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You and me together we can do anything por N3K0-Ch4N

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Notas del capitulo: Autora: N3k0-Ch4N.
 
Género: Romance/Hurt-comfort.
 
Pareja: Alberto Scorfano/Luca Paguro o Luberto (sigo sin tener idea si se llama así este ship o si tiene un nombre diferente)
 
Advertencia: Contenido yaoi hardcore, violencia, maltrato, arañazos y hasta un poco de gore (otra vez).
 
Nota: Sé que prometí que publicaría un one-shot de la película LUCA un poco más suave que éste pero… la cosa es que no he podido trabajarlo, al menos no por ahora, tengo anotadas las ideas en un borrador y hasta dividí el one-shot en dos partes para que se entienda mejor a la hora de publicarlo, el problema es que todavía no encuentro la forma de unir todas las piezas para poder formar algo coherente y que atraiga a los lectores.
 
Así que, hasta entonces, los voy a entretener con la secuela del one-shot "Un Encuentro Inesperado" el cual aún estoy muy arrepentida de haber escrito y publicado como entrada a este increíble fandom. No tengo mucho más que decirles, solo que para escribir este one-shot leí y me inspiré un poco en los siguientes fanfics:
 
"Luca x Alberto one-shots" de lynn_proud [de este conjunto de one-shots tome la idea de Daniela maltratando a Luca como castigo por escapar a la superficie así que le doy el crédito por ello]
 
"Against the Tide" escrito por MeanQueen en AO3
 
Y por último, pero no menos importante, está el fanfic "Luca: Blind Love" de Lil--Mystery--Kaos
 
LUCA no me pertenece ni sus personajes, son propiedad del director Enrico Casarosa (director del cortometraje La Luna) y Pixar animation studios, pero este fanfic es de MI propiedad… bueno casi.
 
En fin, espero que disfruten la lectura y se mantengan entretenidos al menos por un tiempo hasta que logre trabajar en el one-shot que prometí.

Anteriormente.

Luca se quedó allí viendo como su amante se alejaba caminando hasta que lo perdió de vista, luego reaccionó y nado de regreso al campo donde dejó a los peces hace unas horas, una vez que llegó tomo su bastón y fue a buscarlos para que pudieran regresar a casa y así podría mantenerlos a salvo en el granero, mientras esto sucedía, recordó los arañazos y mordeduras que Alberto le dejó en el cuello y los hombros, y se asustó un poco porque no tenía como ocultárselo a su mamá ¿qué le diría cuando regresara a casa? Ya pensaría en algo en el camino de regreso, por ahora lo que le importaba era volver a salvo a su hogar.

Daniela llevaba ya mucho tiempo esperando que su hijo volviera a casa para poder cenar con ella y el resto de su familia, pero habían pasado varios minutos, luego una hora y media y Luca aún no llegaba por lo que empezó a creer (o mejor dicho, temer) que quizás fue visto y capturado por esos monstruos terrestres o peor aún, que fue asesinado por uno de ellos, la sola idea de perderlo la inquietaba aún más pero no estaba segura de ir a buscarlo ella misma o esperar un poco más, al final optó llamarlo por última vez para que apurara su viaje de regreso a casa.

-¡Luca!-lo llamó Daniela, su voz sonaba mucho más clara, quizás un poco más cercana también-apresúrate ¿quieres? la cena está casi lista y te estamos esperando desde hace tiempo-

-¡Lo siento!-se disculpó una voz, la monstruo marino azul verdoso parpadeó un par de veces, nado a la dirección de donde provenía la voz, y pudo ver a Luca guardando a los peces en el granero apenas llegó a casa. Daniela también pudo ver que el pequeño monstruo marino tenía algunas algas cubriendo su cuello y una buena parte de sus hombros como si estuviera escondiendo algo, luego le preguntaría por eso-siento haberme tardado, mamá. Pero es que…-

-No quiero oír tus excusas, jovencito-lo regañó Daniela con un tono serio en su voz-¿qué hacías que tardaste tanto en venir aquí? y… ¿por qué te cubres el cuello y los hombros con algas? ¿acaso te lastimaste?-

-Uh…-antes de que Luca pudiera explicarle a su mamá o por lo menos decirle lo que había estado pensando para engañarla apenas llegara a casa, la monstruo marino azul verdoso acercó una mano a las algas que cubrían sus heridas y entró en pánico de solo pensar en la reacción de su madre al descubrir sus arañazos y mordeduras-mamá ¡no!-

-¿A qué le tienes tanto miedo? ¿qué me estás ocultando?-preguntó Daniela un poco extrañada de la actitud del menor, él nunca actuaba de esa manera con ella y eso era algo que la desconcertaba-vamos, déjame ver que escondes-

-N-no, quiero decir, mamá, no-respondió Luca mientras intentaba evadir al otro monstruo marino sin mucho éxito-no quiero que lo veas-

-¿No puedo ver qué cosa, Luca? no puedes esconderme nada, así que déjame ver ahora ¿tan malo es?

-Mamá, por favor ¡no lo hagas!-pero era demasiado tarde, Luca no pudo impedir que su madre tomara las algas que usaba para cubrir sus heridas lejos de su vista, apenas vio los arañazos y mordeduras en su cuello y hombros, Daniela se llevó una mano a la boca para evitar que un grito saliera de ella, se calmó y observo a su hijo con preocupación.

-¡Madreperla! ¿cómo fue que… cómo te lastimaste de esa manera?-preguntó la monstruo marino azul verdoso, Luca estaba a punto de explicarle lo sucedido pero no pudo hablar porque sintió como ella lo tomaba del brazo-vamos, entra ahora. Le diré a tu abuela que cure esas mordidas y arañazos-

-Sí, mamá.

-Entonces ¿te atacaron unas medusas?-le preguntó la abuela Paguro a Luca una vez que él y su madre entraron en la pequeña vivienda, Luca asintió e hizo una ligera mueca de dolor apenas la mujer mayor le aplicó una pasta pegajosa color verde intenso con un aroma muy fuerte, era una especie de medicina hecha de diferentes plantas marinas y otros ingredientes que el monstruo marino azul verdoso no alcanzó a identificar-¿y qué hay de las mordeduras? ¿qué más te pasó?-

-Um, bueno… a-aparentemente un tiburón intentó atacarme-respondió Luca, sabía que no podía mentirle a su abuela pero era lo mejor que tenía en mente para cubrir la verdadera situación a su familia, al menos por un tiempo, no necesitaban saber que hacía ese tipo de cosas a su edad y menos con otro chico que casualmente era un monstruo marino como ellos.

-No te creo esa parte de la historia, Luca-respondió la monstruo marino magenta mientras seguía curando las heridas del menor-tu madre sabe perfectamente como se ve una mordida de tiburón y estas no son de tiburón ¿estás seguro de que no nos estás mintiendo?-los hombros de Luca se tensaron, no sabía que decir, comenzó a temer que su mentira haya sido expuesta-¿sabes? en vez de inventar esas excusas, podrías haberme dicho que te lastimaste intentando esconderte de un monstruo terrestre-

-Es cierto, mamá-respondió Daniela coincidiendo con la mujer mayor y volvió a ver a su hijo-¿por qué no nos dijiste la verdad desde un principio?-

Una vez que termino la cena y la abuela Paguro terminó de curar las heridas de Luca, lo enviaron directamente a su habitación, esa noche no pudo dormir porque no dejaba de pensar en lo que le pasó ese día, no podía dejar de pensar en Alberto, en sus caricias, sus besos, la forma en que exploraba su cuerpo, cómo se movía cuando lo penetraba o cuando estaba… inmediatamente sacudió su cabeza y parpadeó un par de veces para despejar esos pensamientos por lo que comenzó a fantasear con algo diferente, pensó en el mundo fuera del océano, en lo que había en la superficie, en la calidez, los ruidos y los colores brillantes. Observó a su abuela que estaba durmiendo en su cama y decidió hablar un poco con ella.

-Abuela… ¿es verdad que tu…?-preguntó Luca, pero antes de que pudiera terminar su pregunta, el anciano monstruo marino magenta roncó muy fuerte, suspiró y miró hacia el techo.

Llegó la mañana y Luca volvió a su rutina a pesar de sus heridas, apenas salió de su casa, tomó su bastón, se fue al granero para dejar salir a los peces y se alejó nadando hacia el campo de hierba con ellos nadando detrás, mientras iba de camino al campo, el monstruo marino azul verdoso no pudo evitar pensar otra vez en Alberto y sus enormes ganas de volver a verlo, por lo que se le ocurrió un plan. Empezó a recoger algunas rocas e hizo una escultura algo tosca, una vez terminada colocó su bastón a un lado al tiempo que amarró un alga para que no se cayera al suelo, luego de hacer eso, observó a los peces.

-Muy bien, todos. Este es, eh… Smuca, sí, él va a estar a cargo ahora ¿entendido?-le preguntó Luca al cardumen de peces y se alejó nadando lentamente, siguió nadando hasta llegar al lugar donde vio a Alberto ayer, miró hacia arriba y trato de irrumpir a la superficie pero su ansiedad se disparó y se alejó nadando, tomando la decisión de esperar a que bajara allí. Pasaron los minutos hasta convertirse en una hora y Luca comenzó a creer que quizás Alberto no aparecería por lo que tomó unas cuantas respiraciones profundas y retrocede para hacer un segundo intento de irrumpir en la superficie, pero pasó lo mismo que la vez anterior.

-Wow-dijo una voz detrás de Luca, éste volteó la cabeza hacia atrás para ver en la dirección de donde provenía esa voz, una voz que le resultó demasiado familiar.

-¡AAH!-gritó el monstruo marino azul verdoso al ver ese traje de buceo antiguo que ya había visto el día anterior, Alberto llevó sus manos hacia el casco y se lo quitó dejando al descubierto su rostro con escamas azul violáceas.

-Eso fue algo difícil de ver-comentó Alberto, Luca suspiró levemente una vez que supo que era su "amigo" quien estaba debajo de ese traje de buceo pero al mismo tiempo no pudo evitar sentirse un poco molesto con él por darle un terrible susto.

-¡Tú!-dijo Luca al tiempo que empujaba al monstruo marino azul violáceo haciéndolo retroceder un par de pasos-¡no te atrevas a asustarme así nunca más! ¿entiendes?-

-Sí, claro, lo que tu digas-respondió Alberto mientras nadaba-ten-le dio a Luca algunas cosas para que las llevara con él-vamos-añadió nadando hacia la playa.

