Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Notice me, senpai por Sora Hatake

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

—No, ¿a ti te gusta? —devolvió la pregunta Shisui—¿Ella es quien provoca que tosas flores?

Itachi negó con la cabeza. —Es solo que…tú y ella estaban muy juntos, y de un momento a otro ya no

—Ah, eso. Pues…es agradable y linda, pero cuando le dije que ya no podría acompañarla a casa por cuidarte, se molesto y me reclamo eso. No pudo entender lo grave que es tu enfermedad

—Oh, lo lamento, creo que arruine tu amistad con ella

—No, no, para nada, alguien que no comprende que yo quiero cuidar a mí amigo porque está gravemente enfermo no vale la pena. Pero si no es ella, ¿entonces por quién tienes Hanahaki? ¿De quién estas enamorado? —cuestionó Shisui

Itachi se detuvo y respiro hondo, aun no se sentía listo para decirlo. —Yo…no te lo puedo decir  

—Esta bien si no me lo quieres decir —habló Shisui, Itachi se giró a verlo para encontrarse con aquella sonrisa comprensiva que siempre le daba. —Pero, si hay algo importante que yo te quiero decir

—¿Algo importante? —repitió confundido Itachi

—Si, pero antes de que lo haga debes prometerme que no importa lo que te diga, seguiremos siendo amigos, prométemelo

—Te lo prometo —respondió Itachi sin dudar

—Pero hazlo bien, prométemelo por el dedito —dijo Shisui levantando su meñique

—Si que es algo importante, pero te lo prometo —Itachi cruzo su meñique con el de su amigo.

—Bien, ahora si —Shisui se puso serio y tomo una bocanada de aire. Itachi vio como sus mejillas se ponían rojas. —Itachi, a mí no me gusta ninguna chica, me gustas tú

—¿Yo? ¿Es enserio? —el azabache estaba atónito.

—Si no te gusto esta bien, no tienes que corresponder, solo…quería decírtelo porque me da miedo perderte por la enfermedad de las flores que tienes. —Itachi negó con la cabeza aun sorprendido. —¿No te gusto?

—No me vas a perder Shisui —Itachi se abrazó a su amigo de golpe. —Porque la persona que me provoca toser flores, eres tú.

—¿Yo te provoque esto? —cuestionó Shisui

—No, yo me lo provoque al enamorarme de ti, pero me es imposible no hacerlo, sabes —decía Itachi. —Me enamore de la forma en la que te preocupas por mí, de la forma en la que me miras, de la forma en la que me hablas… de la forma en la que sonríes cuando bromeamos.

—Itachi —lo nombro Shisui para corresponder el abrazo.

—Por favor, cuídame siempre Shisui

—Dime… ¿por qué esperaste tanto para decirme?

—Porque quería estar seguro de que me correspondieras, no quería solo confundir tu amabilidad con algo más

—Entiendo, pues te correspondo totalmente Itachi. —Shisui se apartó un momento. —¿En qué momento empiezas a vomitar las flores? ¿Quieres que vayamos a un baño antes de que lo hagas?

—Si, porque de la emoción siento que voy a vomitar algo más —contestó Itachi

Shisui lo tomo de la mano y comenzó a correr jalándolo —Aguanta un poco, te llevaré a un lugar donde puedas sacar todo.

Itachi vio el agarre de la mano y lo sujeto con fuerza para sonreír mientras corría.

El dolor de su pecho fue desapareciendo. Sintió como si una mano dentro de él tomará las flores de su pecho y las empujara hacia afuera. Se detuvo para comenzar a toser, ya no podía retenerlo más.

—Itachi, ¡Itachi! —Shisui se paró igual para verlo y poner su mano en su espalda mientras veía las flores salir por montones. —Respira hondo, estoy contigo. No debí hacerte correr, que torpe fui.

—Estoy bien —dijo Itachi intentando recuperar el aliento. —Shisui, tú me has curado

Shisui se sonrojo al escuchar aquello y le sonrió. —Vamos a comer nuestros dangos para celebrar, ¿sí?

