-¡Agh! Mierda Anthony…- gruñó el rubio mirando la espalda del otro mientras rebotaba sobre su regazo
-Carajo, sí…- Tony jugaba con sus pezones y erección a sabiendas de que el alfa podía verle por el espejo del techo y todos los que les rodean en aquella habitación.
Alfa y omega disfrutaban de entregarse al placer sin reservas, tienen ya varias semanas con esta dinámica de buscarse para saciar sus apetitos, no son pareja pero la química entre ellos es evidente, no esconden la atracción mutua y sólo se centran en disfrutar del momento.
-¡Más!- gime el castaño al sentir su próstata siendo golpeada una y otra vez
-Me encantas- musita el rubio incorporándose para abrazar al otro pegando su pecho a la espalda ajena. Sus manos reemplazan las del omega mientras sigue proyectando las caderas hacía arriba
-¡Sí! Así… m-más- exigió tirando la cabeza hacia atrás
-Mira al frente- pidió el menor señalando al espejo frente a la cama- Quiero que mires, ah sí… Mírate precioso, estas hecho un bello desastre. Eres perfecto…
-A… a-ab… Sí, no pares… ahhh- el castaño aumentó el ritmo sintiendo su cuerpo tensándose y temblar de anticipación ante el inminente orgasmo.
-Eso es… córrete para mí- pidió mientras bombeaba con mayor fuerza
-Alfa… mierda ¡Sí!- gritó su liberación y eyaculó con fuerza desplomándose contra el más alto
-Eso es cariño- gruñó contra la piel de sus hombros, besando y lamiendo todo a su alcance
-Carajo… eso fue increíble- gimió el mayor intentando incorporarse
-Shhh, relájate- murmuró manteniéndole en su lugar
-¿Qué hay de ti?- murmuró llevando sus manos hacia el rostro del menor acariciando la barba incipiente
-Necesitas un descanso, seguiremos cuando recuperes fuerza…- sonrió burlón
-Puedo contigo y más- declaró trazando círculos con la cadera y haciendo jadear al rubio
-Si continuas atente a las consecuencias- gruñó contra la curva de su cuello mientras sus manos recorrían el cuerpo del omega haciéndole estremecer
-Promesas vacías- le retó conteniendo un jadeo
-Te lo advertí…
Abbadon gruñó y se puso de pie sosteniendo el peso del castaño estrés sus brazos para caminar hasta el espejo de cuerpo completo donde bajo despacio las piernas del castaño sin salir de su interior ni un momento
-Sostente del marco- ordenó con la voz ronca por la excitación
-¿Así?- cuestionó recargándose en el espejo y abriendo el compás mientras meneaba el trasero
El de ojos escarlata ronroneo extasiado, se separó de su cuerpo saliendo del interior del omega, sus manos tomaron los muslos de su destinado y subieron despacio hasta sus glúteos para separarlos y admirar el pulsante esfínter que escurría del lubricante natural del más bajo. Abbadon tomó su erección y la restregó un poco antes de hacer presión y enfundarse de nuevo en aquellas cálidas paredes a las que se había vuelto adicto.
-Ah sí… sin importar cuanto te joda sigues igual de estrecho
-Ab…
-Te sientes tan bien- susurró tomándoles de las caderas mientras comenzaba a moverse despacio
-¡Oh mierda!- el mayor se arqueó al sentir que golpeaba su próstata sin siquiera hacer el intento
-Carajo Anthony…- siseó al momento que le sintió apretarse alrededor de su falo
-Más, más rápido…- gimió causando que su aliento empañara el vidrio frente a él en el cual sus miradas se encontraron
Abbadon afirmo el agarre de su mano izquierda en las caderas del castaño mientras su diestra le tomaba del hombro para profundizar sus estocadas. Ambos respiraban con dificultad y Tony se ponía de puntitas intentando resistir al ritmo casi frenético del más joven, el choque de sus pieles rayaba en lo obsceno, de sus bocas ya no salía nada más allá de gruñidos, jadeos y gemidos ininteligibles, sus aromas mezclados definitivamente eran el perfume más sensual que alguna vez habían olido.
-¡Mío!- rugió el rubio y por un instante sus ojos refulgieron mostrando a su alfa intentando surgir
-Sí… ah ¡Sí!- gritó Tony viniéndose de nueva cuenta manchando el espejo.
El menor sólo gruñó guturalmente mientras el nudo se hinchaba y se vaciaba en el interior del omega mientras mordía sus labios evitando mirar la glándula que le llamaba con ansias.
*********
Tony hablaba por teléfono mientras paseaba por el taller privado que le fue otorgado en esa base secreta, le resulta fascinante el como todos le aceptaban con completa naturalidad como si Sharon Carter no importara en absoluto, aún no llevaba la marca de su líder ni siquiera eran una pareja formal y aun asi le trataban con el máximo respeto, haciéndole sentir parte de su manada.
-Haces falta por acá- murmuró Natasha al otro lado de la línea
-Sabes bien que no puedo volver- dijo el castaño conteniendo un suspiro
-¡Quien debe irse es él!- siseó furiosa- Fue él quien traicionó a esta manada ¿Cómo pretende que confiemos en su liderazgo sino fue capaz de respetar el voto más sagrado de todos?
-Lo lamento Nat, siento haberlos dejado pero no puedo hacer nada para restaurar el lazo, mi parte renunció de inmediato a la manada en cuanto se rompió el enlace- explicó con una sonrisita triste
-Entonces nosotros iremos contigo- dijo la pelirroja con determinación
-Nat…
-No, no confío en él y Carter jamás será mi líder. Tony entiendo tu preocupación pero de todos modos todo acá se ha ido a la mierda- murmuró la delta
-Todos necesitan un tiempo para sí mismos antes de tomar cualquier decisión- pidió Tony con una voz suave, sabiendo como calmar a la mujer
-… ok, pero no cambiará mucho cariño. Thor fue el primero en irse y eso sólo fue el principio del fin- sentenció Romanoff