Ijuuin se había despedido de Usami aquella madrugada ondeando su mano mientras le dedicó una sonrisa; esto tenía al mangaka muy confundido por su forma de actuar estas últimas semanas.
No creía posible la cantidad de encuentros "casuales" que tuvo con Akihiko Usami y más le sorprendía que ambos fueran amables el uno con el otro.
En cualquier otra circunstancia de seguro Usami le miraría con odio o queriéndolo desintegrar con su mirada de rayo láser, pero no, ya no era así.
A partir de que le salvó la vida, el escritor fue cordial en su trato y a Ijuuin le parecía que dedicaba mucho tiempo en analizarlo.
Bien se lo dijo Matthew cuando insinuó que le haría un hoyo en la cara por tanto mirarlo.
—Me hará un hoyo con sus ojos violetas.—se dijo a sí mismo el mangaka recordando los orbes del escritor.
—¿Quién le hará un hoyo Ijuuin Sensei?
—¡Isaka san! ¡¿Qué hace aquí?!
El dibujante sé hizo hasta atrás con su silla por la impresión de tener al director tan cerca de su rostro. Isaka san lo siguió y se sentó en sus piernas.
—I..Isaka san, no haga esto que se puede malinterpretar.
—No estoy haciendo nada malo, solo soy un director triste en búsqueda de consuelo.—Ryuchiro se recargó en el pecho del dibujante —¿Puede acariciar mi cabello Ijuuin Sensei?
—P..puedo hacerlo pero ¿No prefería que Asahina lo hiciera?
—No me hable de ese desconsiderado. Estoy enojado con él y mueva las manos, no siento el piojito por mi cabeza.
Ijuuin comenzó a frotar el cabello con desgano pensando que fue muy mala idea compartir los códigos de seguridad de su departamento. Escuchó el suspiro por parte de Isaka y no tuvo más remedio que preguntarle por su tristeza.
—¿Quiere contarme el motivo de su suspiro?
—Asahina está actuando raro hace más de un mes, me evita a toda costa y de la intimidad ya ni hablamos. Si me toca la mano ya es demasiado para él.
—Hablando de eso ¿Qué le sucedió aquí?—el manganka alzó la muñeca izquierda de Isaka.
—Me tomaron muestras sanguíneas, fueron muchas veces y por eso tengo amoratado.Y me sorprende, usted es el primero que me lo pregunta.
—Le vi las marcas desde que estuvimos en el bar.
—Es muy observador Ijuuin Sensei, solo fueron unos análisis de rutina y volviendo al tema también estoy enojado con Asahina porque no quiere acompañarme a la boda de Haruhiko. Si no va conmigo me sentiré extraño entre toda esa gente desconocida que Usami contr...
Ay...creo que ya me salí del tema.
—No no, todo lo contrario. Continué con su relato por favor—pidió Ijuuin bastante interesado al escuchar el nombre de Haruhiko.
—Seguiré con mi plática pero ponga más empeño en las caricias Ijuuin Sensei. Que se note que le gusta acicalar el cabello del jefazo.
Ijuuin ni lento ni perezoso comenzó a masajear el cuero cabelludo de Isaka, también frotó los hombros de director para liberarlo de la tensión acumulada.
—Y como le iba diciendo, mañana que es la boda de Haruhiko con Chibi tan soy el invitado de honor por mis años de amistad con Usami.El problema radica en que nadie conocido asistirá a una boda tan inesperada.
—¿Nadie irá? A mi me parece que Misaki estaba rodeado de muchos amigos en la editorial.
—Muchos se distanciaron por sus actitudes frívolas después que empezara su relación con Haruhiko.
Aikawa, Onodera y Yokosawa san lo odian por traicionar a Akihiko y los demás chicos de Emerald no piensa poner un pie en el evento así que me sentiré muy solo con gente que finge ser amigo de los novios.
—¿Fingir? Pero si en las noticias dijeron que mucha gente estaba feliz por la unión de Misaki y Haruhiko.
—Todo es mentira para que Fuyuhiko Usami no hiciera un escándalo, créame cuando le digo que todo esto es un circo. Con decirle que ni el hermano de Chibi tan asistirá a su boda porque para él fue un golpe bajo enterarse que Misaki es gay.
—¿El hermano de Misaki no sabía que le gustan los hombres ? ¿Y qué hay de la relación con Akihiko?
—Nunca lo supo, Chibi tan estaba empeñado en esconderlo al mundo. ¿ahora entiende porque Akihiko Usami sufrió bastante por su traición?
