Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

A(R)MOUR (Traducción del fanfic de Sinnatious) por XIVA

[Reviews - 11]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Bueno ahora si me permito dar una introduccion al ultimo capitulo de esta sufrida historia... Fueron muchos altibajos que experimente con la traduccion de esta historia, y mucho de eso se debe a que la vida no me permite mucho tiempo pero aqui estoy entregando este episodio final, y sin mas quiero dejarles el como termina esta historia y tal vez que sueñen con un final digno para este complejo y tragico personaje.

Capítulo 14

 

 

Miyagi los ahuyento hacia la puerta con la promesa de que cubriría las clases de Hiroki y sus horas de oficina ese día ‘porque de todas formas le debía unas horas’.

 

Hiroki paso por una suerte de entumecimiento provocado por el horror – porque Akihiko le había escuchado. Había escuchado cada palabra de ese patético, vergonzoso pronunciamiento. Su cerebro se había apagado, incapaz de ver más allá más que percatarse de que Akihiko lo sabía.

 

El rugido en sus oídos era el sonido del último puente que se iba a quemar detrás de él.

 

“¿Estas despierto, Hiroki?”

 

Ellos estaban en el ostentoso automóvil de Akihiko, en el cual el en verdad no recordaba haber entrado, pero el escenario pasando rápidamente a través de la ventana le parecía sorpresivamente familiar. El auto retumbo en medio del tráfico, el ronroneo del motor elevándose y cayendo con cada semáforo de camino.

 

“¿Hiroki?”

 

“¿A dónde vamos?” logro decir, aunque el ya sabía la respuesta.

 

“A mi casa.”

 

Tenía cierto sentido. De cualquier forma, el necesitaba volver a donde Akihiko en algún momento. Todas sus cosas estaban todavía allí. Sus libros, sus calificaciones y su ropa.

 

“¿A dónde fuiste anoche?”

 

Hiroki se irrito. “Tal vez salí a tener un encuentro casual de una noche. Eso es lo que me sigues recomendando ¿Cierto?”  El auto viró bruscamente, y Hiroki se aferró al tablero frontal. “¡Ten cuidado como estas conduciendo!”

 

Akihiko le lanzo una furiosa mirada por el rabillo de sus ojos, y la oscuridad de esa mirada le hizo retroceder. Era una expresión venenosa que le había visto solo en raras ocasiones, e incluso entonces solo estaba reservada para alguien como Haruhiko, nunca para él.

 

Solo duro cuestión de un momento, afortunadamente. “Estas mintiendo,” Akihiko concluyo, y retorno de vuelta a la vía.

 

Hiroki espurreó. “Yo- Como sea, ¿cómo podrías saberlo?” declaro acaloradamente.

 

“Porque si tu fueras el tipo de persona que en verdad hiciera eso, no estaríamos aquí en primer lugar.”

 

No había respuesta que el pudiera articular ante eso, ninguna negación que no sonara hueca en sus oídos.

 

Hiroki se dio vuelta para mirar a la Ventana en vez de contestar.

 

Los nudillos de Akihiko estaban blancos sobre el volante, pero el autor no dijo otra palabra hasta que se estacionaron en el garaje del complejo de apartamentos, la luz demasiado brillante del sol de media mañana abruptamente se eclipso con sombras sucias y grises. El auto deportivo se detuvo. Con un giro de la llave, el motor decayó en silencio, un tic-tac fuerte aparece mientras se enfriaba, el eco se amortiguo a través de las puertas del auto.

 

Ninguno se movió. “¿Porque no dijiste nada?”

 

“Idiota,” Hiroki murmuro. “El que no te enteraras era la cuestión.” Se deshizo de su cinturón de seguridad. “No necesitas preocuparte sobre eso. Solo me desapareceré por un tiempo. Eso pasara al olvido.”

 

Su mano apenas toco la puerta cuando de repente su asiento estaba cayendo. La espalda de Hiroki se estrelló hacia atrás con un grito ahogado en sorpresa, y entonces Akihiko estaba medio suspendido sobre él, con una mano sujetándolo hacia abajo, unos ojos azul-lavanda tan oscuros que eran casi violetas.