—Vamos —contestó Itachi logrando recomponerse por completo.

—¿Quieres hacer algo después? —preguntó Shisui tomando su mano

—No, debo ir a casa a cuidar a Sasuke

—Te acompaño y lo cuidamos juntos

Los días parecían ser más cálidos de alguna forma. La esperanza parecía haber regresado después de aquella lluvia nocturna.

Yamato caminaba de forma tranquila hacia su salón cuando sintió un brazo rodear su cuello.

—¡Lo hice! —exclamó Itachi emocionado. —Yamato, fui correspondido

—¿En serio? ¡Felicidades Itachi! —contestó de forma alegre el castaño.

—Ya solo faltas tú, ¿has pensado qué harás?

—No, aun no sé. Sukea me dijo que intentaría averiguar si a Kakashi-senpai le gusta alguien, aunque Obito estaba seguro de que no, dijo que estuvo charlando con Gai-senpai y él le dijo que Kakashi-senpai no estaba interesado en nadie —explicó Yamato

—Vaya, suena complicado. Por un lado sabes que ahora tienes el camino libre, pero por el otro Kakashi-senpai no está interesado en nadie, pero no te preocupes, ya encontraremos una forma de que se fije en ti

—Jiraiya-san me dijo…que los sentimientos no se pueden forzar —dijo cabizbajo Yamato recordando aquel día.

—No los vamos a forzar, haremos que florezcan en el corazón de Kakashi-senpai —dijo Itachi picando el pecho del castaño.

Aquello sonaba demasiado lindo, pero ¿Cómo hacer que los sentimientos florezcan en alguien?

Yamato jugaba con su comida mientras se cuestionaba aquello.

—Oye, papá, ¿cómo enamoraste a mamá? —preguntó el castaño

—Sabía que algún día me preguntarías esto —dijo Dan sonriendo—Yo enamore a tu madre con mi linda sonrisa y gran carisma, aún recuerdo el día que me acerque a ella, sé que desde el primer momento cayó rendida ante mis encantos.

—El único que cayo ese día fuiste tú —contestó Tsunade. —Estábamos en clase de gimnasia en el instituto y tu padre cayo de la forma más ridícula posible frente a mí, lo acompañe hasta la enfermería y ahí comenzamos a charlar

“Entonces lo torpe viene de familia” pensó Yamato mientras comía.

—No iba a desaprovechar esa oportunidad para acercarme a ella —dijo Dan mientras sonreía orgulloso.

—¿Y luego que paso? —preguntó con interés el castaño.

—Pues nos fuimos haciendo cercanos. Siempre iba tras tu madre, claro sin incomodarla, y las cosas se fueron dando solas con el tiempo.

—Así que con el tiempo… —murmuró Yamato. Había dos cosas que no tenía, tiempo, ni un gran carisma.  

—Pero también aprovechando las pequeñas oportunidades, eso es muy importante, no dejar escapar ninguna. —dijo Dan a lo que el castaño asintió.

—¿Harás algo mañana? —preguntó Tsunade

Yamato negó con la cabeza—¿Por qué?

—Saldremos a comer con un viejo amigo nuestro, ¿quieres venir?

—Si, los acompaño —contestó Yamato para seguir comiendo. Usualmente preferiría quedarse, no le gustaba tano salir, pero debía aprovechar ese tiempo con su familia, por si las cosas salían mal.

Cuando estaba a solas en su habitación se quedo pensativo. Había tenido varias pequeñas oportunidades con Kakashi, ¿las había aprovechado bien? Vio la sombrilla en una esquina entre sus cosas. No, estaba seguro de que no las había aprovechado correctamente todas y por eso es que seguía enfermo.

—Pues parece que vamos todos —dijo Anko viendo a Yamato que iba junto a sus padres.

