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Notice me, senpai por Sora Hatake

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Los intentos siguieron pasando. Si no era interrumpido por los amigos de Kakashi antes de poder confesarse, simplemente no podía hacerlo, las palabras se quedaban atoradas en su pecho junto a los pétalos.

No lo entendía, nadie lo hacía. Tuvo tantos escenarios perfectos para hacerlo, pequeñas oportunidades que dejo pasar.

Ahora Kakashi ya no estaba tan lejos, entonces ¿por qué? ¿Por qué seguía sin poder hacerlo?

—Dime Yamato, ¿qué estamos haciendo mal que no te deja hacerlo? —preguntó Obito tomándolo de los hombros

—Yo…no lo sé —respondió Yamato nervioso—Es solo que cuando estoy con senpai simplemente no puedo decírselo, el problema no son ustedes, soy yo, siempre he sido yo…

—No, si hay un problema con lo que hacemos —habló Itachi acercándose para hacer que Obito lo soltará—Los sentimientos no deben forzarse, pero tampoco te podemos forzar a ti a confesarte, debes hacerlo cuando te sientas listo

—Pero no hay tiempo —soltó Anko—Los cerezos están a nada de florecer

—Eso lo sabe Yamato bien, aun así, debes hacerlo cuando te sientas preparado y tú encuentres el momento —Itachi lo tomo de las manos. —Sabemos bien que esto es una carrera contra reloj, pero tampoco podemos correr riesgos. Yo entiendo bien el sentimiento de no poder decirlo, así que no te sientas mal por eso; confió en que podrás hacerlo cuando puedas, amigo.

—Yo también confió en ti Yamato —apoyó Yugao

—No puedes morir, o me veré en la obligación de enamorar al aburrido de Kakashi-senpai con mis encantos —habló Iruka cruzándose de brazos.

—Ve con todo siento tú, tienes todo nuestro apoyo —dijo Rin para sonreírle

 Yamato caminaba hacia su casa desanimado. Todo tenían su confianza sobre él, y él seguía sin poder entender que hacer para poder proclamar su amor.

—Oye, el enano deprimido —lo llamo alguien. Esas palabras lo hicieron alarmarse y girarse enseguida, era Sukea. —Te pusiste muy pálido, ¿Qué tienes?

Yamato negó con la cabeza. —Es solo que…pensé que eras alguien más

—Quita esa cara larga, todo estará bien —dijo Sukea dándole una palmada en la espalda.

—Todos dicen eso…pero ya no queda mucho tiempo y yo sigo sin poder decirlo. No entiendo cómo es que todos confían en mí

—Pues han pasado un par de semanas y mira todo lo mucho que has cambiado, tienes ahora un grupito de amigos y le hablas a Kakashi, cuando te conocí solo te quedabas callado sin decir nada y ahora le sigues la conversación a mi hermano —respondió Sukea. —Te haré una pregunta que de seguro te sube el ánimo. ¿Qué significan los girasoles?

—Pues el girasol simboliza amor y admiración. Son un símbolo de positivismo, y de un amor puro, de ir hacia tu amor como el girasol buscando el sol. —contestó Yamato aun desanimado

—Oye, generalmente cuando hablas de flores lo haces emocionado —dijo Sukea

—Hoy no estoy de ánimos

Sukea se detuvo frente a Yamato frenando su paso para mostrarle un girasol en la mano. —Has pasado tanto tiempo con Kakashi y ni siquiera te has dado cuenta

— ¿Darme cuenta?

—Kakashi deja tirado esto por todos lados, ¿sabes qué significa?

—Es…mi amor por él —dedujo Yamato para tomar la flor

Sukea asintió. —Ve por tu sol —le dijo para sonreírle

Yamato asintió confiado—Lo haré. Me parece curioso que me ayudes mucho Sukea

—¿Eh? ¿Por qué? —cuestionó Sukea extrañado

—Porque hablamos de tu hermano

—Ya te lo dije, no se que hiciste en Kakashi que contigo se ve más feliz, y bueno…tú eres agradable, aunque sigas sin hablar mucho.