Luca respiró profundo apenas salió a la superficie y vio como el monstruo marino azul violáceo cambiaba a su forma humana, Luca nadó hacia adelante pero se cae e intenta usar sus pies para moverse pero falló, luego bajó la mirada hacia sus manos y poco a poco estas se transformaron en unas manos humanas, sus escamas, aletas y cola desaparecieron dejándolo como un niño humano, se llevó ambas manos a la cabeza sintiendo cabello en lugar de escamas y jadeó.

-Es suave-dijo Luca alegremente haciendo que el otro chico se riera entre dientes-espera-el monstruo marino ahora convertido en humano sintió que algo faltaba allí-se siente como si aún estuviera ahí-comentó refiriéndose a su cola.

-Sí, eso se llama cola fantasma, te acostumbrarás-dijo Alberto, viendo algunas cosas más, el monstruo marino azul verdoso convertido en un humano intentó ponerse de pie como el otro monstruo marino frente a él, pero cae y comienza a moverse como si fuera un pez fuera del agua-bien, caminar. No te preocupes, tienes suerte, básicamente lo inventé-arrojó el casco del traje de buceo al suelo-para comenzar, apila todo, uno encima del otro, como un montón de rocas-le explicó, Luca hace esto lentamente y tambaleándose-¡genial!-felicitó Alberto al pequeño monstruo marino-quiero decir, está bien, supongo-añadió retractándose al tiempo que intentaba ocultar un sonrojo pero afortunadamente, Luca no lo notó-bien, ahora caminar es como nadar pero sin aletas ni cola… y tampoco hay agua… en resumen, es exactamente lo mismo-explicó, Luca arqueó una ceja en señal de confusión-inténtalo-dijo intentado animar al otro monstruo marino, Luca trató de mover su cola pero se cae recordando que ésta ya no estaba-así no se hace, intenta otra vez-Luca elevó la cabeza-más barriga-saca la barriga pero pierde el equilibrio cayendo esta vez de espaldas-eso es... eso es estar tirado en el suelo-dijo Alberto frotándose la barbilla mientras se sienta en una piedra-¿qué tal si intentamos con esto?-comenzó a usar una forma distinta de enseñarle al menor-solo da un paso adelante sin pensarlo-dice y Luca hace lo contrario, comienza a dar un paso adelante pensando en ello-no, no, no, solo no lo pienses-

-No sé cómo no pensar en algo-respondió Luca sintiéndose un poco decepcionado de que tal vez nunca aprendería a caminar, el otro chico gruñe en señal de frustración.

-Está bien, esta bien. Observa-dijo poniéndose de pie-apunta tus pies hacia donde quieres ir ¿de acuerdo?-Luca hizo exactamente eso-y luego tú…-explicó al tiempo que daba un gran paso hacia adelante-te sostienes antes de caer-agregó mientras hacía este preciso movimiento, el pequeño gimoteó agitando sus brazos alrededor pero supo contenerse.

-Je je-Luca rió suavemente al ver que lo había logrado, repitió esto una y otra vez acostumbrándose a la nueva sensación.

-Bien, bien-dijo Alberto al tiempo que Luca se reía, había mejorado su caminar y el pequeño se veía emocionado-¡sí, sí!-

-C-creo que por fin lo entiendo-dijo el menor tomando una pequeña pausa.

-No está mal-respondió el monstruo marino azul violáceo convertido en humano acercándose y tendiéndole la mano, Luca puso su mano sobre la de su nuevo "amigo", Alberto colocó la mano de Luca sobre la suya mientras la mueve-¡Piacere Girolamo Trombetta! es una cosa humana-se jactó-soy un experto-

-¿Qué significa?-preguntó Luca, Alberto lo mira y se da cuenta de que él tampoco tiene idea de lo que eso significa-e-eso que acabas de decir-agregó el menor. Alberto se muerde el labio pensando en una respuesta pero luego decidió cambiar de tema.

-Sígueme, te mostraré más cosas-respondió el otro chico mientras rodeaba con un brazo los hombros de Luca, lo que hizo que el pequeño se sonrojara ligeramente a la vez que Alberto lo alejaba de la orilla. Caminó unos pasos hacia adelante para recoger sus cosas hasta que Luca alcanzó a ver una gran estructura de color gris.

-¡Madreperla!-exclamó Luca asombrado-¿vives aquí?-

-Sí, solo estamos mi papá y yo, pero él casi nunca está por aquí así que básicamente puedo hacer lo que quiera-respondió Alberto despreocupadamente mientras dejaba sus cosas en el suelo.

-Y ¿no es peligroso?-preguntó el menor.

-¡Sí, pero es lo mejor!-respondió Alberto volteándose para ver a Luca-¡todo lo bueno está en la superficie!-añadió mientras dejaba más objetos humanos a un lado.

-¿Cómo qué?-le preguntó Luca un poco curioso pero también algo confundido mientras observaba fijamente a su "amigo".

-Como… ¡el aire!-gritó Alberto arrastrando a Luca colina arriba, respiró hondo y el menor imitó su acción pero se atragantó con una mosca que pasaba volando por ahí, el chico le dio una palmada en la espalda para que no se ahogue-¡la gravedad! ¡también conocida como caer!-gritó saltando de su torre, se cae de un árbol y aterriza boca abajo en el suelo con un ruido sordo, Luca lo mira preocupado, creyendo que se había hecho daño pero Alberto le levanta el pulgar dándole a entender que estaba bien-el cielo...-Luca ve el cielo-las nubes...-el chico observó las cosas blancas y esponjosas que decoraban el cielo azul-el sol-Luca dirigió su mirada hacia él pero Alberto se tapa los ojos con la mano-whoa, no lo mires. Es broma, definitivamente míralo-dijo entrecerrando los ojos hacia el sol, el pequeño ve hacia el sol pero la luz brillante le molesta en los ojos haciéndolo gritar mientras cae hacia atrás-y desde luego están los objetos humanos-dice Alberto frotándose las manos.

-¿Cómo se supone que voy a subir allí?-le preguntó Luca mientras elevaba su mirada hacia la torre de piedra gris que había visto anteriormente, Alberto subió una escalera y Luca lo siguió lentamente, asegurándose de que no diera un mal paso y se cayera al suelo, siguió subiendo por esa escalera improvisada hasta que alcanzó la cima de la torre con Alberto subiendo junto a él, observó las cosas que había en aquella habitación-whoa-

-Como puedes ver, llevo mucho tiempo recolectando, así que pregúntame cualquier cosa-dijo Alberto sintiéndose un poco avergonzado y sonrojado por el asombro de su "amigo", Luca jadeó al notar que la máquina con un tubo dorado de aspecto gracioso con apariencia de cuerno estaba allí y asomó la cabeza en él mirando hacia adentro.

-Whoa-volvió a decir Luca, aquella exclamación hizo eco alrededor del cono, rió al escuchar el extraño sonido.

-Ah, sí. Esa es la máquina mágica de la cantante-explicó Alberto mientras se acercaba al pequeño-pero está rota, desafortunadamente-agregó mientras se alejaba, no había dado un par de pasos siquiera cuando escucha una voz proveniente del tubo dorado de la máquina, se voltea y ve a Luca girando una manija que colocó en un pequeño hueco al costado en la caja de madera de la máquina-¡whoa! La reparaste-

-Uh ¿gracias? supongo…-respondió Luca sonrojándose levemente mientras desviaba la mirada esperando a que Alberto no se diera cuenta. Escuchan a la mujer cantar y Luca le sonríe a Alberto que estaba bastante cerca de él en ese momento, elevó la vista por encima de su hombro viendo una imagen de colores brillantes en la pared-¿qué es eso?-preguntó el menor mientras caminaba un poco más para apreciar mejor aquella imagen.

-Oh, solo la mejor cosa que hayan hecho los humanos-respondió Alberto caminando junto a Luca-la Vespa-Luca observó la imagen un poco asombrado-simplemente te sientas y te lleva a cualquier parte que quieras ir-explicó mientras miraba el poster al igual que Luca-en todo el apestoso mundo-los ojos del menor se agrandaron al tiempo que leía la frase escrita en ese poster "Vespa è libertà (Vespa es libertad)" decía, comenzó a imaginar cómo se veía una Vespa y fantaseó con viajar por el mundo con una-genial ¿no lo crees?-preguntó Alberto sacando a Luca de su estado de ensoñación.

-Uh… sí…-Luca miró a su alrededor todas las cosas que tenía su "amigo", tomó algunas y las acercó para apreciarlas con más detenimiento-¿vas a construir una? Creo que tienes todas las partes-

-Yo tengo las partes-dijo el monstruo marino convertido en humano al percatarse de la idea-¡voy a construir una! ¿quieres ayudarme?-

-¿Yo? ¡Sí! ¡e-espera! no, no puedo.

-¿Por qué?

-Para empezar, no debería estar aquí y tengo que volver a casa-dijo Luca dándose la vuelta, su corazón comenzó a latir más rápido ante la sola idea de ayudar a Alberto a construir una Vespa, pero nuevamente la ansiedad se hizo presente junto con el miedo de que sus padres lo descubrieran.

-En serio ¿estás seguro?-preguntó Alberto sonando un poco decepcionado.

-Sí, si mis padres se enteraran de que estoy aquí, uf...-respondió riendo nerviosamente-sería muy malo, así que, gracias, pero…-dijo Luca jugueteando con sus manos-adiós. Para siempre-añadió para luego comenzar a caminar hacia adelante-¡WHOA!-gritó el menor cuando casi estuvo a punto de caer del borde de la entrada de la torre, Alberto se incorporó yendo a tomar el brazo de Luca antes de que éste pudiera caer hacia el suelo.

-¡Te tengo!-gritó el otro chico y Luca levantó la mirada mientras reía nerviosamente, Alberto logró ayudarlo a ponerse de pie y lo abrazó fuertemente-ten cuidado la próxima vez, maldita sea-dijo regañando a Luca una vez que se separaron, el pequeño tan solo bajo la cabeza y se sonrojó un poco más-por favor… quédate-añadió mirando a Luca con ojos suplicantes, haciendo que el sonrojo en el rostro del menor se tornara de rosado a rojo en cuestión de segundos.

