-Es muy seguro, que todos ustedes alguna vez se han preguntando…-
-¿Por qué Aioros tiende a quemar las galletas?-
-Es algo tan absurdo que se ha vuelto complejo…-
-Difícil de entender…-
-Pues…-
-¡¡¡¿CÓMO DEMONIOS PUEDE PREPARAR LO QUE SEA, PERO QUEMAR LAS CONDENADAS GALLETAS?!!!-
-¡¡¡CUANDO ÉRAMOS NIÑOS NOS DABA ESAS ROCAS NEGRAS, CARBONIZADAS!!!-
-Eran… Muy difíciles de comer…-
-¿Las intentaste comer?-
-Yo las tiraba-
-No deberías estar desperdiciando la comida-
-¡¡¡¿ESO DÍSELO A ÉL?!!!- Señala hacia Sagitario, con la mano temblorosa y muy enojado -¡¡¡¿QUIÉN LE DIJO QUE NOS PREPARARÁ GALLETAS?!!!-
-Oigan, no sean así de crueles con Aioros-
-Por favor, Saga… Si tú también escondías las que te daba y si comías alguna solo un pedazo enfrente y cuando se distraía las arrojabas lejos-
-Eso era…- Se encoje de hombros, algo apenado, y cruzando de brazos –Por que no podía romperle el corazón-
-Esa es la razón por la cual, nadie le dice nada sobre sus galletas-
-¡¡¡¿PUES QUIEN PUEDE SER TAN DESALMADO PARA DECIRLE ALGO ASÍ?!!!- Pregunta el Cangrejo dorado, bastante indignado.
Para su suerte, todos los allí presentes lo miran dando a entender con sus ojos, que sin duda él seria el candidato perfecto para hacerlo.
-Ni lo piensen- Desvía la mirada, cruzado de brazos y haciendo un puchero de enojo –No seria capaz…-
-Entonces, todos vamos a comer galletas quemadas para la cena- Agrega Capricornio bastante serio.
-¡¡¡OYE, CABRA!!! ¡¡¡¿Y POR QUE TÚ NO LO HACES?!!!- Pregunta desafiante el otro.
Pero no ahí respuesta por parte del décimo guardián, solo cruzado de brazos desviando la mirada nuevamente.
-Es un claro hecho que nadie seria capaz de hacerlo-
-Creo que estamos guiándonos por nuestros sentimientos, Aioros lo entenderá-
-¿Quieres ser tú, quien le diga que sus galletas son un asco?- La mirada severa de Géminis se clava en Acuario.
Niega con la cabeza calmadamente.
Todos suspiran, en una verdadera atmósfera de decepción, y malestar en su estómago, de sólo pensar en ese postre tan poco apetecible ahora.
-¡¡¡TENGO UNA IDEA!!!- Rápidamente el Escorpión dorado sonríe, para dirigir su mirada a alguien que ha estado intentado pasar desapercibido en esta reunión en Libra.
Claramente todos se giran para ver al peliceruleo y entender de una vez su loco plan.
Sonreí triunfante y sin siquiera pensarlo, toma por la ropa civil al león dorado, que intenta ocultarse detrás del segundo guardián.
Para con esto y una enorme sonrisa en sus labios, señalándolo con la derecha, mientras lo detiene de huir con la izquierda.
-Mandemos a su adorable hermanito a que le diga la verdad- Propone gustoso –Con él, de seguro no se enojará, ni pondrá triste-
-¡¡¡MILO!!!- Habla enojado, empujando al peliceruleo, para cruzarse de brazos y refunfuñar.
Las miradas de los demás se posan en él, como si con esos ojos les dictaran que debe hacerlo, que no lo piense mas y lo haga.
Desde luego el León dorado entiende perfectamente esto, y desvía su mirada, pues no quiere hacerlo.
-Ni lo piensen- Gira su rostro sonrojado y molesto, pues al ponerle esta carga, y de solo imaginar que su hermano sufra por esa verdad es algo que no puede soportar.
-Aioria, eres el único que puede hacerlo-
-Caídas locas no te golpeara-
-Aioros jamás ha golpeado a alguien por algo así de pequeño-
-Eso lo dices por que a ti no te regaño y reprendió de pequeño-
-Provocaste un derrumbe al estar haciendo travesuras y solo te dio un suave golpe en la cabeza-
-Como sea- Se cruza de brazos –No iré a decirle a Aioros que sus galletas saben horribles-
Justamente allí… Por el hecho de estar alegando, discutiendo y diciendo lo que harían o no para que Aioros no les de galletas hechas carbón…
Los que podían ver detrás del León se quedan pálidos como el mismo papel, bueno la mayoría..
