Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

FEARLESS por Rayn Hiwatari Kon

[Reviews - 33]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Saludos a todos ^^!!!

Lamento nuevamente publicarlo en lunes y no domingo. Ésta semana me fui de vacaciones a Puebla (una ciudad en el país mexicano para quienes no sepan) y hoy tuve clases, al menos pude terminarlo antes del martes

Está algo largo, y tal vez se aburran, pero pues es necesario complementar el fundamento de la historia para comenzar a irse por las parejas; a veces descuidaré un poco a los de One Piece, otras veces a los de Loveless, pero trataré de que sea equitativo para mantener los gustos de todos a pie ^^

Sin mas preámbulos, los dejo con la historia!! 

----------------------

 

FEARLESS

 

-----------------------

 

Cáp. 3. Meaningless

Parpadearon en múltiples ocasiones, incrédulos ante la vista que tenían colocada frente a sus ojos.

Era un enorme salón, aparentemente hecho completamente de brillantes y bellos cristales: los pilares eran claros, tirando a un tono turquesa; el suelo constituido de mármol blanco, perfectamente cincelado, digno sin duda de un rey, tendido en éste una alfombra roja que llevaba directamente al trono real, al final de la sala. Las paredes eran tornasol, pues daba reflejos entre rosado, púrpura y cerúleo dependiendo de los rayos ultravioleta que penetraba por los enormes ventanales; estandartes tendidos en cada uno de los pilares, de colores fríos pero elegantes, bordeados de plateado y con el símbolo de una mariposa en ellos.

El trono era de oro puro, con colchonetas azul rey en la parte del respaldo, el asiento y los paralelos donde se colocaban los brazos. Sin embargo hacía falta el factor más importante en el ostentoso lugar: el mismísimo soberano de tan exquisito territorio.

-Su…¡¡¡SUGOOOOOI!!! –exclamó Luffy al salir de su estupefacción, alegre y animosamente, comenzando a saltar una vez tras otra, recorriendo curioso la sala, observando como todo a su alrededor brillaba-¡¡ES GENIAL!! ¡¡TODO BRILLA!!

El resto de la tripulación también pareció abandonar su trance tras el escándalo que su capitán había montado hacía apenas unos segundos, caminando por aquella alfombra a pasos lentos, acercándose poco a poco donde estaba colocado el trono, preguntándose donde habrían quedado sus guías y que sería del rey.

No tardaron demasiado antes de separarse cada uno por su rumbo: Chopper, Usopp y Luffy corrían de un lado a otro, palpando las paredes y cambiando la perspectiva de sus visiones para que los tonos se transformasen a otros mas claros u oscuros, dependiendo del ángulo; Robin sonreía con delicadeza, interesada en la hermosa construcción, dejando a sus dedos deslizarse por los pilares cual si quisiera comprobar que aquella textura pertenecía a un verdadero diamante; Zoro alzaba su vista, notando como los estandartes parecían estar flotando por los aires, ya que se mantenía a una pequeña pero considerable distancia de los pilares; Sanji golpeaba con poca fuerza el piso, con la colilla del cigarro al filo de sus labios, exhalando el humo que había surcado sus pulmones segundos antes, no creyendo lo que sus pies estaban palpando; por último, Nami había llegado a los escalones que se tendían delante de la enorme silla, tentada a subir por ellas y tocarla. Nunca creyó que pudiese ver algo con tanta belleza, elegancia y que le podría hacer rica en un solo lugar.

A pesar de todo, no se atrevió a dar un paso más. Cabía la posibilidad de que les hubiesen tendido una trampa, también que fuesen por su rey para presentarlos ante él, o que una emboscada los estuviera aguardando…aunque no sentía alguna tención en el ambiente. Tal vez sólo estaba exagerando su paranoia.

-Es un reino bastante interesante, no lo cree así, ¿¿navegante-san??-La voz de la pelinegra llamó su atención, volviéndose a verla mientras ésta meneaba la felpuda y negra colita de la cual era dueña, ocultando bajo su sombrero púrpura las bellas orejitas-parece un lugar de ensueño.

-En ciertos aspectos me recuerda a Skypia-la voz de Zoro llamó hizo a ambas chicas voltearse a verlo antes de que Nami contestara, con su mano sobre sus katanas y los ojos entreabiertos, manteniendo las orejas en alto, atento a cualquier detalle, aprendiendo a enroscarse su cola en la cintura para que no le ‘estorbase’-un lugar extraño.

-Pero no por ello deja de ser maravilloso…-murmuró la pelirroja viendo desde ese punto el resto del salón-esto podría ser un tesoro. Aunque…para tener el palacio así deben cobrar altos impuestos; sin embargo todo se veía tranquilo, alegre y normal en el pueblo. ¿Cómo se habrá dado tantos lujos?

-Ritsuka-sama no se da lujos.

Aquella voz les hizo volverse de nuevo a las puertas, entrando por ellas las cinco personas que les acompañaban; aunque no entendían bien como habían tomado aquella posición si aseguraban que habían pasado antes que ellos al salón del trono.