Pasó aproximadamente una hora y Luca seguía tratando de convencer a su "amigo" de que debía irse, pero Alberto seguía insistiendo de que se quedara más tiempo.

-Está bien, pero ahora tengo que irme.

-Bien. adiós-se despidió Alberto clavando un clavo en la madera.

Pasó más de media hora y Luca seguía ahí sin poder decidir si realmente quería volver a casa o estar un poquito más junto a su "amigo", cada vez que pensaba en Alberto como su amigo, sentía como si esa palabra no encajara en la relación que tenían, por alguna razón se sentía raro el llamar a Alberto su amigo sabiendo el tipo de cosas que habían hecho ayer, tan solo pensar en ello hizo que su rostro se sonrojara otra vez aquella tarde. Sacudió su cabeza para disipar esos pensamientos y observó como el sol estaba a nada de ocultarse detrás del mar.

-En serio, tengo que irme, ahora mismo-dijo Luca sintiéndose nervioso.

-Está bien, nos vemos-respondió el otro chico fingiendo que no le importaba en lo más mínimo cuando por dentro si le importaba y le dolía un poco que Luca quisiera irse así nada más.

Pasaron otras dos horas y ambos pudieron terminar de construir su Vespa, Alberto está recostado en el suelo dando patadas en el aire mientras Luca mira la Vespa con asombro.

-¡Lo lograste!

-No, lo logramos-lo corrigió Alberto, Luca emitió un pequeño grito ahogado al escuchar esas palabras, pero luego recordó que se estaba haciendo tarde y que tenía que volver a casa antes de que sus padres se dieran cuenta de su larga ausencia.

-Tengo que correr.

-¡Ten cuidado!-le gritó el monstruo marino azul violáceo convertido en un humano a Luca mientras éste bajaba por la improvisada escalera, Alberto bajó tras él y caminó con Luca a la playa donde se sumergió en el agua fría y salada-¡nos vemos mañana!-gritó alegremente, el monstruo marino azul verdoso asintió con la cabeza.


Tres días pasaron desde que Luca salió a la superficie y desde ese día, intentó aprovechar la oportunidad de escaparse de sus tareas para ir a ver a Alberto y pasar tiempo con él, ya sea jugando juntos, montando su Vespa hecha a mano u otros vehículos improvisados por un acantilado, aunque en un principio Luca se negó a bajar por el acantilado con Alberto, o simplemente miraban el atardecer mientras el chico más alto mantenía al menor entretenido con algunas historias, le contó de su experiencia de primera mano con un relámpagos, llamados "explosiones del cielo" por los monstruos terrestres. Alberto una vez fue golpeado por uno de ellos y eso hizo que todo su cuerpo brillara como un par de ojos profundos bajo la luz del día, Luca manifestó sorpresa y asombro ante la historia porque no era capaz de creer que su "amigo" había logrado ser alcanzado por un rayó y terminó ileso, era tan difícil de creer pero a la vez sonaba tan convincente que el pequeño monstruo marino convertido en humano llegó a creer en todo lo que le contaba.

-Desde luego, las explosiones del cielo solo incendian los árboles a veces-le dijo Alberto a Luca, luego comenzó a explicarle al menor sobre los árboles, el fuego que parecía emocionarlo diez veces más antes que escuchar sobre los árboles o los relámpagos, luego Luca escuchó como Alberto le explicaba sobre el humo pero eso no le llamó demasiado la atención como los anteriores temas. Después de un rato, Luca ya no podía escuchar lo que el otro chico decía y dejó que los sueños volvieran a invadir su mente, en ellos, él y Alberto nadaban juntos por un bosque repleto de árboles en llamas, no supo cuando pasó, pero de uno momento a otro, ambos llegaron a la frontera que estaba ubicada entre los arrecifes rocosos y las suaves colinas de la aldea submarina en donde vivía Luca-entonces…-el pequeño salió de sus pensamientos apenas escuchó a Alberto hablar con él otra vez-¿nos vemos mañana?-

-¿No vienes?-le preguntó Luca a su "amigo" intentando no parecer triste por tener que separarse de nuevo.

-¿Quieres que entre a la aldea? ¿y contigo? Nah.

-Oh, está bien…-dijo el monstruo marino azul verdoso sintiéndose un poco decepcionado por las palabras de Alberto-nos vemos mañana entonces…-

-Oye, si tanto quieres, puedo entrar en la aldea, a menos que… ¿a menos que no puedas llegar a casa esta vez?

-¡No! si puedo-respondió Luca-es solo que, um… solo quiero que sigas distrayéndome de preocuparme en cómo reaccionaría mi mamá-

-¿A qué te refieres?-la cola del monstruo marino azul violáceo se movió para detener su partida, un deje de oscuridad se presentó en sus reflectantes ojos verdes.

-Es solo que. Um, ella realmente odia la superficie y cuando se entere de lo que hicimos hace días y que vives ahí arriba, y que me lastime por tu culpa, es posible que ella no me deje verte nunca más.

-Está bien, si eso es lo que te preocupa tanto… entonces puedes mentirle-sugirió Alberto.

-¿Mentir? Quiero decir ¿quieres que le mienta?-los ojos de Luca se agrandaron al pensar en la sugerencia del otro monstruo marino-no lo entiendes, no puedo hacer eso, nunca le oculto cosas a mi mamá, tarde o temprano ella se va a enterar-

-No te preocupes, no estoy diciendo que tengas que mentirle por completo-dijo el monstruo marino azul violáceo tratando de calmar a Luca-solo… hmm, déjame pensar… solo tienes que disfrazar los hechos y de esa manera ella no sospechara nada-

-¡Sí! bueno, si tú lo dices…

-¡Esto definitivamente va a funcionar! Tienes que confiar en mí.

Luca nado de regreso a su casa luego de su conversación con Alberto, durante su viaje comenzó a evaluar opciones y a pensar en buenas excusas o mentiras improvisadas para decirle a su mamá para que ella no sospechara que él había salido a la superficie ese día. Una vez que llegó, nado dentro y se dirigió primero hacia su madre.

-¡Luca! ¿dónde has estado?-gritó Daniela con un tono de preocupación en su voz.

-Uh…-dijo el monstruo marino azul verdoso mientras se esforzaba más por delatarse al pensar en la superficie-en la superficie-respondió con despreocupación, se cubrió rápidamente su boca al tiempo que su madre se acercó a él como si estuviera interrogándolo.

-¡¿Qué acabas de decir?!

-¡¿Qué le pasó a tu pie?!-gritó Lorenzo y Luca pudo ver una mancha rosa suave al final de su pierna.

-¡AAHH!

¿Luca?

-¿Huh?-dijo Luca saliendo de sus pensamientos negativos acerca de la reacción de sus padres, miró a su madre y parpadeó un poco confundido.

-¿Vas a decirnos en dónde estabas?-le preguntó Daniela otra vez esperando una respuesta del menor.

-Ah, yo… yo estaba…-trató de explicarle el monstruo marino azul verdoso; más sin embargo, fue interrumpido por su abuela.

-Fue mi culpa-dijo la monstruo marino magenta-lo envié a buscar pepinos de mar-

-Oh ¡c-cierto! lo siento, abuela, no pude encontrar ninguno-se disculpó Luca tímidamente siguiéndole la corriente y miró a su madre-así que, ahora tienes la respuesta de dónde estuve todo este tiempo-

-Mamá ¿estás hablando en serio? ¿enviaste a nuestro hijo y a tu nieto a buscar tu merienda?

-Sip-dijo la abuela Paguro.

-A veces no puedo creerte-dijo Daniela mientras se alejaba nadando, el anciano monstruo marino magenta le hizo un guiño a Luca mientras éste le susurraba un 'gracias'.

Por otro lado, Daniela estaba empezando a sospechar que algo andaba mal con Luca, la monstruo marino azul verdoso estaba bastante segura de que no había ido a buscar el bocadillo favorito de su abuela, algo muy dentro de ella le decía que salió a otro lugar pero ella descartó esa teoría por el momento, tarde o temprano ella averiguaría lo que estaba pasando.

Esa noche, Luca nado de regreso a su habitación, se rió al recordar toda la diversión y el tiempo que pasó con Alberto ese día, un ligero sonrojo de tono azulado cubrió su rostro al tiempo que exhaló y se relajó en su cama, no había dudas, definitivamente estaba locamente enamorado de ese chico y no podía dejar de pensar en él y en todo el tiempo que pasaban juntos ¿acaso él también pensaba las mismas cosas que él? ¿sentiría lo mismo por él? se quedó dormido con esas preguntas en mente, por suerte mañana volvería a ver a Alberto y quizás podría preguntarle si tenía los mismos sentimientos.

Al día siguiente, Luca volvió a salir a la superficie, asomó la cabeza por encima del agua solo para encontrarse con Alberto sentado en la orilla sonriéndole ampliamente apenas sus ojos se conectaron.

-¡Luca!-exclamó al tiempo que se ponía de pie, el monstruo marino azul verdoso sonrió saliendo del mar, sacudió el agua transformándose en su apariencia humana, ambos se acercaron el uno al otro y se dieron un cálido abrazo-esta es la parte de mi día que más me gusta-agregó una vez que se separaron del abrazo y se tomaban de las manos, Luca se río un poco sonrojándose, pero luego recordó las preguntas que quería hacerle a Alberto así que lo detuvo antes de que se alejara y lo arrastrara con él de la mano.

-E-espera, Alberto-dijo el monstruo marino convertido en humano mientras aplicaba un poco de presión en la mano que sostenía, Alberto detuvo sus pasos y se volteó para mirar al menor esperando lo que quisiera decirle-yo… eh, y-yo… tengo algo que preguntarte-

-Lo que sea que necesites decirme ¿no puede esperar hasta más tarde?-dijo Alberto mientras veía a Luca con ojos suplicantes-porque tengo un día increíble para disfrutar juntos-

-Uh… b-bueno, supongo que tal vez puede esperar-respondió Luca en voz baja pero no lo suficientemente bajo como para que su "amigo" pudiera escucharlo.

-¡Genial! vamos, tenemos muchas cosas que hacer-dijo el monstruo marino azul violáceo convertido en humano, Luca pudo sentir como tomaba una de sus manos y lo alejó de la orilla llevándolo hacia la colina dónde se encontraba la torre de piedra.