 

“Creo,” el autor declaro con exagerado cuidado, “que ha habido algunos malentendidos.”

 

“¿Que ha sido un malentendido?” ¿Akihiko no quería restregárselo en la cara cierto? Él no podría ser tan cruel – no de forma intencional.

 

“Pareces creer que no tengo sentimientos por ti.”

 

“Tu-” La palabra se atascó en su garganta, espeso y pesado de incredulidad.

 

“Yo te amo.” Akihiko lo dijo de forma tan fácil, como si eso no derrumbara esa preciosa poca coherencia que le quedaba a Hiroki en su cerebro, como si eso no volcara todo su mundo y cada verdad dentro de él. El podría odiarlo, solo un poco, en ese momento, de cómo podía hacer eso sin ningún inconveniente.

 

“Pero, Misaki-”

 

“El rompió conmigo meses atrás. El no estuvo aquí para volver conmigo, Hiroki. Si te hubieras quedado en vez de sacar conclusiones, ya lo hubieras sabido ahora.”

 

“Pero…” Hiroki lucho por encontrar las palabras que guardaba con recelo, palabras que cruelmente le habían abandonado. “Tú lo amas.”

 

No había ningún dolor disimulado en los ojos de Akihiko. “…Si.”

 

“Y es por eso que lo nuestro no funcionara nunca,” Hiroki le explico, con una diminuta, sonrisa amarga que el esperaba era una mejor mascara que la de su amigo. “Quítate, Bakahiko. No voy a tener esta conversación acostado sobre mi espalda dentro de tu auto.”

 

La mano de Akihiko solo lo presiono hacia abajo más fuerte. Hiroki podría haberse liberado fácilmente, pero la intensidad de la expresión de su amigo lo aprisiono en su lugar. “No. tu solo huiras de nuevo. Y tú me estas malentendiendo deliberadamente. Yo ya te dije que no iba a volver con él.”

 

Hiroki se enfureció. “Oh, entonces eso lo hace estar bien, ¿Cierto? Yo ya se lo dije a Nowaki anoche. No importa cómo me sienta, no voy a ser el novio de repuesto de nadie.”

 

Un gruñido de frustración se construyó en la garganta de Akihiko. “Te estas haciendo el difícil. Sabes-” Se corto a sí mismo, presionando el puente de su nariz con su mano libre. “Amarlo no te hace alguien de reserva, Hiroki.” Le lanzo una mirada irritada. “Nunca es tan simple con los exes. Tú lo sabes. Tu aun no te has olvidado de él, después de todo. Ni siquiera después de tu amorío con el Profesor.”

 

“Lo tuve.” Había logrado pasar casi un día sin pensar en Nowaki en algún momento, antes de que ese pequeño mocoso terrorista se hubiera aparecido y destruyera la preciosa estabilidad que había conseguido. “Solo me deje provocar de nuevo, es todo.” Forzó una risa, y se odiaba por como su voz temblaba. “Tal vez salir con alguien por despecho no funciona después de todo.”

 

“A mí me ayudo a superar a Takahiro,” Akihiko le comento.

 

La mirada de Hiroki se desvió, sus dedos se aferraron al asiento tapizado. Y Nowaki me ayudo a superarte. “Tú nunca en verdad saliste con Takahiro, idiota.” Era bajo, incluso para él, pero cualquier cosa que hiciera que Akihiko se alejara, que no viera, que no notara. Para preservar el ultimo frágil fragmento de orgullo que aún se aferraba al mástil de su ego.

 

Sin embargo, él había subestimado que tan lejos exactamente había llegado su amigo. Akihiko simplemente se sacudió de las palabras venenosas y dijo, “Algunas veces, puede ser difícil seguir adelante cuando no tienes a donde ir.”

 

Hiroki no pudo evitar las lágrimas salir de sus ojos ante eso. ¿Algo a dónde ir? ¿Porque no el, cuando había estado allí todo el tiempo? Le habría ahorrado haber desperdiciado siete años de su vida con el estúpido de Nowaki.

 

“¿Hiroki?”

 

“¡Ah!” Apuradamente, se secó los ojos y trato de levantarse. “Lo siento, Que estoy- mis ojos solo están cansados, no dormí bien-”

 

“Hiroki.” Akihiko atrapo su mano. “¿Porque no me crees?”

