─Esto no puede estar sucediendo. ─ Lee Junyong miró hacia la barra y vio a Jeff. El bastardo presumido ya tenía un juguete nuevo aferrado a él, y por lo que se ve, el tipo se había quitado los pañales.
─No te atrevas ─Jin Woo siseó en la oreja de Junyong. ─Ignóralo. Nos estábamos divirtiendo hasta que lo viste.
¿Cómo podía ignorar a un hombre al que le había dado seis meses de su vida? Un hombre que había jurado que amaba a Junyong y que había roto con él a través de un mensaje de texto. ¿Por qué Junyong no había visto al verdadero Jeff antes? Se sentía estúpido e ingenuo por creer en cualquier cosa que Jeff le hubiera dicho alguna vez.
Y ahora Jeff estaba pasando el rato en Krave, el mejor club de la ciudad.
¿Por qué Junyong había venido aquí sabiendo que este era el lugar favorito de Jeff? Porque, una vez más, era el mejor club de todos. Junyong quería olvidar el pinchazo al encontrar a alguien para llevar a casa. Un rebote que podría tirar por la mañana.
Pero todo lo que pudo hacer fue mirar al hombre que le había roto el corazón.
─Aquí. ─Jin Woo deslizó el margarita de Junyong más cerca. ─Bájalo y pronto olvidarás que el imbécil existe.
Eso era lo que Junyong amaba de su mejor amigo. Jin Woo sabía cómo animarlo, incluso si sus esfuerzos consistían en robarle alcohol a Junyong. Junyong agarró el vaso con determinación, mirando el líquido rosa antes de arrojar a un lado el pequeño paraguas y beber el brebaje.
Hasta la última gota. Él chasqueó los labios, pasando la lengua sobre ellos mientras miraba a su alrededor en busca del camarero sexy. Joque, o como Junyong y Jin Woo lo llamaban, polla, no estaba a la vista.
Junyong levantó su vaso y soltó una carcajada, fingiendo pasar un buen rato. Eso llamó la atención de Jeff. Deslizó su mirada hacia Junyong, dándole una vuelta, luego se volvió hacia su nuevo juguete y le susurró algo al oído.
El pequeño idiota soltó una risita.
Para ser justos, el nuevo apretón parecía tener unos veintidós años, pero Junyong era diez años mayor que eso, así que estaba de mal humor.
Entonces Junyong lo vio.
Yunsung.
Era como si un rayo de luz brillara repentinamente sobre él, encerrando su forma perfecta y separándolo de la multitud que lo rodeaba. Yunsung tenía la parte superior del cuerpo musculosa, su cintura se estrechaba en forma de V a cada lado de sus caderas, y vestía unos vaqueros holgados que le colgaban de la cintura y se abrazaron con fuerza a sus bollos redondeados. Su cabello era tan rubio sucio que Junyong tenía todo tipo de pensamientos traviesos corriendo alrededor de su cabeza.
Junyong apoyó su codo sobre la mesa, luego colocó su barbilla en su mano. Que pedazo maldito.
Él también era amigo de Jeff. Lo que hizo a Yunsung estuviera fuera de los límites. Estaba en contra del código del hermano salir con la ex novia de un amigo, pero ¿el mismo código se aplicaba al amigo de un ex amante si dicho amante era gay? Incluso si estaba bien, Junyong estaba seguro de que Yunsung era
heterosexual.
─Ahí va Yunsung. ─Jin Woo apoyó la barbilla en su mano, imitando la postura de Junyong. ─Está tan malditamente caliente. Deberías ir a hablar con él y recuperar tu recazo.
Junyong suspiró. Si solo. ─Estás perdido si crees que tengo una oportunidad en el infierno con él.
─Vamos. ─Jin Woo agarró el brazo de Junyong y saltó de su taburete. Estuvo a punto de tropezar, pero se enderezó antes de que su culo borracho cayera. Jin Woo se tambaleó, y luego parpadeó hacia Junyong, luciendo la sonrisa más grande y tonta. Movió las cejas antes de decir: ─Vamos a merodear por este club y encontrar sementales calientes para bailar, así podemos olvidar que el niño y mi podrido ex existen.