—¿Eso crees?

—Si. Me gane la fama de ser un idiota, pero tú…no dejas de decirme que soy genial, y para alguien que siempre creyó estar tras su hermano mayor, no sabes lo mucho que significa eso —decía Sukea —Además, Obito también me conto como lo reconfortaste cuando se sentía mal; Ya eres alguien importante para nosotros como para perderte.

—Sabes Sukea, incluso si Kakashi-senpai no me corresponde y muero, lo haré feliz gracias a todos ustedes, estas ultimas semanas las he pasado muy bien. Pude hacer más amigos y ahora se que puedo ser agradable para otras personas incluso siendo un introvertido, así que si muero yo-

—No sigas —interrumpió Sukea agachando la cabeza. —Eso esta sonando como una despedida, no me gustan las despedidas así que no quiero oírla.

Yamato asintió y se quedo callado para ver el girasol entre sus manos. Eso era lo que necesitaba, un pequeño impulso, saber que su amor le llegaba a Kakashi.

Al día siguiente, durante clases su mente solo se concentró en como declararse. ¿Qué palabras eran las correctas?

Vio a su senpai a su lado, Kakashi se movía ágilmente golpeando la pelota en el entrenamiento de voleibol. Estaba tan cerca de él, a solo unos centímetros de distancia, de alguna forma sintió que la distancia entre ellos era más corta. Se giró al frente, el balón impacto directo a su cara derribándolo, se lo merecía por distraído.

— ¡Lo siento! —gritó Asuma

—Esto es como un deja vu —comentó Iruka acercándose al castaño

— ¿Estas bien? —preguntó Kakashi que se acercó a su lado rápidamente.

—Oye, enano, reacciona —lo llamo Obito

—Tú nariz está sangrando, vamos a la enfermería —habló Kakashi para ayudarlo a levantarse.

—Gracias por traerme —dijo Yamato con la cabeza levantada evitando que más sangre bajara

—No tienes que agradecer —contestó Kakashi que se acercó a ponerle una bandita en la nariz con cuidado.

Yamato apretó sus puños, ahí estaba una pequeña oportunidad que debía aprovechar. Sin embargo, se quedó callado, igual a la primera vez.

Si hiciera un contraste de cómo estaban las cosas, ahora todo era tan distinto.

Al salir de la enfermería lo esperaban Yugao, Itachi, Shisui e Iruka, este último le aviso al resto lo ocurrido. Kakashi les dijo que no se preocuparan, él llevaría personalmente a Yamato a casa.

Se saltó la última hora, le dolía la cabeza por el golpe. Caminaba a casa desanimado, pero a su lado iba él.

Kakashi caminaba en silencio, faltó a su ultima clase pero no se preocupaba, le aviso a Minato-sensei y Sukea le prometió tomar todos los apuntes para entregárselos luego.

El silencio en el ambiente no era incomodo, era agradable, como aquel día que estuvo junto a Kakashi en la terraza.

—Aquí es —dijo Yamato parado en la entrada de su casa. — ¿Quieres pasar por un vaso de agua?

—Claro —Kakashi asintió, quería dejar al castaño salvo y sano.

Yamato abrió la puerta y se apartó un poco para darle paso.

—Está muy silencioso —comentó el Hatake

—Mamá trabaja hasta tarde hoy y papá no debe tardar

—Ya veo, debes pasar mucho tiempo solo —dijo Kakashi viendo a su alrededor curioso

—Antes lo hacía, ahora charlo contigo todas las tardes —contestó Yamato sonriendo

—Eso es cierto. —Afirmo Kakashi mientras veía las fotos familiares. —Vaya, eres idéntico a este tipo —comentó tomando una foto de un hombre castaño cargando a una pequeña rubia

—Es mi bisabuelo —dijo Yamato acercándose con el vaso de agua.

Kakashi vio la foto y luego vio a Yamato. —Por un momento pensé que eras adoptado porque no te parecías a tus padres —bromeo el Hatake

—Pues tú eres una copia de Sakumo-san —contraatacó Yamato

Kakashi soltó una risa, no podía negar aquello.