Mientras tanto, en las profundidades del océano, una monstruo marino azul verdoso estaba esperando a que su hijo regresara a casa y viniera a tomar el almuerzo luego de terminar sus tareas, lo llamó pero pasaron los minutos y no vio a Luca volver con el cardumen de peces nadando detrás de él, por lo que Daniela comenzó a sospechar que quizás el niño finalmente había sido capturado por monstruos terrestres o algo mucho peor…

-¡Lo sabía!-gruño la monstruo marino azul verdoso un poco molesta con el niño-sabía que tarde o temprano este día llegaría ¡Luca salió a la superficie cuando le dije claramente que no lo hiciera!-decidió nadar hacia los campos de hierba para comprobar que su hijo siguiera allí o que probablemente haya escapado como lo teorizó la noche anterior, una vez que llegó ahí, Daniela pudo ver al cardumen de peces pastando sobre los campos pero no había señales de Luca, luego notó una escultura tosca hecha de rocas y algas marinas que además tenía el bastón de su hijo amarrado a un lado, rápidamente regresó a la pequeña casa y se dirigió primero a su esposo, que al parecer estaba bastante ocupado cuidando sus cangrejos-¡Lorenzo!-

-¿Eh?-el monstruo marino verde oscuro desvió su mirada hacia la dirección de donde provenía la voz y sus ojos se encontraron con su esposa quien tenía ambas manos en su cadera y lo miraba seriamente-oh, lo siento, quise decir ¿qué sucede? ¿te encuentras bien, Daniela?-

-No, no estoy bien ¿sabes qué? creo que Luca salió a la superficie todo este tiempo y nunca nos dimos cuenta-le dijo la monstruo marino azul verdoso.

-¿Estás segura de eso? quizás estás… exagerando un poco ¿no lo crees?-le dijo Lorenzo-quiero decir, tal vez Luca esté afuera explorando cerca de los campos donde generalmente lleva a los peces a comer-

-¡Estoy totalmente segura de que no estoy exagerando esta vez! ¿Por qué crees que llega a casa más tarde de lo habitual? A veces viene mucho después de que lo llame para comer, está más que claro que salió a la superficie a nuestras espaldas.

-Y ¿qué propones que hagamos?-preguntó el monstruo marino color verde oscuro sin entender a que se refería su esposa.

-Creo que deberíamos salir y espirarlo para comprobar si realmente estuvo en la superficie o no.

Luca y Alberto estaban de nuevo en la colina donde estaba la torre y de donde hace unos días se deslizaron y saltaron al agua utilizando vehículos improvisados y hechos a mano con objetos humanos. Ambos se encontraban ahora trabajando juntos para construir una nueva Vespa, mientras Alberto estaba martillando un clavo en la madera, no pudo evitar tener la extraña sensación de que Luca solo lo estaba observando, como si estuviera hipnotizado o algo así, así que decidió hablar con el pequeño para sacarlo de su trance.

-¿Por qué me miras tanto? ¿tengo algo en la cara?-le preguntó el chico de ojos verdes a Luca, quien parpadeó un par de veces saliendo de su trance.

-¿Eh? Uh, n-no. Lo siento…-se disculpó Luca desviando la mirada un poco avergonzado de que su "amigo" lo notara, después de unos segundos, volvió a verlo-¿Alberto?-

-¿Qué pasa?

-¿Alguna vez has conocido monstruos terrestres, quise decir, humanos?-preguntó el menor con curiosidad.

-Claro que lo he hecho-mintió Alberto-¡vienen aquí en barcos enormes! Y me vieron en mi forma de monstruo marino ¡así que intentaron atacarme con espadas!-gritó pero Luca lo miró confundido-¡grandes varas de metal!-dijo y Luca jadeó-pero, me robé una y me defendí-gritó el monstruo marino convertido en humano tomando una espada de madera, blandiéndola-¿crees que puedes venir a mi isla y capturarme? ¡te tengo!-gritó moviendo su espada sobre un atacante invisible, tomó un saco de arena y lo movió como si fuera un arma pero se zafó de su mano y cayó sobre su cabeza-¡ah! ¡me dieron! ¡estoy herido!-gritó Alberto dramáticamente mientras cae al suelo.

-¡No, Alberto!-gritó Luca corriendo hacia su "amigo".

-Luca... puedo ver la luz... adiós... bleh-dijo el monstruo marino convertido en humano fingiendo que había muerto.

-¡No, no! ¡no estés muerto! Por favor-gritó el pequeño sosteniendo a Alberto, permaneció ahí inmóvil hasta que escuchó pequeños sollozos provenientes de Luca, el chico se dio cuenta de que había llevado su dramatización a otro nivel, por lo que abrió un ojo solo para encontrarse con un Luca sollozando por lo ocurrido y no pudo evitar sentirse culpable por el dolor que le causo a su "amigo" así que decidió tranquilizarlo.

-Hey, Luca. Está bien, tranquilízate-le dijo Alberto intentado consolar al menor quien no podía dejar de sollozar-Luca…-lo llamó, pero la única respuesta que recibió fueron más sollozos por parte del pequeño.

-No lo hagas. No puedes estar muerto… eres mi primer amigo, no quiero que mueras…

-Luca, vamos, por favor, mírame-suplicó el chico de ojos verdes tratando de hacer que su amigo elevara su mirada para verlo, algo que Luca hizo una vez que secó las lágrimas que caían de sus ojos-¡estoy bien! no estoy muerto ¿no lo ves?-

-¿Q-qué?-Luca dejó de sollozar apenas vio que Alberto estaba bien, no pudo evitar sentirse mal y enojarse un poco con él por hacerle una broma tan pesada-¡Alberto! ¡eso fue muy cruel!-gritó el monstruo marino azul verdoso convertido en humano, empujó al chico lejos de él y comenzó a caminar con furia, Alberto se puso de pie y corrió tras él.

-Oye, no seas así ¡no lo hice en serio!-dijo el chico de ojos verdes mientras seguía caminando detrás de Luca esperando que se detuviera y escuchara sus disculpas-sé que fue cruel, pero por favor, perdón y perdóname por hacer eso ¿de acuerdo?-

Luca detuvo sus pasos y desvió lentamente la mirada hacia Alberto quien aún estaba esperando una respuesta del menor, éste último lo pensó seriamente por unos segundos, una parte de él no quería aceptar su disculpa porque aún estaba enfadado con él por la broma pesada que le hizo, pero, por otro lado, algo le decía que tenía que aceptar la disculpa de su "amigo" o las cosas se pondrían mal entre ellos.

-Está bien… tú ganas, te perdonaré por esta vez-dijo el menor, algo que hizo que el monstruo marino azul violáceo convertido en humano se pusiera realmente feliz.

-¿De verdad? gracias, Luca-exclamó Alberto con un tono ligeramente alegre en su voz, lo que hizo que el menor riera suavemente-no lo había notado antes, pero…-miró a su "amigo" que aún usaba sus shorts de algas marinas desde la primera vez que se conocieron-vamos, uh, consigamos algo de ropa humana-llevó a Luca por la escalera improvisada de la torre otra vez antes de entrar de nueva cuenta y buscar dentro de un baúl, sacó una camisa abotonada con unos shorts de color azul-ten-dijo entregándole la ropa a Luca, se sentó y se dio la vuelta permitiendo que Luca pudiera vestirse.

-¡Listo!-dijo Luca alegremente, Alberto se da la vuelta mirándolo de arriba abajo, aún no se había abotonado la camisa.

-No abotonaste los botones-le dijo el chico de ojos verdes, Luca ladeó la cabeza viendo su camisa.

-¿Botones?-preguntó un poco confundido, Alberto se puso de pie y avanzo hacia donde estaba el pequeño.

-Estos de ahí-explicó llevando una de sus manos y colocó sus dedos sobre ellos, de esa manera podría entender lo que acababa de decirle.

-Oh, está bien-dijo Luca intentando de abrocharlos pero falló en el intento.

-Yo me encargo, déjame ayudarte-dijo Alberto-acércate-Luca se acercó, el chico de ojos verdes comienza a abrocharle los botones uno a uno, al terminar le da una palmada en el pecho a Luca-así, mucho mejor-

-Gracias, Alberto-dijo Luca sonrojándose suavemente por enésima vez ese día.

Luego de eso, Alberto llevó a Luca al techo de la torre trayendo consigo la máquina mágica de la dama cantante y la coloca en uno de los bordes del techo de la torre.

-Voy a mostrarte otra cosa que hicieron los humanos, bailar.

-¿Bailar?

-¡Sí! solo mueves tu cuerpo al son de la música-le explicó Alberto encendiendo la máquina mágica de la dama cantante-te enseñaré-añadió tomando las manos de Luca, grita y comienza a saltar con él haciéndolos reír a ambos.

-¡Esto es divertido! Me gusta bailar, especialmente contigo, Alberto-gritó Luca emocionado, pero el chico de ojos verdes se detuvo apenas escucho las palabras de su "amigo".

-¿Q-qué? ¿qué dijiste?

-Uh, n-nada… ¡olvídalo!-respondió Luca sintiéndose un poco nervioso y avergonzado por lo que había dicho hace unos segundos y desvió la mirada mostrando sin querer su vergüenza, Alberto colocó una de sus manos en su mejilla derecha y volvió su mirada para que lo vea fijamente a los ojos.

-No lo hagas, a mí también me gusta bailar contigo-le dijo a Luca al tiempo que un sonrojo cubría su rostro mostrando su vergüenza de haber tenido que confesarle tal cosa. Pronto retomaron su trabajo construyendo la Vespa, una vez que terminan, Alberto quería que él y Luca montaran el vehículo hecho a mano y lo hicieran rodar cuesta abajo donde había unas tablas clavadas al azar simulando una rampa para luego caer hacia el mar-siéntate en la parte de atrás y sujétate al frente, si no lo haces, todo se derrumbará-explicó rápidamente el chico de ojos verdes.

Luca miró hacia abajo de la colina viendo árboles, arbustos y el sendero de tierra que separaba una parte del césped y terminaba apuntando directamente al océano.

-Espera ¿quién está sosteniendo la rampa?-preguntó Luca un poco preocupado por la situación.

-Una tortuga. Vamos, es más rápida de lo que parece-le dijo Alberto con entusiasmo.

-Oh, está bien. ¡Aquí voy!-dijo Luca mirando hacia abajo, Alberto notó que el pequeño no estaba dando ningún indicio de querer moverse o sentarse en la Vespa hecha a mano junto a él.

