La visión de Ijuuin vestido con ese traje de algún modo le cortó la respiración a Usagi san por lo bien que lucía.
Él mangaka portaba un atuendo en color negro con un cintillo rojo que le rodeaba más arriba de la cintura y tenía el cabello ligeramente despeinado haciendo que pareciera más joven; lo miró por al menos un par de minutos hasta que Kyo salió del trance para recoger sus compras tiradas por el suelo.
—Ijuuin... Discúlpame por favor—Usagi san se agachó para ayudarle.
—Lo disculpo pero he notado que tiene 2 pies izquierdos porque seguido se tropieza y de paso me golpea a mi.
—Eso es mentira.
—No lo es, la primera vez casi cae del ascensor y si no fuera porque yo lo detuve de seguro le da un par de besitos al suelo.
—¿Eras tú?
—Sí, era yo.
Usagi san lo miró otro poco, las mejillas del mangaka estaban un poco coloradas. No sabia si por causa de la vergüenza de encontrarse así o porque una de las luces de colores le daba directo al rostro.
—¿Qué harás con todo esto?—preguntó Usagi
—Lo llevaré a mi habitación y regreso para seguir disfrutando del festival. ¿Vió los fuegos artificiales?
—Sí, fueron muy bonitos. Te ayudaré a llevar las bolsas.
—No es necesario.
—No eres un pulpo para que puedas con todo.
Ijuuin lo miró de reojo, Usagi san tenía entreabierta la Yukata por la parte de arriba mostrando algo de su pecho. No quiso voltear por completo porque siendo sincero le avergonzaba ver directo a los ojos a Akihiko.
—¿Mochi de fresa?—volvió a cuestionar Usagi al ver los paquetes
—Es para Isaka san, le gusta mucho.
Ambos se pusieron de pie y caminaron hasta la habitación del mangaka.
—Supongo que viniste acompañado de Matthew. Lo vi también.
—Sí, él no quería venir solo hasta acá.
—¿Tan grandote y miedoso?
—No es miedoso, la mayor parte de su infancia vivió en un orfanato y tiende a apegarse mucho a las personas que le caen bien.
—Ya veo porque tantos cariños hacia ti.
—Le gusta ser así conmigo, puede ser porque nos apasiona las mismas cosas.
—¿Como su arte, dibujos y mangas?
—Sí, es muy talentoso, él podría tallar una estatua de usted.
—Prefiero una pintura. ¿Tu sabes pintar?
—Por supuesto, la mayoría de los trabajos que hay en Marukawa son míos.
Usagi san parpadeó, pensaba que Isaka san había comprado esas pinturas que se veían tan caras a un coleccionista.
—Me gustaría que hicieras una pintura mía y de Suzuki san como la de Miguel Ángel, solo que en lugar que sea la "Creación de Adán" que sea la creación de Suzuki san.
Ijuuin comenzó a reír pensando en cómo se vería esa aberración en pintura y Usagi san le miró atento, era la primera vez que lo veía mostrando una sonrisa.
—¿Quieres que sigamos comprando por los puestos del festival?—cuestionó Akihiko.
—¿Usted y yo?
—Si, ¿Tienes algún problema con eso?
—No, ninguno.—contestó sorprendido Ijuuin por el interés del escritor.
Kyo y Akihiko recorrieron todo el lugar probando la comida y bebidas del festival. Jin se esforzó porque el evento fuera lo más divertido posible y de verdad dió resultados porque la gente y los autores la estaban pasando fenomenal.
—Así que naciste en este lugar —dijo Usagi san disfrutando de un helado.
—Sí, el hospital esta a un kilómetro de esta zona, mi madre apenas si alcanzó a llegar a una camilla para darme a luz. Quería esperar a que mi padre llegara a casa para ir juntos y verme nacer pero fue imposible porque dijo que mi cabeza prácticamente estaba afuera de su cuerpo
Usagi san lo miró un poco sorprendido por lo que dijo.
—Oh lo siento, es desagradable escuchar este tipo de cosas.
—No, pero estoy sorprendido que alguien como tú naciera aquí. Pensé que siempre habías vivido en Tokio y con fortuna.
—Yo tuve que abrirme paso por este mundo con los recursos que mis padres me brindaron hasta hacerme de mi patrimonio. No todos nacemos en cuna de oro como usted.
—De nada me sirvió nacer entre lujos si nunca tuve el cariño de mis padres.
—¿A que se refiere?
