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Un Camino Construido Sobre Ruinas Perdidas En El Tiempo. por HikSon

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Notas del capitulo:

Massiel se da cuenta de que el supervisor espera que él esté dispuesto a matar a los miembros de REVENISH, aunque no se siente cómodo con convertirse en un asesino, ¿lo aceptará?

Aún nadie se explica cómo es que el bebé sobrevivió, pero lo hizo. Salió del baño en el que había sido encerrado y devoró todo lo comestible que había en la casa, incluso animales que se llegaban a colar. El bebé creció durante un poco más de 2 años criándose como un completo animal, desnudo y sin que nadie lo guiara, pero cuando no encontró nada más qué comer, su instinto de sobrevivencia lo orilló a salir de ahí para buscar más comida.

El pueblo entero entró en caos, el primero que tuvo el valor de enfrentarse al nene con toda la intención acabar con su vida, solo logró asustarlo, más no dañarlo, porque antes de poder hacerle algo, el bebé actuó en defensa propia y mató al hombre. Nadie más le quiso hacerle frente. Entonces apareció Fabián, su tío, él único lo suficientemente calmado como para saber que lo que el pequeño monstruo tenía, era hambre. Así que tomó unos panes y con ellos atrajo al bebé de nuevo a su antigua casa, y se encargó de reforzar todas las salidas y entradas para que su sobrino no pudiera escapar otra vez, al menos no con facilidad. Desde entonces, Fabián fue el encargado de alimentar a su sobrino para evitar que éste buscara salir, era lo único que hacía, su única interacción con él era esa. Pero unos años después, ocurrió un incidente que revivió el miedo por el monstruo en el pueblo.

Los adultos solían decirles a los niños que no debían acercarse a la casa del monstruo, pero nunca daban muchas explicaciones, grave error, ¿no crees? Porque solo consiguieron atraer la atención de niños curiosos hacia esa casa, y un día, un grupo de niños desobedecieron a sus padres y se acercaron, no solo eso, vieron entre los palos que rodeaba la casa a un niño desnudo en el patio y se burlaron de él, para el pequeño, que nunca había escuchado el sonido de niños carcajeándose, fue un sonido desconocido y aterrador, tenía miedo y no sabía qué hacer.

Uno de los niños, el que tenía el papel del líder, era muy ágil y se las ingenió para meterse a la casa saliendo solo con un rasguño, una vez dentro, incitado por las vociferaciones de ánimo de sus amigos, tomó una rama del suelo y comenzó a picar al pequeño monstruo con ella. Habían pasado ya varios años de eso, y aquellos niños que presenciaron cómo su amigo era despedazado frente a ellos, es la causa de todas sus actuales pesadillas en las noches.

Tras aquello, Fabián fue obligado a interactuar más con su sobrino, se vio presionado por las demás personas del pueblo a que le enseñara al pequeño que matar a la gente estaba mal, así que desde entonces Fabián ya no solo fue su alimentador, fue también el encargado de vestirlo, aunque fue difícil hacer que el pequeño se acostumbrara a la ropa, y también de enseñarle a hablar para que entendiera que si volvía a matar, ya no le iba a dar de comer.

—Y ya, eso es prácticamente todo —nos dijo Fabián.

El supervisor y yo cruzamos miradas.

—Entonces, ¿aún lo quieren? —nos preguntó cruzando los brazos.

—Lo queremos —me apresuré a contestar—. Solo una última cosa, el nombre del pequeño no es monstruo, ¿cuál es?

Frunció el ceño y bajó la mirada—… Eider… ese es el nombre con el que mi hermana lo quería llamar.

La historia de Eider me hizo volverme más consciente de lo estúpida que podía ser la gente, Eider era un niño, yo estaba seguro de que no era malo, solo necesitaba de alguien diferente a Fabián que supiera guiarlo, que le enseñara correctamente lo que estaba bien y lo que no, y que no lo viera con ojos de miedo o ira. A él lo llamaban monstruo y le temían, pero en realidad él solo actuó en defensa propia, sacó a relucir aquellas garras porque tenía miedo, él era el único que de verdad estaba asustado. Aquí entre nos, me afectó a un nivel bastante alto su historia, porque tanto a Eider como a mí, nos querían matar por poseer un poder con el que no pedimos nacer.