 

El jaló su mano bruscamente, acunándola defensivamente contra su pecho. “Porque tu amaste a Takahiro por años, idiota, incluso cuando él estaba dando saltos de gusto con su novia y comprometiéndose con ella. ¡Y lo último que quiero es perder ante otro Takahashi!”

 

"¿Otro...?"

 

Hiroki se congeló.

 

Akihiko se inclinó hasta que sus narices casi se tocaran, su agarre de repente se apretó tanto que era doloroso. “Hiroki… ¿Exactamente hace cuanto te has sentido así?”

 

Él estaba desconcertado. Demasiadas cosas ya habían sucedido. Ya nada tenía sentido. Ya no quedaba más que comprometerse completamente a esa pesadilla retorcida para que así pudiera finalmente acabar. “Desde siempre, idiota. Desde que tenía edad suficiente para saber lo que es el amor.”

 

Ahí estaba. Lo dijo. Finalmente.

 

Algo desdichado se deslizo a lo largo del rostro de Akihiko ante esas palabras. Una expresión que Hiroki nunca querría volver a ver. El respiro hondo preparándose para lo que se avecinaba, ya no le importaba. Sus últimas reservas emocionales se habían acabado. Su viejo amigo ya estaba enterado. Todo. La última pieza de su armadura se había retirado.

 

“Esa noche cuando estábamos ebrios…” Akihiko comenzó a decir. “Oyéndote mencionar el nombre de otro hombre, en esa situación…” Su cabeza se desplomo contra el hombre de Hiroki, su voz amortiguada contra su camisa. “Ahí fue cuando lo supe. Me destrozó. Y ahora, me doy cuenta que te hice algo peor…”

 

“I-idiota,” Hiroki tartamudeo. “Fue mi culpa, no tuya.” Esto no era parte de ese libreto anticipado.

 

“Yo nos habría ahorrado a ambos muchos problemas si no hubiera sido tan ciego en ese entonces.” Se rio, y el sonido se estremeció contra su pecho. “Bueno. Eso explica muchas cosas.” Finalmente levanto su cabeza. “Pero ya no amo a Takahiro. No más que a un amigo. Eso lo sabes, ¿Cierto?”

 

“¿Estás seguro?” Hiroki dijo ronco. “Si Takahiro se divorciara de su esposa y viniera a ti, ¿Le dirías que no? ¿Estás seguro de eso?”

 

“Lo haría. Y yo aun amo a Misaki, pero le diría no a él también. Y con el tiempo ya no amare más a Misaki, tampoco. Y tú dejaras de amar a Nowaki, y seremos solo nosotros.”

 

Eran unas dulces palabras. Todo lo que él siempre quiso. Pero… “Bien,” Hiroki murmuro. ‘Muy bien. Si estás seguro de eso.”

 

Akihiko se alejó, considerando esa respuesta. “No me crees ¿Cierto? No crees que esto va a durar.”

 

La risa le destrozo la garganta como cristal roto. “Nunca dura. Siempre es algún tipo experimentando con su sexualidad antes de establecerse con una esposa, o alguien que solo quiere sexo sin compromiso, o alguien esperando su momento hasta que encuentran a alguien más joven, más manejable a quien perseguir.” El desvió su rostro para evitar esos ojos inquisidores. “Tal vez no será Takahiro o Misaki, pero será alguien más eventualmente. Siempre es así.”

 

El agarre de Akihiko se apretó de nuevo, y Hiroki dejo salir un siseo entre dientes, finalmente liberando su brazo. Akihiko lo dejo ser, su mirada se tornó distante. “Debería matarlos por lo que te hicieron. Incluso si eso nos unió.”

 

“Ya basta de esos discursos melodramáticos. Si que eres un escritor,” Hiroki resoplo, aunque sus mejillas se colorearon al tiempo. El ajusto el asiento hacia arriba de nuevo. “En serio, quien habla de esa forma.”

 

“Pensé que te gustaba como escribo.” La broma era casi distraída, hasta que el escritor volcó toda su atención a el de nuevo. “Te voy a probar que te equivocas, Hiroki. Incluso si me toma toda la vida.” El tomo su mano, y entrelazo sus dedos juntos. “Nos conocemos hace mucho tiempo. Tú sabes que nunca rompo mi palabra.”