Hace 11 meses ese hombre intentó quitarse la vida por culpa del zorrito pulgoso de Misaki. Akihiko bebió un coctel de múltiples antidepresivos y medicamentos pero no contaba con que fui yo quien cambió todo su botiquín por vitaminas y así frustré su intento suicida. Lo llevé a que le hicieran un ligero lavado de estomago y quedó como nuevo. Todos ignoran ese hecho hasta ahora que se lo estoy platicando a usted. Incluso Akihiko creía que Misaki todavía lo quería un poquito y por eso le dejó vitaminas en forma de Suzuki san cuando fui yo. ¡yo soy quien ha estado cuidando a ese escritor! ¡Y el piojoso de Misaki le volvió a dar una puñalada al casarse con Haruhiko!
—Tranquilícese Isaka san.
—¡Y por eso estoy aquí! Porque tengo que cuidarlos. ¡Si mis dos autores guapos y exitosos se mueren, me voy a la ruina!
—Exagera y no se jale el cabello por favor.
—Ya estoy sufriendo de alopecia por culpa de ustedes ¿He? ¿Qué es esto?—pregunto Isaka inclinándose por el piso —¿Nuevos personajes para su manga
—S..si pero todavía no están terminados.—Ijuuin le arrebató las hojas.
—uhmm... ¿sabe una cosa Ijuuin Sensei? Últimamente lo veo mejorado—dijo presionando la punta de su nariz—¿Serán las vitaminas que Nowaki le mandó? ¿Toda el agua de mar que se tragó fortaleció su organismo? Estoy seguro que ni siquiera se acordaba que mañana Misaki se casa. ¡Hey! ¿A donde va? ¡Todavía quiero mi masaje de cuerpo completo!
Ijuuin ya no le respondió a sus preguntas y abrió la puerta de su departamento para fugarse antes que le pidiera explicaciones por sus dibujos.
—¡¿Cómo que no está en Tokio?!—preguntó Aikawa muy exaltada—¡Si le dije que hoy iría a revisar su avance del nuevo libro que prometió!
—No me grites y no tengo la culpa de tu memoria de teflón. Bien sabías que me ausentaría este fin de semana.—contestó Usagi san.
—Usted se fue porque no quiere ver ni oír nada referente a la boda de Misaki.
—¿Y? ¿Tiene algo de malo? Además cumplí con presentarme a su evento ganándome mi descanso de un mes. Puedo hacer lo que me venga en gana.
—¿Dónde está?
—Sería muy estupido si te lo dijera Aikawa.
—Isaka san lo descubrirá pronto y le aseguro que nos verá a lado de usted Usami Sensei.
—Haré como que no escuché nada. Que pases buenas noches Aikawa.
—¡Usami...!
Akihiko apagó el móvil y se tumbó por el césped, era verdad, huyó de Tokio para no ver nada de la unión de Haruhiko y Misaki por algún medio de comunicación o red social. El escritor había elegido como destino un pueblito muy lejano para pasar su fin de semana alquilando una cabaña con casi un bosque entero para el solo.
—Esto me recuerda cuando fui niño, había muchas estrellas como hoy—Usagi san suspiró y una figura se posó a su lado.
—Perdón por interrumpirlo Usami Sensei—dijo el joven del servicio—Sé que pidió que bajo ningun motivo fuera molestado pero mi jefe le ha mandado unas cortesías para que asista al evento de mañana por la noche. Es un pequeño festival de la cultura coreana.
Usami agarró la invitación y el nombre del festival se le hizo simpático.
—¿Festival de las galletas de arroz?
—Sí, a mi jefe le gusta cocinar y compartir las tradiciones de su país. Y como reservó una de las áreas más caras del lugar, tal vez el jefe quiera hacer negocios con alguien tan importante como usted Usami Sensei.
—Oh, lo pensaré. Dile a tu jefe que muchas gracias por la invitación.
Usagi san guardó el ticket y continuó viendo el cielo estrellado ignorando al empleado quien optó por irse.
—Esto es igual a la bioluminiscencia del mar, ¿no le parece así Ijuuin Sens...?—El escritor se cubrió la boca antes de terminar el nombre y volteó a todos lados creyendo que alguien lo oyó—¿Qué demonios f..fue eso?
Usagi san se paró muy deprisa para meterse a su cabaña y puso el seguro, le estaba ocurriendo lo mismo de siempre: pensar en él mangaka y eso no era de su agrado.
A Ijuuin se le hizo extraño no ver a Matthew en el bar, no le informó de su ausencia y aunque hiciera comentarios mordaces referente a él y Akihiko, le gustaba mucho la compañía del estudiante. Era un joven muy inteligente y apasionado con su arte y estudios.
