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Cuando tú llegaste por Lady Susaku Shunkurakai

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Notas del capitulo:

Saludos a tod@s!! Ya sé, ya sé 3 meses sin actualizar no está padre, pero creanme encontrar tiempo no me es fácil.

Espero que este capítulo les agrade, me estoy "exprimiendo" el cerebro para sacarme las ideas porque de tanto fanfic shojo que he tenido que escribir durante los últimos seis meses no me está ayudando, espero no estar perdiendo mi toque.

L@s dejo con mi nuevo capítulo.

Las notas de siempre: Saint Seiya no me pertenece, solo uso a sus personajes para escribir un fanfic sin fines de lucro.

 Minna-san enjoy kudasai for me n.-

Hyoga no lo sabía, pero había caído en la trampa de Camus, y ahora que tenía al objeto de su deseo para él no lo dejaría ir.

Gustas tomar algo? -le ofreció con sospechosa amabilidad al rubio, éste aún no estaba muy confiado de su superior, pero nada perdía con mostrarle una pizca de confianza.

 

Sí, gracias -terminó accediendo el menor- perfecto, dame un momento -Camus dejo la comodidad de su asiento para buscar algo que tomar para la ocasión, se acercó a la barra buscando su mejor vino, tenía que aprovechar su oportunidad- y dime... Porqué te encontré deambulando por la calle tú solo, pensé que estarías acompañado -aunque no le gustaba mencionar a Shun debía fingir interés en él tanto como lo tenía por Hyoga- no siempre vamos a estar juntos -respondió cortante- quizás, como toda la universidad habla sobre su relación por eso me extraña que en esa ocasión no estés con él "aunque para mí, mucho mejor" -pensó el peliazul perverso- te repito no siempre estaremos juntos -ld recalcaba Hyoga, no le gustaba que Camus se metiera con su vida amorosa, si quería su voto de confianza debía dejar de molestarlo-

 

Calma Hyoga, tampoco es mi intención el molestarte, a caso te hizo o dijo algo como para que tengas esa cara? -quiso indagar el mayor- no es nada.. bueno es que -Hyoga dudaba en decirle a Camus su pequeño problema con Shun, pero por ahora el peliazul era el único con la disposición para hablar- bien has de saber que Shun y yo nos vamos a casar -esas palabras hacían que a Camus le hirviera la sangre pero se estaba conteniendo y limitándose a asentir- él ya sabe que quisiera tenerlo entre mis brazos... Pero no se deja llevar más allá de los besos y abrazos, yo ya no quiero esperar pero pareciera que me tortura adrede -Hyoga desquitaba con Camus lo que no se atrevía a decirle en cara a Shun- 

 

Cálmate Hyoga, ese es motivo para que te incomodes pero no para que enfurezcas -el rubio seguía expresándose molesto y acabando con su copa de vino, tan rápido lo tomó que ya le daba vueltas a la segunda copa- no te enojes Hyoga, si necesitas desahogar tus necesidades; algo que me queda claro que ese chiquillo no puede hacer por ti.. yo estoy más que dispuesto a ayudarte.

 

Camus le quitó al menor su copa medio vacía de las manos y sacando provecho de su prematuro estado de abriedad se acercó a sus labios finalmente probándolos, Hyoga apenas dilusidaba la imagen de su profesor, el alcohol hizo efecto rápido en él haciéndole ceder ante las acciones de Camus, lo peor era que lejos de obligarlo a alejarse Hyoga exigía que no se separara ni lo dejara como estaba- 

 

Maestro.. -a Hyoga le costaba hablar, trató de detener a Camus cuando esté le empezaba a deslizar la camisa descubriendo su torso- no pasa nada Hyoga -se acercó a besar sus labios para callarlo- esto te va a gustar tanto como a mí -le aseguraba aunque Hyoga era medianamente consciente de lo que estaba haciéndole su superior- 

 

Teniendo a Hyoga a su merced Camus no se puso límites al estar con el menor: podía besar y acariciar cuanto quisiera puesto que el contrario no se oponía, incluso el rubio sin ser consciente de sus actos finalmente le suplicó a Camus que no parara, le hacía tanta falta externar sus deseos carnales que por el modo que su maestro lo estaba tomando poco le importó lo demás. 

 

Hyoga demandaba sus besos y el mismo le fue desvistiendo; aunque con dificultad por sus posiciones, exigiéndole ir más lejos Camus sonrió triunfante porque el mismo Hyoga le estaba exigiendo llegar más lejos y sin siquiera avisarle finalmente lo penetró de una sola estocada -Hyoga emitió un audible alarido de dolor por la intromisión, Camus había desvirgado al rubio de manera un tanto brusca, pero aunque le tomaron unos cuantos minutos Hyoga comenzó a moverse por cuenta propia dándole a entender al mayor que ya podía moverse con libertad, debido al éxtasis que ambos estaban sintiendo en poco tiempo Hyoga manchó el vientre del peliazul mientras éste sin contenerse por más tiempo también se corrió pero manchando el vientre del ojiazul-

 

El más joven recuperaba el compás de su respiración a la vez que se llevaba el antebrazo a los ojos porque la luz de la nada le comenzó a molestar, mientras el menor aún se recuperaba el peliazul sonreía triunfante al haber tomado a Hyoga antes de que éste se le entregara al mocoso fastidioso, habiendo reclamado a Hyoga primero Camus ya se sentía como su dueño- ahora me perteneces, nada ni nadie nos separará ahora que te entregaste a mi por voluntad -acomodaba los mechones despeinados del menor mientras recalcaba las últimas palabras que no eran totalmente verdaderas-

 

Cómo el rubio había caído inconsciente Camus de lo llevó en auto hasta su casa; siendo su maestro estaba al corriente de donde vivía cada uno de sus alumnos, al tocar la puerta se encontró con su madre y ésta preocupada preguntó que le había pasado a su hijo. Camus le mencionó a la susodicha que su alumno de sentía mal y se ofreció a llevarlo a su casa a descansar, Natasha se tragó la mentira y le pidió al mayor que dejara a Hyoga en su habitación, ella se encargaría de lo demás, Camus mostrándole una hipócrita sonrisa disfrazada de amabilidad ofreció una despedida y salió de la casa. En cuanto Hyoga despertara estaba seguro que le reclamaría, pero no había nada que reclamar cuando el sexo había sido "consensuado".

 

Hyoga tardó una hora en reaccionar, le dolía de la cadera para abajo y como si un flash back le pegará directamente los recuerdos le vinieron pronto a la mente y sintiéndose una basura entro al baño y de inmediato se aseo por completo todo rastro del enfermo y abusivo de Camus. 

 

Como demonios fui a caer!? -Hyoga se limpió cada parte del cuerpo tratando de borrar todo rastro de Camus, aunque el daño ya estaba hecho y lo que para él era peor era que lo había permitido, Hyoga golpeó la pared de la regadera en extremo molesto y sintiendo que si se enterara la escuela lo podrían expulsar, o peor aún sería si Shun supiera lo que hizo seguramente no lo perdonaría- perdoname Shun... Perdoname -dijo lamentándose por la traición que le hizo a su prometido-

Notas finales:

Mi ausencia la compensé con algo de lemon, espero que les haya gustado el capítulo. Espero también estar próxima a actualizar, se irá poniendo interesante.

Minna-san matta ne~

 

 


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