Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Una habitación en silencio. (Traducción finalizada) por yuniwalker

[Reviews - 8]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

En el cumpleaños de los niños, ellos siempre lo celebraban a su lado. Así que ahora, San se tomó de la cabeza con ambas manos y pensó ¿Qué debo comprar para mis hijos?

Todos los años, les preguntaba personalmente qué querían, pero ellos solamente respondían que estaban felices solo de estar con él. Eran jovencitos muy lindos. Cuando eran más jóvenes, solían ir a pistas de patinaje y parques de diversiones porque les gustaba que fuera algo que todos pudieran disfrutar. Ahora que ya eran mayores, preferían los viajes. Recordaba la vez que se fue con los niños a un valle, al mar, y a una cabaña lejana. Sin embargo, el año pasado, los niños estaban tan ocupados que ni siquiera pudieron hacerlo.

Kim verificó el saldo de su cuenta bancaria en su teléfono móvil. Estaba vacío. Sacó un cigarrillo por pura desesperación y sin embargo, ya que tenía la costumbre de no fumar en casa, solo miró su celular con el filtro puesto entre los labios. Sintió que no iba a quedar más remedio que gastar el dinero que le dio Hee-seo Choi durante tanto tiempo. Era algo para los niños de todos modos, por lo que no estaría mal utilizarlo en un momento como este.

Entonces sacó la cartera del cajón. Había una libreta para fondos de estudiantes, dinero en moneditas, capital dedicado a fondos de matrimonio y un fondo de emergencia adicional. Kim verificó el monto de su cuenta de ahorros de emergencia y descubrió que era demasiado. Se cambió de ropa y decidió ir al banco para retirarlo. Mayo era un mes fresco así que pensó en salir con una camiseta blanca, muy holgada, y unos jeans. Pero como era día festivo además, Isaac, que estaba descansando en casa, levantó la cabeza y, ya que vio que estaba preparándose para salir, solo se levantó y corrió directo a su lado.

"¿Adónde vas?"

"Por dinero."

Isaac quitó el cigarrillo de la mano de su padre. 

Kim San sonrió. No importaba que fuera joven o no, siempre odió que su padre fumara. Isaac abrió la paleta que estaba sobre la mesa y la puso en la boca de su padre para intentar quitarle las ganas.
Kim San hizo rodar el dulce, con sabor a leche de fresa, entre sus dientes, y finalmente lo miró directo a la cara. Era como si Isaac quisiera ir a la calle también, porque sus ojos se habían iluminado horriblemente. Escuchó que al crecer ya no te gusta ir a ningún lado con tu papá, pero Isaac y Lee Taek eran lo contrario. Querían seguirlo dondequiera que fuera así que Kim San miró a Isaac, cuyos ojitos no habían cambiado, y habló:

"¿Quieres ir al banco con papá?"

"Claro."

Isaac sonrió con fuerza, como si hubiese estado esperando que le dijera eso. Kim San entonces le dijo que fuera a vestirse y terminó por darle unas pequeñas palmaditas en el trasero para que se diera prisa.

Después de unos minutos, Isaac, que se había cambiado de ropa, se acercó y se puso una gorra. Llevaba ropa limpia y hermosa, acorde a sus 20 años. El banco estaba a 25 minutos a pie pero no se dieron cuenta de que el tiempo había pasado de inmediato mientras charlaban sobre su vida cotidiana. La mayor parte de la conversación fue sobre los niños a los que Isaac les estaba enseñando. El joven había comenzado a dar clases particulares de matemáticas poco después de ingresar a la universidad, diciendo que no podía usar el dinero del bolsillo de su padre para siempre. Lee Taek también era bueno para eso, pero dijo que la tutoría no era adecuada para él así que tomó un trabajo de medio tiempo en una heladería. Le dijeron que no lo hiciera porque se había lastimado la muñeca entrenando, pero también dijo que no quería ocupar el dinero de papá.

"¿Te parece bien si comemos algo?"

Isaac agarró el brazo de su padre. 

El lugar que Isaac señaló era un nuevo restaurante de carnes en el vecindario pero Kim pareció dudar un poco ante la sugerencia de comer carne tan temprano en la mañana. Sin embargo, ya que el niño parecía tener mucha hambre, entró aunque fuera de mala gana. 

El restaurante estaba lleno, por lo que Kim San e Isaac incluso decidieron sentarse en un rincón.

"¿Qué quieres comer, mi amor?"

San le entregó el menú. Isaac miró el rostro de su padre y después dijo con una sonrisa:

"¿Sabes qué? Voy a pagar hoy".

Kim San, quien miró a Isaac, hablando con un rostro bastante confiado, sonrió. Vertió dos vasos de agua hasta la mitad y los colocó frente a Isaac y él mismo.

"¿Tienes dinero?

"Sí, en realidad me va muy bien con la escuela. Gané mucho ¿Te lo muestro?"

"No, no. Deberías guardarlo para más tarde. Tal vez para salir con la chica que te gusta".

