Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Notice me, senpai por Sora Hatake

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

—Estoy en casa —dijo Kakashi entrando a su hogar para quitarse el calzado en la entrada.

—Se atoro, ayúdame a sacarlo

—Eso hago

Kakashi fue hacia la sala para ver aquella escena extraña — ¿Debo preguntar? —dijo al ver una botarga de oso a la cual Sukea intentaba quitarle la cabeza

—No, mejor ven a ayudarme —respondió Sukea mientras jalaba

Kakashi dejo su mochila a un lado y se acercó para ayudarle a jalar la cabeza hasta que salió.

—Está demasiado caliente aquí dentro —dijo Obito sudando dentro de la botarga

— ¿Qué se supone que hacen? —preguntó Kakashi

—Te dije que no debías preguntar —reclamó Sukea

Kakashi negó con la cabeza, escucho el teléfono sonar así que se acercó a contestar.

—Ayúdame a quitarme esto —dijo Obito

—Espera, dame un momento —Sukea busco entre sus cosas para sacar una cámara

— ¿Qué demonios haces? Deja eso y quítame el traje

—Te ves muy ridículo, necesito tomar una foto de esto —dijo el castaño para apuntar con la cámara a su amigo mientras reía.

—Si fueras tú el que estuviera dentro de esto no sería gracioso —se quejó Obito moviendo los brazos haciendo reír más a Sukea.

—Estas fotos valen oro —decía mientras seguía capturando imágenes para luego poner la cámara a un lado y acercarse a ayudar a Obito.

—Maldita sea, estoy sudando demasiado, dame una soda —dijo el azabache mientras jadeaba.

—Voy por ella —Sukea dejo la botarga a un lado para ir a la cocina.

Obito se echó en el sillón mientras jadeaba, Sukea regreso y le dio una lata de soda. —Gracias viejo

Kakashi colgó y puso el teléfono en su lugar. —No sé qué planeen hacer, pero será mejor que esta cosa se vaya antes del fin de semana.

— ¿Por qué? —preguntó Sukea

—Porque papá viene este fin y no sé qué tanto le guste ver una botarga de oso.

—Descuida, la usaremos el viernes en la tarde, así que me la llevaré ese día temprano a la escuela. —respondió Sukea

—Bien, ¿te quedas a comer Obito? —preguntó Kakashi yendo a la cocina

—Claro, como en los viejos tiempos, ¿no? —respondió Obito codeando a Sukea

—Sí, parecía que no tenías casa porque siempre estabas aquí —comentó Sukea

—Si…siempre, incluso cuando Kakashi se cayó del árbol, ¿lo recuerdas?

—Aquí preferimos no mencionar eso —murmuró Sukea.

—Oh, lo siento.

—Descuida, de todas formas tienes razón, siempre has estado aquí, y lo seguirás estando, ¿verdad, mi soul mate? —preguntó Sukea

Obito vio a Sukea fijamente quien al notarlo le sonrió. —Claro, siempre estaré aquí para ti, Sukea

—Nos vemos mañana —se despidió Obito saliendo de la casa para subir a su bicicleta e ir camino a la suya.

Mientras avanzaba por el lugar pudo ver a lo lejos a cierto castaño así que se detuvo a su lado.

—Hola enano —saludó Obito

—Obito, ¿qué haces por aquí? —preguntó Yamato

—Voy camino a casa —respondió bajando de su bicicleta — ¿Y tú?

—Veo los cerezos, están cerca de florecer…eso significa que nuestro tiempo se termina. Itachi, él dijo que lo hará pronto, va a declararse a Shisui. ¿Qué hay de ti?

—No puedo declararme a Sukea, él quiere a Mei —dijo Obito, tras decir aquello sintió un dolor en su pecho y comenzó a toser aquellos pétalos rojos.

Los dos se quedaron unos minutos contemplando el árbol de cerezos frente a ellos.

—Yamato…tengo miedo de morir. —soltó el chico mientras su voz se quebraba.

—Obito—Yamato se giró para ver las lágrimas deslizándose por las mejillas del azabache.

