Bien nuevamente vuelvo a subir otra parte de mi historia que mucha gente cree que es una gran historia. Espero que todos mis lectores piensen igual. En fin, les agradezco a todos los que la leen. ^_^
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Trisha: Sí, yo también lo estoy lamentando mucho.
Hohenheim: (Al notar que Trisha estaba muy triste decidió cambiar de tema para distraerla un poco). Y dime, ¿Cómo está Alphonse? Ya debe ser todo un hombrecito.
Trisha: ¡Oh! Sí, Al ha crecido tanto. Tienes razón, ya es todo un hombre. Es muy estudioso, atento, dedicado, muy buen chico. Y…. ¿Cómo está Edward?
Hohenheim: Bueno Ed está de maravilla. Es un gran chico, estudioso, divertido, entusiasta y deportivo.
Ambos estaban muy complacidos al saber que sus dos hijos estaban muy bien educados y cuidados.
Trisha: He estado pensando y he decidido que ya es hora de que nuestros hijos se conozcan.
Hohenheim: Estoy totalmente de acuerdo contigo, yo también he estado pensando en ello desde hace tiempo.
Trisha: Muy bien, haré una cena para que nuestros hijos se conozcan, te llamaré después para avisarte.
Hohenheim: Bien, estaré esperando por tu llamada.
Trisha: Muchas gracias, Hohenheim, por ser tan comprensivo con esta situación.
Hohenheim: No tienes nada que agradecerme. Tu eres una gran mujer…. ¿Trisha puedes perdonarme por lo que te hice?
Trisha: No te disculpes, te perdoné hace mucho.
Hohenheim: Muchas gracias Trisha.
Trisha: Hohenheim, necesito pedirte algo.
Hohenheim: Sí, ¿Qué cosa?
Trisha: Cuando muera, no quiero que Al se quede desamparado… Por favor, Hohenheim, cuida de Al cuando yo ya no este aquí con él. Cuida de mis dos hijos con tu propia vida, por favor. (Con lágrimas en su rostro)
Hohenheim: (Abrazó fuertemente a Trisha y le murmuró en su oído) Yo los procuraré, no te preocupes.
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Trisha volvió a su casa y le contó a Al la situación por la que estaba pasando. Esta confesión fue muy dura para él. Aún no podía creer que su mamá iba a morir.
Después de que Al se tranquilizó por lo de su mamá. Ella le contó sobre su hermano mayor y su padre. Al no sabía nada de ellos, pues Trisha nunca quiso hablar del tema y él nunca le cuestionó a su madre por ellos. Por lo que esto fue aún más duro y confuso para Al.
Por más que Al intentaba recordar a su hermano, no podía. Todo en su memoria era borroso.
Trisha le pidió a Al que cuando ella muriese él se fuera a vivir con su padre y su hermano mayor. Alphonse al principio no quiso pues para Al ellos eran unos completos extraños. Pero al final aceptó.
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Ese día fue eterno para Al pues no paró de llorar ante la gravedad de la enfermedad de su madre. Y el no poder recordar a su padre y a su hermano.
Pero el día no fue sólo eterno para Al, sino que también para Ed.
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Hohenheim llegó a su casa. Se sentó a lado de Ed y le habló sobre su madre y su hermano menor. Le contó la enfermedad de Trisha. Y aunque Ed nunca convivió con su madre, él siempre le tuvo un gran cariño, al igual que a su hermano.
Hohenheim: Hijo, no sabes cuanto me duele esta situación. Para mí también fue muy duro enterarme de que tu madre iba a fallecer.
Edward: Lo sé papá, pero……. Es tan duro para mí. Y aún más no recordar a mi pequeño hermano.
Hohenheim: Te entiendo, hijo, y no sabes cuanto lamento esta situación.
Edward: Estoy cansado, me voy a mi habitación.
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Edward se fue a su habitación y ahí lloró por todo lo que su padre le había contado. Lo único que lo tranquilizaba era el hecho de que pronto vería a su madre y su hermano menor.
Sólo un día pasó y Trisha ya había citado a Ed para que fuera a su casa a convivir con su hermano y ella.
Esto los emocionaba mucho a todos.
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Al arregló la casa muy linda. Pero no sólo la casa, también él se había vestido para causar una buena impresión. Trisha preparó la comida favorita de Al suponiendo que probablemente a Ed le gustaría.
Todos estaban listos. Ed nervioso llegó a la casa pero no tocó pues aún no estaba preparado para verlos.