Yamato no se dio cuenta en qué momento se hizo tan cercano como para contestarle de esa forma a Kakashi; Al inicio lo hacía por ataques de nervios, y ahora, lo hacía para defenderse del burlón de su senpai.

Por parte de Kakashi, amaba poder comportarse como quisiera con Yamato, hace mucho que tiro esa pared de ser “un chico perfecto y correcto”, podía ser más relajado y burlón con él, tenían esa confianza.

—Gracias —dijo Kakashi para tomar el agua. —Pensaba que tu casa tendría un enorme jardín o un árbol

—No hay mucho espacio donde ponerlo —contestó Yamato. —¿Qué ocurrió con el árbol de tu casa? ¿Lo talaron?

Kakashi negó con la cabeza— Al final papá y yo decidimos dejarlo, ahora es el lugar donde Sukea sube a besuquearse con Obito

— ¿A ti no te gusta ese lugar? —preguntó Yamato

Kakashi negó con la cabeza —Tengo una mala experiencia ahí. De seguro debes pensar que soy un tonto por tenerlo miedo a una casa del árbol.

Yamato negó con la cabeza. —Jamás pensaría eso de ti senpai, es más, si te hace sentir mejor, mi mamá es doctora y yo le tengo miedo a los hospitales

— ¿Por qué? —cuestionó Kakashi curioso

—Pues, de niño acompañe muchas veces a mamá a su trabajo, y esos lugares de noche son aterradores —explico el castaño

— ¿Cómo en las películas de terror? —indagó Kakashi

—Sí, justo así

—Entiendo —Kakashi tomo de nuevo su agua. — ¿Y no tienes mascotas?

—Tengo un cactus, es pequeño y lindo

—Eso no es una mascota es una planta —corrigió Kakashi

—Es un cactus mascota, tiene los mismos cuidados que una normal —insistió Yamato

—Oh, bueno. Pues a mí me gustaría tener un perro —soltó Kakashi

— ¿Y por qué no? En tu casa tienes espacio

—Eh, bueno, porque no sabía si cuidar a Sukea o tener una mascota —respondió Kakashi

— ¿Acabas de comparar a Sukea con cuidar una mascota? —Yamato ladeo la cabeza

—No, no, yo no dije eso —Kakashi negó con la cabeza rápido

—No lo dijiste, pero lo insinuaste —bromeó Yamato poniendo más nervioso a Kakashi

—Tal vez era mejor cuando no hablabas mucho —dijo Kakashi rascando su cabeza

—Me lo han dicho varias veces —contestó Yamato sonriendo

—No, la verdad es que no, me gusta escucharte hablar Yamato. — decía Kakashi. —Hay algo que me gustaría decirte

— ¿Qué es senpai? —preguntó Yamato para girarse a verlo atento.

—Yo quería acercarme a ti desde hace tiempo, te había visto varias veces en la biblioteca antes de estar juntos en el equipo de voleibol, pero pensé que te caía mal

— ¿Por qué pensabas eso?

—Pues por esa vez que—Kakashi se detuvo para pensar un poco lo que iba a decir y luego siguió. —Porque tú a veces contestabas un poco grosero, o solo te quedabas callado, en ocasiones hasta te ibas corriendo antes de que pudiera decir algo — respondió Kakashi. Yamato se quedó pensando, si lo hacía, eran sus pequeños ataques de nervios por socializar. —Pero ahora me doy cuenta que si actuabas así, es porque eres como yo, un poco introvertido

“Poco”, claro que no, él era “mucho” a diferencia de Kakashi.