—¿Ese “viejo amigo” también es amigo de Orochimaru-san? —preguntó Yamato

—Eso parece, aunque no nos ha dicho quién es —respondió Yugao

—Pensaba que solo Jiraiya-san era amigo de los tres en común —murmuró acercándose más a las chicas

—Nosotras igual, pero parece ser que es alguien que regreso hace poco, ni idea de quien sea —habló Yugao en el mismo tono bajo.

—¿Ustedes por qué vinieron? —interrogó Yamato

—Porque el tío Orochi ha estado algo deprimido desde lo que ocurrió con Jiraiya-san y no queremos dejarlo solo —contestó Anko

—No es el único, mamá ha estado igual.

—Bien, aquí es —indicó Dan cuando habían llegado a su destino.

—¿Eh? ¿Por qué estamos en casa de Kakashi y Sukea? —preguntó Anko arqueando una ceja

—¿Casa de Kakashi-senpai y Sukea? —repitió confundido Yamato viéndola.

—Si, aquí es —afirmo Anko.

Dan se acercó a tocar la puerta la cual fue atendida por un hombre de cabello plateado.

—Dios, es como ver a Kakashi adulto, o a Sukea, a cualquiera de los dos, tienen la misma cara —comentó Anko recibiendo un leve golpe por parte de su hermana. — ¿Qué? ¿Lo vas a negar?

—Si se parecen mucho —murmuró Yamato

—Es un placer verlos de nuevo, pasen, pasen —dijo Sakumo apartándose de la entrada.

—Te ves igual que siempre —habló Tsunade.

—¿Debo tomarlo como un halago o como un insulto? —cuestionó Sakumo

—Como lo prefieras.

—Como un insulto —dijo Orochimaru entrando tras ella.

—No les hagas caso, es bueno verte de nuevo —decía Dan mientras reía para estrechar su mano. —¿Regresaste hace poco?

—Si, hace un par de días

—Esta es una gran oportunidad para que dejes una buena impresión en tu futuro suegro —comentó Anko

—No le digas eso que lo pondrás nervioso —regañó Yugao

—Ya lo estoy —contestó Yamato para entrar al lugar seguido de sus amigas.

—Vaya, tu hijo ya esta enorme —dijo Sakumo al notar al castaño

—Sí, ya es todo un hombrecito, imagino que tus chicos igual —respondió Dan

—Sí, los dos han crecido bastante.

—Mira esto Yamato —decía Anko atrayendo la atención del chico que se acercó —Son como clones —bromeó indicando una foto de Kakashi y Sukea de bebés.

— ¡No veas eso! —exclamó Sukea avergonzado para acercarse rápido a cubrir la foto.

— ¿Cómo hacia su papá para diferenciarlos? Si son iguales —soltó Anko en tono de burla.

—Los ojos —respondió Sakumo —Kakashi suele tener los ojos adormilados a diferencia de Sukea

—Yo los sigo viendo igual —dijo Anko acercándose más a Sukea para verlo de cerca

—No te me pegues tanto, no quiero que Rin se enoje —decía Sukea retrocediendo

—Yo si note la diferencia —comentó Yamato

—Eso es porque eres observador, a diferencia de Anko —dijo Kakashi provocando que el castaño se sobresaltara.

—Ah, senpai, deja de hacer eso de llegar por las espaldas de las personas —soltó nervioso.

—Lo lamento —se disculpó Kakashi para reír por su reacción.

—¿Entonces todos ustedes son amiguitos? —preguntó Sakumo

—Si, yo voy a la misma clase que Sukea y Kakashi —contestó Anko

—Yo estoy en el equipo de voleibol junto a Kakashi-senpai —respondió Yamato

—Ya veo, son como nosotros Dan, ¿recuerdas cuando estábamos en el club de beisbol? —Sakumo se giró a ver a su amigo

—Si, nadie sacaba mejor que yo—dijo confiado Dan

—No es cierto, yo era quien sacaba mejor —corrigió Sakumo

—Claro que no, ¿Orochimaru, verdad que era yo? —Dan se giró a ver al azabache

—No sé, nunca les preste atención —respondió Orochimaru sin darle importancia

—Mentiroso, nunca te perdías los partidos —reclamó Dan

—Espero que solo sean amigos, no se enamoren de los Hatake niñas, son unos rompecorazones —dijo Orochimaru

—Ah, vamos, no les digas eso a los chicos, eso no es cierto —se defendió Sakumo

Kakashi y Sukea veían a su padre que negaba con la cabeza, mientras que Anko y Yugao veían a su tío que asentía.

