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A pesar de estar apresurado, nervioso y preocupado, la felicidad me llenaba y no pude evitar sonreir mientras caminaba hacia el lado frontal de la Iglesia....
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El pasillo, las escaleras, los dormitorios, no sabía hacia donde caminar.....Estaba perdido. Pero para mi fortuna, justo cuando iva a dirigirme quizás hacia donde, sonaron las campanas anunciando el mediodía. El sonido retumbaba en las paredes y con algo de instinto, logré llegar a donde se me había pedido. Quedé perplejo. Esa era, sin duda alguna, la Iglesia más grande que había pisado en toda mi vida. Cientos de butacas en cada uno de los costados, dando espacio a un pasillo donde se extendía una gran alfombra roja que terminaba en el altar. El cielo del lugar estaba pintado a mano, donde aparecían centenares de ángeles....Nunca ví algo parecido. El altar se encontraba en una especie de plataforma negra de marmol, y sobre ella, una enorme cruz. Sentí que me encontraba en un mundo irreal, como un sueño.
Caminé por el pasillo y pude divisar a lo lejos un grupo de 10 o 12 sacerdotes. Apresuré el paso. Cuando estuve frente a ellos, las palabras salieron solas de mi boca.
-Mucho gusto, mi nombre es David...- tiritaba.
-El es el chico nuevo, pertenecerá a la parroquia desde hoy- dijo el Padre Nicholas.
-Estoy encantado de conocerlos...- me acerqué a cada uno y les estreché la mano, mientras oía..
-Bienvenido...-
-Será muy bueno tenerte con nosotros...-
-Trabajaremos juntos...-
-Es un agrado conocerte tambien...-
El Padre Nicholas me explicó que ellos eran los representantes de las parroquias en las distintas zonas de la ciudad. Después de eso, la conversación se extendió hasta bien entrada la noche. Me habían invitado a cenar con ellos, pero mi falta de hambre y mi gran cansancio me llevaron directo a mi habitación. Dejé las túnicas a los pies de la cama y me acosté a dormir.
Pasadas unas horas, me desperté inquieto. Intenté dormir pero no lo conseguí. Me vestí y caminé hacia la Iglesia, pensando en que podría orar un rato...pero sorpresivamente me encontré con alguien.
Un chico. Bastante joven por lo que pude ver. Estaba sentado en una butaca frente al altar. Vestía un abrigo largo de color negro que cubría todo su cuerpo. Tenía un aire desafiante. Su piel blanca...como que el sol lo traspasara. Su pelo negro, sus ojos grises.... Más....un arete en su oreja izquierda. (sí, lo ví bastante bien). Apoyaba su cabeza entre sus manos, se le notaba un tanto abatido.. Dejé mi escondite y le hablé por detrás.
-Sé que las puertas de la Iglesia están siempre abiertas, pero...¿No crees que es un poco tarde para estar aquí?- dije amigablemente. Se dió media vuelta y me miró de pies a cabeza, con desconfianza.
-Eso lo decido yo...-su voz era suave. No parecía estar desafiandome.
-De acuerdo...entonces continúa meditando, no quería interrumpirte...- nada más dí un paso cuando me tomó por el brazo.
-Espera...¿eres nuevo?.Digo...nunca te habia visto en esta Iglesia...-
-Ah! si...bueno, llegué a la ciudad esta mañana. Desde hoy pertenezco a la parroquia..-
-¿Y cual es tu nombre? -
-David...y el tuyo?-
-Angel...-
-Bueno, supongo que esta no será la ultima vez que nos veremos....Angel...-
-Supongo que no...- solo una mirada directa a los ojos y los escalofríos recorrieron mi espalda. Sin decir nada más, se dió media vuelta y salió de la Iglesia.
-Angel....-murmuré en voz baja..-Espero verte de nuevo...- *¡¿Que?!...¿Yo dije eso?...El cansancio me batió el cerebro...mejor me voy a dormir...*
Pasadas unas semanas desde mi llegada, ya estaba ligeramente integrado al nuevo ambiente. Durante esas semanas, estuve practicando nuevas canciones con los niños pertenecientes al coro. En uno de los ensayos, fuí interrumpido por el Padre Nicholas...