 

Él era un idiota. Un tonto que no sabía decir no, que se condenaría a sí mismo una vez y otra vez al mismo maldito destino. “Si, te conozco. Un verdadero romántico hasta el final. Ya te dije que sí, ¿Cierto?”

 

Akihiko sonrió, una verdadera sonrisa genuina, para él, y se inclinó para robarle un beso. Duro demasiado y se transformó mas allá de lo casto con pasmosa velocidad.

 

Cuando finalmente se separaron, Hiroki estaba presionado incómodamente contra la ventana del auto con la manija de la puerta presionándose contra su espalda. “Estamos muy viejos para hacer esto en el auto, Bakahiko.” Sus palabras salieron más agitadas de lo que él quisiera.

 

“Al apartamento,” Akihiko coincidió inmediatamente. Estaban fuera del automóvil y ya en el elevador en tiempo récord.

 

 

 

………………….

 

 

 

No fue sino hasta que alcanzaron el umbral del apartamento que Hiroki se dio cuenta de que algo aun andaba mal. Específicamente un par extra de tenis aparcados en la entrada.

 

“¿Aun está aquí?”

 

Akihiko se aferró su mano, como si temiera que está a punto de salir huyendo. “Yo te elegí. Lo que tuve con Misaki se acabó. No me voy a disculpar por eso. Pero no puedo sacarlo de aquí. Después de todo él es el hermano menor de un viejo y querido amigo.”

 

Eso era… exasperantemente razonable. Pero Hiroki aún estaba desequilibrado como para sentirse “razonable”.

 

“¿Usagi-san?” Su presencia había sido notada aparentemente mientras Misaki vacilantemente deambulaba en la planta baja. Parpadeo y se echó para atrás. “¡Ah, Kamijou-sensei! ¡Regresó!”

 

“No esperaba que aun siguieras aquí,” Hiroki admitió con más acidez que el deseado. La mano de Akihiko se apretó, Aunque no estaba seguro si era por censura o por confortarlo. Sin embargo, el tenía una genuina curiosidad, así que lo intento en un tono más neutral, “¿No te has reconciliado con Nowaki aun?”

 

“No he hablado con él,” Misaki admitió, su rostro enrojecido, sus puños cerrados, sus ojos fijos en el suelo.

 

“¿Como? Estoy sorprendido que ese idiota no este tirando abajo la puerta a golpes.”

 

Misaki se encogió. “Probablemente no sepa dónde estoy.”

 

No se le había ocurrido a el que Nowaki podría no haberse dado cuenta que ‘Usagi-san’ era de hecho, Akihiko.

 

Eso… en realidad ayudaba. Era absurdo, por supuesto, pero considerando que Hiroki no había encajado las piezas del rompecabezas hasta que se vio cara a cara con ellos, era más que posible que Nowaki aun permaneciera ajeno a eso. Muy probablemente, de hecho, si su confusión ante el aparente presagio de Hiroki fuera algo que terminara siendo ignorado. Pero el saber que su antiguo amante se había ido a vivir en pareja con el más reciente encaprichamiento de Akihiko sin saberlo hacia de todo este asunto algo más ridículamente trágico más que maliciosamente doloroso.

 

El teléfono sonó, rompiendo con el incomodo silencio. “Ah, esa debe ser Aikawa-san,” Misaki dijo. “Ella vino más temprano, cuando estaban fuera.”

 

Hiroki pudo sentir a Akihiko observándolo con el rabillo del ojo. “Puede esperar.”

 

“Idiota, ve a contestar el maldito teléfono. No me voy a ir a ningún lado,” Hiroki resoplo, halando su mano libre y empujando al escritor hacia el teléfono. “O ella seguirá llamando, eso ya lo sabes.” ‘Y llegar en momentos muy inconvenientes’ se quedó sin decir en voz alta.

 

La promesa de eso fue suficiente para enviar a Akihiko arrastrando sus pies hacia el teléfono y desaparecer con él en la cocina. Dejando a los dos solos parados en la sala.