Yamato giraba la cabeza de un lado a otro, entonces recordó lo dicho por Jiraiya: “Debes saber que el amor no siempre es correspondido, a veces por más que ames a una persona ella no te va a corresponder, esa misma persona puede estar enamorada de otra que tampoco le corresponda”

—Oye, Kakashi —murmuró Sukea acercándose a su gemelo.

— ¿Qué pasa?

— ¿Recuerdas lo que te dije que me contó Minato-sensei? De la persona que no era correspondida así que prefirió dejar de amar, que era amigo de Jiraiya-san —Sukea ladeo su cabeza hacia Orochimaru—Entonces papá si es un rompe corazones

—Mejor dejemos eso y vamos al patio trasero, preparamos una parrillada —dijo Sakumo

—Sí, vamos, yo ayude a papá a cocinar así que deben probar lo que hice —dijo emocionado Sukea

—No te creo —contestó Anko

—Que si, ¿verdad papá? —Sukea corrió hacia su padre

—Claro, Sukea me ayudó mucho a cocinar hoy —lo defendió Sakumo

—Lo ves, vamos, conoceras la mejor comida que hayas probado —dijo Sukea confiado

 —Ya lo veremos —habló Anko para ir tras ellos.

—Vamos Yamato —dijo Kakashi caminando hacia la parte trasera de la casa

— ¿Tú también preparaste algo de comer senpai?

—Esta vez no, Sukea y papá se hicieron cargo de todo porque así lo quiso Sukea —respondió Kakashi

—Oh, ya veo, es bueno que hayas podido descansar. Imagino que las cosas van mejor para ti porque te ves más relajado —Eso, ¿lo dije o lo pensé? Esto es un pensamiento, entonces si lo dije. ¡Ay no, senpai va a pensar que soy una especie de rarito que está al pendiente de él! Debo cambiar la conversación. —Ah vaya, ese árbol de ahí es muy bonito senpai —indicó señalando el árbol en el patio trasero del lugar.

—Ah, sí, justo estaba charlando con papá sobre talarlo—contestó de forma vaga Kakashi

— ¿Eh? ¿Talarlo? ¿Por qué harían algo así? Tener un árbol en casa tiene muchos beneficios, brindan sombra y mantienen un ambiente fresco en los días calurosos, además de que de seguro es el hogar de diferentes animalitos y… —Yamato se giró a ver la mirada atenta de Kakashi, entonces lo recordó, ese debió ser el árbol de donde cayó cuando niño, el que le provoco esa cicatriz en el ojo izquierdo. Ahí estaba de nuevo, metiendo la pata por hablar de más, debía remediarlo rápido —talarlo también sería buena idea, tendrían leña por tiempo indefinido, solo digo.

—Bueno, no había pensado en todo eso que dijiste —comentó Kakashi rascando su nuca.

—Yo una vez vi una ardilla —comentó Sukea uniéndose a la conversación—Y estoy seguro de que hay pájaros en lo más alto.

 —Pues le diré a papá que lo reconsideremos entonces —dijo Kakashi

—Yamato, ven rápido, debes probar esto —dijo Anko para jalar al castaño.

—Tú también ven Kakashi, dime que tal nos quedó la comida —decía Sukea dándole leves empujones a su hermano.