Pues, alguien los había escuchado… O más bien, escuchado al león dorado y eso no era una muy buena señal.
-A… Aioria…- La voz tartamudéate de uno de sus compañeros lo llama.
-¿Qué? ¿Qué quieres Aldebarán?- Frunce el ceño, poniendo sus manos en señal de enojo en sus caderas.
-Atrás… De ti…- Señala el segundo dorado.
-¿Eh?- Confundido, pero al fin presta atención y siente ese cosmos tan familiar, que abre sus ojos color verde bosque de par en par, y se gira para toparse con algo que ninguno de los allí presentes les gustaría presenciar -¿A… Aio… Ros…?-
La imagen de Sagitario, usando el mandil ya sucio por que había estado horneando desde muy temprano, llevando entre sus manos una bandeja de galletas “Ligeramente” quemadas, el rostro de puchero y tristeza, provoca que su labio inferior tiemble y aquellos ojos alegres, ahora se han transformen en un gran dolor.
La mayoría de los allí presentes tragaron en seco, algunos decidieron no ver, sea como sea su aprecio por el noveno caballero es uno que los hace rememorar la dulce infancia que todos tuvieron y que ese griego los hizo sentir súper feliz.
-Aioros…- La voz de Saga, también denotando que no soporta para nada ver así de mal al centauro dorado, poniendo la mano delante, queriendo alcanzarlo.
-Hola… Yo… Pensaba…- No sabia que decir, haber escuchado esas palabras de su hermano menor, es un golpe muy duro… -Nada…- Baja la mirada… Sus manos tiemblan un poco por el impacto… Mirando lo que hizo.
-Aioros… Yo… Escucha… No…- El León dorado intenta articular alguna palabra que le ayude a que este conflicto se solucione pero… Es evidente que el poner esa cara de preocupación… y arrepentimiento no está funcionando.
-Está bien…- La voz baja del centauro inunda los oídos de todos, provocando incluso que sientan algo de miedo, preocupación y tristeza.
-No, escucha…- Géminis intenta ser quien porte la voz, y dejar en claro que esto no es la realidad… O al menos intentarlo -Lo que dijo Aioria… No… No fue con intención… O lo que… Dijimos…- Pronunció esto último en un susurro, sintiéndose realmente mal por Sagitario y la desilusión en ese rostro siempre amable.
-¿Dijimos?- Preguntó algo confuso, sus ojos verde oscuro se han quedado ahora mirando a la demás orden dorada, que ninguno sabe que decir, o ha dónde meterse…
No demoro mucho para que comprenda la situación… Y por ende… Sentirse mucho peor.
-Oh… Ya veo…- Su rostro se ensombrece, su cosmos se nota tan triste que… Es contagioso.
Sin pensarlo… Sus manos flaquean, para dejar caer la bandeja repleta de galletas quemadas al suelo… Y que algunas lágrimas escapen, mientras aprieta sus labios… Pero a la vez sintiéndose terrible por desperdiciar comida.
-Lo siento…- Es el hilo de voz que se deja escapar.
-Aioros… No te tienes que disculpar…. – Apresurado el gemelo mayor en intentar remediar en algo las cosas.
-Hermano, disculpa… Yo… Lo que dije… no era cierto, tus galletas… Son…- No pudo terminar de hablar, pues es interrumpido bruscamente por otra voz.
-No, está bien…- El tono lastimero de Sagitario, resuena en la mente de todos, pero sobre todo en la del león…
Que su corazón se oprime por haber dicho algo tan cruel a alguien muy sensible…
Sus orbes fijas en el suelo, Incapaz de levantar la mirada…
Puede ser una exageración, ya que está situación sólo es por las galletas, pero… No sólo es el hecho de un alimento o mejor dicho, postre que se queme sin razón aparente, si no… Lo que existe detrás.
-Si… Es cierto… Mis galletas… No son perfectas… Siempre están quemadas… Y… Lo siento… No debería estar desperdiciando ingredientes… Per… Don…- Sagitario, aprieta sus puños… sus ojos dejan que las lágrimas se escapen de forma torrencial, su rostro compungido… Y su cuerpo listo para escapar -Perdón, por ser un inútil en la cocina…-
Sin mas… Y con el corazón desquebrajado por causa de todos… Se fue templos arriba, tan rápido como pudo.