Junyong había olvidado que Jin Woo estaba allí para beber a la memoria de Lance. Su mejor amigo había sido abandonado, también. Eran un dúo patético que necesitaban emborracharse y encontrar unos acompañantes.
Pero hasta el momento, habían encontrado algo malo con cada tipo que se acercaba a su mesa, demasiado perra, demasiado sudoroso, demasiado ensimismado. Uno incluso intentó agarrar la polla de Junyong cuando le hizo un pase a Jin Woo. Era como una guarida de chicos universitarios privados de sexo.
¿Por qué Junyong no había notado eso antes? Oh, sí, él había estado demasiado enamorado de Jeff para notar a otro hombre.
Soy un idiota.
La mirada de Junyong vagó hacia Yunsung, quien todavía estaba colgado en el bar. Su gorra de béisbol estaba hacia atrás mientras charlaba con alguna mujer. Ella era una hermosa rubia, y Junyong estaba tan celoso. La odió instantáneamente porque quería ser el único con el que Yunsung estaba hablando y sonriendo.
Pero Junyong no era una persona odiosa. En realidad, era dulce y amable, y se desvió de sus amigos y, a veces, extraños. Pero ser dejado convirtió a la persona más agradable en una bruja que quería enviar a sus malvados monos detrás de cualquiera que lo mirara mal.
Especialmente a la persona que lo había dejado. Volar, monos, volar. Junyong resopló ante sus ridículos pensamientos.
─Oye. ─Jin Woo le dio una palmada a Junyong en la espalda y deslizó su labio
inferior en un puchero. ─Habla de sentirte descuidado.
Junyong apartó su mirada de Yunsung. Desear lo que no podía tener era inútil.
Entonces Junyong vio a Jeff otra vez, bailando con su juguete. Estaban apretados y sucios, como si estuvieran follando en la pista de baile. Junyong necesitaba otra bebida... o veinte, solo para quitarse esa imagen de la cabeza.
Ellos habían terminado. Lo hicieron. Junyong no tenía derechos sobre Jeff, sin embargo, sentía que Jeff lo estaba engañando, justo delante de él, haciendo alarde de ese juguete nuevo como si el tipo fuera una bola brillante.
A la mierda con los dos.
Junyong agarró la muñeca de Jin Woo y cargó hacia la barra mientras miraba a cualquiera que lo mirara. Lo cual apestaba, porque Junyong estaba aniquilando sus posibilidades de tener sexo.
─Si me haces caer, te golpearé en el ojo.
Esa era otra cosa que amaba de Jin Woo. Su amigo siempre hablaba lo que sea que estuviera en su mente escamosa. Junyong no vio cómo Lance había perdido interés en él. Jin Woo estaba lleno de fuego y vida, y Junyong necesitaba esa actitud a su lado.
Junyong se detuvo en seco cuando se acercó al extremo del mostrador. Yunsung estaba al otro lado de la barra en forma de U, todavía sonriendo y coqueteando con esa mujer, y Junyong se perdió en su sonrisa. Fue seductor, con una pizca de chico de a la lado.
Se volvió hacia Jin Woo. ─Aquí tienes. Ese cantinero está en tu callejón. Apuesto a que a Spike no le importará atarte y azotarte en el culo.
Spike era musculoso y sin camisa, mostrando lo que tenía para ofrecer. Y parecía que tenía mucho para dar.
Jin Woo se rió. El sonido se transmitido por la música. Ver la sonrisa de su
amigo hizo que el corazón de Junyong se aclarara. ─Nunca dije que me gustaba estar atado, gilipollas.
─Pareces del tipo. ─Junyong le dio a Jin Woo una amplia sonrisa. ─Ahora vete a encantarlo mientras me emborracho hasta que tengas que ponerme en un Uber.