 

Misaki le lanzaba miradas furtivas, como un estudiante que se hubiera saltado unas clases y tuviera temor de preguntar de que se trataba la tarea. “Kamijou-sensei… ¿Cómo conoce a Nowaki?”

 

“Pregúntale tú mismo.” En los pasados dos días había estado confrontado con demasiadas conversaciones francas para añadir una más a la lista. “Mocoso, sabes que no puedes esconderte aquí para siempre.”

 

El muchacho se encogió – si empezaba a llorar, Hiroki lo iba a abandonar justo en ese momento, y mandaría al diablo la promesa hecha a Akihiko. “Lo sé," le susurro.

 

Hiroki suspiro. “No me refiero a eso. Mira, por conocimiento sé que él está allí afuera buscándote exhaustivamente en las calles preocupándose como un estúpido. Ve. Llámalo, lo que sea. No dejes pasar más tiempo.” ‘Como lo haría yo’ dejo en el aire sin mencionar.

 

Misaki se removió inquieto, agachando la cabeza. “Creo que tienes razón.” Sus mejillas se sonrojaron. “…¿El en verdad está buscándome?”

 

Hiroki se mofó. “¿Tu piensas que él no lo haría?” Obviamente él estaba rodeado de idiotas.

 

El, sin piedad aplasto la diminuta voz que sugería que no eran los únicos idiotas en la habitación.

 

Esa misma luz había florecido en esos ojos verdes, eso – la misma luz que había visto en ese par familiar de ojos azules la noche anterior. Esperanza, determinación y obstinación.

 

A pesar de todo ellos estarán bien.

 

“¡Cierto! ¡Cierto! Um, creo que debo irme,” Misaki dijo, rebuscando torpemente para recoger el par de cosas que había traído consigo. “Gracias, Kamijou-sensei. Ah, lamento la molestia. Si pudiera decirle a Usagi-san por mi…”

 

“Si, seguro, no hay problema,” Hiroki lo despidió con irritación. Exasperantemente, el niño le sonrió. Claramente estaba perdiendo su toque.

 

El muchacho se puso los zapatos. “Te doy un consejo,” Hiroki añadió de repente. Misaki hizo una pausa, mirándolo de vuelta. “Aquellos del tipo medico no tienen mucho tiempo. Ellos trabajan horarios extraños, y algunos días ellos para nada llegan a casa. Cumpleaños, aniversarios, días festivos, no importa que planes hagas, hazte a la idea de pasarlos solo. Si no puedes manejar eso… No vale la pena. Ahórrate la agonía ahora y acaba con eso.”

 

La cara del niño se ilumino con una expresión lo suficientemente determinada como para mover montañas. “¡No lo haré!”

 

Luego se había ido, por fin, la puerta se cerró de golpe detrás de él. Con suerte de forma permanente.

 

“Eso fue amable de tu parte,” Akihiko murmuro, unos brazos serpenteando alrededor de su cintura.

 

Hiroki se paralizo por un momento – un reflejo que probablemente le tomaría un tiempo erradicar. “¿Lo escuchaste?” Luego, dijo con retraso, “Solo estaba velando por mis propios intereses, es todo.”

 

Un resoplido de risa se estrelló contra su oído. “Ya me encargué de Aikawa. Ella no se aparecerá por aquí el resto del día.”

 

Ese comentario estaba cargado de promesa. Y de nuevo, Hiroki no pudo evitar ponerse tenso contrariándolo.

 

Akihiko debió haberlo sentido, pero no hizo ningún comentario, solo se quedó allí hasta que eventualmente Hiroki se relajó una vez más.

 

Paciente. Brindando su apoyo. Y muy, muy comprensivo.

 

Él había visto ese tipo de devoción antes. Pero ¿Tenerlo dirigido solo a él? “Te das cuenta que esto va a tomar un tiempo para adaptarme,” Hiroki murmuro.

 

“Lo que sea que necesites.”

 

Tal vez eso no funcionaria. Las probabilidades estaban en contra de él. Tal vez en esta ocasión, lo quebraría para siempre.

 

Sin embargo, tal vez en esta ocasión…

 

“Yo cumplo mis promesas, Hiroki,” Akihiko murmuro contra su cabello. “Hasta el día que ya no me quieras más a tu lado.”

