a ese cachorro sano y esto es parte de ello
Sin esperar más el rubio caminó hasta el elevador dejando a un omega con los sentimientos a flor de piel, aún más cuando a partir de esa noche Abbadon se encargó de que nunca le faltara nada para preparar personalmente cada extraño capricho del castaño.
*********
En una semana cumpliría ocho meses y su pequeña familia le seguía a sol y sombra, los últimos días estuvo trabajando con los chicos que intentaban armar una linda cuna para la pequeña, golpeándose entre ellos y reclamando porque habían perdido las instrucciones, lidió también con un temperamental Rhodey que a pesar de ver lo tranquilo y saludable que se encuentra su mejor amigo insiste en llevarse al castaño pues no confía en las intenciones del líder de HYDRA, por tanto ahora sólo deseaba descansar.
-¿Todo bien?- cuestionó Abbadon acercándose al omega quien miraba una película acurrucado en el sofá
-Sí…
-¿Seguro? No has tocado tu comida- murmuró señalando la hamburguesa con aros de cebolla y la malteada de chocolate y menta
-Sólo estoy algo cansado, últimamente está muy inquieto- contestó acariciando el redondo vientre
-Puedo ayudar con eso- dijo el rubio tomando asiento a su lado y liberando feromonas
Tony suspiró pues de inmediato su pequeño se tranquilizó, habían descubierto que el cachorro reaccionaba bien a la presencia del alfa, así que el castaño exigía sus atenciones más seguido de lo que le gustaba admitir.
-¿Mejor?
-Mucho mejor- murmuró el omega recargando su cabeza en el hombro del menor
Ninguno dijo nada, tan sólo miraban a la pantalla fingiendo que ese gesto era algo cotidiano e inconscientemente el más alto dejó salir su aroma natural, Tony aspiró con fuerza la deliciosa mezcla de bergamota y madera ahumada y contra todo pronóstico aun cuando se supone que la marca no debía permitirlo, Tony se sintió bien, tranquilo, en paz y protegido.
*********
Una semana antes Tony había comenzado a anidar, Abbadon preocupado había sido en extremo cuidadoso, asegurándose de que su ropa no quedara impregnada por su olor para que las feromonas hicieran su trabajo, tal vez el nido del omega no tendría el olor de ningún alfa pero podría engañar a su cerebro para convencerle de estar rodeado del aroma de Rogers.
Dos días antes Rhodes y Virginia llegaron a la base, el castaño dejó de ir a su taller y pasaba todo el día encerrado en su habitación, tan sólo dejando entrar a la mujer beta cuando le llevaban alimentos. Hoy las contracciones iniciaron al medio día, la Dra. Moreau le examinó asegurando que todo estaría bien, les dijo que el genio necesitaría un alfa a su lado y el coronel no dudó un segundo en entrar en auxilio de su mejor amigo. Así los minutos se convirtieron en horas y Abbadon no hace más que dar vueltas en la sala con su alfa interno gruñendo desesperado ante cada grito y quejido de su castaño.
-Relájate- dijo Helmut llamando la atención de su mejor amigo- Es su primera vez, es normal que tarde…
-Está sufriendo- gruñó el rubio paseando las manos por su cabellera
Antes de que pudieran decir algo más se escuchó una puerta abrirse y pasos apresurados, segundos después James Rhodes apareció frente a ellos
-Él te necesita- dijo el moreno mirando directamente al de ojos rojos
Abbadon corrió por aquel pasillo, sin hacer preguntas entró a la habitación, Tony se encontraba en medio de su nido, recostado sobre almohadas, totalmente desnudo y con las piernas abiertas, entre las que se encontraba la obstetra y su frente cubierta en sudor y piel sonrojada por el esfuerzo
-Ya casi Tony- dijo la doctora animándoles a pujar
-No puedo- chilló el mayor al borde del colapso
-Si puedes- dijo el rubio acercándose, sus feromonas trabajando para ayudar al genio
-¡No! ¡Él no!- gritó en cuanto detectó los vestigios del aroma de Rogers- ¡Tú! Por favor, te necesito a ti…
-Aquí estoy- murmuró sentándose junto al mayor y liberando su aroma, en cuanto Tony sintió las notas de bergamota suspiró aliviado- Tu puedes hermoso, eres el omega más fuerte y terco que conozco, tú puedes hacerlo min kjaerlighet*
El castaño tomó la mano del alfa, la estrujó mientras pujaba con todas sus fuerzas casi desgarrándose la garganta en el intento, mientras el rubio acomodaba sus cabellos y limpiaba su frente dándole palabras de aliento hasta que un fuerte llanto llenó la habitación
-Eso es, es una niña preciosa- dijo la doctora pinzando el cordón y entregándola al enfermero para que la colocaran en el pecho de su madre
-Es hermosa- murmuró Abbadon emocionado
-Es preciosa, mi pequeña Morgan- declaró el genio llorando de felicidad.