La mirada de Jin Woo dijo que no estaba seguro de si Junyong hablaba en serio o simplemente bromeaba. Deseó que estuviera bromeando. Esos fueron sus planes. Pero tenía que aliviar las preocupaciones de Jin Woo. ─Solo jugando.
La sonrisa de Jin Woo se tornó apretada, luego sus facciones se relajaron.
─Está bien, pero te estoy vigilando.
Y lo haría. Ese era quién era Jin Woo. Cuidadoso, protector y bobo todo en uno. Si Junyong tenía alguna idea de asesinar a Jeff, Jin Woo estaría al lado de Junyong, sosteniendo la pala.
A decir verdad, no quería que Yunsung lo notara. Siendo el amigo de Jeff, Junyong no estaba seguro de si Yunsung intentaría animarlo o hablar mierda porque Junyong ya no estaba con el niño, como lo llamó Jin Woo.
Junyong tampoco estaba de humor para ninguno de los dos. Miró a Jin Woo e inclinó la barbilla. ─Voy a deslizarme al otro lado del bar donde se sientan todos los perdedores.
─Vete, escabullirte, escabullarte... oh, lo que sea. ─La atención de Jin Woo estaba atornillada a Spike.
Junyong se movió entre la multitud mientras trataba de no tocar a nadie. Él no quería dar a nadie la impresión equivocada. En este momento, no estaba interesado en el sexo de rebote.
Debería haber sido, pero no lo estaba. Jeff había matado su estado de ánimo. Tal vez después de una docena de bebidas, Junyong se llevaría a un extraño al azar a casa y se follaría los sesos.
Un solo taburete estaba vacío, y Junyong lo atrapó. Intentó hacerse invisible mientras Cock caminaba en su dirección.
– ¿Estás listo para otra margarita?
─No. ─Junyong negó con la cabeza. ─Dame algo más fuerte y haz que sigan viniendo.
Las cejas de Cock se dispararon. ─ ¿Así de mal?
Junyong había estado viniendo aquí por un mes y nunca había pedido nada más fuerte que una margarita. Se emborrachaba muy fácilmente. Pero Jeff se burlaba de él, o eso se dijo Junyong, aunque su ex no le prestaba atención. Junyong supuso que ya no era tan brillante como el nuevo juguete de Jeff.
Dio una palmada en el bar. ─No estás jugando a achicarte conmigo, Cock. Solo hay que alinearlos.
Cock le guiñó un ojo. ─Sabes que me encanta cuando me llamas así.
Si Cock no necesitaba mucho mantenimiento y era del tipo de Junyong, Junyong se habría llevado al hombre a casa con él. Pero los labios de Cock estaban tan sueltos que todos en el club habrían sabido que habían dormido juntos segundos después de que terminara.
Cock era un adicto a los medios sociales y publicaba todo sobre su vida. Junyong no quería convertirse en su última publicación.
Puso un vaso frente a Junyong y vertió licor oscuro en él. ─Esto te hará jodido.
─Cock le guiñó un ojo otra vez. ─El oscuro bebedor siempre desmaya almas perdidas.
– ¿Entonces ahora soy un alma triste? ─Junyong tomó la bebida y la olió. Tenía un olor a madera, y por alguna extraña razón, olía a cereal, también. Tal vez estaba más perdido de lo que pensaba.
─Escuché lo que sucedió. ─Cock miró a Jeff. ─Nunca me gustó tu ex. Su pérdida.
Aparentemente, el apodo de Jin Woo había calado. Junyong bebió la bebida y luego tosió. Seguro como el infierno no sabía cereales. Tal vez no tendría veinte de ellos. El que acababa de derribar lo tenía tratando de recuperar el aliento.
─Debes reducir la velocidad antes de que caigas de tu taburete.
Junyong se puso rígido. Él conocería esa voz sensual en cualquier lugar. ¿Y por qué Yunsung le estaba hablando, o estaba hablando con alguien más estando
tan cerca de la espalda de Junyong?
Junyong giró lentamente en su taburete. Su mirada vagó por el cuerpo de Yunsung antes de posarse en su rostro. Y qué cara tan asombrosa tenía. ─No empieces conmigo.