Luego de romper algunos palos con un hacha, se abrió un espacio por el que Fabián, el supervisor y yo pudimos pasar, Eider no estaba en el patio, así que nos abrimos paso entre la hierba alta teniendo cuidado de cualquier animalillo que se arrastrara por ésta y cruzamos la puerta a punto de caerse de la entrada de la casa. La casa no contaba con electricidad, y tampoco tenía muchas ventanas, por lo que estaba bastante oscuro adentro, no voy a mentirte, aunque una gran parte de mí quería ayudar a Eider y sacarlo de ahí, el ambiente de esa casa y la sensación de temor que me provocaba, me hizo luchar conmigo mismo por no salir corriendo y huir como vil cobarde.

—¡Mocoso! —lo llamó Fabián—. ¡Deja de esconderte y sal!

Escuché el ruido de algo caerse en una habitación al fondo en donde casi no llegaba la luz que entraba por la puerta, seguida por el sonido de pasos que hacía rechinar el piso de madera, luego el pomo de la puerta de esa habitación girar, para luego abrirse poco a poco mientras yo me sujetaba los pantalones por temor a que se cayeran del susto. Entonces lo vi, un niño de 11 años, pequeño y flacucho, con el pelo tan largo que casi llegaba al suelo, usando una camisa vieja que le quedaba gigante, probablemente originaria de Fabián. Eider y yo cruzamos miradas por varios segundos y luego él se acercó curioso hacia nosotros sin apartar su mirada de mí.

—Así que tú eres Eider —dijo el supervisor. Se inclinó un poco, poniendo sus manos sobre sus rodillas, y le sonrió amablemente al pequeño—. ¿Te gustaría salir de aquí?

Eider volteó a ver a Fabián con nerviosismo.

—Te están preguntando algo, responde —pidió Fabián ante la mirada de Eider.

—Yo… quiero salir…

—Entonces, salgamos. —El supervisor sonrió y le extendió una mano.

Pero Eider dudó en tomarla y volteó a verme a mí.

—¿Uhm…? Ah… ¿quieres tomar mi mano? —le pregunté mientras extendía mi mano hacia él, y me sorprendí al ver cómo él la tomó de inmediato.

—Ah~, me siento herido —expresó el supervisor poniendo una mano en su pecho—. Bien, salgamos de aquí.

¿Sabes? Eider era realmente lindo, no sé qué hice para agradarle tanto, pienso que tal vez él supo ver en mis ojos que yo quería ayudarlo, porque él era muy bueno leyendo a las personas, pero él no se dejaba bañar o cortarse el pelo si yo no estaba presente, porque no confiaba en los demás y no dejaba que lo tocaran, y también solía agarrarse de mi ropa seguirme a todos lados cuando César y yo íbamos a la casa del supervisor, a ti y a mí nos recordaba a un pollito. Sí, era un niño muy bueno.

—¿Era? —te preguntarás quizás.

Bueno… ¿recuerdas que te había escrito que algo podrido estaba creciendo dentro del supervisor? Verás, él estaba tan enfocado en recuperar a la señora Miriam, que su moral comenzó a difuminarse poco a poco, con esto no quiero afirmar que él se convirtió en una mala persona, pero entre su amabilidad y cientos de virtudes, se encontraba egoísmo; su idea de felicidad, es decir, volver a ser una familia con la señora Miriam, se volvió más importante que cualquier cosa, y para conseguirla, hizo planes para Eider sin importar que fueran éticamente incorrectos.

Eider había aprendido desde los 6 años que matar estaba mal, pero el supervisor lo quería usar como su fuerza de ataque principal contra REVENISH, así que desde el principio nunca consideró a Eider como un aliado,  sino más como un animal salvaje que podía domesticar para que matara al mayor número posible de enemigos, pero, como te lo mencioné antes, Eider era bueno leyendo a las personas, y aunque no supiera las exactitud las intenciones del supervisor, nunca le agradó.

—Massiel, necesito tu ayuda —me pidió el supervisor una tarde mientras nos dirigíamos hacia su casa luego del trabajo, justo después de que César se echara a correr porque había visto a Yannel.