-Uh ¿vienes?-le preguntó el chico mayor de estatura.

-No ¡no puedo hacer esto! ¡ni en un millón de años!-gritó Luca retractándose de su decisión y se cruzó de brazos.

-Hey, hey, hey-Alberto se baja de la Vespa y se acerca a su "amigo" con una voz tranquilizadora-se cuál es tu problema, tienes un Bruno en tu cabeza-

-¿Un bruno?-preguntó Luca mirando al monstruo marino azul violáceo convertido en humano.

-Sí, yo también tengo uno a veces-le explicó sentándose en la Vespa, Luca lo miró sorprendido sin poder creer que valiente e intrépido Alberto era capaz de sentir miedo igual que él.

-¿Tú lo sientes? Quise decir, no soy… ¿no soy raro por tener un Bruno?

-¡No del todo! Escucha, Bruno te dice tonterías como "Alberto, no puedes hacer eso", "Alberto, te vas a morir" o "¡Alberto, no te metas eso en la boca!"-respondió con una sonrisa, Luca lo miró un poco extrañado pero sorprendido preguntándose de paso que tipo de cosa se puesto en la boca antes de… pensándolo bien, tampoco quería pensar en ello-Luca, es sencillo, no lo hagas, no escuches al estúpido Bruno-

-Y ¿por qué se llama Bruno?-preguntó Luca, su curiosidad estaba sacando lo peor de él.

-¡Eso no importa!... ¡no me importa! llámalo como quieras… ¡cállalo!-dijo Alberto con expresión seria-solo di ¡Silenzio Bruno! y diviértete, vamos, dilo aquí fuerte y claro-

-No debería hacer esto.

-¡Silenzio Bruno!-le gritó Alberto a la cara-¡dilo, Luca! Bruno no está tratando de mantenerte con vida, está intentando evitar que vivas. Calla a ese mentiroso-

El pequeño comenzó a cuestionarse dónde había quedado la línea que separaba el miedo sofocante y la autoconservación, sentía como si tuviera todo mezclado en una sola línea desde que tenía memoria, tal vez no era demasiado tarde para encontrar esa separación. Cerró los ojos, contuvo la respiración para calmarse y no ponerse nervioso en ese momento, luego de un breve momento, Luca abrió los ojos, trató de gritar aquellas palabras, pero le salieron en un tono muy inseguro.

-S-silenzio Bruno…

-¡Más alto! ¡Silenzio Bruno!-le dijo Alberto en un intento de animar a su "amigo" a que dijera esas palabras en voz alta y no fuera tan tímido.

-¡Silenzio Bruno!-Luca sintió que su pulso se aceleraba de una manera increíblemente extraña y nueva para él.

-¡Silenzio Bruno!

Luca respiró profundo, su mente lo llevó a pensar en la playa, las tormentosas olas, la resaca y también en Bruno que le susurró al oído que la superficie solo lo usaría para matarlos a todos. Fue Bruno a quien Luca, sin saberlo, le negó todas las maravillas de su vida. Fue Bruno quien lo mantuvo atrapado en un mundo que era mundano, inmutable y sin una razón por la cual poder despertar todas las mañanas.

El monstruo marino convertido en un humano cerró los ojos, apretó sus párpados con fuerza y gritó tan fuerte como pudo.

-¡SILENZIO BRUNO!

-¡¿AÚN PUEDES ESCUCHARLO?!-le preguntó el otro monstruo marino con el mismo tono de voz.

-¡NO! SOLO A TI-respondió.

-BIEN-dijo Alberto, tomó un bowl de metal y lo colocó en la cabeza del menor para mantenerlo a salvo-¡ahora, solo espera!-exclamó el chico de ojos verdes mientras empujaba a Luca hacia la Vespa y se subía delante, Luca tomó asiento detrás de él. Le sonrío a una foto antes de decir-¡andiamo!-Alberto empujó la Vespa hacia adelante y comienzan a deslizarse colina abajo, Luca gimió al sentir el camino lleno de pozos, Alberto gritó mientras ambos se movían por la colina, Luca pudo sentir que el chico de ojos verdes se alejaba por lo que se aferró a su cintura tirando hacia adentro, Alberto se sonroja al sentir esto, lo mismo le sucedió a Luca y el chico más alto no pudo evitar gritar más fuerte en señal de extrema alegría-¡wooo!-

-Silenzio Bruno, silenzio Bruno, silenzio Bruno…-murmuro una y otra vez el monstruo marino azul verdoso convertido en humano al tiempo que cerraba los ojos con fuerza. En eso, ambos gritan mientras vuelan por la rampa y Luca abrió lentamente los ojos, a cámara lenta pudo observar el vasto cielo azul a su alrededor y una gaviota demasiado confiada pasó volando cerca de ellos, Alberto desvió su mirada hacia él con una sonrisa pero pronto esa alegría y emoción se esfumaron tan pronto como la gravedad decidió que su diversión había terminado, Luca golpeó a la gaviota empujándola directamente contra el rostro de Alberto quien perdió el agarre en su asiento.

-Uh oh-dijo Alberto mientras comienzan a caer, abriéndose paso hacia la rampa, ambos gritan y el chico de ojos verdes vio que se dirigían a una roca, Alberto se volteó hacia Luca atrapándolo en sus brazos al tiempo que pateó lejos la Vespa rompiéndola en dos partes, ambas mitades del vehículo esquivaron la roca y aterrizaron en el agua debajo de la colina. Apenas cayeron al océano, Luca abrió los ojos, observó a su alrededor y se encontró con Alberto a solo unos centímetros de él, el monstruo marino azul violáceo nadó hacia él y lo abrazó con fuerza jadeando, miró a Luca y sonrió-oye ¿te encuentras bien?-

-¡Nunca he estado mejor!-dijo Luca mientras se reía, Alberto gritó más sabiendo el tipo de sentimiento que Luca estaba sintiendo en ese momento, él mismo lo había experimentado hace mucho tiempo, se llamaba adrenalina-¡estamos vivos! ¡no puedo creerlo!-

-Jaja ¡toma eso, Bruno!-gritó Alberto mientras abrazaba de nuevo a Luca y comenzó a dar un par de vueltas en el agua con él, ambos rieron y se sonrojaron por lo que pareció ser horas, luego de un rato, ambos finalmente se calmaron viéndose a los ojos y sonrieron por lo que debieron ser solo un par de minutos, al menos lo fue hasta que el monstruo marino azul violáceo arruino el momento al hablar otra vez-oye ¿tienes hambre? tengo una sorpresa para ti-

-¿Eh?-Luca salió de su estado de ensoñación apenas escuchó la pregunta de Alberto, lo miró y un rubor azul suave cubrió su rostro verdoso-s-sí, tengo un poco de hambre ¿tú no?-

-Entonces salgamos de aquí-sugirió el monstruo marino azul violáceo-pero primero cierra los ojos y yo te guiaré-

-¿No vas a dejar que me golpee contra un árbol o algo parecido?-dijo Luca y Alberto se rió por lo bajo por lo que dijo ¿cómo rayos podía creer que sería capaz de hacer algo así?

-No lo haré ¡ahora, cierra los ojos!-dijo Alberto, Luca cerró los ojos apenas sintió que tomaba sus manos y ambos comenzaban a nadar de regreso a la orilla. Alberto sacó a Luca del agua secándose, volviendo de nueva cuenta a sus formas humanas sin soltar sus manos, el chico de ojos verdes comenzó a caminar llevando a Luca hacia su destino, después de unos minutos dejaron de caminar y Luca sintió el calor de las manos de su "amigo" desapareciendo de las suyas.

-Alberto ¿a dónde fuiste? ¿ahora a dónde me trajiste?-preguntó el pequeño con curiosidad, quiso abrir los ojos pero el chico más alto le impidió hacerlo.

-¡No abras los ojos hasta que te lo diga!-le dijo Alberto, al cabo de unos segundos, volvió a hablar-está bien, ahora ¡abre los ojos!-

Luca obedeció y abrió los ojos, jadeó de asombro ante la vista, una manta roja y blanca estaba tendida en el césped junto con un cesto lleno de sándwiches y algunas frutas.

-Wow… Alberto ¡me encanta!-exclamó el menor saltando alegremente, haciendo que el chico de ojos verdes se riera suavemente de su actitud infantil.

-¡Ven! vamos a comer-dijo el monstruo marino azul violáceo convertido en humano mientras tomaba la mano de Luca y lo llevaba consigo hacia la manta, ambos se sentaron uno frente al otro. Pasaron lo que quedaba de la tarde comiendo, bromeando, riendo y también hablaron de unas cuantas cosas triviales, estaban tan entretenidos hablando entre ellos que no notaron que el sol comenzaba a ocultarse tornando el cielo de diversos tonos de naranja-rosado. En ese momento, Alberto recordó las preguntas que Luca quiso hacerle temprano por la mañana y pensó que era la mejor oportunidad para preguntar sobre eso antes de que lo olvidaran por completo-hey, Luca-

-¿Eh? ¿qué sucede?-preguntó el pequeño desviando la mirada de la puesta de sol para ver a su "amigo".

-Esta mañana dijiste que querías preguntarme algo importante ¿no es así?-le preguntó Alberto, algo que hizo que Luca se sintiera avergonzado y bajó la mirada, quizás no estaba muy seguro si era una buena idea decirle al chico de ojos verdes lo que estuvo pensando la noche anterior-¿qué sucede? ¿por qué estás tan callado? ¿Bruno está molestándote otra vez?-

-No, no es eso, es solo que… ahora creo que no es una buena idea decírtelo-dijo Luca mientras comenzaba a jugar con sus manos mostrando aún más lo avergonzado que estaba.

-¡No dejes que Bruno te controle! Por favor, dímelo, Luca ¿qué querías preguntarme?