– ¿No empezar qué? ─Yunsung inclinó sus fornidos brazos sobre el mostrador, y sus bíceps se levantaron mientras su camisa se estiraba más. Olía maravilloso, y Junyong estaba muriendo por lamer cada centímetro de su cuerpo sexy.
─No necesito una conferencia del amigo de Jeff. ─Junyong tocó su vaso vacío, y Cock lo rellenó. Su servicio fue rápido porque el imbécil entrometido estaba cerca, absorbiendo cada palabra que decían Yunsung y Junyong.
Junyong señaló con un dedo a Cock. ─Vete. Mi desastrosa vida no es para tu consumo.
Hizo un puchero. ─No eres divertido.
Yunsung le guiñó el ojo a Cock, lo que hizo reír a Cock.
─No deberías hacer eso. ─Junyong echó hacia atrás la bebida y golpeó el vaso vacío. Estaba nervioso porque Yunsung parecía tan seguro de sí mismo y Junyong
era un desastre por dentro. ─Tendrás un acosador si Cock piensa que hablas en serio.
Yunsung se volvió hacia Junyong, con una sonrisa arrogante en su hermoso rostro. Su sonrisa era tan fascinante que Junyong no pudo evitar perderse en ella. Maldito su buen aspecto. Maldito sea al infierno por no ser gay.
─Él sabe que estoy tirando de su pierna. ─La profunda y sensual voz de Yunsung tiró de las pelotas de Junyong, haciéndole sentir hambre de lo que no podía tener. Pero fueron esos ojos los que casi mataron a Junyong. Tan azul. Tan eróticamente azul. E incluso en un club que olía a alcohol y sexo, Junyong inhaló el rico y masculino aroma de Yunsung. Su mirada intensa hizo que Junyong se inquietara en su taburete. Era tan cautivador, tan sensual, que Junyong quería que Yunsung lo mirara así mientras el chico le follaba los sesos.
─Ese es el problema ─dijo Junyong. Se aclaró la garganta y esperó que Yunsung no notara la erección entre sus piernas. ─Él quiere que le tires de la pierna.
Y la mía también. Por favor, saca la mía. La polla de Junyong latió de acuerdo.
Tocó su boca para asegurarse de que no estaba babeando, pero regresó con
los dedos secos.
La risa profunda de Yunsung hizo latir el corazón de Junyong. El bastardo. Sabía lo encantador que era y usó ese regalo como arma.
─Estoy celebrando mi libertad ─dijo Junyong. ─Así que vete a la mierda.
Yunsung colocó su mano sobre su corazón. ─Me heriste, Junyong. Simplemente estoy pasando el rato esta noche. El hecho de que Jeff sea mi amigo no significa que ahora seas mi enemigo.
–¿Por qué diablos pasarías el rato con un idota como él? ─Junyong espetó antes de que pudiera contenerse. ¿Podría sonar más como una perra odiosa? ¿Dónde estaba Jin Woo? Necesitaba a su mejor amigo para ahuyentar a Yunsung.
Oh, en el otro extremo de la barra, golpeando a Spike. Al menos alguien estaba pasando un buen rato.
Junyong miró por encima del hombro y frunció el ceño. Fue Jeff y él. Junyong estaba achispado ahora, y con un raro humor feo. Quería ahogar la vida de Jeff, luego darle una patada en las nueces. Pero las palabras de Yunsung le hicieron volver la cabeza para mirar boquiabierto al hombre hermoso.
─Será mejor que retrocedas ─advirtió Yunsung. ─Tú y Terry estaban pasando un buen rato. No lo estropees.
Terry. Ese era su nombre. Junyong lo odiaba al instante.
La pequeña perra le dirigió a Junyong una mirada fulminante, luego una sonrisa de trasero falso cuando vio que Junyong lo miraba. Él acarició el pecho de Jeff, y Junyong supo que era para su beneficio. ─Vamos bebé. Vamos a bailar de nuevo.
Bebé. Qué cariño apropiado. Jeff era el hombre más inmaduro que Junyong conocía.