— ¿Por qué las cosas deben ser así? No quiero morir, le dije a Sukea que estaría a su lado siempre y eso quiero hacer.

Yamato solo acertó en acercarse a Obito para abrazarlo, no sabía que palabras decir para consolar al azabache.

Los dos se sentaron en una banca que era iluminada por una lámpara, bajo el cerezo que servía de reloj para su enfermedad.

— ¿Sabes en qué momento te enamoraste de Kakashi? —preguntó Obito

—Si… lo sé bien. —contestó Yamato. —Siempre he estado solo… mis únicas amigas eran Anko y Yugao, pero ellas tenían a sus amigos, incluso si intentaban integrarme a sus grupos yo no encajaba. En los almuerzos y horas libres siempre iba a la biblioteca a leer algo mientras pasaba el tiempo, fue ahí que lo vi. Kakashi-senpai también estaba solo, leyendo. Siempre lo observé de lejos, pensé que era igual a mí, pero no, él si tenía amigos. Él decidía si estar solo o rodeado de gente mientras que yo no tenía opción, me parecía increíble, además de que era bueno en todo lo que hacía; sus calificaciones eran altas, era bueno en deportes, él es todo lo que yo deseaba hacer, y quería acercarme más a él, pero claro, alguien tan tímido como yo no podía hacerlo, la primera vez que hablamos, no le dije más de 5 palabras, mientras que él…se portó tan amable conmigo —contaba el chico mientras recordaba aquel momento.

 Era un día lluvioso. Sus dos amigas habían faltado a clases porque estaban enfermas. Él no le hablaba a nadie más, así que mientras los demás compartían sombrillas, él corría bajo la lluvia porque no llevaba una, ni tenía a nadie que le ofreciera protección.

Por si la lluvia no fuera suficiente, tropezó de la forma más torpe posible, esperaba que nadie lo hubiera visto porque se moriría de vergüenza de ser así. 

—Oye, ¿estás bien? —preguntó alguien extendiendo su mano.

Que tan mala suerte tenía como para que si hubiera alguien cerca. Asintió con la cabeza y tomo aquella mano para levantar la mirada y toparse con él.

—Parece que vamos a la misma escuela —comentó Kakashi mientras lo ayudaba a levantarse. — ¿En qué grado vas?

—Primero…

—Oh, yo voy en segundo, entonces soy mayor que tú, puedes decirme Kakashi-senpai —dijo el chico para sonreírle. — ¿Tienes sombrilla? —preguntó. Yamato negó con la cabeza. —Entonces toma la mía —dijo extendiendo su paraguas.

—Pero…

—Tómala, ¿qué clase de senpai sería si dejara que mi Kohai fuera bajo la lluvia mojándose? —dijo Kakashi para dársela. —Devuélvemela después, ¿bien? —Yamato solo asintió. —Nos vemos luego entonces —dijo para hacer un gesto de despedida e irse.

—Gracias, senpai —soltó Yamato mientras lo veía correr bajo aquella lluvia.

—Ahora tenía un motivo para hablarle, devolverle su sombrilla —dijo el chico.

— ¿Y lo hiciste? —preguntó Obito

—No…me daba demasiada vergüenza hablarle; Aun la tengo en casa, espero poder entregársela algún día.

—Kakashi, es algo extraño sabes, él es seco con los demás, pero con sus cercanos es amable. Incluso si Sukea lo saca de quicio a veces, él sigue cuidándolo como si fuera un cachorro. —contaba Obito.

— ¿Tú sabes por qué se llevan mal? —preguntó Yamato.

—Sakumo-san, su padre, parece tener preferencia por Kakashi, ya sabes, aunque sean gemelos Kakashi es el mayor, el de las buenas calificaciones que es perfecto en todo, y Sukea…no le digas a nadie esto, pero todo lo que hace es con el fin de llamar la atención de su padre. Él es inteligente, tanto como Kakashi, pero piensa que metiéndose en problemas su papá lo va a notar, por eso es así, estoy seguro de que Kakashi lo sabe, y aunque no lo detiene siempre busca ayudarlo. —respondió Obito. — ¿Sabes por qué Kakashi tiene una cicatriz en el ojo? —Yamato negó con la cabeza. —Se la hizo por proteger a Sukea. Cuando éramos niños teníamos una casa del árbol. Yo siempre iba a jugar con ellos; En aquellos tiempos Sukea ya peleaba por la atención de Sakumo-san, ya que tengo entendido que su madre murió cuando aún eran bebes. Ese día, era tan parecido a los otros, éramos solo unos mocosos de 7 años jugando.