Después de haber tomado aire y valor. Entonces tocó. Al corrió hacia la puerta para poder abrir. Tomó la perilla pero antes de girarla respiro profundamente y luego abrió.
Cuando se abrió la puerta ambos se llevaron una gran sorpresa pues ambos ya se habían conocido anteriormente en la preparatoria. Los dos estaban sorprendidos pues ya habían hablando, ya se habían visto, pero jamás se imaginaron que fuesen hermanos.
Al: (Con una cara de asombro) ¿Tú?
Trisha: (Antes de que Ed pudiera contestar Trisha llegó.) ¡Hijo! ¡Por Dios! estás tan grande y guapo.
Ed: Gra-gracias…mamá
Cuando Ed pronunció estas dos palabras fue uno de los mejores momentos de Trisha.
Trisha encamino a Ed hacia el comedor pues ya iban a cenar.
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Trisha: Hice el platillo favorito de Al, espero que te guste.
Entonces todos empezaron a cenar. Pero durante toda la cena nadie habló. Tan así era el silencio que hasta el zumbido de una mosca se podía oír. Después de la cena Ed decidió volver a su casa pues estar ahí era muy incomodo para él.
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Ed no pudo dormir en toda la noche. Pues estuvo pensando mucho en su hermanito. Y llegó a la conclusión de que debía acercarse más a él y recuperar el tiempo perdido.
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En la mañana siguiente, Ed se dirigía hacia su casillero y puesto que el de Al era el de a lado, Ed iba a romper el hielo entre ellos.
Ed: ¡Hola, Alphonse!
Al: Hola, Edward, ¿Cómo estás?
Ed: Bien, muchas gracias por preguntar, ¿Y tú?
Al: También me encuentro muy bien
Ed: …Verás, Alphonse soy jugador de fútbol americano y el fin de semana tendré un partido y quisiera que fueras a verme jugar. Digo, si es que puedes.
Al: Claro que puedo y muchas gracias por invitarme. Ah, por cierto, llámame Al. (Con una sonrisa en su rostro)
Ed: Esta bien, Al, te veré en el partido. Y dime Ed. (Devolviéndole la sonrisa)
Ambos tomaron sus libros y se marcharon a sus respectivas clases.
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Ese fin de semana tan deseado por ambos llegó. Al se arregló con un estilo deportivo para encajar con todos los demás. Estando en el estadio se compró varias cosas para apoyar a su hermano.
Al busco uno de los mejores lugares. Se sentó y espero un poco para empezar el partido. Después de unos minutos empezó. Todo mundo gritaba y aplaudía con alegría. Y Al no se quedó atrás.
Al se divirtió mucho ver a su hermano jugar y al final del partido decidió ir a felicitar a su hermano por otro triunfo y para despedirse.
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En el camino se encontró con una de las mejores porristas, Winry, una joven alta, rubia, esbelta, blanca, muy linda la chica. Ella al ver a Al un poco perdido, decidió ayudarlo.
Winry: Hola, me llamo Winry. ¿Te puedo ayudar en algo? (Muy alegremente y educadamente le preguntó)
Al: Hola, yo me llamo Al, y sí me puedes ayudar en algo. No encuentro a mi hermano, Edward. ¿Puedes ayudarme a encontrarlo?
Winry: Claro que te puedo ayudar, yo te llevó con él, tú solo sígueme.
Los dos hablaron muy bien duran el camino. Y esto le permitió a Al explicarle quien era él para Ed. Winry quedó muy sorprendida al enterarse de que eran hermanos. Antes de llegar a los vestidores Al termino con su explicación. Cuando entraron a los vestidores solo estaba Ed. Los demás jugadores ya se habían ido a sus casas.
Mientras estaban en los vestidores Winry estuvo muy al pendiente y cariñosa con Ed. Esta situación le incomodo demasiado a Al. Por lo que decidió que era mejor que se fuera a casa. Ed no permitió que se fuera solo y lo encamino a su hogar.
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Bien por fin termine la segunda parte de mi historia. Espero que les guste mucho. Y procurare no tardar tanto en postear nuevamente. Y muchas gracias por los reviews me gustan mucho sus comentarios. ^_-
Purple Cherry: Hola a todos! Si ya me conocen, los saludo! Si no…um…Hola! Soy purple cherry ^_^U bien, sólo quiero decirles que dejen un review! Un lindo review! Pretty no acepta flames, si? La historia comenzará a ponerse mucho más interesante a partir de ahora ^_~ Hasta luego!