"No hay una chica que me guste."

Isaac simplemente lo cortó así que Kim San mantuvo la boca cerrada. Le sorprendió que hablara con demasiada firmeza.

"No tengo alguien que me guste así que voy a estar contigo. En todo caso, lo ocuparé para tener una cita con mi padre".

El empleado, que estaba escuchando la conversación cuando se acercó a tomar su orden, miró a Kim San con cara de sorpresa y preguntó:

"Oh, ¿Eres su padre? Se ve tan joven que pensé que eran hermanos."

Ante la broma seria del empleado, Isaac le sonrió. Era como si estuviera orgulloso de su joven y hermoso padre. Además, se permitió tomar la mano de Kim sobre la mesa para volver a hablar:

"Así es, es mi papá ¿No es terriblemente guapo?"

Cuando la mirada del empleado se posó en él, la cara de Kim San se puso ligeramente roja. Era vergonzoso escucharle decir eso así que miró a Isaac como para decirle que se detuviera, pero él estaba sonriendo.

"Así es. Pero usted también es muy guapo. ¿Cómo le haces para tener una piel tan bonita?

"Jajaja. Es lo bueno de tener genes bendecidos."

A diferencia de Kim San, que era directo e indiferente, Isaac era educado y muy sociable. Kim San sonrió ante la apariencia impecable del niño, tomando la iniciativa y pidiendo carne. El empleado, que disfrutaba la conversación, dijo que "estaba bien" y trajo dos latas de Coca-Cola para ellos. Luego, cuando le ofreció su característica sonrisa encantadora, el empleado se tapó la boca para reírse.

Isaac le sirvió el refresco a su padre primero y cuando finalmente vertió la bebida en su propio vaso, levantó los ojos para mirar lo que estaba haciendo: El hombre estaba mirando por la ventana con la barbilla sobre la mano y una cara aburrida. Como recientemente se había cortado el pelo, las orejas y el cuello de Kim San estaban bien expuestos por lo que era evidente que incluso si tenía 36 años, poseía una piel clara y absolutamente perfecta. Tan bonita que pensó que seguramente, si le daba una mordida, tendría un sabor dulce. 

Mientras Isaac tragaba su refresco, sus oscuras emociones también fueron reprimidas.

Kim San miraba a unos niños pequeños a través de la ventana. Ellos también eran gemelos así que sus rostros eran similares. ¿Serían gemelos fraternos? Eran una niñita con el pelo recogido en dos colas de caballo y un pequeño con una gorra de béisbol. Iban de la mano con alguien que pensaba que era su papá. Kim San volvió la cabeza para mirar a Isaac así que el niño, que volvió su atención a la carne en el fuego, abrió mucho los ojos como preguntando "¿Pasa algo?"

Kim San señaló con el dedo por la ventana:

"¿No son lindos?"

La voz de Kim San estaba llena de amor.

"Sí. Se ven muy tiernos."

"Tú también te veías así de bebé. Eras muy lindo en ese entonces".

Cuando eran jóvenes, Isaac y Lee Taek eran como ángeles que descendieron del cielo. Al caminar, de la mano de Kim San, no había nadie que no los mirara e incluso había algunos que parecían muy envidiosos cuando ellos se acercaban a él, con sus brillantes ojos marrones, y gritaban "Papi"a todo pulmón. Y al ver a su padre recordando su pasado, Isaac se quejó, hinchando sus mejillas como una ardilla enojada así que Kim San-eun se tapó la boca y se rió de que no hubiera cambiado en absoluto desde que era un niño.

"¿No soy lindo ahora?"

"A ver..."

Kim San tomó las pinzas de la mano de su hijo y comenzó a asar la carne él mismo. Aunque Isaac y Lee Taek ayudaban a su padre con las tareas del hogar, Kim San era muy bueno haciendo parrillada. Isaac y Taek eran terribles en eso y siempre la dejaban medio cruda. Isaac extendió la mano diciendo que ya estaba mejorando, pero Kim San opinó: "Sale mejor conmigo." Así que Isaac cerró la boca y esperó en silencio a que su padre cocinara la carne. No podía objetar nada porque lo que cocinaba Kim San era realmente delicioso.

"Papá, ¿No soy lindo?"

Isaac volvió a preguntar. Mientras cortaba la carne cocida con unas tijeras, levantó la vista y lo miró por un segundo hasta que empujó el trozo más grande de su lado.

"Eres lindo. Pero en los viejos tiempos lo eras mucho más."

"Ah, eso es injusto."

Isaac habló juguetonamente, luego envolvió la carne que su padre le dio en una lechuga y se la llevó de inmediato a la boca. Kim San sonrió, haciendo lo mismo:

"¿Está rico?"

"Mucho. ¿Tú qué piensas?"

"Lo es."

Kim San asintió mientras masticaba. Después de ponerle un poco más de condimento, Kim San llevó la carne nueva en el fuego y le dijo a Isaac:

"Se acerca tu cumpleaños, ¿Te gustaría ir de viaje?”