—Yo voy a proteger a todos porque soy el hombre araña —decía Sukea que tenía un muñeco del super héroe

—No, Iron man es más fuerte —respondió Obito poniendo su figura al frente

— ¿Por qué? —preguntó Sukea

—Porque…eh, tiene dinero —contestó Obito

—Eso es muy tonto, no puede ser fuerte solo por eso.

—Si puede, Batman lo es

—Yo puedo ser como el hombre araña y trepar las paredes, ¿quieres ver? —dijo Sukea

—Papá dijo que no hicieras eso —regaño Kakashi que estaba en una esquina leyendo un comic mientras los oía discutir.

—Solo dijo que tuviera cuidado —replico Sukea

—No, él dijo que no lo hicieras

— ¡Niños! ¡Vengan ya a comer! —gritó el hombre desde la casa.

—Ya verás como yo tengo razón, bajare trepando como el hombre araña

—Mejor bajemos normal —dijo Obito

— ¿Acaso te da miedo? —preguntó Sukea yendo hacia la salida

—Pues si… —contestó Obito apenado—voy primero —dijo para bajar por las escaleras del árbol.

—Yo no le tengo miedo a nada —dijo Sukea corriendo hacia la salida para ser detenido por Kakashi

—Papá dijo que no corriéramos aquí —le dijo Kakashi

— ¿Por qué eres tan mandón?

—Porque tú eres muy tonto

— ¡No soy tonto! —dijo jalándose.

—No lo hagas, estas cerca de la salida —Kakashi lo sujetaba con fuerza —Te vas a caer

—No porque soy un super héroe, puedo trepar y —Sukea dio un jalón fuerte soltándose de Kakashi y perdiendo el equilibrio en la orilla de la casa.

— ¡Sukea! —Kakashi reacciono rápido por instinto para jalarlo de la ropa, pero el peso de su hermano provoco que se fuera con él, por suerte pudo dejar una mano en la orilla mientras con la otra sujetaba a su hermano menor.

— ¡No me sueltes Kakashi!  —gritaba Sukea entre lloriqueos intentando aferrarse al brazo de su hermano.

—Obito, ¡llama a papá! —índico Kakashi aferrándose con todo lo que podía para que ninguno de los dos cayera

Obito que estaba en shock viendo desde abajo solo atino a asentir para correr hacia la casa.

—Sukea, no tengo mucha fuerza, yo no soy un super héroe, pero tú sí, así que intenta sostenerse de la rama a tu lado —decía Kakashi que sentía como su pequeña mano se resbalaba.

—No puedo, está lejos, no la alcanzo —contestó Sukea

—Balancéate

—Pero… ¿podrás sostenerte si lo hago? ¿No te vas a caer?

—No, tú solo hazlo, estaré bien

Sukea comenzó a moverse hacia su izquierda intentando llegar a la rama del árbol—Ya casi

—Cuando estés cerca sujétate a ella y me sueltas

—Bien, solo otro poco —Sukea se movió hacia la rama y cuando estuvo cerca se soltó de Kakashi y se abrazó a la rama. — ¡Lo hice Kakashi! —dijo emocionado para girarse a ver a su hermano quien ya no pudo soportarlo más y se soltó. — ¡Kakashi!

—Las ramas de aquel árbol amortiguaron la caída de Kakashi así que no fue tan grave, solo se rompió el brazo y tenía algunos golpes, pero una de las ramas lo golpeo en la cara mientras caía, por suerte fue un rasguño superficial y solo le dejo una cicatriz en su ojo.