— ¡Deme otro de esos Sakumo-san! —exclamó Anko acercándose a la parrilla junto a Yamato

—Aquí tienen, solo tengan cuidado que está caliente —dijo Sakumo para extenderles las brochetas

Sukea los veía emocionado esperando a que lo probaran; El primero en hacerlo fue Yamato quien abrió los ojos con sorpresa al hacerlo.

— ¿En serio preparaste esto Sukea? Te quedo increíble —dijo el castaño para comer más

—Se los dije, la cocina es solo otro de mis múltiples talentos —habló orgulloso Sukea.

—Eres genial Sukea-senpai —habló Yugao acercándose

—Solo dile Sukea, no le gustan los honoríficos —corrigió Yamato

—Justo eso, con Sukea estoy bien —apoyó el castaño.

— ¿Quieres una cerveza Dan? —ofreció Sakumo estirándole una lata al hombre

—No, gracias, debo dar el ejemplo, ya sabes —contestó Dan ladeando su cabeza hacia Yamato

—Tienes razón, tal vez tampoco deba tomar entonces

—Tonterías, ¡Trae eso acá! —Habló Tsunade para arrebatarle la lata de las manos—Yo confío plenamente en que mi retoñito podrá saber si está bien o mal beber por su cuenta cuando cumpla la mayoría de edad

— ¿Tu mamá te dice “retoñito”? —dijo Sukea en tono burlón

—Eh…bueno, a veces me dice así de cariño —contestó Yamato apenado

—Oh, bueno, si lo pones así entonces yo igual debo confiar en mis cachorritos —habló Sakumo

— ¡A ti te dicen cachorro! —exclamó Anko señalando a Sukea mientras se reía.

—Sí, y es un apodo que me gusta —replicó Sukea cruzándose de brazos.

— ¿Por qué le dices perros a tus hijos? —cuestionó Orochimaru

—Es un apodo lindo…ah, no se para que te digo si no lo entiendes —dijo Sakumo

—Entonces ustedes no tienen un apodo del que me pueda burlar, ¿cierto? —comentó Sukea tras escuchar a los adultos. Yugao negó con la cabeza

—Pues una vez nos dijo “uvas”, creo que ha sido su mejor intento de apodo lindo —contestó Anko. —Pero olvida eso y mejor dame más carne señor chef, ¿qué es eso de la esquina?

—Lo estoy guardando para alguien más, tú pide otra cosa —habló Sukea poniéndose frente a la parrilla

— ¡Perdón por llegar tarde! —gritó Obito llegando por la entrada trasera sobre su bicicleta

—La entrada es por el frente, y usualmente se pide permiso antes de pasar —regañó Kakashi

 —No me molestes Kakashi, Sukea me dijo que dejaba esa puerta abierta para que entrara —contestó Obito dejando su bicicleta a un lado para acercarse más a los chicos.

—Déjame preparar tu comida, dame un momento —dijo Sukea para acercarse más a la parrilla.

—Hola chicas, y Yamato —saludó Obito. —Es un poco extraño verte fuera de la escuela ya que siempre rechazas nuestros planes para salir con el equipo de voleibol.

—Bueno, esta es una ocasión especial —contestó Yamato

—Me imagino, para mí lo es también —dijo Obito sonriendo para acercarse a Sukea.

—Obito, se me hacía raro no verte por aquí —comentó Sakumo al notarlo

—Se me hizo un poco tarde pero no podía faltar

—Bueno, sírvete lo que gustes

—Gracias, pero ya Sukea me está preparando algo, suegro 

— ¿Eh? Disculpa, ¿cómo me dijiste? —preguntó confundido el mayor

—Ay, vamos papá, no finjas sorpresa, Obito es mi mejor amigo, algún día iba a pasar —soltó Sukea acercándose al azabache para darle una hamburguesa. —Aquí tienes, como te lo prometí

— ¡Gracias! Vamos a comer juntos —dijo Obito

—Parece que “los cachorritos” ya están creciendo —comentó Tsunade poniendo una cerveza en la mano de Sakumo. —Te entiendo, es duro verlos crecer

—Siento que ni siquiera los vi crecer

—Eso te pasa por irte —recrimino Orochimaru

—Bueno, yo…estaba muy ocupado trabajando para que no les faltará nada que no me di cuenta que les faltaba yo —se sinceró Sakumo para soltar un suspiro. Tsunade le dio un par de palmadas en la espalda y le levantó el brazo para que tomara la bebida que le había puesto en la mano.

