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Un Camino Construido Sobre Ruinas Perdidas En El Tiempo. por HikSon

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Notas del capitulo:

Simona le hace saber a Massiel que tiene dos poderes y le pide a Jano que lo entrene para forzarlo a sacar uno de ellos, Massiel sabe bien cuál es uno de sus poderes, ¿pero qué hay del otro?

(Universo 2, E10, 66 años desde el nacimiento de los hijos de Junuem)

Alan se detuvo unos segundos y luego de mirar al techo, continuó hablando—. Según la señora Simona Aboulker… mi madre… se enamoró de Tahiel. Y además tiene una hija con él.

¿Te imaginas el impacto que me provocó esa noticia? O sea, el propósito de la batalla que me había costado mi hermano, era recuperar a la señorita Miriam, pero si ella se había enamorado del enemigo y había hecho una familia con él, ¿eso no significaba que rescatarla se había convertido en algo absurdo? Entonces, ¿para qué demonios peleamos con Tahiel? ¿Acaso mi hermano había muerto por nada?

—Sin embargo mi padre no quiere creerlo —continuó Alan—. Luego de conocer el poder de Tahiel, piensa que es posible que mi madre solo esté manipulada para creer que está enamorada de él, pero Simona dijo que Tahiel de verdad la ama, eso significa que no puede usar su poder en ella, y por tanto los sentimientos de mi madre hacia él son verdaderos. Solo que mi padre no lo quiere admitir.

—No pareces tan afectado como se esperaría —dije tanteándolo con la mirada.

Él se encogió de hombros—. Tahiel se llevó a mi madre cuando yo tenía 3 años, no tengo muchos recuerdos de ella, así que siendo sincero, no puedo decir que la quiero… para mí no es más que una extraña. Sin embargo, si mi padre quiere volver a pelear contra Tahiel, no me queda de otra más que volver a ofrecerle mi ayuda.

—¿Por qué el supervisor debería hacerlo? Tu madre… no creo que ella quiera separarse de Tahiel…

—No es solo eso —interrumpió Camila—. Tahiel se llevó a Eider, tenemos que recuperarlo.

Apreté los puños sobre mis rodillas—. ¿Eider…? Si ese es el caso, yo también…

—¿Tú también qué, Massiel? —preguntó mamá Sandra luego de entrar a la habitación.

Era evidente que mamá Sandra se opondría a que yo participara de nuevo en una batalla contra REVENISH, ya había perdido a César, no estaría dispuesta a perderme a mí también, pero… Eider era para mí como un hermano menor, no podía quedarme de brazos cruzados sabiendo que él no se fue por su propia voluntad. Buena o mala suerte, no sé bien qué sería, pero justo en ese momento apareció la mujer que quería matarme, la prima de mamá Sandra, Simona Aboulker. No creí ser capaz de ver a mi mamá con una cara aún más intimidante que la que vi cuando llegamos y sus ojos vieron al supervisor, pero lo hizo, ella miró con total desdén y furia a Simona.

—¿Qué es lo que te preocupa, Sandra? —preguntó Simona.

Ella chasqueó la lengua—. ¿Qué clase de pregunta idiota es esa? Es obvio que no quiero ver a otro hijo mío muerto.

Sandra me dio un vistazo—. Él no puede ser tu hijo… ¿o acaso te enredaste con otro hombre tan pronto murió René?

—No te atrevas a pronunciar su nombre con tu asquerosa boca, perra.

Los tres más jóvenes ahí miramos con temor las chispas que despedían los ojos de ellas dos.

—M-mamá… estaré bien —traté de intervenir—. Te prometo que no moriré.

Ella me miró con el ceño fruncido—. ¿Acaso César no te prometió lo mismo?

Bajé la cabeza sin ser capaz de responderle.

—El chico ya está un poco grande como para tener que obedecerte, ¿no lo crees? —comentó Simona—. Además, la principal razón por la que te opones es porque está vez yo estaré de su lado, no quieres que tu preciado niño y yo hagamos equipo, ¿cierto? Te ha de enfermar la idea de verme junto a alguien que te importa.