—Entonces, Kakashi-senpai prefirió caer solo antes que hacerlo con Sukea —dedujo Yamato tras escuchar aquello.

Obito asintió. —Es su hermanito menor, aunque Kakashi sea un mandón siempre lo procura. Pero los días después de eso, toda la atención de Sakumo-san estuvo en cuidar a Kakashi tras la caída.

—Y Sukea debió ponerse celoso

—Claro, él lo estaba, y mucho, pero es un idiota de buen corazón, aun así, estuvo ayudando a Kakashi hasta que se recuperó. Fue la primera vez que vi a Sukea poner atención en clases, él hacia todos los trabajos y tareas para llevárselos a Kakashi y que se pusiera al corriente cuando su brazo estuviera bien; fue cuando descubrí que no él no es tonto, solo actúa así. Incluso si fue el mejor de la clase durante ese tiempo, su papá seguía sin prestarle atención. Pero yo sí, yo si lo note, note que Sukea incluso siendo así quería a Kakashi a su forma, que era alguien muy inteligente, y creo que desde entonces me gusta, por su forma increíble de ser; si nunca le dije nada, es porque me da miedo que las cosas no funcionen y arruine nuestra amistad.

Obito era mejor amigo de Sukea, habían estado juntos desde pequeños, mientras que su amor por Kakashi era distinto; Obito había tenido ese sentimiento imponente de no poder declarar sus sentimientos más tiempo que él, por eso, incluso si sentían el mismo dolor, sabía que los sentimientos del mayor eran claramente más fuertes que los suyos por Kakashi, pero si su amor era más fuerte, el dolor lo debía ser también.

—No entiendo porque si tú me invitaste a cenar, debe ser en mi casa —decía Orochimaru.

—Porque la mía esta echa un desastre, no he limpiado en una semana y sé que no te gustaría comer ahí —respondió Jiraiya acomodando la comida en la mesa. — ¿Las niñas no están?

—No, se fueron a una pijamada con una de sus amigas

—Genial, entonces tenemos la casa sola —Jiraiya le guiño un ojo.

—No empieces con tus cosas raras. —reprocho Orochimaru

—Bueno entonces mi linda serpiente, vamos a comer, sé que te gusta el vino así que compre el mejor —dijo Jiraiya mientras se sentaba

—Te dije que no me gustaba que me dijeras así

— ¿Entonces qué apodo lindo te gustaría?

—Ninguno, ¿por qué deberíamos tener apodos lindos? —cuestionó Orochimaru tomando su copa

—Pues…porque si

—Eso no es un argumento convincente.

—Ya, mejor come para que me digas que tal quedo lo que prepare

— ¿Tú hiciste la comida? —preguntó Orochimaru

—Claro, todo lo que ves aquí yo lo hice con mis propias manos —habló orgulloso Jiraiya

—Qué bueno que me dices…para no comer —dijo de forma sarcástica Orochimaru

— ¿Eh? ¡Oye! Por si no lo sabes tengo buena sazón, come, come, anda —decía Jiraiya molesto

Orochimaru rio por el gesto de su amigo y comenzó a comer.

—Eres lindo cuando te ríes, hagámoslo un poco más —dijo Jiraiya

La noche se fue entre charla y risas, recordando viejos tiempos, comparándolos con los nuevos y hablando sobre el futuro incierto, si es que había uno.

—Entonces… ¿harás lo que te dije? —preguntó Orochimaru

—Sí, estoy listo para hacerlo —contestó Jiraiya asintiendo

—Adelante, ve, yo recojo este desastre —Orochimaru se levantó de su asiento.

Jiraiya también se puso de pie y camino hacia el azabache.

—Vamos Jiraiya, ve a confesarte, debes vivir

—Orochimaru, lo que voy a decir probablemente me cueste la vida —dijo el hombre sonriendo

—Lo sé… pero tienes pocas opciones.

—Sí, lo entiendo bien, y quiero que sepas que estoy totalmente seguro de lo que hago. —Jiraiya tomo la mano de Orochimaru quien lo vio confundido. —Orochimaru, si estoy enfermo es porque soy un idiota que se enamoró de alguien que no lo ama, lo sé bien, pero aun así quiero decirlo, yo te amo como no te lo imaginas.  