-Yo… voy a ser honesto, desde anoche tengo algunas preguntas que estaban pasando por mi mente y quiero que me las respondas-dijo Luca nervioso, se calmó y siguió hablando-no sé lo que me pasa, pero ayer no podía dejar de pensar en ti, comencé a preocuparme mucho por ti pero, por alguna razón, se siente diferente, como si me importarás más que como un amigo o incluso un mejor amigo por que hicimos… ciertas cosas que ni los amigos o incluso los mejores amigos no deberían hacer-Alberto no habló, solo escuchó lo que Luca necesitaba decirle al tiempo que un ligero sonrojo aparecía en sus bronceadas mejillas, era mera casualidad que él sintiera las mismas cosas que estaba describiendo en ese momento-y luego, comencé a preguntarme esto ¿sientes lo mismo que yo siento cuando estoy pensando en ti?-

-Sí, entiendo lo que quieres decir y… si debo ser honesto contigo, también siento lo mismo cuando pienso en ti o cuando estás cerca de mi-dijo el monstruo marino azul violáceo convertido en humano al tiempo que se acercaba a Luca y se sentaba en la manta junto a él-nunca me había sentido así antes, pero… desde la primera vez que nos conocimos, no he podido pensar en nada más que en ti, eres lo único que ocupa mi mente y mis pensamientos todo el tiempo y… sé que sonará tonto pero… creo que te amo, más de lo que un amigo o un mejor amigo haría-Luca lo miró un poco sorprendido, las pupilas de sus ojos se encogieron apenas un nuevo sonrojo apareció en su rostro, Alberto comenzó a sentirse mal creyendo que quizás lo había avergonzado, asustado o algo peor-lo siento, lo siento mucho, Luca. Entiendo si después de esto no quieres volver a verme pero necesitaba decirte…-

No pudo terminar de hablar porque fue interrumpido por Luca lanzándose hacia adelante, dándole un inesperado beso, los ojos de Alberto se agrandaron y Luca retrocedió arrepentido de lo que había hecho.

-¡Lo siento! Yo solo… pensé que con eso podría…-antes de que el pequeño pudiera explicar lo sucedido, Alberto atrajo su cabeza hacia si dándole un beso esta vez, Luca se sorprendió ante la repentina acción pero rápidamente correspondió el beso envolviendo sus brazos alrededor de su cuello, acercándolo más y profundizando aún más el beso, al hacer esto, Luca hizo que ambos cayeran al suelo, se rieron suavemente mientras se sonreían el uno al otro.

-Entonces… con ese beso ¿estás intentando decirme que me amas?-le preguntó Alberto al menor quien estaba encima de él.

-Sí… ¡lo hago! ¡yo también te amo!-respondió Luca.

-¡Genial! porque quiero hacer otras cosas además de besarte ¿sabes?-le dijo el chico de ojos verdes arqueando una ceja.

-¿Qué quieres decir con…? ¡Oh! creo que ahora entiendo lo que dices…

Apoyó sus manos en los hombros de Alberto al tiempo que lo besa de nuevo, no tan gentilmente esta vez, Alberto sonrió en el beso mientras colocaba sus brazos alrededor de la cintura de Luca acercándolo más a él haciendo que sus cuerpos estuvieran más cerca del otro, Luca gimió levemente ante esta sensación por lo que Alberto aprovechó la oportunidad e introdujo su lengua dentro de su boca, de esa forma pudieron encontrarse, entrelazarse y explorar la boca del otro. Mientras compartían ese beso húmedo, el chico de ojos verdes aplicó un poco de fuerza en el agarre en la cintura del menor, de esta manera pudo levantarlo y colocarlo nuevamente sobre la manta, colocándose él mismo encima, Luca se separó del beso sin entender lo que estaba pasando pero sus dudas se confirmaron apenas pudo sentir a Alberto bajando la cabeza hacia su cuello donde dejó besos y mordeduras, el pequeño no pudo evitar sentir como su cuerpo temblaba ante los toques e inconscientemente comenzó a gemir y emitir pequeños jadeos ante la sensación, pronto esos gemidos se convirtieron en grititos una vez que sintió la lengua de Alberto lamiendo la suave piel de su cuello. Mientras lamía y dejaba suaves mordidas sobre su cuello, una de las manos de Alberto busco a tientas los botones de la camisa de Luca y el menor se movió para ayudarlo a quitársela, a su vez, ayudaba a Alberto a quitarse su camiseta amarilla por encima de su cabeza antes que él. El chico de ojos verdes con otra mano empezó a desamarrar la cuerda que sujetaba sus shorts, Luca dudó por un momento pero coopero y le bajó los shorts, tan pronto como se los quitó, inmediatamente Alberto se abalanzó sobre Luca y comenzó a besarlo ferozmente, pasó sus dedos por su nuca sintiendo su suave cabello marrón en lugar de escamas azules y Luca trazó sus dedos a lo largo de la espalda del chico, ninguno de ellos quería que ese momento acabara, pero lo que debía pasar pasó y ambos se miraron a los ojos sonriendo como un par de idiotas.

Rápidamente Alberto se movió hacia los shorts de Luca, la única ropa que aún quedaba estorbando entre los dos e intentó quitárselos con las manos. Luca inmediatamente tragó saliva sabiendo lo que vendría a continuación y tímidamente se inclinó para ayudarlo, pero Alberto enseguida lo posicionó contra la manta y colocó sus manos en sus muñecas impidiendo que el pequeño se moviera nuevamente de su posición.

-No voy a dejar que lo hagas, voy a ser yo quien se haga cargo de ti-dijo el chico de ojos verdes con una voz ronca y profunda, el corazón de Luca se aceleró pero solo se limitó a asentir al tiempo que Alberto mostró sus dientes ahora puntiagudos, característicos de su forma marina, y comenzó a morder la tela de sus shorts haciéndolos pedazos. Una vez que pudo deshacerse de la única prenda que lo separaba de lo que había estado anhelando durante días, Alberto se acercó al rostro de Luca nuevamente mientras que (sin pensarlo) comenzó a presionar su entrepierna contra la del menor, la sensación de sentir la erección de Alberto contra su propio pene semi-erecto hizo que cerrara sus ojos y emitiera gemidos suaves pero audibles-hm, parece que estás disfrutando esto ¿no? nngh-

-S-sí, ¡ah!... Alberto... ¡mhngh!-gimió Luca apenas sus caderas comenzaron a presionarse contra el miembro del contrario enviando descargas eléctricas a través de su cuerpo y el suyo propio, pero al cabo de un par de minutos, Alberto dejó de presionarse contra él, algo que hizo que Luca se sintiera un poco decepcionado porque estaba comenzando a acostumbrarse a este nuevo sentimiento y esta nueva sensación. El chico de ojos verdes no tenía idea de que lo estaba haciendo sentir de esta manera, pero todo lo que sabía es que quería a Luca, deseaba a Luca, quería follarlo ahora mismo, hacer volar sus sentidos y su mente, hacerlo sentir tan bien que no podría pensar o decir otra cosa que no fuera su nombre y sorprendentemente, el sentimiento era mutuo. Luca respiró pesadamente cuando el monstruo marino azul violáceo convertido en humano pasó sus dientes por su cuello, bajando hasta llegar a sus hombros, mordiéndolos otra vez, pero esta vez, lo hizo de una manera suave y se aseguró de no sacar cualquier rastro de sangre del menor, solo gemidos y jadeos de puro placer. Continuó bajando, trazando el cuerpo de Luca con sus manos, pasando suavemente sus dedos por la suave piel rosa suave de su amante, descendió su camino de besos con dos lindos botones con los que no desperdiciaría la oportunidad de lamerlos y juguetear con ellos usando ambas manos para pellizcarlos un poco-a-ah~... A-Alberto... no puedes... ¡mhfh!-

El intento de Luca por hablar fue amortiguado al sentir la erección de Alberto frotándose contra la suya propia, esta vez el contacto hizo que el pene de Luca se despertara y excitara también, sin perder más tiempo, el chico de ojos verdes envolvió una de sus manos alrededor de ambos miembros y comenzó a frotarlos de arriba abajo intensamente para crear una masturbación conjunta.

-¡Agh! Luca... ohh... ¡ngh!-gimió Alberto mientras continuaba acariciando su erección y la de Luca, el pequeño no pudo evitar echar su cabeza hacia atrás ante la sensación, sin dudas se sentía mucho mejor que cuando lo hacían en su forma de monstruo marino.

-A-Alberto... ¡ah! ¡ah!... ¡AH! ¡Alberto!-Luca jadeó levemente y cerró los ojos de lo bien que se sentía. Alberto pudo sentir que ambos estaban cerca de correrse pero no iba a dejar que eso sucediera, apenas sintió que Luca estaba a nada de alcanzar el orgasmo, apartó su mano de sus erecciones, algo que molestó un poco al menor-¿por qué… por qué hiciste eso? se sentía tan bien ¿por qué te detuviste?-

-Lo siento-se disculpó el chico de ojos verdes por detener sus acciones-sé que quieres esto tanto como yo, pero no quiero que te corras, aún no-antes de que Luca pudiera decir algo más, Alberto se dio la vuelta de forma que su pene estuviera sobre su rostro mientras que el rostro del chico de ojos verdes estaba frente al suyo, sin dudarlo, Alberto lamió alrededor de la base y luego jugueteó un poco con la punta, sacando unos fuertes gemidos del monstruo marino azul verdoso convertido en humano, quien no perdió el tiempo e introdujo el miembro de Alberto en su boca, ambos gimieron de placer enviando suaves pero estimulantes vibraciones a través de sus erecciones.

-¡Ah! Alberto… me voy a…-intentó decirle Luca entre gemidos pero se sentía demasiado tartamudo.

-Y-yo también…-dijo Alberto con voz tranquilizadora, después de eso, ambos se corrieron en la boca del otro, salpicando sus rostros con un poco de su semen, Alberto logró tragar toda la esencia de Luca mientras el menor intentaba tragar todo lo que podía de esa sustancia ligeramente salada, luego de asegurarse de que el pene del pequeño estuviera limpio y sin ningún rastro de semen, Alberto se lo quitó de la boca mientras se quitaba las gotas de semen de alrededor de su rostro con el dorso de la mano, tosió y desvió la mirada hacia Luca-no creas que hemos terminado, todavía no hemos llegado a la mejor parte-Luca entendió a lo que se refería así que se dio la vuelta para poder recostarse boca abajo en el suelo, se levantó y se abrió de piernas preparándose para que Alberto lo folle sin control, pero el chico de ojos verdes lo observó fijamente con una mirada de desaprobación-no, hoy no lo haremos así. Quiero probar algo diferente-antes de que Luca pudiera preguntar que era lo que tenía en mente, pudo sentir como Alberto lo tomó por la cintura y lo ayudó a recostarse en la posición en que se encontraba previamente, acercó una mano a su boca y metió dos dedos dentro de ella-lámelos-ordenó, el pequeño obedeció y comenzó a chupar y lamer aquellos dígitos como lo había hecho antes con su miembro, inesperadamente esa imagen excitó al chico de ojos verdes e hizo que su erección recién despierta se contrajera un poco con solo ver a Luca humedecer sus dedos de una forma tan erótica y pervertida. Una vez que sintió que estaban completamente húmedos, Alberto retiró sus dedos de la boca de Luca y los dirigió hacia su diminuta entrada fruncida. Un pequeño grito junto con un gemido quebrado salió de los labios de Luca al sentir como Alberto deslizaba uno de sus dedos dentro de él, girándolo alrededor del estrecho y musculoso pasaje.