—Sí —admitió mamá Sandra—, jamás podré perdonarte… si hubiera estado sola tal vez... pero gracias a ti, mi hijo César tuvo que crecer junto a la basura, él no merecía esa vida de perro.

—Pero —volví a intervenir—… fue gracias a esa vida de perro que yo los conocí. Aunque claro… supongo que tener una buena vida te habría gustado más que conocer a un niño problemático como yo…

El rostro de mamá Sandra se ablandó—. No, no… uhm… Massiel…

Simona soltó una carcajada—. El chico sabe cómo manipularte. Me agrada. Haré que se haga fuerte, pondré a Jano para que lo entrene. No dejaré que alguien que puede ponerte así de nerviosa muera ante el bastardo de Tahiel.

Mamá se quedó en silencio para meditarlo un momento—… En ese caso… yo también participaré.

—Pff, no me hagas reír. Si bien solías tener un poder monstruoso cuando eras joven, llevas años sin utilizarlo, ¿no?

—Mi poder no ha disminuido ni un poco, y aún soy joven, apenas estoy en mis 36 años, si entreno un poco, puedo acabar con cualquiera.

Unos días después, Simona nos contó que ella vio desde la mansión de los Cannatela la pelea de César, sin duda fue la más impresionante de todas, estaba segura que César fue el único que dio problemas, era muy fuerte… pero era fuerte a comparación de nosotros. Simona dijo que César en realidad era débil, y que todos nosotros éramos aún más débiles, vivíamos pacíficamente y nos faltaba experiencia para saber actuar bajo una situación desesperada en medio de una pelea. Lo que más me impresionó de aquella plática con ella, fue que admitió la fuerza de mamá Sandra, por lo que dijo, aquel poder que mostró César en la batalla, mamá Sandra era capaz de comparársele a la corta edad de 10 años.

Siguiendo con la historia, había un problema a resolver. Como te escribí antes, Simona tenía el poder de ampliar la fuerza, velocidad, resistencia, etc., en caso de personas con poderes, podía aumentar su potencia, precisión y alcance. La primera vez que nos reunimos para entrenar, Simona se encargó de observarnos y analizarnos para ver de qué manera sería conveniente aumentar nuestro poder. Ese día descubrimos dos cosas. La primera…

—Pensé que Tahiel era el único monstruo con dos poderes —masculló Simona luego de tocarme en el hombro y tratar de ver lo que yacía en mi interior—. Massiel, tú tienes dos poderes. —Miró en dirección a Jano y éste asintió con la cabeza, luego volvió a girarse hacia mí—. Ve con Jano, él hará que saques tus poderes, al menos uno debe servir.

No estaba seguro de cómo sentirme, tenía dos poderes, uno ya sabía perfectamente cuál era, pero, ¿tenía otro?, ¿cómo sería?, ¿por qué nunca se manifestó…? Si hubiera sabido que lo tenía antes, ¿habría podido cambiar el destino de César…? Aun en este momento, es algo que me sigo recriminando, sé que piensas que no tiene ningún sentido sentirme culpable por eso, pero desde entonces eso es algo que no he podido quitarme de la cabeza.

Como sea, la otra cosa que descubrimos, fue que el poder de Sasha se encontraba parcialmente sellado, así como lo lees, pero él no recordaba ningún momento en el que hubieran sellado su poder, y le parecía un poco absurdo, la vieja Ruth estaba más que feliz con el gigantesco poder de Sasha, que él fuera capaz de predecir el futuro y controlar sus poderes a tan temprana edad, les generó muchas ganancias, por ello, sellar parcialmente su poder sería como impedir la entrada parcial de dinero en la familia Miraini.

—Oh~, así que tú eres un Miraini —soltó Simona luego de que Sasha le dijera su poder y de qué familia provenía—. REVENISH tiene una gran diversidad de personas dentro, algunos fueron empleados resentidos de familias ricas, por ello tenemos un poco de información sobre las ellas, en base a eso decidimos atacarlas de inmediato o hacemos un plan. La familia Miraini no ha sido atacada porque sabíamos que tenían integrantes capaces de predecir el futuro, supusimos que si los atacábamos, ellos lo sabrían y se prepararían para detenernos, o huirían. Un caso similar es la familia rica de esta ciudad, la Eisenhide, sabemos que hay una niña que puede anular cualquier poder.

