Faltaba menos de una semana para que se llevará a cabo la boda y desde hace un tiempo Hyoga no se aparecía, por más que Shun lo buscaba en su casa y le llamaba sin obtener respuesta ya temía que a su prometido le hubiera pasado algo. Sus amigos también ayudaban al peliverde porque no soportaban verlo triste, pero al igual que el pequeño ninguno dió con el paradero del rubio.
Una tarde en su habitación, Shun miraba hacia el techo tratando de sacarse los pensamientos negativos de su cabeza pues no quería que nada le pasara a Hyoga después de un largo periodo sin noticias, temía tanto por él al no tener noticias suyas que comenzaba a creer lo peor. Pero se llevó una pequeña sorpresa cuando su celular vibró avisando que tenía un mensaje, fue cuando a Shun el alma le regresó al cuerpo al ver qué el mensaje venía de parte de Hyoga, pero lo que decía su mensaje le despertó intriga: "necesito hablar contigo" fueron las sencillas palabras que componían aquel breve mensaje.
Por otra parte Milo no tuvo noticias del paradero de Camus pues hace tiempo que dejó de venir a su departamento, tampoco había asistido a la escuela y Milo tenía miedo por él.. pero sobretodo inquietud porque temía que el peliazul lo hubiera abandonado, la puerta del departamento se abrió de la nada y Milo de inmediato se asomó para ver si no se trataba de un asaltante o algo similar, se llevó una sorpresa al tener frente a él al mismo Camus.
Camus... -le sonrió al mencionar su nombre, pero las facciones de su cara cambiaron a una mirada de desaprobación y acercándose a él estaba por propinarle una bofetada de no ser porque el contrario lo detuvo mientras le miraba desafiante.-
¿¡Qué haces Camus!? -le preguntaba Milo soprendido- hacer? Hago lo que debí haber hecho desde hace años: no permitirte que vuelvas a tocarme ni siquiera levantarme la mano -Milo no entendió el cambio de actitud tan repentino del contrario- de que estás hablando, explicate -exigió y Camus procedió a hablar- Milo, deberías intuir el porqué de mi ausencia, estoy tan harto de tu maltrato y está farsa de relación que hay entre tú yo, puede que en el pasado me gustaras; pero la verdad, ya me aburrí de ti -dijo el peliazul como si nada dejando frío a Milo, aunque más frío se quedó cuando Camus sentenció que lo suyo había finalizado, pues después de lidiar un poco por fin ya tenía a quien quería en sus brazos y no estaba dispuesto a dejarlo ir ahora que consiguió hacerlo suyo.-
Camus tú no puedes hacernos esto.. no puedes hacerme esto, yo aún te amo y te necesito a mi lado, no puedes dejarme y abandonarme por alguien más -Camus ya no quería escuchar a Milo y sus intentos de hacerle cambiar de opinión- Milo, entiende que ya se acabó, ya he dejado las cosas en claro por lo que solo me resta decirte: lárgate de aquí -ordenó al peliazul contrario- mi amante vendrá pronto y no quiero que estés aquí para cuando llegue, así que toma tus cosas y lárgate -le ordenaba buscando que Milo dejara su departamento, el mencionado no encontró las palabras para hacerle cambiar de opinión y Camus consiguió que Milo se fuera, dejando a Camus solo y preparando cosas para recibir a su amante-
Los padres de Shun e Ikki tuvieron que salir de viaje por una situación familiar que atender, ofrecieron disculpas varias veces con el menor por no estar presentes en su situación y dejarlo solo, al peliverde le entristeció que su familia lo dejara cuando él ya se sentía casi abandonado, pero tuvo que disfrazar su tristeza con su mejor sonrisa- pasó una hora desde que su familia salió de casa y dejó a Shun, esperaba otro mensaje del rubio o una llamada suya.. como si le leyera la mente al poco rato recibió una llamada mencionandole que lo vería fuera de su casa; a Shun le regresó el brillo a su mirada, pensó que Hyoga le explicaría su desaparición y arreglarían los aspectos de su boda por fin.
Hyoga llegó y se encontró al menor frente a la puerta, Shun sintió la necesidad de abrazarlo con todas sus fuerzas pero Hyoga no le correspondía el abrazo, detalle que a Shun le llamó la atención y lo miró con tristeza.