—Jiraiya, ¿por qué?

— ¿Debe haber un por qué? ¿No puedo simplemente enamorarme de mi mejor amigo? Dime Orochimaru, ¿Qué hay de ti? ¿Me amas?

El azabache se quedó pensativo. —Si

Jiraiya lo vio para comenzar a reír. —Orochimaru…el pecho me duele, sé que no es cierto, y está bien, no puedo obligarte a amarme, siempre lo he sabido. Incluso si tú me mientes, tus sentimientos no lo hacen, y no me corresponden.  —dijo para sonreírle. —Esto se siente horrible —soltó antes de sentir una fuerte punzada en el pecho que lo hizo caer al suelo.

— ¡Jiraiya! —Orochimaru se hinco para sostenerlo y poner su cabeza sobre sus piernas, sujeto de nuevo la mano de su amigo. —No, no me hagas esto

—Lo lamento Orochimaru, pero prefiero morir así antes que ser un cascarón vacío sin sentimientos. Es todo un sueño morir en tus muslos 

— ¿Por qué eres así incluso en estos momentos? —se quejó Orochimaru

—No quiero morir llorando, eso sería muy triste, pero morir en tus brazos, ahhh, eso sí que me gusta. Además…quiero que me recuerdes siempre así, como un tonto enamorado que solo puede pensar en ti, aun sabiendo que tú decidiste no volver a amar, yo elegí amarte —decía Jiraiya sin soltar la mano de Orochimaru que sostenía con firmeza.

 —No puedes morir Jiraiya, no te permito hacerlo, dime… ¿quién va a llevarme mi café cada mañana? ¿Quién va a llamarme cada noche que no pueda dormir?

—Pensé que no te gustaba el café

—No me gusta…pero siempre me lo tomo solo porque lo envías tú —contestó Orochimaru viéndolo fijamente. — ¿Aun te duele? —cuestionó poniendo su mano en el pecho de Jiraiya

—No, ya no lo hace

—Estas mintiendo…

—Me conoces bien, si te soy sincero, siento como las raíces de las flores aplastan mi corazón, y es una sensación tan dolorosa…pero está bien, quiero reír contigo un poco más.

—El apodo que me pusiste…si me gusta —soltó Orochimaru

Jiraiya soltó una risita y cerró los ojos. —Mi linda, linda serpiente, cuando no puedas dormir solo mira el cielo, y cuéntale a la estrella que más brilla tu día…porque ese seré yo escuchándote. Siempre estaré contigo, porque te amo, te amo ahora y te amaré por mil años más, por toda la eternidad. —dijo mientras sonreía.

Orochimaru sintió como el agarre de su mano se iba haciendo débil poco a poco hasta que lo soltó.

— ¿Jiraiya? ¡¿Jiraiya?! —exclamó moviéndolo sin obtener respuesta—No, no, dijiste que querías reír un poco más, no me dejes ahora, por favor —decía entre sollozos mientras abrazaba el cuerpo de su amigo sin obtener ninguna respuesta. —Jiraiya…por favor

—Parece que va a llover —dijo Yamato sintiendo una gota caer en su rostro.

—Es hora de ir a casa. Nos vemos mañana —contestó Obito subiendo a su bicicleta. —Debes devolverle esa sombrilla a Kakashi algún día

—Lo haré, solo si tú le dices a Sukea lo que sientes

Obito sonrió al escuchar eso—Tal vez si me agradabas más cuando no hablabas y no me pedias este tipo de cosas

Yamato rio al escuchar aquello—Ten cuidado

—Tú igual—dijo Obito antes de irse.

Yamato vio una hoja caer del árbol de cerezos; Las flores de aquel árbol estaban cerca de florecer, y en algún lugar había una marchitándose.

Notas finales:

Me es dificil escribir este tipo de capítulos ya que prefiero escribir cosas soft, pero bueno

Espero les haya gustado, gracias por seguir leyendo

Nos vemos en el próximo capítulo.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).