Ese fue el principio de uno de mis más grandes arrepentimientos, porque, si bien el supervisor fue el principal responsable de lo que pasó después, el hecho de que yo era con quien Eider más estaba encariñado, me hizo la persona perfecta para cambiar las cosas e impedir que Eider participara en la batalla contra REVENISH, y es que, a diferencia de César y yo que habíamos decidido participar por nuestra voluntad de ayudar al supervisor, Eider era ajeno a todo ello y no quería, pero incluso si lo hubiera querido, era muy pequeño, incluso si con ese poder desbastador con el que contaba, él no debió tener ningún lugar en esa batalla.

—¿Por qué no quieres entrenar con el supervisor? —le pregunté a Eider luego de verlo en el patio y acercarme a él junto con el supervisor.

Eider bajó la cabeza cuando me vio sentarme en el pasto frente de él—. Él quiere que mate personas.

Volteé a ver al supervisor con sorpresa.

Él se sentó junto a mí—. Matar personas inocentes es malo, no lo discutiré, pero tú vas a matar a personas malas, eso es bueno.

—¿Usted quiere que Eider mate a los miembros de REVENISH? —cuestioné.

Asintió y me miró con seriedad—. Vamos a ir a una guerra, es normal matar personas. César es consciente de ello, por eso entrena cada día, pensé que tú entrenabas con Alan porque planeabas participar en la batalla también.

—L-lo hago —farfullé.

—La batalla contra Tahiel no es un simple juego, —afirmó con severidad y colocó una mano sobre mi hombro, que por alguna razón se sintió increíblemente pesada—, cada uno de nosotros debe estar dispuesto a sacrificar su vida, será una batalla a muerte, ¿lo entiendes, Massiel?

—S-sí…

—Sé que puedo contar con César, pero, ¿qué hay de ti? ¿Continuarás siendo mi apoyo aun sabiendo que tendrás que matar?

Bajé la cabeza y lo medité por un momento—… ¿César está dispuesto a matar?

—Él haría cualquier cosa por protegerte, por protegernos a todos.

—… Yo… lo haré —acepté en voz baja.

El supervisor se giró hacia Eider—. ¿Lo ves? Massiel entiende que matar a los malos está bien.

Eider frunció el ceño—. Pero Fabián me dijo que no debo hacerle daño a nadie que no me haya tratado de lastimar.

—A Massiel tampoco le han hecho nada, pero igual peleará, ¿sabes por qué? Massiel no peleará para lastimarlos, bueno, sí lo hará, pero el propósito por el que lo hará, es para ayudarme a rescatar a mi esposa que se encuentra presa por Tahiel, quien es una persona mala. Si tú no estás interesado en ayudarme a recuperar a mi esposa, entonces toma al hermano de Massiel como ejemplo, César, él está entrenando principalmente para proteger a Massiel, ¿por qué tú no haces lo mismo? Entrena conmigo y hazte fuerte para evitar que dañen a Massiel durante la batalla.

Yo aún era joven, así que aunque tuve la sensación de que algo no se sentía correcto, preferí confiar en que las palabras del supervisor eran una dura realidad a la que me tenía que enfrentar, y es que, mi cariño y agradecimiento hacia él no me dejaron ver que él estaba haciendo algo malo. Tú no tardaste mucho en descubrir que algo me estaba preocupando, y de la misma forma como lo hacíamos unos años atrás, me prestaste tus oídos y yo escupí todas mis preocupaciones e inseguridades, era algo realmente reconfortante, porque todo el peso que se acumulaba en lo más profundo de mi conciencia, salía y se aligeraba, como si tú te llevaras un poco para compartir conmigo ese peso.

Ay, en serio, me gustaba mucho estar conmigo, más allá de que fueras mi psicóloga personal, simplemente encontré en ti todo lo que quería y necesitaba, sé que por algo el destino te puso en mi camino, la forma en la que me mirabas me hacía sentir de forma única, invencible, estoy seguro que tú eras el complemento de mi alma. En ese entonces, recuerdo que comencé a ser un poco más consciente de que lo sentía por ti iba más allá del cariño de un hermano mayor, de que simple y extraordinariamente te amaba, en primera, porque me había dado cuenta de que tú eras mi primer amor, y segunda, porque había ocasiones en las que me decías cosas realmente tiernas, un poco extrañas, pero tiernas, y por momentos me hacía ilusión pensar en la posibilidad de que yo te gustara.