—Oye, al menos te diste cuenta antes de que fuera aún más tarde. —dijo Dan

—Si eso creo

—Yo digo que deberíamos brindar por eso —habló Tsunade tomando otra cerveza

—Tú solo estas buscando cualquier motivo para beber —soltó Orochimaru

—Claro que no, para nada —negó la rubia recibiendo una mirada incriminatoria por parte de su compañero. —Bueno, tal vez si, ¿vas a beber o solo me vas a juzgar?

—Vamos Orochi, solo una, por mi regreso —le dijo Sakumo

—Pero solo será una —aclaro antes de tomar una cerveza.

La plática siguió en los dos grupos, el de los adultos y el de los chicos; Yamato se apartó un poco del segundo y sentarse en el pasto, le costaba seguir el ritmo en una charla –aunque realmente solo daba pequeños comentarios y reía en alguna que otra broma-, quizá había socializado demasiado por un día.

—Son muy ruidosos, ¿no? —dijo Kakashi para sentarse a su lado.

—Un poco —respondió el castaño.

—A mí tampoco me gusta mucho el ruido

—No estoy acostumbrado a tanto, en casa casi siempre estoy solo, y bueno, en general casi siempre lo estoy

—Pues últimamente te he visto rodeado de gente —comentó Kakashi

—Si, bueno, es distinto —Yamato sonrió nervioso, Kakashi tenía razón, en esos últimos días desde que el Hanahaki apareció, ya no estaba tan solo. —Oye, ¿a ti no te sorprendió eso? —preguntó señalando a Obito y Sukea

—Para nada. Sukea solo duraba una semana o dos saliendo con chicas, ya sospechaba que era por algo, y bueno, Obito siempre le cumple todos sus caprichos, imaginaba que algún día terminarían juntos —respondió Kakashi.

—¿Entonces no te desagrada o algo así? Digo, pareces no llevarte bien con Obito, siempre están peleando

 —Me gusta molestar a Obito, pero sé que si alguien hará feliz a mi hermano es él

—Eso sonó muy lindo senpai —comentó Yamato

Un pequeño silencio se hizo presente. Estaba justo al lado de Kakashi, esa era una de esas “pequeñas oportunidades” que debía aprovechar, pero ¿cómo?  Debía decir algo, cualquier cosa para seguir la charla, estaba a punto de hacerlo, pero de nuevo, Kakashi fue primero.  

—Sabes Yamato, yo…me di cuenta de algo

El corazón del castaño comenzó a latir rápido, tal vez había estado leyendo demasiadas historias de romance y su cerebro creo una fantasía antes de que Kakashi pudiera continuar, pero esas sonaban como las palabras que alguien decía justo antes de una declaración. Debía regresar a la realidad y escuchar atentamente lo que su senpai iba a decirle, pero hasta Kakashi parecía dudar de como seguir su oración.

—Yo… —siguió dudoso el Hatake. —No tengo tu numero aún, ¿me lo puedes dar? —dijo poniendo su celular frente al castaño. —Solo por, ya sabes, si necesito que me acompañes al centro comercial o algo así

—Ah, claro senpai —Yamato lo tomo felizmente para anotarlo. Claro que no se le iba a declarar, ¿en qué demonios estaba pensando? No porque Shisui lo había hecho con Itachi significaba que también le pasaría a él, ¿no? —Aquí tienes —dijo dándole el móvil de regreso.

—Gracias —Kakashi lo tomo para guardarlo. —Oye, creo que tu mamá esta llorando.