—Mis padres se casaron por conveniencia y no por amor. Un hijo era lo que necesitaban para confirmar sus negocios y pusieron manos a la obra. Nací entre fortuna siendo atendido por el mejor médico de Inglaterra y después de eso fui relegado a ser un objeto más de la casa. Quien me cuido fue el mayordomo.
—Siento escuchar esto, pensé que su familia es muy unida.
—Nos une el apellido pero solo es eso. No hay nada más.—dijo incómodo Usagi.
—¿Con que tiene descendencia Europea?
—Sí, por parte de mi abuelo materno. Él es un importante hombre de negocios en Inglaterra.
—Tal vez su abuelo conozca a la familia de Matthew, él tiene descendencia británica.
—Dijiste que creció en un orfanato.
—Si pero antes de eso fue el hijo de uno de los hombres más ricos de allá.
—Ahora entiendo porque es tan alto, con ojos verdes, corpulento y...
—Es muy atractivo no lo niego,pero sigue siendo un niño.
—Hablando de niños, puedes tutearme. No es necesario que te refieras a mi como Usami Sensei.
—Sería una falta de respeto.
—Te he estado faltando al respeto desde hace una hora y no parece molestarte. Por cierto ¿Cuántos años tienes?
—Cumpliré 35 años el próximo mes.
—Eres más grande que yo, por dos años.
—Con que Akihiko Usami tiene 33 años.
—Así es, estoy en la plena juventud.
—¿Quieres hacer tus propias galletitas o panecillos de arroz?—preguntó el mangaka viendo el puesto de enfrente.
Usagi san volteó encontrándose a Matthew con Jin frente a un horno y con masa en sus manos.
—Ese hombre será un prodigio para la escritura pero es un inútil para las cosas más comunes—dijo Matthew viendo a Usagi san con muchos problemas para hacer sus panes.
—Nació en una familia millonaria y es obvio que le hicieran todo en su casa.—contestó Ijuuin viendo los ingredientes y utensilios regados.
—¡Pero como puede ser tan tonto!—gritó Jin—¡le dije que solo le pusiera una taza de leche!
—¡Usted me dijo que 3 tazas de leche y una de harina!
—¡Eso no es cierto! La receta es al revés y ¿que le echó para que quedara así de pegajosa?
Ijuuin veía a Ahikiko con la masa extendiéndose por sus dedos como si fuera chicle y soltó una risita. Nunca había visto a Usami tan mortificado por algo y se acercó a ellos.
—Intentemos poner más harina a la mezcla—sugirió el mangaka agarrando la bolsa—esto es como preparar la arcilla para los bustos que hacemos Matthew y yo.
Usagi san miró atento a Kyo amasando la mezcla, poco a poco fue tomando la textura deseada, agregó vainilla y después lo vió formar conejitos y ositos con la masa.
—¿Esos Son Bunny y Suzuki san?—preguntó Matthew viendo las figuras
—¿Quien es Bunny?—cuestionó Akihiko.
—Un nuevo personaje que hizo Ijuuin Sensei de seguro inspirándose en usted—aseguró Matthew
—¡No es cierto!—gritó Ijuuin avergonzado.
Usami sonrió al verlo dar la vuelta para meter los panes al horno para su cocción.
—Por lo menos lo intentaste—dijo Ijuuin mirando los panes de Akihiko.
—Lo que importa es el sabor—dijo muy seguro al ver sus conejos deformes. Probó una oreja y sonrió.—Están ricos, no así de bonitos como los tuyos pero saben bien.
Usagi san acercó el pan a la boca del mangaka para que lo probara.
—Es cierto, saben muy bien. Fue una suerte que no hicieras que explotara el horno con todo el desastre que hiciste. Traeré una bolsa para llevarlos.
Al poco rato ya iban los dos de regreso con sus compras y lo que hornearon con un cielo atiborrado de estrellas como lindo paisaje.
—¿Hasta cuando estarás en Sendai?—preguntó Ijuuin.
—El lunes regreso a Tokio, tengo que confesarte que vine hasta acá para no saber nada de Misaki y Haruhiko pero fui inútil. Lo recordé justo a la hora de su boda.
—Supongo que no es fácil olvidar una relación de tantos años.
—¿Y que hay de ti? ¿Hubo alguien antes de que te enamoraras de Misaki?
—No, nunca he estado en una relación. Siempre estoy ocupado, puede que por eso me ilusioné con la primera sonrisa que tu ex novio me dedicó.