—¿Sabes? Cuando era niña, olvidé 12 cartulinas, 8 exposiciones, y más de 40 tareas —te giraste para verme a los ojos y me sonreíste como solo tú sabías hacerlo—, pero jamás de los jamás, olvidaré el día en que te conocí.

¿Quién no caería ante tal declaración?

Y también noté que había veces en las que te ponías muy nerviosa cuando estábamos los dos a solas, en especial cuando yo me daba cuenta de que me mirabas fijamente mientras yo no te veía, en el momento en que yo hacía contacto visual contigo, te avergonzaba el hecho de haber sido atrapada viéndome. Era fácil saber cuándo estabas nerviosa, no era como que te sonrojaras y tartamudearas, pero tu cara se tensaba y soltabas comentarios raros.

—El otro día, escuché que estudios recientes demuestran que hay dos razones por las que los pollitos dicen «pío»: uno, porque tienen hambre; dos, porque tienen frío.

En serio me parecías muy linda cuando te ponías así, lo cual comenzó a hacerse más seguido, así que siempre me la pasaba sonriendo a tu lado.

Notas finales:

Aquí vengo de nuevo a recomendarles un manga, es mi manga favorito junto con otro. Se llama Blue Period, ¿lo conocen? No hace mucho sacaron su anime, pero… agh… no quiero decir que sea una pésima adaptación, pero es que yo le tengo muchísimo cariño al manga y por ende fui mucho más crítica con el anime, y no me convenció para nada, porque no transmite ni la décima de lo que transmite el manga, así que mi recomendación siempre va a ser manga por encima del anime.

Va de un chico que se podría decir que es bueno en todo, pero tenía un pequeño problema, y es que, no había nada que lo apasionara. Eso, hasta que descubre la pintura, y la gratificante sensación de expresarse por ese medio sin la necesidad de usar palabras, y para alguien como él que siempre actúa y hace las cosas por darle el gusto a los demás, más que por él mismo, pues, le es liberador y cambia por completo su mundo. Miren, la pintura es una de las carreras más alejadas de la mía, yo estoy estudiando actuaría (y no, no es sobre actuación y mi sueño no es salir en la Rosa de Guadalupe, basta por favor :’v), actuaría está llena de matemáticas, pero les juro que perdí la cuenta de todas la veces que me sentí identificada con el prota.

Hace unos años, caí en una fuerte depresión y una crisis existencial tremenda, la Uni era muy difícil porque el salto de dificultad entre la prepa y la Uni fue mucho más de lo que yo esperaba, y las mates dejaron de ser divertidas para mí, así que me sentí perdida porque, o sea, yo no era feliz y pensé que me iba a dedicar a algo que después de todo no me gustaba.            Ahora estoy mucho mejor, una vez le perdí el miedo a recursar materias y entender que la única que pensaba que yo era tonta por no lograr las cosas a la primera era yo, tuve la fuerza para aferrar a mi carrera y actualmente puedo afirmar que no me arrepiento y estoy feliz de no haber dejado mi carrera, ustedes no tienen idea de cómo me gusta calcular flujos en el tiempo, tasas de interés, anualidades y más :’v       

Sin embargo, tampoco puedo decir que tengo la misma motivación y entusiasmo que tenía cuando escuché sobre la carrera por primera vez cuando era una inocente niña de secundaria, pero ese manga me la ha devuelto un poco y consoló a mi yo pasado. He incluso hace no mucho, me acuerdo que en enero de este año volví a tener un bajón, y cuando me siento de la verga tiendo a procrastinar un chingo, fue una joda porque justo estaba en final de semestre, pero leí un capítulo de este manga que me ayudó a recordar que no hay pedo si me equivoco, que de hecho para aprender necesito equivocarme, y nmms, me acuerdo que lloré cuando leí ese capítulo y resurgí bien cabrón, tuve la motivación suficiente para seguir intentando salvar mis materias y las pasé todas como la campeona que soy jajaja.

No prometo que ese manga les vaya a llegar tanto al cora como a mí, y de hecho, aún está en emisión y puede que después termine muy mal, pero hasta ahora, pienso que es un manga que todo el mundo debería de leer.

Gracias por leer.


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