Hyoga? Pasa algo? Estás muy raro -pero el rubio no respondía, mantenía facciones serías y al principio sus ojos estaban cubiertos por sus flequillos, pero cuando finalmente miro a Shun a los ojos se dispuso a decirle la verdad- Shun.. lo lamento, perdón si te voy a lastimar con lo que te diré pero no puedo seguir ocultándote la verdad -le dijo el rubio manteniendo su semblante serio- la verdad de qué? A qué te refieres? -Shun no entendía el extraño comportamiento de Hyoga y el que le dijera algo que posiblemente lo lastimaría.-
Lo siento Shun... me temo que ya no seguire manteniendo mi idea sobre el matrimonio -dijo el rubio- no seguirás..? Hyoga de qué estás hablando? Tú me propusiste matrimonio el día de mi cumpleaños frente a nuestros amigos y familiares, he esperado ese momento con ansiedad.. que pasó para que me respondas que has cambiado de opinión? Que fue lo que te causó ese cambio drástico, qué hice mal? -Shun exigía una respuesta clara ante las palabras de Hyoga que estaban consiguiendo entristecerlo tanto que sus ojos comenzaban a tornarse vidriosos- lo lamento Shun, durante mi ausencia han pasado muchas cosas que al principio me tenían confundido y ahora que estas han quedado más claras me he dado cuenta de que el amor que sentía por ti se ha acabado y ya no siento nada -las palabras del rubio eran un puñal a su corazón que lo lastimaban enormemente, aunque quedó más devastado cuándo Hyoga tomó la mano donde tenía el anillo de compromiso y se lo quitó, pidiendo disculpas por haberlo ilusionado y abandonarlo con esas ilusiones rotas-
Shun le rogaba que volviera y que buscarán una solución, era demasiado saber esas palabras a poco tiempo de llevar a cabo su boda, boda que ya no se realizaría al estarlo dejado, el peliverde llamaba al rubio cuando cayó derrotado sobre sus rodillas, no entendía lo que estaba pasando y quedó shockeado por ese momento en el que el chico con quién tuvo un noviazgo de ensueño ahora le estaba dando la espalda, se llevó una mano a la boca y cerró sus ojos dejando que las lágrimas se desbordaran de sus zafiros-
-En ese momento sorpresivamente Milo hacía acto de presencia, aunque en realidad estaba pasando durante su recorrido de casualidad frente a la casa del peliverde y vio a este de rodillas llorando mientras Hyoga se fue alejándolo tras pasar de lado del peliazul, a este le entristeció aún más ver a aquel dulce chico llorando en el marco de la entrada de su casa, estaba dispuesto a "consolarle" con su ayuda, primero se acercó a él tratando de llamar su atención cuando le habló, pero Shun limpiando sus lágrimas le dijo a Milo que por favor se fuera, que no quería ver a nadie así como estaba, pero eso molestó al peliazul porque ya tenía suficiente con el abandono de Camus como tolerar un rechazo más-
Shun se levantó lentamente y aún le insistió al mayor en que se retirara, pero Milo le tomó de la muñeca cuando el peliverde estaba por ingresar de nuevo a su hogar.
Milo.. por favor.. -el peliverde insistió pero pareciera que Milo no escuchaba, pues tratando de detener al menor y por la fuerza que éste trató de poner para que el mayor lo soltara terminó en el suelo, Milo cegado por la tristeza lo tumbó al suelo quedando Shun acostado de espaldas mientras el peliazul se colocó sobre él mirándolo fijamente- Shun.. yo sé cómo te sientes.. y sé que deseas exactamente lo mismo que yo -con aquellas palabras Milo hizo a un lado la razón y se apoderó de los labios de Shun en un brusco beso mientras acariciaba su cuerpo, mismo cuerpo que temblaba de miedo porque no reconoció a Milo en ese momento-
El peliverde trato de quitarse al mayor de encima y empujaba el torso del mayor pero Milo era más fuerte y su peso impidió que el menor pudiera moverse, el peliazul aprovechó su inmovidlidad para irse quitando su propia ropa con desesperación al mismo tiempo que evitaba que Shun tratara de huir, por el momento solo le fue posible quedar su torso descubierto mientras el siguiente fue Shun, le abrió su camisa al mismo tiempo que depositaba besos en su piel desnuda y de nuevo se apoderaba de su boca demandando más besos-
Para el peliazul que el menor luchara solo lo estaba excitando más y aunque le costó trabajo consiguió desvestirlo completamente, dejando aquel frágil cuerpo bajo suyo expuesto ante su mirada lasciva, Shun volvía a derramar lágrimas suplicando que lo dejara en paz, pero Milo no escuchaba sus súplicas y solo quería poseer ese cuerpo, usó su camisa para amarrar sus muñecas y colocarlas sobre su cabeza impidiéndole mover sus brazos, no quiso esperar y viendo la imagen de la delicada figura se despojo de sus pantalones; incluyendo su boxer, dejando expuesto su miembro despierto, aquella imagen ahora aterro aún más al ojiazul porque ya sabía lo que venía y aunque aún trataba de quitarse a Milo de encima; incluso tratando de patearlo, le fue imposible, su pataleo unicamente logró hacer que el mayor pudiera tomar sus piernas, abrirlas y colocarlas en sus hombros, volviendo a exigir un nuevo beso Milo finalmente se insertó en la virginal entrada de Shun haciendo que éste gritara aún mientras Milo tenía prisioneros sus labios-
Las lágrimas en el rostro de Shun a Milo no le importaban, el mayor se sentía en las nubes sintiendo como su miembro era deliciosamente apretado por la entrada de Shun, misma que sentía la sangre escurrir de entre sus piernas con cada estocada que Milo le daba, en esos momentos tortuosos bastaron con unas cuantas embestidas igual de certeras para que el peliazul terminara dentro de Shun haciendo que el menor arqueara su espalda y soltara un gemido de dolor para acabar con el acto. Milo sin mirar el resultado sobre como había quedado Shun cayó rendido sobre su cuerpo recuperando el aliento, convirtiendo a Shun en un mar de lágrimas que siguió llorando hasta desmayarse.-