Ante la palabra "viaje", Isaac asintió.

"Me gusta. ¿Qué tal un viaje al extranjero esta vez, papá?

"¿Al extranjero?"

"Sí."

Se emocionó de escuchar eso porque nunca antes había viajado al extranjero. Y viajar con sus niños, uff, fue increíble solo de pensarlo. Este año, parecía que iba a hacer muchos recuerdos bonitos con los dos.

"Entiendo que no podemos ir muy lejos debido a tu trabajo, así que estaba pensando en algo que tardara unas dos horas en avión."

Isaac le explicó el plan a Kim San. Dijo que habían trabajado duro para recaudar dinero y declaró que tenía lo suficiente como para cumplir todos sus caprichos. Ante eso, Kim San negó con la cabeza y dijo que estaba bien que utilizaran el dinero que les dio Hee-seo Choi.

Isaac envolvió la carne que San Kim había asado y la llevó a la boca de su padre. Kim San le dijo que él podía encargarse por su cuenta, pero el niño se quedó quieto con los brazos extendidos en su dirección así que no tuvo más remedio que asentir.

Kim San masticó su porción, bebió el refresco hasta un punto en que le pareció demasiado dulce y finalmente dejó su envase de Coca-Cola al lado:

"¿Por qué de repente quieres ir al extranjero?"

Isaac, que estaba comiendo arroz con estofado y soya, contestó con una sonrisa:

"No creo que pueda hacerlo más tarde."

Era una oración ambigua. ¿Por qué no iba a poder? Kim San, perdido en sus pensamientos, exclamó: "Oh" y dejó escapar un suspiro impresionante. Cuando miraba a los hijos de sus colegas, resultaba que a todos ellos se les daba por viajar antes de crecer y casarse. Cuando finalmente lo hacían, el amor también se les escapaba y la cantidad de tiempo que pasaban con los padres disminuía significativamente. Tal vez este también era el caso.

"Es que… Si voy a la universidad y me preparo para el trabajo, no voy a poder ir".

"Es verdad."

Kim San sonrió:

"Además, si te casas más tarde, no vamos a poder ir juntos otra vez. Cuando tengas una nueva familia, vas a querer ir con ellos."

Ante las palabras de "una nueva familia", Isaac cerró suavemente los ojos y le mostró una sonrisa bastante amable. Y ante esos ojos que parecían gotear miel, San Kim de repente pensó: "Mi hijo es muy guapo".

"¿Quieres... Que tenga una nueva familia?"

"Pues me gustaría ver niños que se parezcan a ti. Creo que serían hermosos si tienen tu cara."

Kim San no podía ver los ojos de Isaac, que bajó la cabeza mientras giraba la carne con sus palillos de madera. San cortó el
con unas tijeras, y sin pensar, dijo:

"Y pienso que, una vez que se establezcan, papá podría irse al campo.  Quiero vivir una vida sencilla mientras cultivo algunos vegetales. Siempre fue mi sueño. Algo relajado."

"¿El campo?"

La voz del niño bajó. Su padre, que estaba frente a sus ojos, estaba teñido con una emoción ligeramente diferente.

"Sí."

"No, papá. No te vayas al campo".

A pedido de Isaac, Kim San sonrió brevemente. Luego el envolvió sus manos entre las suyas:

"Trabajaremos duro para ganar dinero. Papá, tú solo tienes que quedarte con nosotros. No... No me imagino algo sin ti."

"Vas a olvidar eso pronto."

Kim San se echó a reír y luego Isaac sonrió un poco menos preocupado al ver a su padre comer su carne.

Entonces, hicieron toda la comida mientras charlaban.

Esta vez, Kim San pidió dos porciones de Hangjeongsal y como beneficio adicional, también pidieron agua de sabor y otro refresco. Después de todo, Isaac tenía la costumbre de beber Coca-Cola con su carne.

Isaac preguntó, mirando a su padre mientras tocaba su teléfono celular:

"Nunca te pregunté... ¿Te gustó tener niños o... Te hubiera gustado una niña?"

"Siempre pensé que todo era bueno."

"Me gustaría una hija".

Kim San levantó la cabeza, Isaac sonrió ampliamente como si estuviera esperando que hiciera eso.

"Quiero criar una bebita.. "

"Bueno, yo creo que es lindo que quieras una niña, pero mujer o hombre, solo tienes que hacerlo bien".

Ante las palabras naturales de su padre, Isaac inclinó la cabeza. Y como si no pudiera contener la risa para empezar, Isaac, quien cubría suavemente su boca con el dorso de su mano, agregó, mirando a su padre:

"No importa. Quiero una niña."

Isaac era muy codicioso. Tal vez porque había crecido en una casa solo con hombres. Kim San, que había estado pensando en esas cosas sin cuidado, dijo:

"Ojalá pudieras escoger el sexo del bebé.  Pero si no se puede, no lo discrimines por ser un varón."

Isaac, quien sonrió de nuevo, respondió.

"No lo haré."


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).