—La cosa es que, estoy feliz de haberme acercado a ti, me siento cómodo con tu compañía. Generalmente todos me toman como un sabelotodo, pero…eso no te importo a ti, aun así te la pasabas hablando sobre flores y explicándome todo. ¿Recuerdas aquel día de la terraza? Yo…quería estar solo, pero llegaste tú, y tu compañía era agradable, fue como si me entendieras porque solo te quedaste ahí sin decir nada, eso me gustó mucho, ninguna de mis otras amistades actuó así antes. Además me divierto mucho contigo, me agrada charlar porque sé que puedo hacerlo de cualquier cosa sin que me juzgues. Yo, quería decirte que tú… —los enormes ojos de Yamato estaban sobre Kakashi poniéndolo nervioso, sintió calor en sus mejillas, estaba seguro de lo que iba a decir, pero dudaba en hacerlo. —Yamato, tú…

—¡Estoy en casa! —exclamó Dan entrando al hogar atrayendo la atención de ambos. Fue hacia la sala para ver a los chicos, Kakashi tenía las mejillas rojas como un tomate. —¿Interrumpo algo?

—Si —contestó rápidamente Yamato que quería escuchar lo que Kakashi le iba a decir

—No —respondió Kakashi haciendo que el castaño se girara confundido a verlo. —Digo, yo…ya debo irme

 Yamato se acercó para acompañarlo hacia la salida. —¿Ocurre algo senpai? Te pusiste muy nervioso de repente

—Nada, nada —Kakashi negó con la cabeza.

— ¿Qué era lo que querías decirme?

—Yo solo…quería recordarte sobre lo de ver los cerezos juntos, no vayas a hacer planes con Itachi o alguien más —contestó Kakashi

Yamato ladeo la cabeza, ¿Kakashi se había puesto nervioso solo por eso? Aquello no le convencía del todo. —Está bien, no lo olvido          

—Nos vemos mañana —dijo Kakashi para irse.

Yamato cerró la puerta y regreso a la sala.

—¿Y bien? ¿Qué paso? —preguntó Dan

—Ni siquiera yo estoy seguro, senpai se puso raro de repente —respondió Yamato

—¿Ya pudiste hacer eso?

El castaño negó con la cabeza. —Pero lo haré mañana

—Más te vale que si lo hagas mañana, porque en la tele dijeron que los cerezos van a florecer pasado mañana

—¿Eh? ¿Tan pronto?

Dan asintió. —La primavera llego, ya es hora de florecer

—Sí, lo haré mañana. — Dijo Yamato de forma firme. —Por cierto papá, relacionado a esto…quería pedirte un favor

— ¿Qué sucede?

—Pues…cuando todo esto termine, ¿podrías encargarte de explicarle a mamá todo? Por favor —Yamato junto sus manos en forma de súplica.

—Tú mamá se va a molestar en el momento en que sepa que le ocultamos todo esto, ¿acaso quieres que lo haga conmigo? —contestó Dan negando con la cabeza

—No pero…tampoco quiero que lo haga conmigo, y tú eres su esposo, debes saber cómo calmarla

—Pues si se cómo hacerlo pero-

—Ahí tienes papá, por favor. Si yo lo hago y se enfada conmigo me va a castigar, entonces no poder ver los cerezos con Kakashi-senpai, así que debes hacerlo tú

—Está bien, yo me encargo de explicarle todo a tu mamá —dijo Dan para soltar un suspiro resignado

—Gracias, ¡eres el mejor! Ahora debo alistarme para mañana —contestó Yamato antes de irse corriendo a su habitación.

—¡Espera! ¡¿No vas a cenar?! —exclamo el hombre sin obtener respuesta. —Pues supongo que no —Dan fue a la cocina para revisar las cosas que se encontraban ahí. —Tendré que comprar un buen vino para contarle todo a Tsunade y que no nos mate

Kakashi fue directo a su habitación una vez que llego a su hogar. Se puso a dar vueltas en su dormitorio. Solo debía decir dos palabras más, ¿por qué era tan difícil? Fue hacia su escritorio; entre libros y hojas con apuntes estaba la foto de aquella persona que lo ponía tan nervioso.

El día siguiente finalmente llego, las noticias estaban llenas de notas sobre el florecimiento de los cerezos y los diferentes festivales sobre aquello. 