—¿Eh? —El castaño se giró a ver hacia sus padres, y en efecto, pudo ver a su mamá derramando lágrimas. —Ella aun esta sensible por lo de Jiraiya-san, creo que ya es hora de irnos —dijo para levantarse y sacudirse.

—Entiendo, nos vemos en la escuela —se despidió Kakashi haciendo un gesto con la mano.

—Claro, nos vemos después Kakashi-senpai —Yamato sacudió su mano y fue corriendo hacia sus padres.

Kakashi se levantó también y lo observo irse. Deseaba haber dicho algo más, porque él quería seguir charlando otro poco. Bajo la mirada para ver su celular y sonreír, ahora tenía la forma de hacerlo. 

Notas finales:

Un capítulo bonito para terminar la semana bien uwu

Antes de hacer esta historia estuve leyendo sobre el Hanahaki, y siempre se repetía lo mismo sobre "amor unilateral no correspondido", pero hasta ahora solo una de las 3 parejitas presenta un amor unilateral asjsajs Así que recuerden que aquí, el Hanahaki se produce por un amor no proclamado cuya cura es ser correspondido, no se si lo este aplicando correctamente pero bueno, ustedes juzgaran si les gusta o no mi concepto basado en la vivencia de una introvertida que le costo proclamar su amor xD

Gracias por leer! Espero les haya gustado. 

EXTRA

—Oye, Orochimaru —Lo llamó Sakumo haciendo que el azabache se girara a verlo.

—¿Qué pasa?

—¿No crees que eso de dejar de amar porque alguien te rompió el corazón fue muy drástico?

—Si, me lo dice el hombre que quedo viudo y no volvió a ver a ninguna mujer nunca más

—Ah, vamos, es distinto —Sakumo rasco su nuca. —Perdón, yo…no sabía que te había hecho mucho daño esa vez

—No tienes nada de que disculparte, yo fui el tonto que se enamoró de alguien que no le correspondía y lo sabía bien.

Sakumo soltó un suspiro y levantó la mirada para ver el cielo. —Las estrellas están brillando mucho esta noche, ¿no crees?

—Si, eso parece.

—Orochimaru…a mí, me gustaría…recuperar la amistad que teníamos antes de que ocurriera eso. Claro, solo si tú quieres —dijo Sakumo. Orochimaru lo vio pensativo. —Ambos hemos perdido a nuestros compañeros de vida, pero aun nos tenemos el uno al otro.

—No me estás diciendo todo esto porque estas borracho, ¿verdad? —cuestionó Orochimaru

—Yo no estoy borracho. —Contestó Sakumo, Orochimaru arqueo una ceja viéndolo incredulo. — Esta bien, si estoy borracho, pero te lo digo con toda sinceridad, me gustaría que volvamos a ser amigos.

—Recuperar mi preciada amistad te va a costar querido Sakumo —contestó Orochimaru para sonreír

—No importa. Haré lo que sea necesario

—Bien. Dime, ¿te duermes temprano?

—¿Eh? —Sakumo lo vio confundido—Pues…no, suelo quedarme despierto hasta tarde trabajando a veces

—Entiendo, llámame cuando no puedas dormir, me gustan las charlas nocturnas —dijo antes de seguir su camino

—Eso haré —Sakumo sonrió para verlo irse—. Espera, no tengo tu numero

—Averígualo

—Vamos, dámelo —dijo Sakumo yendo tras él

—Eso sería facilitarte las cosas y no quiero hacerlo, nos vemos luego rompecorazones —dijo para seguir su camino

—No me digas así

—Ese es el apodo lindo que te puse

—Ese no es un apodo lindo —renegó Sakumo

—Para mí lo es —Orochimaru se despidió con la mano dejando al conflictuado Hatake detrás.

—Tío, tú eres todo lo que yo quiero ser de grande —habló Anko con un tono de admiración

—Algún día —Orochimaru acaricio la cabeza de su sobrina que sonrió


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).