-¿Qué es lo que fueron a hacer?-cuestionó Zoro con suspicacia, mientras que parecía preparar sus espadas para cualquier combate, estando tan sólo él, las chicas y el rubio atentos ante la llegada ajena, interesados en la respuesta de los chicos.

-Buscar al rey-los dos chicos se levantaron de hombros, restándole importancia al asunto, observando como intentaba desenvainar sus katanas.

-No te recomiendo hacer eso-comentó Anami con sus manos en la espalda, observando cariñosa y entretenidamente a Luffy, Usopp y Chopper curiosear como niños pequeños cada detalle de la sala principal del rey-no estamos levantando ni un dedo en contra de ustedes.

-Lo que decimos es verdad, no sentimos al rey en la sala, así que antes de que nos observaran, salimos de aquí-explicó Nanaya con la pequeña Yuiko aferrada a su cuerpo, mostrándose con las orejas bajas, temerosa ante la agresividad que presentaban los visitantes-prisioneros.

-no deberíamos darles explicaciones-musitó Natsuo con sonrisa cínica, abrazándose a su peluche remendado varias veces, moviendo su esponjosa cola marrón-en vez de ello, deberíamos darle la pelea que tanto quieren.

Su ojo activo y ambos de Zoro se cruzaron; el primero con burla y el otro par con claros signos de querer luchar. Aquello parecía ir demasiado bien como para ser verdad. Todos eran sospechosos…además, estaba de mal humor, necesitaba descargarse con algo y no sabía exactamente el porque ni con quien, pero si ese niñato estaba dispuesto a darle pelea, no diría que no.

-Sería trampa, Natsuo-una voz suave y apacible llamó la atención de todos los que estaban en la habitación, incluyendo al revoltoso trío que observaba el asiento dorado con inocencia.

Era tranquila, dulce hasta cierto punto, pero reflejaba una severidad que no era propia de ésta.

Los cinco chicos se abrieron para dejar ver a un jovencito, no mas de unos doce o trece años, cuyos cabellos entre negro purpúreos caían grácil mente sobre su rostro pálido e inmutable; ojos grandes de color lila, fijos en los visitantes, deslizándose con toda tranquilidad por cada uno de los siete, moviendo por inercia la larga y afelpada colita que combinaba con el tono de su cabellera. Su pequeño cuerpo vestía una camisa de manga larga negra y unos pantaloncitos celestes, ceñidos a sus pequeñas piernas, dejando ver unas botas oscuras y un cinto de oro con una espada atada a éste. Unos cuantos detalles bastante peculiares residían en su ropa, finos pero sencillos, dando a mostrar que su rango era mas alto que el de los demás.

Los ojos azabache del espadachín lo miraron de pies a cabeza junto con los cinco que habían llegado con anterioridad, dándose cuenta que, todos los que habían encontrado en el palacio eran chicos que no sobrepasaban la edad de su capitán, eran tan sólo unos críos pero…con la fuerza de Luffy, no dudaba en la de ellos.

-Disculpe, pero ¿Por qué sería trampa el retar Natsuo-san a alguno de nosotros?-cuestionó la pelinegra sonriendo amable y tranquilamente. Conocía los gravados antiguos de aquellas prendas y los que se encontraban en las joyas discretas del menor, tratando al menor con una reverencia que entrañó a sus compañeros, observándoles a ambos alternadamente

El recién llegado se mantuvo en silencio unos momentos, avanzando unos cuantos pasos hasta quedar frente a ella con un rubor en sus mejillas, no notando las sonrisas entre divertidas y enternecidas de las personas a sus lados; al igual que las curiosas e interrogantes de sus invitados

-No es necesario que se arrodille….-informó en un hilillo de voz, acercando su mano al rostro de Robin, mas alejándolo aún mas apenado cuando ella lo elevó por sí misma y le sonrió tiernamente, haciéndole ladear el rostro, moviendo mas su colita, bajando las orejas-es trampa entre nosotros atacar dos contra uno…creo, que es normal en cualquier parte…

-¿Dos contra uno?-habló Sanji tras haber visto aquel número tan curioso, sin entender las miradas de cómplice que intercambiaban la pelinegra y dos de aquellos niños-sólo fue ese chico pelirrojo quien nos retó, ¿¿no es así??

-Pero no funciona todo como con ustedes-explicó Nanaya, con Anami tomándole del brazo, sin dejar de intercambiar sonrisas con Robin, confirmando sus sospechas-Natsuo no puede pelear sin que Youji esté con él, por eso lo declaramos completamente una falta; tal como yo no puedo plantar batalla sin ella-recargándose con la menor, quien cerró sus ojos

Aquello le sirvió para atar cabos, o al menos un poco…hacía rato había escuchado acerca de unos nombres cuando conversaban con el estúpido marimo y que ambos adolescentes compartían uno, cosa que aún no comprendía pero…aquellos ‘NOMBRES’ debían tener algo que ver con las peleas en aquel reino.

-¡¡HEY!!-llamó Luffy mientras se abría paso entre todos sus compañeros, quedando rostro con rostro frente al pequeño gatito de ojos morados, quien pestañeó un par de veces, quitando aquel enternecedor matiz, tornándose a uno mas alerta-¿Quién se supone que eres tú?