—Gracias por el desayuno —dijo Yamato terminando su comida para levantarse e ir hacia la puerta a ponerse su calzado

—Deberías llevar una sombrilla, dijeron en el clima que hoy iba a llover —comentó Tsunade desde la sala

—Bien —El castaño regreso a su habitación a tomarla para luego ir de nuevo a la salida. —Me voy, vuelvo más tarde. —Al salir vio el cielo, era cierto, estaba nublado. Apretó la sombrilla entre sus manos y fue camino a la escuela.

Estaba totalmente decidido, no importaba nada, ese día lo haría, iría directo a su sol.

Notas finales:

AAaAaAAaAaAaAa el final esta cada vez más cerca

Espero les haya gustado el capítulo!!! Nos vemos!!

EXTRA

— ¿Qué tal tu día?

—Bien, tuve poco trabajo así que pude salir temprano hoy y fui a comer con las niñas. —Respondió Orochimaru observando el cielo nocturno a través de su ventana. — ¿Qué tal el tuyo?

—Horrible, tengo que cambiar toda la planeación que ya había hecho sobre mis negocios —contestó Sakumo que estaba frente a su escritorio revisando algunas cosas en su ordenador, su celular estaba en altavoz al lado; Orochimaru lo podía escuchar teclear rápidamente, eso de desvelarse trabajando iba muy en serio.

— ¿Por qué?

—Por todo esto del, ¿cómo lo llama Tsunade? “Hanamaki”

—“Hanahaki” —corrigió Orochimaru

—Sí, eso. Por todo esa situación cambiaron muchas cosas, las muerte de las persona afecto esta temporada, se retrasaron algunas cosas, ni siquiera sabía que todo el proceso de admisión de la universidad fue afectado también —explico Sakumo

—El Hanahaki atacó mucho a los jóvenes enamorados, ha habido una gran cantidad de muertes por amores no correspondidos, escuche que eso desequilibro el sistema de admisión y decidieron retrasarlo un poco, al menos hasta que las cosas se calmen. 

—Kakashi estaba molesto por eso, dijo que estudio mucho para el examen de ingreso y ahora lo tendrá que repetir, Sukea estaba contento porque tendrá otra oportunidad de ingresar a una mejor opción y de hacerlo junto a Obito, han estado estudiando mucho estos días

—Anko está igual que Sukea, dijo que esta vez iba a estudiar más porque quiere ir a la misma universidad que Rin

—Y yo que regrese al país para su graduación e incluso eso se retrasó —Sakumo soltó un suspiro frustrado. — ¿Cuánto más crees que dure esto?

—Los cerezos florecen solo una vez al año, estoy seguro de que terminará pronto. —contestó Orochimaru

—Bueno, tú eres el listo, debes tener razón

— ¿Soy el listo? ¿Entonces tú eres tonto? —cuestionó Orochimaru de forma burlona

—No, no, a lo que me refería era a que tú sabes de esas cosas, bueno, lo estudiaste y todo esto. Yo soy listo para otras cosas.

— ¿Para qué cosas?

—Pues…para —un breve silencio se hizo presente. —Oye, ¿quieres salir el sábado?

Orochimaru soltó una risa—Pues para desviar temas sutilmente eres bastante malo, pero si, si quiero

—Al menos parece que soy bueno para hacerte reír

—Sí, me causa gracia lo torpe que eres, creo que ahora te diré así, torpe

—Bueno, “torpe” me gusta más que rompecorazones —contestó Sakumo provocando otra risa en Orochimaru.

— ¡Papá! ¡Ayuda, hay un bicho en el baño! —gritó Sukea

—Oh, dame un momento, uno de mis cachorritos tiene problemas, no cuelgues, quiero seguir charlando contigo

—Bien, aquí te espero súper papá

—Ese apodo me gusta aún más, ya vuelvo —Sakumo dejo lo que hacía para levantarse e ir al baño

— ¿Escuchaste eso Jiraiya? Creo que ya voy entendiendo eso de los apodos —murmuró viendo Orochimaru viendo las estrellas brillantes del cielo.


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