Solo tomó un par de tragos y salió a caminar por los alrededores viendo el cielo estrellado.La visita de Isaka san fue interesante por toda la información que le brindó de Akihiko y en algo tuvo razón: no se acordaba de la boda de Misaki porque últimamente sus pensamientos estaban dirigidos al escritor que tiene como amigo un oso de peluche.
Kyo se frotó el cabello y antes de cruzar por el callejón le jalaron del brazo y lo acorralaron entre la pared.
—No traigo efectivo si eso es lo que quier..¡baboso me asustas! ¡pensé que querías robar!—gritó Ijuuin al ver a Matthew.
—Que grosero es Ijuuin Sensei y yo que lo quiero tanto— lo abrazó muy fuerte pegándolo a su pecho—Y si quisiera robarle algo yo le diría: el culo o la vida, usted elige.
—Jamás te daría el cu..lo
—Aja, eso dicen todos.
—Matthew n..no puedo respirar.
—Discúlpeme otra vez—dijo soltándole—y perdóneme también por no atenderlo esta noche pero me iré de viaje.
—¿De verdad? Entonces que te vaya bien Matthew, no te olvides de hacer los deberes de la escuela—Ijuuin dió la vuelta dispuesto a marcharse pero fue detenido otra vez.
—Se le cayó algo del saco Sensei, ¿Dibujo un oso de peluche y ....? Estos personajes no son nada masculinos para su obra Sensei. Es broma.
—¡Devuélvelo!—Ijuuin intentó arrebatarle las hojas y Matthew alzó los brazos.—No estoy jugando contigo.
—Pero yo si y se ve lindo saltando.
—No digas tonterías.
—Lo es Sensei. Y hagamos un trato, si quiere sus dibujos de vuelta tendrá que acompañarme.
—¿Acompañarte? ¿A donde?
—A Sendai, vayamos a comer galletitas de arroz.
—No gracias. Tengo bastante por dibujar y preparar mis clases de esta semana.
—Hace mucho que no sale de Tokio y si no me equivoco usted nació allá.
—Si pero desde que murieron mis padres no he vuelto a poner un pie ahí.
—Entonces será una lástima que estos bocetos no sean terminados. Hasta luego Sensei.
—¡Matthew! ¡Regresa!
Ijuuin echó a correr al ver a su estudiante cruzar la avenida para abordar un auto muy lujoso.
El timbre sonó por una de sus tantas propiedades y Fuyuhiko se paró del sillón con un puro entre sus manos.
Abrió la puerta despacio y la sonrisa burlona se dibujó en su rostro al ver a quien estaba esperando.
—Lo sabía, sabía que eres un farsante. ¿Puedo saber tu verdad antes de que pongas un pie en mi casa?
—Es muy simple, me gusta divertirme con los hombres. Me aburrí de ser un mustio y fingir ser un chico idiota con Usagi san y por eso seguí con Haruhiko ¿Hay algún problema con eso?
—Ninguno, me gusta lo contundente de tus palabras mientras pones esa cara de que no eres capaz ni de matar a una mosca, así que adelante Misaki. Disfrutemos de tu ultima noche de "soltero". Nadie sabrá de esto te lo aseguro.
Fuyuhiko se hizo a un lado y dejó pasar al castaño. Misaki sin ningún ápice de nervios se sentó a lado del Usami mayor y le quitó el puro de la boca.
Usagi san estaba cautivado con lo rural y moderno que podía ser esta parte de Sendai. Después de despertarse hasta las dos de la tarde se colocó la Yukata para estar más acorde con la vestimenta al lugar y decidió dar un tour por los alrededores.
Mucha gente iba de aquí para allá por el mercado situado en una plaza. Los niños y jóvenes se divertían en un mini parque de diversiones y una calle ya estaba adornada en su totalidad con muchos globos de cantoya de colores y supo que ahí sería el festival de las galletitas de arroz.
Sacó la tarjeta leyendo el nombre del anfitrión
"Jin Cheong Woo"
—¿Es el mismo nombre que dijeron Aikawa e Isaka?
—Buenas tardes Usami Sensei.
Usagi san volteó encontrando a un hombre atractivo vestido de traje azul marino, piel blanca y cabello negro
—Buenas tardes, ¿Con quien tengo el gusto?
—Mi nombre es Jin Cheong Woo y soy el dueño de esta parte de Sendai. Me alegra que haya aceptado mi invitación. ¿Gusta un poco de licor?
Jin se acercó con una copa para ofrecerla a Akihiko, el escritor aceptó la bebida sorprendido por la altura del hombre, era más alto que él. No lo pensó mucho y de un trago se bebió el contenido.
