Pasaron varios meses y con este el avance del embarazo del menor, sus amigos lo apoyaron en asuntos relacionados a la universidad, ya que Seiya y Jabu no sabían mantener la boca cerrada todo su grupo terminó enterándose de la novedad, fue algo que no se hizo con mala intención de dañar a su amigo, sino que a Jabu se le salió por accidente platicando con un compañero llamado Ban, Seiya le reclamó su falta de discreción y tanto Shaina como June les llamaron la atención por contrales algo tan privado, pero armaron una pequeña junta en la que hablaron para todo el grupo pidiéndoles el encarecido favor de no decirle a nadie fuera de el grupo, mucho menos que esa noticia llegará a oídos de sus profesores o directivos escolares.
Gracias al cariño de parte de su familia y los cuidados de Milo, Shun ya no se sentía triste; mucho menos solo, había detalles del peliazul para el ojiazul que le conquistaban poco a poco y algo a resaltar era que cuando lo visitaba siempre le llevaba algún detalle, aunque no tan directamente para él: algo para su bebé, al cuál incluso Milo ya le hablaba. Durante las visitas el peliazul solía tener unas pequeñas citas durante estás, para Shun resultaba curioso, pero dulce de su parte, tanto así que se fue despertando algo más que cariño por el mayor, algo que se iba acercando al amor.
Al llegar al séptimo mes de su embarazo Milo se armó del valor para hacerle una pregunta un poco indebida, pero a la que estaba dispuesto a arriesgarse a hacer sin portar la respuesta: le pidió matrimonio al más joven, esto con el propósito de darle un apellido a la criatura cuando llegara, aunque Shun lo pensó porque tenía que le volvieran a romper el corazón el mayor le dio su palabra en nombre de su bebé que lo haría y jamás se separaría de su lado, ni el de él ni mucho menos abandonaría a su hijo, pues por ellos estaría dispuesto a todo.
Al hablarlo con sus padres estos le hicieron jurar al peliazul que si quería contraer matrimonio solo sería bajo dos condiciones: la primera; y más importante: que jamás se atreva a lastimar a Shun como lo hizo el canalla de Hyoga, y la segunda de que por ahora su matrimonio se llevará a cabo de manera "In extremis" una vez que naciera su hijo podían planear algo más grande pero por ahora querian algo discreto, aunque Milo pensó que la segunda condición era un poco anticuada accedió para poder casarse con el menor.
Aquella condición se realizaría en una semana, misma que serviría para asegurarse de que Shun estuviera convencido de su decisión y que más adelante no se arrepintiera. Llegado el gran día llegó y aunque contados presentes la pequeña cita se llevaría a cabo en casa del menor, la familia estaría presente teniendo a su hermano mayor como testigo mientras que por parte de Milo; al tener a su familia en el extranjero trajo a dos amigos cercanos: Mu y Aioria, en este caso su testigo sería el castaño. La ceremonia fue bastante sencilla pero lo que importaba era que tanto el peliazul como el peliverde ya estaban oficialmente unidos, por ahora restaba esperar la llegada de su hijo y en un posible futuro planear una boda más grande.
Durante el último mes Milo volvía a visitar a Shun ganándose poco a poco su cariño, mismo que el mismo le daba con afecto sincero.
Shun.. -menciono tomando la mano de Shun donde tenía su argolla depositando un beso en esta- te doy las gracias por permitirme estar a tu lado y abrirme tu corazón, a través de estos meses has despertado en mi algo que aunque con palabras no lo puedo describir, es algo hermoso, y te juro -su mano libre se la llevó al corazón al decir sus palabras- que de mi parte voy a ponerlo todo para darles a ti y nuestro hijo el amor que tanto se merecen -Shun en su gran alegría tenía la mirada cristalina y le obsequió una mirada tierna asintiendo-
Pero se presentó un cambio en el ambiente: Shun comenzó a sentir contracciones y dolor en el vientre bajo, cosa que hizo que se llevara las manos al vientre afirmando que le dolía; obviamente su bebé ya venía en ese momento, y aterrado, pero sin perder la calma, busco a su hermano para pedir ayuda y en cuanto esté recibió la noticia localizó a sus padres, quienes a su vez de inmediato lo llevaron a urgencias.
El tiempo de espera fue tortuoso, inclusive Seiya y los otros se presentaron al saber la noticia, los padres del peliverde, e Ikki estaban sentados en las sillas cerca del sanatorio, mientras Ikki y Jabu no dejaban de dar vueltas esperando tener noticias.