Sasha asintió—. Matilde.

—Sí, Matilde Eisenhide… ¿la conoces?

—Los Miraini y los Eisenhide son parientes, Matilde es mi prima.

Simona se cruzó de brazos—… Puede que haya sido ella quien selló tu poder.

Sasha cerró los ojos y se puso a meditar—… Lo dudo mucho, la única vez que la he visto fue cuando nació su hermano menor, yo tenía 11 años, así que ella debió tener unos~… 2 años. Sin embargo, ella heredó su poder de su madre, me parece más creíble que haya sido mi tía quien selló mi poder, y mi tío Paul tiene el poder de borrar la memoria, supongo que es por eso que no lo recuerdo.

—Soy incapaz de incrementar tu poder en el estado en el que estás, debes solucionar esto si quieres ser de ayuda esta vez.

—Sí.

Esa misma tarde, antes de que mamá Sandra y yo regresáramos a nuestra casa, Sasha se acercó a mí para preguntarme por la dirección de la casa de Matilde, desafortunadamente yo no tenía ni idea, así que teníamos tres opciones: 1) Buscar la casa preguntándole a las personas de la calle; 2) Que Sasha regresara a casa y le preguntara a su familia; 3) Que yo regresara a la mía y le preguntara a mi familia de sangre.

La primera opción era un poco difícil, en los últimos años la ciudad Kleidi había crecido un montón, y buscar la dirección de Matilde así nos tomaría un par de semanas. La segunda también lo era, la familia de Sasha estaba loca, si él ponía un solo pie en su casa, lo encerrarían para no dejarlo escapar de nuevo. Y la tercera… era casi igual que la segunda, solo que mí no me encerrarían, me matarían, pero también había un poco de esperanza en esta, puesto que una vez recibí ayuda de mi hermano Román, así que existía la posibilidad de que él se sintiera culpable por no haberme ayudado cuando éramos niños y me hiciera el favor de decirme la dirección de Matilde.

Al final decidimos tomar la tercera opción una semana después. Habían pasado 7 años desde que había dejado esa casa, aun estando acompañado de Sasha y Alan, me era imposible no sentir un poco de nervios por volver a ella. Me daba ánimos en mis adentros, deseaba con toda mi fuerza evitar encontrarme con Santiago y Griselda, no estaba seguro de poder permanecer tranquilo enfrente de ellos y temía salir corriendo. Cuando llegamos y me paré frente aquella puerta de metal que tantas veces crucé con infelicidad cuando era niño, cerré los ojos y te imaginé sosteniéndome de la mano para darme fuerzas como solo tú sabías hacer, luego los abrí y dirigí mi dedo hacia el timbre.

—¿Massiel?

Me detuve a unos centímetros del timbre cuando escuché una voz igual a la mía a mis espaldas. Me giré y lo vi. Genial, no podía tener más suerte, tenía a Román frente a mí… y también a Griselda, lucía tal cual la recordaba a excepción de unas ligeras arrugas que comenzaban a formársele alrededor de los ojos. Me paralicé y bajé la cabeza con miedo antes de que sus ojos se encontraran con los míos, entonces Sasha caminó hacia ella.

—Hola… no sé si me recuerden, soy primo de Román y Massiel, Sasha Miraini.

—Escuché de la madre de Santiago que te habían secuestrado —comentó Griselda.

Sasha tragó saliva—. ¿M-mi abuela dijo eso? Pues no realmente…

—Entonces, ¿a qué debo tu visita?

—Uhm, queríamos saber si era posible que nos informaran sobre la dirección de mi tío Paul, tenemos algo de qué hablar con mi prima Matilde.

—No tengo problema con eso, iré adentro a escribirte la dirección en un papel y mandaré a un sirviente a que te lo traiga.

—Muchas gracias.