—Está bueno.
—Me alegra que le guste, también le daré este par de galletitas de la suerte para que las disfrute más tarde.
—Muchas gracias.
—Venga Usami Sensei demos una caminata por los establecimientos en lo que inicia la celebración y le hago una propuesta.
Akihiko asintió viendo cómo muchas mujeres y hombres los miraban con fascinación mientras caminaban.
Ijuuin seguía preguntándose como es que terminó siendo arrastrado hasta el pueblito mágico que lo vio nacer y con uno de sus estudiantes que parecía modelo de revista. Ya eran las 5 de la tarde, el mangaka estaba sudado, despeinado, con polvo en sus zapatos después de caminar por terracería y enojado con Matthew.
—Ya quite esa cara que se ve feo Ijuuin Sensei mejor vaya a darse una ducha porque hasta me llega el olor de su axilas—dijo Matthew sonriéndole.
—Quisieras que oliera feo, para tu información dejé esos malos hábitos desde..
—Desde que Misaki lo animó esa tarde, su discurso me lo sé de memoria. Me aburre.
—No es lo que iba decir, dejé esos malos hábitos porque es horrible incomodar al prójimo con olores corporales. Y jamás te habías quejado de eso.
—Tiene razón, lo dije de broma Sensei—Matthew se acercó para secarle el sudor de la frente con un pañuelo—luce sexy sudado.
—No estoy para tus bromas y aquí no está Usami Sensei para que quieras hacerte el gracioso.
—Ahora el ofendido soy yo, todas las cosas lindas que le digo salen desde mi corazoncito y ¿por qué esta recordando a Usami? A mi se me hace que usted está interesado en ese escritor pervertido, en su enemigo perverso.
La almohada voló a la cara de Matthew quien comenzó a reír cuando Ijuuin azotó la puerta del sanitario.
—¡Le dejaré un Hanbok* para que lo use cuando vayamos al festival! ¡Y puede disfrutar de todos los servicios del Hotel porque Jin ya pagó!
Kyo ya no contestó y abrió toda la llave del agua para no escuchar la risa de Matthew.
Usagi san estaba muy apartado de la gente que reía, comía y bebía. El señor Jin aunque tuviera cara de enojado se porto amable y le habló a grandes rasgos de la cultura de su país. También lo invitó a hacer negocios sabiendo que los Usami cuentan con la red inmobiliaria más grande del país pero por obvias razones Akihiko no aceptó. Nunca tuvo interés por los negocios de Fuyuhiko y menos ahora que su vida volvió a tornarse triste después de la traición de Misaki.
El reloj marcó las 8 de la noche, hora en que la boda de Misaki y Haruhiko diera inicio y el escritor no pudo evitar sentirse frustrado otra vez.
Usagi san masajeó su frente y los fuegos artificiales comenzaron a estallar por el cielo de Sendai.
<Te deseo toda la felicidad del mundo Misaki, la felicidad que yo nunca te pude dar>
Akihiko estaba dispuesto a marcharse del festival cuando divisó a cierta figura de 2 metros de altura caminando entre los puestesillos de comida. Frunció un poco el ceño al reconocer al tal Matthew y más se sorprendió de ver como corrió para abrazar al señor Jin.
—Con que los orangutanes también se enamoran, pero bien que andas de graciosito con Ijuuin Sensei.
Recordó como Matthew acariciaba y veía al mangaka en el bar y chasqueó la lengua.
—Dices que no es bueno cruzar la línea de alumno-profesor pero dejas que ese mocoso te acaricie, te hable de forma irrespetuosa y demás cosas. Eres igual que todos Ijuuin Kyo.
Kyo miraba atento los fuegos artificiales que hacían figuras de galletas y animalitos por el cielo y sonrió. Hace mucho que no disfrutaba de espectáculos como estos por pasarse encerrado en su estudio que se sentía como niño de 5 años.Comenzó a zigzaguear por los puestos de comida admirando la variedad de galletas y comida. Se detuvo varias veces para comprar y así tener alimento de reserva en su departamento hasta que ya no tuvo campo de visibilidad más que de los lados.
—Iré a dejar esto al hotel y regresó por más. También le llevaré a Isaka san a ver si con esto le hago sentir mejor.
Ijuuin giró muy rápido, un hombre se atravesó en su camino, las bolsas cayeron y ambos se miraron con sorpresa.
—U..Usami Sensei.
—Ijuuin...hola.—contestó Akihiko y sonrió de ver al mangaka luciendo la vestimenta tradicional de Corea.
* Hanbok, vestimenta tradicional de corea
Gracias por leer.