Maldita sea quieren parar -dijo Ikki molesto por verlos recorrer los pasillos dando vueltas- Ikki tiene razón, calmense que ni nosotros estamos tan angustiados -expreso el padre de Shun abrazando a su esposa- la espera fue algo larga pero después de varias horas un médico finalmente había salido, obviamente sus padres fueron los primeros en preguntar por el estado de su hijo y el del bebé, a lo que el médico les respondió con tranquilidad que todo había salido bien con Shun y que los había hecho abuelos de un adorable niño. La madre abrazo a su esposo con lágrimas de felicidad, Ikki; de esas contadas veces, sonrió ampliamente, mientras que los amigos emocionados festejaban a su modo. Cómo comentario final antes de retirarse les afirmó que el ojiazul se encontraba bien; aunque cansado, lo estaba cuidando su esposo mientras su pequeño había sido llevado a los cuneros.
Su familia se reunió con él cuando lo llevaron a una habitación para descansar mientras Seiya y los otros fueron a los cuneros para conocer a su "sobrino", era fácil de identificar ya que el bebé dormía en brazos de una enfermera quien les mostró al pequeño: sus cabellos azules de Milo y facciones delicadas como las de Shun.
El peliverde despertó estando rodeado de gente y siendo tomado de la mano de Milo sonriéndole con amor afirmandole que había hecho un buen trabajo dándole un hijo, una hora después una enfermera les traía al bebé a sus padres para que toda la familia lo conociera, obviamente quedaron encantados con la criatura al ser casi la imagen de Shun: salvo los cabellos azules era Shun de bebé.
Después de una semana más en el hospital el padre y su bebé fueron dados de alta y llevados a su nueva casa: pues mientras el ojiazul se recuperaba en el hospital el peliazul se encargó de conseguir un hogar para su ahora familia. Los primeros meses obviamente fueron pesados, sobretodo por tratarse de padres primeros, más cuidando a su hijo con afecto aprendieron a cuidarlo con cariño y llenarlo de amor, mismo amor que recibió de todos aquellos que lo conocían por primera vez.
En una ocasión en la que Shun se llevó a su bebé a pasear a un parque cerca de su casa se llevó la sorpresa inesperada de tener a Hyoga frente suyo, después de un año sin volver a tener noticias suyas lo tenía frente a él.
Hola Shun -le saludo el rubio amablemente-
Hola -Shun fue cortés a pesar de que no estaba feliz de volver a ver a Hyoga-
Como has estado? -Hyoga trataba de hacer conversación con el peliverde, aunque apenas y le contestaba; un poco cortante, pero sus respuestas no eran groseras, era de esperarse de Shun-
Estoy bien, gracias -Shun no tenía intenciones de hablar con Hyoga, menos después de que éste se percató del bebé en la carreola junto suyo-
ese es tu bebé? -se atrevió a preguntarle- sí, es mi hijo -le afirmó cuando Hyoga miró con detalle al pequeño- no me cabe duda de que es tuyo, tiene tu belleza -miró al pequeño con ternura- como se llama? -pregunto con la curiosidad de conocer a tan bello bebé- Mira... -le respondió Shun sosteniendo a su bebé con afecto la decir su nombre- su padre lo pensó especialmente para él inspirándose en mí: Mira tiene dos significados: verdad y virtud -dijo el peliverde recordando como Milo había decidido llamar a su bebé- en serio? que hermoso nombre, tan hermoso como su padre... Es una pena, tan hermoso bebé pudo haber sido mi hijo -la expresión de Hyoga se tornó triste al hacer ese comentario- quizás.. pero tu decidiste no seguir con nuestros planes y dejarme.. me costó trabajo dejarte atrás Hyoga, pero mucha gente me apoyo y salí adelante, volví a encontrar el amor y ahora soy muy feliz con él, Mira y yo lo somos al lado de su padre -Hyoga sintió gusto por el ojiazul y un poco de tristeza por él mismo: por lo que pudo haber sido, estaba contento con Camus, pero desde aquel día que terminó con Shun no había pasado día en el que no se preguntara como estaba-
Me da gusto que también estés bien Hyoga, es hora de que nos vayamos, quedé de reunirme con su padre -volvió a cubrir a Mira al recostarlo en la carreola y levantándose de su asiento se dispuso a salir de la escena, el rubio tuvo un sentimiento de melancolía al ver partir a Shun: se le veía feliz, y antes de que se marchara simplemente se despidió deseándole la mejor de las suertes, misma a la que el mencionado respondió deseándole lo mismo al rubio- pudiera ser que su relación terminara, pero ambos habían encontrado su propio camino y las cosas terminaron en paz, pues aunque Shun seguía algo molesto con Hyoga, a pesar de todo no le guardaba rencor, mientras que Hyoga deseo que Shun viviera muy feliz al lado de su nuevo amor, jugándole que aunque ya no estaba a su lado, lo extrañaría y recordaría con especial afecto, siempre llevaría consigo el recuerdo de su querido conejito.