Ella asintió y luego caminó hacia la puerta seguida de Román, yo me hice a un lado sin dejar de mirar al suelo, luego escuché la puerta abrirse y cerrarse… y un «lo siento» susurrado. Ahora estoy seguro de que quién lo susurró fue Román, pero el susurro fue tan bajo que en ese momento no pude diferenciar si había sido una voz masculina o femenina, así que mi corazón se estremeció con la idea de que pudo ser Griselda. Que imbécil, patético e iluso, a pesar de todo, me siguió haciendo feliz la posibilidad de recibir una muestra de cariño, o al menos de arrepentimiento, por parte de ella.

Unos minutos después salió Clara, aquella sirvienta que me ayudó tanto de niño, verla me dio mucha alegría, ella también parecía feliz de verme, no cruzamos palabras, pero con un intercambio de sonrisas fue suficiente como para que yo le agradeciera por lo que hizo por mí cuando niño, y ella me agradeciera por mantenerme vivo y brindarle un poco de alivio al dejarme mostrar.

Luego de eso, pasamos al mercado para que el supervisor nos prestara uno de los camiones de carga para así dirigirnos en él a la casa de mi tío Paul, la cual, a pesar de estar en la misma ciudad, no estaba muy cerca. Durante todo el camino, desde que nos fuimos de la casa de mi familia de sangre, Sasha me estuvo contando sobre algo que me había tenido bastante curioso desde ya hacía un tiempo, la razón por la que desapareció antes de la batalla contra Tahiel y por qué parecía saber que Yannel era una traidora.

Sasha me dijo que desde que el supervisor le ofreció su casa y ayuda, él se volvió como un padre para él, logró hacerse buen amigo de Alan y Yannel, y trató de tener la relación más pacífica posible con Yanis. Los primeros años trataba de no acercarse demasiado a Yannel para no provocar los celos de Yanis, pero un día tuvo un sueño, muy pocas veces había tenido sueños en los que predecía el futuro, y siempre fueron premoniciones que le advertían de un peligro lejano.

—Cuando te conté sobre la explotación laboral que mi abuela me hizo experimentar, te diste cuenta que hablar de mi poder me pone incómodo, así que nunca me hiciste preguntas sobre él —, Sasha puso su mano sobre mi hombro—, es por eso que creo que no lo sabes, yo solo soy capaz de ver el futuro de los próximos 7 días, pero cuando tengo sueños premonitorios, siempre son sobre momentos que ocurrirán años después.

En aquel último sueño premonitorio que tuvo, Sasha vio a Yannel recostada sobre la cama de una habitación que no parecía pertenecer a la casa del señor Guilmer, parecía que ella no podía dormir porque no dejaba de dar vueltas, y luego de un rato, ella se levantó de la cama y caminó hacia una ventana, en donde se podía apreciar las casa en ruinas que había alrededor de la mansión en la que ella estaba.

—Venir aquí no fue un error —susurró ella—, ellos habrían muerto de cualquier manera, y yo… necesito ser libre, así que tomé la decisión correcta, no puedo tener arrepentimientos, ya llegué demasiado lejos, solo… necesito ver por mí misma.

Los pocos sueños premonitorios que Sasha había tenido en el pasado, siempre habían sido sobre sucesos trágicos, por ejemplo, durante la época en la que fue explotado por la vieja Ruth, soñó con la muerte de un hombre mientras yacía en la espalda de su mejor amigo, y una semana después, Sasha conoció al hombre de su sueño, aunque éste aún era un niño. Es por eso que cuando Sasha despertó de aquel sueño con Yannel, no dejaron de repetirse sus palabras «ellos habrían muerto de cualquier manera», y decidió mantener un ojo pegado en aquellos «hermanos» tan extraños. De inmediato supo que no lograría nada tratando de acercarse a Yanis, por lo que se pegó a Yannel para ganarse su confianza y que ella misma le contara lo que pasaba por su mente.

Sin embargo, por muy buenos amigos que parecían ser mi primo y Yannel, ella nunca abrió la boca para hablar de su pasado con Yanis, ni siquiera para contarle que en realidad no eran hermanos. Yannel sabía que Sasha también le ocultaba cosas, pero le agradaba, no le molestaba pasar el rato con él, sin embargo, luego de conocerlo un poco más profundo con el paso de los años, comenzó a notar algo extraño, tenía la sensación de cada vez que estaba con él, era sometida a una prueba en la que debía demostrar que era de confianza.