 

Y eso, más que cualquier otra cosa, fue lo que hizo que Hiroki quisiera creerle.

 

“Idiota,” le musitó. “Una promesa como esa necesita de dos personas. No te pongas a hacerlas por tu cuenta.” El entrelazo los dedos de sus manos juntas y cerro sus ojos, y se dejó hundir en la esperanza. “Yo lo prometo también.”

Notas finales:

Primero quisiera tomarme un minuto para soñar con el deseo de que esta alternativa pudiera desarrollarse mas, es decir… A nivel de escritura erotica esta pareja tiene mas sentido… Y ciertamente Hiroki seria una pareja sexual mucho mas activa y experimentada que Misaki… Pero entonces no seria Junjou Romantica, porque bueno ya hemos tenido casi 60 episodios donde nos queda mas que claro que Usami y Misaki son una pareja que se ama hasta el infinito y esto solo es un fanfic…. Pero si debo decir que Misaki me ha salido a deber en su “performance” como amante… Pero bueno ama a Usagi-san y se esfuerza por ser cada vez mejor para estar a su nivel y eso es lo que importa.

Por otro lado, ya hablando de esta historia, me alegra que porfin Hiroki se haya comunicado con Usami, que se haya confesado y este tratando de retirarse la armadura emocional que ya tiene como costumbre usar, aun tiene mucho camino, le esta costando confiar y debo decir que Usami tiene un desafio hacerle cambiar de opinión aun cuando por fin esta manifestando lo que siente y piensa, es que si soy sincera me parecio que se intereso en Hiroki de la nada, como despechado, y entiendo si Hiroki no quiere volver a ser un plato de segunda mesa, todo paso muy rápido, y a estas alturas Usami sabe que con su nueva pareja los hechos valen mas que mil palabras (Ser escritor no le ayuda mucho)… Por otro lado Hiroki lo siento todavía muy maltrecho con todo lo que paso, todavía esta reacio a entregarse por completo cuando le han lastimado su corazón tantas veces, y entiendo porque se ha sentido rechazado tantas veces por lo que se aferra a su orgullo, lo único que le queda. Y aun asi es lo suficientemente buena persona para dar consejos a esos que no lo merecen, es como en ingles el concepto “be the bigger person” y pues demostrando que es alguien mas maduro que Misaki y Nowaki, y pues debido a eso y su sufrimiento la autora de esta historia quiso recompensarle con estar “con su verdadero amor” y que por primera vez el sea a quien buscan y que hagan el esfuerzo para enamorarlo, porque al parecer Usami ahora si pondrá sus esfuerzos en conquistarlo y convencerle de que lo que siente es real y que no desaparecerá. Ya como apartado, en lo personal no dejaría que  Hiroki le permita a Nowaki llamarlo “Hiro-san” porque ya perdió ese privilegio y ojala que no se los vuelva a encontrar en un futuro… Pero en fin al menos en este universo siento que esta pareja tiene mas cosas en común que con las canon, pero les deseo felicidad a ellos.

Ahora ya finalizado este proyecto debo anunciar que ya puedo concentrarme en mi otra ultralarga-casi-en-hiatus fanfic “Mientras no tengamos rostro” porque ahora ya me puedo dedicar a escribir… Pero debo ser sincera es mucho mas fácil traducir que escribir de la nada y reestructurar historias y darles continuidad ha sido un desafio para todos estos años, tanto que he contemplado cambiar el estilo de escritura para dar mas fluidez y concretar mas… Y tal vez me tome cierto tiempo, que no tengo porque como mencione antes ahora tengo mas responsabilidades personales y el tiempo se me agota terriblemente, pero estoy dando esperanzas porque de este modo podre continuar con la historia y con mucho esfuerzo lo terminare, me digo esto todo el tiempo.  Asi que esperen al nuevo episodio… Por ahora es todo lo que puedo comentar.

De resto chicos solo me queda agradecer su tiempo y que esperen porque “Mientras No Tengamos Rostro” va a volver… Me esta costando lo reconozco pero va a volver solo espero que los que me acompañaron en esa historia continúen conmigo… Sin mas gracias y nos volveremos a leer de nuevo… Bye!!!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).