Como si estuvieras mejor esta noche. Deja de ser un enemigo y sigue con tu vida.
La voz interna de Junyong estaba en lo cierto, pero su cerebro embotado por el alcohol no estaba de acuerdo. Quería que Junyong abofeteara el sabor de la boca de Terry. Pero Junyong no lo hizo. Era más maduro que eso, y no quería que Jeff o Terry supieran lo doloroso que había sido realmente la ruptura para él.
Como si Yunsung hubiera leído la mente de Junyong, se acercó, como si se hubiera declarado el guardaespaldas no oficial de Junyong. ─Ve a bailar, Jeff.
Jeff miró entre ellos, luego curvó su labio superior. ─Bien, vete con las sobras. Te hablaré más tarde, Yunsung.
–¿Sobras?
Junyong quería arrojar su bebida en la cara de Jeff, pero Cock no la había rellenado. Tal vez eso fue algo bueno. Él no quería ser expulsado. Krave tenía una política estricta sobre el comportamiento, y arrojar una bebida a la cara de alguien era un gran no, no.
–¿Estás bien? ─Yunsung apretó el hombro de Junyong mientras Jeff y Terry se alejaban. Junyong se quitó la mano de Yunsung, pero en su imaginación, le suplicaba Yunsung que le apretara otra parte más íntima de su cuerpo.
─No necesito que me defiendas o que compadezcas de mí. Puedo cuidarme solo. ─Pero el lugar donde Yunsung había tocado hormigueó. Junyong quería que Yunsung lo tocara de nuevo, pero perseguir a un hombre heterosexual no era su gusto.
Yunsung lo miró y asintió. ─Independiente y luchador. Bien por ti.
Junyong rodó los ojos. ─Simplemente no puedes tomar una pista.
Su sonrisa se ensanchó. ─Eso no fue una pista, Junyong. Fue una jodida mierda arrojada contra mí.
¿Por qué el cuerpo de Junyong se había tensado cuando Yunsung dijo su nombre? Su polla ya dura se animó. Junyong aceleró mentalmente el loco autobús que se dirigía a Heterosexual Lane. Había tomado un giro equivocado, y Junyong necesitaba arrastrar el trasero a Gay Avenue.
Yunsung sobresalió su mentón hacia el vaso vacío de Junyong. ─No me importa llevarte a casa porque no conducirás.
¿Por qué demonios era tan amable con él? ─Pediré un Uber.
–¿Viajarás con un extraño por no querer que te dé un aventón? ─Una de las cejas sexys de Yunsung se alzó. ─Maldición, me has herido otra vez, hombre.
De acuerdo, Junyong pudo ver por qué la mayoría de la gente se enamora del encanto de Yunsung. Él no era el idiota arrogante que Junyong había pensado que era. En realidad, fue bastante agradable. Junyong movió sus cejas, haciendo todo lo posible para descarrilar a Yunsung. ─ ¿Vas a meterme en la cama?
Apareció Cock, con una botella de licor en la mano, como si hubiera estado revoloteando en un rincón oscuro, con los oídos atentos a la conversación.
–¿Otro trago?
Yunsung levantó su mano. ─Ha tenido suficiente.
Junyong frunció el ceño. ─ ¿Quién eres tú para decirme cuándo he tenido suficiente?
¿Este tipo era real? El hecho de que se conocieran entre sí... bueno, en realidad no, ya que nunca habían hablado antes, no significaba que el Yunsung pudiera dictar cuántos shots podía tener Junyong.
–¿Quién soy? ─La sonrisa de Yunsung era tan brillante y guapo que Junyong estaba cegado por eso. Su polla también lo estaba.
─Sí. ─Junyong estaba actuando con rudeza, pero estaba listo para suplicar otro trago si era necesario. Su objetivo había sido ser tan golpeado que olvidó que Jeff existía, y Yunsung estaba en su camino de lograr eso.
Yunsung se inclinó y susurró: ─El dueño de este club. Eso es lo que soy.
continuará....