-¡AH~!-gimió Luca un poco incómodo de sentir el dedo del chico de ojos verdes moverse dentro de él-ngh… y-yo podría haberte hecho lo mismo si tú… ¡agh~! si tú me dejaras levantarme… ¡aah!-

-Recuerda que yo estoy a cargo aquí-dijo Alberto en voz baja, siguió moviendo su dedo por la entrada de Luca simulando pequeñas embestidas, tratando de tocar el punto dentro de él que hacia que el pequeño gritara y delirara de puro placer, al no encontrarlo, Alberto optó por introducir el segundo dedo dentro de la estrecha entrada de Luca, comenzó a moverlos y estirar aún más aquel pasaje, abriendo y cerrando ambos dedos como si fueran unas tijeras. Luca gimió suavemente al tiempo que su amante metía y sacaba los dedos de su interior intentando alcanzar esa cosa dentro de él que lo volvía loco de placer y lo llevaba a querer alcanzar nuevos límites, sus ojos se abrieron de golpe, un fuerte gemido se le escapó junto con un infructuoso intento de pronunciar el nombre de la persona que amaba, Alberto sonrió al saber que logró tocar el punto más sensible dentro de Luca y luego siguió moviendo sus dedos en su interior tratando de expandir su entrada y de paso provocar a Luca un poco más, pero el pequeño comenzó a impacientarse, necesitaba a Alberto, no, quería que lo follara salvajemente y lo quería ahora.

-Alberto... mnhh... A-Alberto, p-por favor... deja de provocarme… ¡ah!-trató de decir Luca entre gemidos pero con los dedos del chico de ojos verdes en su interior moviéndose dentro de él le era casi imposible hablar-¡Alberto, deja de provocarme! Yo… ¡quiero que me folles ahora mismo! ¡ahg~!-

-Hmm, está bien. Si así lo quieres…-dijo Alberto mientras se reía bajito, retiró sus dedos de la entrada de Luca, se posicionó y colocó punta de su erección dentro de él, luego se introdujo completamente dentro de él y sabiendo que el pequeño monstruo marino convertido en humano estaba más que listo para ser follado, comenzó a embestirlo, moviéndose lentamente al principio, Luca estaba gritando y luego comenzó a gemir en voz alta.

Alberto aceleró sus movimientos, Luca arqueó su espalda de placer, llevó sus manos a la espalda de Alberto y clavó las uñas con fuerza contra su bronceada piel.

-Alberto-Luca dijo el nombre de su amante en su tono de voz normal.

-Di mi nombre un poco más alto-le dijo Alberto mientras jadeaba y seguía penetrando dentro del pequeño.

-¡Alberto!-casi gritó.

-¡Más fuerte! deja que todos sepan quién te está follando realmente bien en este momento.

-¡Alberto~!-gimió Luca tan alto como pudo, una vez más, el chico de ojos verdes había logrado tocar ese punto dentro de Luca que lo hacía gritar y delirar de placer, sus caderas se movieron hacia adentro, penetrando con profundidad dentro del pequeño monstruo marino convertido en humano, Luca se aferró a su amante tanto como pudo, clavándole las uñas con fuerza en la espalda, casi perforando su piel, luego de un par de embestidas más, ambos alcanzaron su clímax, el pequeño se sintió lleno, completo, y la sola idea de pensar que Alberto lo llenaba nuevamente con su esencia fue suficiente para hacerlo temblar y retorcerse debajo de él al tiempo que se corría entre su abdomen y el de Alberto, cubriéndolo con algunas manchas blancas. Ambos estaban agotados y más sabiendo lo que acababan de hacer, se acostaron uno encima del otro lo más cerca posible, Alberto tenía un brazo alrededor de la cintura de Luca mientras que Luca permanecía recostado con su cabeza apoyada en su hombro, ambos solo estaban allí acostados en la colina, bajo un árbol, viendo como los últimos rayos del atardecer se desvanecían, Luca decidió envolver un brazo alrededor del pecho de Alberto para poder acercarlo más a él, permanecieron así un rato más hasta que el niño se dio cuenta de lo tarde que era y que debía volver a casa antes de que sus padres se dieran cuenta de su ausencia-¡wow! ¡mira la hora! Ya tengo que irme, jeje-dijo Luca mientras se separaba de Alberto y se levantaba del suelo-así que… nos vemos mañana, supongo…-comenzó a caminar unos pasos hacia atrás-¡adiós!-gritó mientras regresaba a la playa para poder zambullirse en el mar, Alberto solo se quedó mirando al chico que amaba corriendo de regreso a la playa pero luego recordó algo importante, rápidamente se vistió y fue tras Luca antes de que pudiera entrar en el océano y desaparecer de su vista.

-¡Espera!-gritó el chico de ojos verdes corriendo hacia él, Luca detuvo sus pasos y desvió la mirada hacia Alberto quien se detuvo a solo unos centímetros de él-olvidaste tu ropa-Luca regresó tímidamente riendo con nerviosismo al darse cuenta de que casi se olvidó ese pequeño detalle y se sonrojó suavemente mientras intentaba desabotonar la camisa sin éxito, Alberto rodó los ojos y se rió suavemente mientras se acercaba a Luca-déjame ayudarte-

-No, puedo hacerlo yo mismo-respondió el menor mientras intentaba una vez más desabotonarse la camisa pero no lo logró, así que Alberto llevo sus manos hacia ella y comenzó a desabotonarle la camisa él mismo.

-Te voy a ayudar hasta que sepas cómo hacerlo apropiadamente-le dijo el chico de ojos verdes, Luca se sonrojó y desvió la mirada hacia el suelo, se sintió raro por tener que ser ayudado para desvestirse, especialmente cuando recordó lo que había pasado hace un par de horas atrás-eres tan lindo cuando te avergüenzas~-ronroneó haciendo que Luca se sonrojara aún más.

-Cállate, yo no soy el lindo aquí-dijo Luca elevando su vista hacia su amante. A Alberto le tomó solo unos segundos darse cuenta de lo que acababa de decir, luego de eso ambos se miraron completamente avergonzados-yo, tengo que irme ¿sabes?-

-Sí… lo siento-dijo Alberto sintiéndose decepcionado, Luca respiró hondo mientras volvía a ponerse sus shorts de algas marinas, una vez que terminó, notó la mirada decepcionada de Alberto y caminó hacia él.

-No me mires así. Prometí que volveré mañana ¿recuerdas?-le dijo el menor colocando una mano sobre la mejilla de Alberto, el chico de ojos verdes solo desvió la mirada hacia otro lado, aún se sentía un poco herido por las palabras del pequeño-hey-lo llamó Luca-mírame a los ojos-Alberto obedeció a regañadientes y volvió a ver a Luca-tú sabes que te amo ¿no es así?-

-Sí, lo sé-respondió Alberto, Luca sonrió ante su respuesta se alejó de él y se preparó para nadar de regreso a casa pero antes de que pudiera irse, volvió a donde estaba Alberto y le dio un beso de despedida, algo que el chico de ojos verdes correspondió con gusto colocando sus manos alrededor de la cintura de Luca, luego de unos segundos se separaron para mirarse el uno al otro por última vez.

-Regresaré, lo prometo-dijo Luca, Alberto asintió y luego de eso, vio al monstruo marino azul verdoso nadar de regreso a casa. Esa misma noche, Luca estaba nadando de vuelta a casa riéndose como un tonto enamorado y seguía pensando en todo lo que sucedió al tiempo que una sonrisa se dibujaba en su rostro-hoy fue un día perfecto-pensó mientras nadaba al interior de su casa solo para encontrarla completamente a oscuras-uh ¿hola?-dijo viendo alrededor pero estaba tan oscuro que le era difícil ver-¿hay alguien aquí?-

Continuó nadando alrededor de la pequeña vivienda solo para encontrarse con su madre con un semblante molesto en su rostro, y a su padre decepcionado junto a ella.

-Así que… ¿quieres decirnos en donde estabas ahora?-preguntó Daniela esperando a que su hijo le diera una respuesta.

-Oh, eh, y-yo estaba un poco… ocupado con mis tareas-respondió Luca pero Daniela no le creyó, suspiró claramente disgustada y molesta.

-No creo ninguna palabra de lo que dices, jovencito ¿quieres decirnos la verdad?-dijo la monstruo marino azul verdosa con un tono severo en la voz, Luca la miró un poco confundido pero intentó seguirle la corriente-¡no me mires así! ¿cómo está la superficie? ¿huh? ¿cuánto tiempo has estado escabulléndote y evadiendo tus tareas solo para ir allí?-

Las pupilas en los ojos de Luca se encogieron por una fracción de segundo, pero luego consideró que tarde o temprano su madre se enteraría de que había estado saliendo a la superficie, por suerte se alivió de que ella no pudo ver lo que había hecho con Alberto o hubiera tenido más problemas que enfrentar.

-Lo siento mucho…-se disculpó Luca pero fue interrumpido por su madre quien le dio una bofetada en la cara, la miró un poco shockeado por lo que acababa de pasar ¿por qué estaba actuando de esa forma con él? ella nunca antes lo había golpeado.

-Daniela…-dijo Lorenzo tratando de interferir y de paso trató de hacerla entrar en razón, pero la monstruo marino azul verdoso lo interrumpió.

-¡No quiero oír ninguna disculpa! Dime ¿por cuánto tiempo ha estado sucediendo esto?-preguntó mientras abofeteaba a Luca en la cara una vez más.

-¡Daniela! ¿esta es la forma en que tenemos que lidiar con esto?-dijo el monstruo marino verde oscuro colocando una mano sobre su hombro, la cual, desde luego, ella apartó.