-David, ven...Quiero presentarte a alguien. El es el Padre Thomas, y presidirá la eucaristía del domingo..-
-Mucho gusto, Padre Thomas..-
-Igualmente...-
-Junto con el Padre Thomas, queríamos pedirte que participaras en la misa....junto con los niños del coro....estas haciendo un trabajo excelente...-
-Claro!...será un placer...- sonreí.
-Muchas gracias, David....-
Llegado el domingo, me vestí con mis mejores túnicas y participé junto al coro. Al empezar la celebración, mientras los niños cantaban, miré desprevenido hacia las puertas abiertas de la Iglesia, y le ví...vestido de negro. Angel. Me miró, me guiñó un ojo y luego desapareció.
*¡¿Que?!...¿Que significa eso? ¿Acaso cree que puede llegar a la Iglesia y hacerme eso?....Bueno, si puede...y ya lo hizo...Pero..* La rabia por incomprensión provocó un rubor en mis mejillas. No le dí importancia, pero en mi mente seguía esa imagen, guiñandome un ojo traviesamente...
Al finalizar la misa, salí de la parroquia en su busqueda y le encontré sentado en unas bancas cercanas al lugar, fumando muy tranquilo...
-¿Que haces aquí?- pregunté.
-Vine a verte...-
-¿Por qué no entraste?...-
-No tenía ganas, es mejor estar adentro cuando no hay tanta gente...-
-¿Por qué me guiñaste un ojo?...-me sonrojé de nuevo.
-Jaja....fue en señal de confianza....-
-¿Por qué...?-me interrumpió
-¿A qué debo el interrogatorio?...-
-Bueno...-me senté a su lado...-por lo menos dime para que querías verme....-
-Quería verte porque....Quiero que continuemos la conversación del otro dia. Me interesas...y pretendo conocerte...-
*¡Rayos! que directo....* Esta vez mis mejillas no se sonrojaron por rabia, sino por vergüenza....
-Creo que...-continuó.- eres diferente de los otros sacerdotes que frecuentan este lugar....-
-Eso es porque yo soy joven como tú....-
-Mmmmmmm....es cierto....dime, ¿que edad tienes?-
- 17....años...-
-Ya veo, pero...alguien tan guapo como tú....sacerdote....¿Por qué?....digo, siendo tan joven...
-Crecí en una parroquia en mi pueblo natal....Ese ha sido mi unico hogar...hasta ahora...
-¿Y tus padres?-
-Nunca los conocí....Por lo que sé me abandonaron a mi suerte y por esas casualidades un sacerdote me encontró y me llevó con el....-
-Entiendo....¿Sabes?...Será mejor que vayamos a hablar a otro sitio....No sería beneficioso para ti que te vieran hablando con un sujeto como yo a las afueras de la Iglesia...-
-Pero...-
-ven...vamonos...-me tomó la mano y caminamos hacia un gran jardín, lo suficientemente lejos para que la gente no nos viera.
-Quedemonos por aquí....nadie nos verá...-
-Me siento extraño....oye, Angel?..-
-Mmm?...dime...-
-Me soltarías la mano? ..-
-Oh! perdona....fue inconciente....
-Descuida....- No había nada cerca donde puediesemos sentarnos, asi que charlamos en el pasto por un rato.... (un rato más o menos tres horas) Hasta que un comentario de su parte....Me descolocó por completo...
-Esa túnica es.....te hace ver....-
-...viejo?..- bromee....
-Jaja....no, no es eso...-se acercó...-Creo que te hace ver ...más...apuesto...-
-Jaja....no digas ton....- No alcanzé a terminar lo que iva a decir, cuando se acercó demasiado y me besó.
Mi corazón estaba acelerado. Mis brazos temblaban tratando de sostener mi cuerpo, y el sobre mi. En un abrir y cerrar de ojos ya nos faltaba el oxígeno...Mi mente estaba confundida, pero lo besaba a pesar de eso. No podía....No podía... De pronto sus labios se separaron de los mios y cubrió mi boca con una de sus manos....
-Silencio....Alguien viene hacia acá...-