Cuando la batalla contra REVENISH se acercó, Sasha se percató de que sus predicciones no estaban saliendo bien, se volvió más torpe para controlar su poder, cuando quería predecir no podía hacerlo, y cuando lo lograba, no predecía lo que quería. «Tengo una mala racha, pero qué mala suerte que me haya pasado justo ahora», pensó. Y fue gracias a ese pensamiento vago, que cayó en cuenta que era muy posible que el problema por el que estaba pasando, hubiera sido obra de Yanis, pero Yanis era como un perro, él ladraba un montón, pero nunca mordía… a menos que se lo ordenara Yannel.

Sasha sabía que lo que tenía era obra suya, pero debía buscar pruebas, no podía simplemente acusarlos en base a sus sospechas, buscó por cada centímetro de su cuerpo alguna semilla de la maldición de Yanis, pero no importó cuantas veces lo revisara, nunca encontró nada. Temió que si abría la boca le resultara contraproducente, que Yannel se victimizara y todos comenzáramos a verlo de mal manera. La ansiedad se lo estaba comiendo, no sabía qué hacer, la batalla se acercaba cada vez más y él no podía ser de utilidad en el estado en el que se encontraba.

Cuando llegó por fin aquel día tan temido, antes de que Yannel apareciera corriendo por la puerta para anunciar el avistamiento de Tahiel en el pueblo, ella y Yanis se mostraron enfrente de Sasha mientras él reunía leña para una fogata sorpresa que el supervisor tenía planeada para esa noche. Sasha me contó que sintió un escalofrío tan pronto los vio, ese escalofrío aumentó más cuando ellos se acercaron y escuchó a Yannel pedirle disculpas, entonces él dio un paso hacia y resbaló colina abajo hacia el río.

Se había torcido un tobillo, pero aun así dio todo de sí para llegar rápidamente a la casa del supervisor y advertirnos sin importarle que no le creyéramos, pero nosotros ya no estábamos. Lo demás ya lo sabes. Y bueno, después de aquel día, el poder de Sasha volvió a la normalidad.

—El futuro cercano que suelo ser capaz de ver, no cambia incluso si trato de interferir —nos explicó Sasha a Alan y a mí—, es por eso que me parece una tontería que las personas le dieran dinero a mis padres a cambio de saber sobre sucesos que no podían cambiar a su favor, aunque bueno, supongo que compraban tranquilidad cuando el futuro que yo veía los satisfacía, seguro que el señor Guilmer también esperaba eso de mí durante la batalla contra REVENISH. Siendo sincero, el no tener el poder de cambiar el futuro que veo, me deja esa sensación de inutilidad, pero como los sueños premonitorios son del futuro lejano, suelo aferrarme a la esperanza de que tengo esos sueños porque sí puedo evitar que sucedan, pero tal parece que no es así…

—Tu sueño sobre Yannel, ¿crees que lo que soñaste haya sido luego de que ella nos traicionó? —preguntó Alan.

—Eso creo. Y yo no pude evitar que ocurriera, ella se terminó yendo con REVENISH, y la incertidumbre de no saber quiénes de nosotros estamos vivos, no debió dejarla dormir en las noches, aunque quizás ella ya haya logrado convencerse a sí misma de que es libre de cualquier culpa.

Notas finales:

¿Estoy de regreso? Sí y no. Llevo tres días sintiendome bien e incluso volví a escribir un poco, algo que no había hecho desde julio y bueno, me dieron ganas de publicar los capítulos que les debo. Yo tengo escrito en un blog de notas la fecha y número de capítulo que me correspondría publicar si siguiera publicando cada semana, y hoy 6 de ocubre toca el 31, así que eso, hace un poco más de una semana les subí el 24 y ahorita les subiré del 25 al 31.

Si sigo sintiéndome bien la siguiente semana, tal vez haya capítulo, pero sino, les digo, tengo anotados los capítulos que les voy debiendo, y así como hoy, se los subiré de un jalón.

Gracias por leer.


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