—¿Nunca has tenido un romance?
—No
Usagi lo miró una vez más, el rostro del mangaka era del agrado de bastantes hombres y mujeres como para que estuviera solo por tantos años.
Y sin darse cuenta ya estaban frente a la habitación de Ijuuin por segunda ocasión. Ambos pasaron sintiendose cómodos por la compañía
Akihiko lo siguió hasta la cocina y le llamó la atención un par de hojas tiradas en el suelo.
—Dibujaste muy bien a Suzuki san ¿y el otro quien es?
—E..es Bunny el amigo de Suzuki san—contestó Ijuuin tartamudo por ver su trabajo en manos de Akihiko.
—Un oso y un conejo de amigos, que raro. Suzuki san podría comérselo.
—Suzuki san será herbívoro como Bunny. Pienso incluirlos en algún capítulo de the kan cuando tengan una pelea por un bosque embrujado.
—Estoy escuchando muchos spoiler de futuros capítulos de tu manga. Bunny es lindo con el pelo blanco, gris ó combinación de ambos.
< Es bunny, de seguro inspirado en usted> Usagirecordó las palabras de Matthew.
Ijuuin se movía por la cocina con nervios por la mirada insistente de Akihiko. Era cierto, dibujó al conejito por estar pensando en el escritor. Además que varias ocasiones escuchó a Misaki refiriéndose a él como Usagi san.
—¿Gustas un poco de café para acompañar los panecillos?
—Claro—contestó Akihiko poniendo los conejitos por un plato extendido.
Durante otra hora siguieron conversando y riendo hasta que Usami se dió cuenta del cansancio de Ijuuin.
—Me dió gusto compartir esta noche contigo.—dijo Akihiko yendo hacia la puerta—No eres desagradable como muchas veces lo pensé.
—¿Debería tomarlo como un halago?—preguntó Ijuuin resentido.
—Me disculpó por mis palabras pero tengo que ser sincero. Siempre tuve malos pensamientos referente a ti, incluso te insulté pensando que te odiaba por querer quitarme a Misaki cuando en realidad él nunca fue mío.
—Yo nunca te he odiado, también dije malas palabras sobre ti pero siempre me preguntaba porque no llegué antes que tú. Porque no conocí antes a Misaki y así brindarle todo el amor que tenía guardado en mi corazón.
—Sonaré grosero pero de seguro Misaki te hubiera hecho lo mismo que a mi. Y tú no te mereces eso, y menos cuando no has tenido experiencias previas con el amor.
Ijuuin miró al piso, un hombre de más de treinta años sin experiencia en el romance era demasiado extraño.
—Con un poco de suerte y podré encontrar alguien adecuado para mi—dijo Kyo—aunque seguir mi ritmo de vida puede ser frustrante para quien sea mi compañero. Soy un desastre la mayoría de las ocasiones.
Usagi san se enterneció de verlo con la mirada fija por el suelo como niño regañado y se acercó para acariciar su cabello. Ijuuin sintió esas manos frías rosar por su frente y alzó la vista.Akihiko ni parpadeaba al mirarlo.
< Es lindo> pensó el escritor
—Entonces ya no te quito más tu tiempo, es muy tarde y de seguro quieres descansar.—dijo Kyo.
<No estoy cansado, estoy sorprendido de lo bien que la pasé>
—¿Te ocurre algo Akihiko? ¿Akihiko me estás escuchando?
—S..si, me iré ahora mismo.
Ijuuin veía al escritor caminar despacio rumbo a las escaleras, perdido en sus pensamientos.
<¿Debería hacerle una invitación mientras estemos aquí?>
—¡Akihiko!
—¿Si?—volteó Usagi san sorprendido porque el mangaka lo detuviera.
<De seguro me pedirá que me quede otro momento más con él>
—¡Se te olvidaron los panecillos!—Ijuuin corrió hasta él con la bolsa de celofán decepcionando al escritor por su respuesta.
—Ah...mis conejitos de Chernobyl. Gracias por traerlos.
—De nada Akihiko, que pases buenas noches.—Ijuuin dió la vuelta.
Un impulso le hizo detenerlo, Ijuuin volvió a sentir esa mano fría pero esta vez fue en su muñeca izquierda.
Todo pasó muy rápido, Ijuuin Kyo nunca se imaginó una situación cómo esta.
Nunca se imaginó que Usami Akihiko pondría sus labios en la comisura de los suyos.