No era necesario que dijeran la verdad de ese postre, o que intentarán excusar a alguien o a si mismos… Con sus rostros que no se atrevían a mirarlo… Que todos los allí presentes de los dorados, con excepción de Libra…
Que este último está haciendo unos rondines por Rodorio junto al patriarca.
Simple y sencillamente, dejaran ver que este tema si les afecta en cierta forma… que les causa algo de preocupación, y que se nota en sus rostros o cosmos… es suficiente para Aioros, y así darse cuenta que todo este tiempo hizo algo que a nadie le gusta.
-¡¡¡AIOROS!!!- Géminis dio unos pasos hacia delante, quiere alcanzarlo… Pero se arrepiente casi de inmediato, pues… igual piensa que esas galletas son terribles… Sin embargo eso no quita que estuvo mal como se entero el centauro.
-¡¡¡AIOROS!!! ¡¡¡HERMANO!!!- Aioria por su parte, si que siente la peor culpa, ya que fue por sus labios que el noveno guardián descubrió que todos piensan así de sus galletas.
Una nube de pesadez y culpa se comenzó a instalar en los dorados allí presentes.
Unos sólo bajaron la mirada, otros cruzados de brazos sintiendo un arrepentimiento interno y otros que… aún que callados, saben que han hecho sufrir a alguien que no lo merecía…
Y todo… ¿Por qué?
Por qué Aioros de Sagitario… Desde tiempos inmemorables… Desde que su curiosidad por aprender a cocinar el postre favorito de todos los niños… Jamás a podido hacer galletas de chispas de chocolate, ni de ningún otro tipo sin quemarlas, dejarlas cuál carbón y piedra caliza.
No se sabe por qué….
¿Por qué esto sucede?
Es un misterio que aún se desconoce, pero...
¿Puede que alguien lo logre descubrir?
-Genial, ahora si… Lo hicimos llorar-
-Buen trabajo gato-
-No fue culpa de Aioria… Fue un accidente que eso ocurriera.
-Mu, ¿Por qué estas defendiendo tanto a Aioria?-
-No es que lo defienda, es sólo que… Todos tenemos la culpa… Nadie quiso ir ha hablar con Aioros… Y…- El Lemuriano muerde su lengua también, es complicado para él decir algo tan cruel a quien los ha querido tanto, como si de tratara de un hermano mayor para todos.
-Es muy sensible…-
-Al menos ya no tenemos que comernos esas galletas- Señala aquellas rocas calcinadas en el suelo.
Dos fuertes golpes recibe en la cabeza, uno por cada mejor amigo que tiene.
-Te lo mereces cangrejo idiota-
-Le hicimos daño a Aioros y ¿Tú solo piensas en eso…?-
Mientras los demás están discutiendo entre sí, o guardándose sus comentarios…
Saga se acerca al León dorado que… Esta en un momento muy triste por haber hecho llorar a alguien tan importante para él.
-Aioria… Esto… Lamento que Aioros… Se enterara así…-
-Lo conoces… Sabemos que es muy sensible en estos temas…- Su lado racional sabe perfectamente que la actitud del castaño es normal por dicha revelación… De cualquier forma habría actuado así…
¿Quizás?
Pero igual la impulsividad y culpa de un hermano menor por lastimar al mayor…
Quién siempre lo cuido, protegió y le dio todo el cariño y amor que sus padres no pudieron…
Haber sido él, precisamente él que lo hiciera llorar…
-No puedo dejarlo así…- También le duele, y le contagio la tristeza de ser tan mal hermano y haberlo herido.
-Pero…- Nadie dejar terminar a los demás de hablar… Ya que se van corriendo a buscar refugio o intentar arreglar este problema.
Leo solo quiere que si hermano deje de llorar y… De paso… Pedirle disculpas por lastimarlo, en algo que…
Aioria aún no entiende…
Pero, es algo tan importante para Sagitario prepararles galletas, aunque quemadas… Tienen un significado muy fuerte para él.
¿Qué sabe qué sucederá?
Solo se entiende y comprende, que Aioria va templos arriba para llegar a lado de su hermano y pedirle hasta de rodilla disculpas.
¿Funcionará?