-Necesita ser disciplinado ¡necesita aprender una lección! ¡lo golpearé hasta que tenga miedo de salir de casa otra vez!-gritó Daniela mientras comenzaba a patear el estómago de su hijo haciéndolo caer al suelo.

-Mamá, por favor…-suplicó el monstruo marino azul verdoso al tiempo que tosía un poco de sangre por el golpe.

-No. vuelvas. a. la. superficie ¡nunca. otra vez!-espetó Daniela mientras golpeaba a Luca en cada palabra que ella decía, el monstruo marino azul verdoso estaba acurrucado en una bolita intentando proteger su cabeza y rostro usando sus manos o su cola para hacerlo-¿has entendido?-lentamente levantó la mirada hacia su madre con temor y únicamente asintió-bien-dijo, luego de unos segundos, Daniela tomó el rostro de su hijo y uso una de sus garras para hacerle un corte en la mejilla izquierda, Luca hizo una mueca de dolor, aquello lo tomó desprevenido-vete a tu habitación ¡ahora!-

El monstruo marino azul verdoso se puso de pie lentamente llevando una mano a su mejilla para calmar el dolor del corte, una sensación punzante recorrió su cuerpo apenas puso su mano para cubrir la herida, miró a su madre por última vez antes de nadar de regreso a su habitación mientras Daniela y Lorenzo comenzaban a discutir entre ellos acerca de lo que acababa de pasar. Una vez que entró a su habitación, encontró a su abuela durmiendo profundamente en su cama, considero que quizás no era buena idea contarle lo sucedido y pedirle que curara sus heridas por lo que nadó sentándose en su propia cama y apartó su mano de su mejilla herida, la sensación de ardor aún seguía allí y también pudo notar algo de sangre teñía el agua.

-Ojalá pudiera estar con Alberto ahora mismo…-pensó Luca con tristeza mientras se recostaba en su cama, comenzó a llorar en silencio hasta que los llantos se convirtieron en suaves sollozos y luego se fue a dormir.


Llegó la mañana y apenas los rayos del sol se filtraron por el mar iluminándolo un poco con su calor, Luca salió de su casa, afortunadamente sus padres y su abuela todavía están durmiendo cuando abandonó ese lugar, lentamente, nado de regreso a la isla donde vivía Alberto, la corriente comenzó a tirar de las aletas de Luca apenas salía del agua y se ponía de pie, una vez que salió y se levantó del suelo, Luca notó que la espuma que se filtraba entre las pequeñas piedras grises de la playa se había enrojecido probablemente a causa de las heridas que le dejó su madre la noche anterior. Sin pensarlo dos veces, el monstruo marino azul verdoso ahora convertido en humano comenzó a correr por la isla, podía escuchar música venir de la máquina mágica de la dama cantante no muy lejos de él, sonrió levemente y subió la escalera improvisada para entrar a la torre.

-¿Luca? ¿qué estás haciendo aquí a esta hora?-preguntó Alberto mientras miraba por encima de su hombro, Luca no pudo soportarlo más y se abalanzó sobre el chico de ojos verdes abrazándolo con fuerza mientras lloraba desconsoladamente, Alberto lo miró un poco confundido pero correspondió al abrazo y abrazó a Luca de forma cálida y cariñosa pero a la vez reconfortante-whoa. Luca ¿estás bien? ¿qué fue lo que te…?-su estado de ánimo cambió repentinamente y la sonrisa en su rostro se borró apenas vio lo herido que estaba el pequeño-¿pasó?-preguntó una vez que se separó de Luca, pudo ver que el menor tenía moretones en sus brazos y piernas, había un gran moretón en su vientre por las patadas que le había dado Daniela, rápidamente, Luca colocó una mano sobre el corte en su mejilla izquierda mientras desviaba su mirada de la de su amante con lágrimas en los ojos-oh, Luca, lo siento mucho… ¿fui yo quien te hizo eso? lo lamento muchísimo si me excedí otra vez ayer, pero no recuerdo haber sido tan brusco contigo-

-N-no, no fue tu culpa, tu no me hiciste esto…-respondió Luca con la voz apagada.

-Entonces ¿quién te hizo esto?

-Mi mamá…-dijo Luca sin mirar a Alberto a la cara por el dolor y la pena que sentía de tener que contarle a su amante todo lo había pasado anoche.

-¿Tu mamá? ¿esto ya había pasado antes?-preguntó y el menor solo negó con la cabeza.

-Ella nunca había hecho esto antes, se enteró de que me estaba escapando a la superficie y ella simplemente… comenzó a golpearme-dijo el monstruo marino azul verdoso convertido en humano sintiendo que algunas lágrimas escapaban de sus ojos y rodaban por sus mejillas tiñéndolas de un tono verdoso a causa de las escamas de su verdadera forma.

-Tengo algunas cosas que podemos usar para curar esas heridas. Limpiemos este corte, una cosa es segura y es que nunca más volverás a ese lugar-dijo Alberto con un tono serio en la voz, tras decir eso, tomo la mano de Luca y lo sentó en una silla, tomó un poco de alcohol, toallitas y comenzó a limpiar el corte en su mejilla izquierda. Luca hizo una mueca de dolor por el ardor pero Alberto puso una mano sobre su rodilla y la frotó suavemente en círculos para consolarlo-sé que duele, mi amor, pero hay que limpiarlo para que no se infecte-dijo dándole un beso en la frente, comenzó a limpiar y desinfectar el corte, sacó algunos vendajes, suavemente colocó el vendaje en su mejilla y suspiró-ya está-dijo mientras tomaba un trozo de vidrio para que Luca pudiera ver lo que había hecho para curar su herida-te ves mucho mejor ahora-

-Alberto…-dijo Luca mientras dejaba el vidrio en el suelo y lo miraba directamente-tengo miedo, si no puedo volver a casa nunca más, entonces… ¿en dónde voy a…? Quiero decir ¿en dónde vamos a vivir? ¿y si no estamos preparados para cuidarnos solos? ¿y si mi mamá se entera de que me escapé de casa? Y… ¿y si mis padres intentan encontrarnos? Me gusta estar aquí arriba y estar aquí… contigo ¡no quiero estar lejos de ti! no lo soportaría-

-¡Oye, cálmate! ¿recuerdas lo que te dije ayer?-le preguntó Alberto al pequeño quien estaba a nada de echarse a llorar.

-S-silenzio Bruno.

-Bien. Sobre eso, no te preocupes por tus padres, podríamos quedarnos aquí unos días más solo tu y yo-sugirió el chico de ojos verdes-podríamos ser lo que los humanos conocen como compañeros de habitación, y luego simplemente… huyamos juntos de aquí, lejos de las luces de la ciudad a un lugar donde nadie sepa nuestros nombres y podamos ver los peces todas las noches, acampar en el bosque, calentar la piel fría junto al fuego, contarnos nuestras metas y sueños-Luca comenzó a sonreír ante la idea, lo que Alberto le decía no se oía nada mal-y todos nuestros deseos, no seremos dueños de nada más de lo que necesitamos, veremos el amanecer cada día, los colores del cielo, aprenderemos sobre porque estamos aquí, todo lejos de los ojos de la sociedad. Sé que este viaje será peligroso y aterrador pero si permanecemos juntos, siempre tendremos un plan y estaremos bien mientras tú tomes mi mano-agregó mientras tomaba la mano de Luca y entrelazaba sus dedos, Luca miró sus manos entrelazadas y luego volvió a ver a Alberto-¿qué dices?-

-Yo…-dijo Luca pero detuvo su frase pensando en lo que iba a decir, cuando finalmente logró encontrar las palabras volvió a hablar-sí, quiero quedarme aquí unos días más y luego huyamos juntos de aquí, Alberto. Vayamos a otro lugar donde mis padres no puedan encontrarnos y dónde podamos ser nosotros mismos sin que nadie nos juzgue-

Alberto gritó más fuerte en extrema felicidad al igual que Luca y atrajo al pequeño hacia él en un nuevo y reconfortante abrazo, algo que Luca no desperdició la oportunidad y correspondió su abrazo.

-Entonces está decidido, vamos a estar juntos aquí a partir de ahora. No necesitamos que nadie nos diga que hacer o que decir, solo seremos tu y yo-le dijo Alberto a Luca apenas se separaron de su abrazo.

-Sí, seremos solo nosotros dos.

Notas finales: ¡Phew! 13.142 palabras sin contar las notas de autor que eso nos daría un total de... 12.693 palabras ¿pueden creerlo?
 
Y ni siquiera estaba inspirada, solo quería terminar con esto cuanto antes porque ya llevaba muchos días trabajando en este one-shot que (para mi desgracia) acabo convirtiéndose en un long fic.
 
Espero que les haya gustado este long fic, y en cuanto logre ensamblar todas las ideas para el siguiente one-shot que les prometí, me pondré a trabajar en él cuanto antes pero por ahora tendrán que espera un tiempo, pues esta semana estoy ocupada, tengo muchos trabajos atrasados en la escuela de arte, tengo que preparar un ensayo para Pintura III junto con una exposición oral-virtual para la materia Teorías del Arte, no estoy muy motivada a escribir algo así y tampoco encuentro las ideas o la inspiración necesarias para trabajar en ello, además de que en Teorías del Arte debo desarrollar mi exposición en base a UNA obra de arte de mi producción personal y justificar su desarrollo en relación a lo visto durante la clase de la semana pasada.
 
Por esa razón es que se me hace muy difícil trabajar en ambas cosas, así que estoy intentando ponerme al corriente con las materias prácticas para no desaprobar más cursadas y atrasarme más en mi graduación, ya que no me falta nada para terminar y conseguir mi título (solo un año más).
 
En fin, en cuanto tenga las ideas bien ensambladas me pondré a trabajar en el one-shot que prometí que publicaría hace dos semanas atrás pero al parecer, mi cerebro me llevó a trabajar directamente en esta secuela.
 
Por favor, dejen reviews y nos veremos en otra ocasión o probablemente muy pronto, no lo sé, y en cuanto pueda prometo que intentaré trabajar en una traducción en inglés para este long fic pero denme tiempo, si me llevó varios días trabajar en la trama de esta historia ni me quiero imaginar cuanto tardare en escribir la traducción.
 
Un saludo de su autora.
 
N3k0-Ch4N. 

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