-¡¡Si!! Ahora que lo veo, ¡¡jamás te presentaste!!-relegó el moreno de larga nariz mientras señalaba a la morena quién examinaba meticulosamente al niño-Parece que tan sólo ella sabe quien eres.

-Supongo que ha de ser alguien importante-puntualizó Nami mientras acariciaba su mentón con los largos y delicados dedos, examinando al menor, quien comenzaba a sentir como una venita saltaba de su sien y era abrazado cariñosa y posesivamente por Natsuo, Youji, Anami y Yuiko-y querido. Sus prendas son distintas a los de los demás.

-Si, es el rey, Aoyagi Ritsuka. Soberano del reino de Vayu-explicó con completa tranquilidad, observando al resto quienes no sacabas sus ojos de él, incluso las colas de Zoro, Usopp y Luffy habían parado de moverse, quedando estáticos un buen tiempo, volviéndose al niño quien trataba de sacarse a esos cuatro y luego al peli azul, alternándose por varios segundos estupefactos.

Gritaron sorprendidos, señalando seis de los siete piratas al niño, quien, con los otros, se mantuvieron quietos, pues no parecían hacer otra cosa, mirando por reacción a Robin quien tan sólo les correspondió sonriendo.
Esa reacción era común en sus compañeros de viaje, así que ella reía disimuladamente, entretenida ante lo lentos que eran en asimilar algo, pasando varios minutos antes de que saliera, la mayoría, del impacto de ver a un niño rigiendo un país.

Momentos después, Ritsuka se vió obligado por Yuiko a tomar asiento en el trono dorado, resaltando su disgusto al estar encerrado entre tantos lujos, observando a sus visitantes sumidos en sus propios estilos, sumiendo sus ojos en él, percibiendo en él la presión, cerrando sus ojos y aclarando su voz.

Le ponía algo nervioso y tal vez consternado, hablar con personas que conocía de su reino a unos completos extraños tenía una gran brecha.

-No pensé que un niño llegase a ser el soberano de una isla tan pacífica-Sanji fue en primero en abrir su bocota, siendo fulminado por la mirada de la navegante-~ ¡¡¡Ah….!!!~ ¡¡Nami-san se ve hermosa cuando amenaza a alguien!!-exclamó juntando sus manos y mostrando sus ojos de corazón al tiempo que ésta misma le ignoraba, dándole un espectáculo al pequeño Rey, quien no encontraba la oportunidad de comenzar a hablar.

-Es verdad…es todavía un crío-corroboró Usopp con los brazos cruzados, asintiendo.

-Les recuerdo que estoy aquí…-susurró el niño, un poco irritado ante su impertinencia, pero parecían seguir cuchicheando entre varios de ellos, mientras la joven que le había saludado reía con disimulo y la menor de ambas se mostraba bastante molesta, volviéndose al resto con expresión asesina, tanto que le hizo sentir un escalofrío a lo largo de su espalda

En poco el silencio fue roto por varios lamentos: el joven capitán junto con el artillero y el espadachín de retorcían en el piso, sosteniéndose sus pobres colas, algunos maldiciendo a Nami ó exclamando el dolor que les causaba el tirón anterior; mientras que el rubio cocinero y el pequeño renito yacían inconscientes, tendidos en la alfombra roja con varias protuberancias saliendo de sus cabezas, volviendo a invocar cierto pánico en los rostros de los niños, incluyendo ésta vez al pequeño rey, al cual recorría un leve escalofrío…

Sacudió sus manos satisfecha, con una sonrisa en su rostro antes de volverse al niño, sin darse cuenta ésta que el pobre dio un respingo a tal punto de saltar en su propio asiento, tragando dificultosamente un poco de saliva, observando la sonrisa alegre que se asomaba por su boca tras tal tortura

-Bien, creo que ya tenemos el silencio suficiente para poder conversar como gente civilizada-aclaró con una de sus manos posada en sus caderas, mientras que la otra residía cercana a sus labios-lo mejor es comenzar con las presentaciones, y ya que usted lo hizo en un comienzo, sería de mala educación sino respondiésemos a ello, ¿ne, chicos?

Por obvias razones ninguno pudo responder, sin poder levantarse aún ante el castigo que les habían propinado, considerando en obedecer a la chica al pie de la letra, al menos estando en aquella isla

-Eh…si…-murmuró tratando de recuperar su postura, tomando un poco de aire antes de verla, con porte serio pero que destilaba cierto toque de ternura ante su rostro infantil y sus bellos accesorios-lo único que se de ustedes es que son piratas. Antes que las mismas presentaciones quiero que me contesten algo: ¿Acaso tienen planeado hacer algo en éstas tierras?

Ya recuperados, la pregunta les tomó por sorpresa, todos observando al capitán quien se acomodaba las orejas en los orificios que había creado en el sombrero de paja, para volverse a la navegante, ella debía saberlo. Los había guiado hasta aquel lugar

Un silencio más acompañó el momento, pero la joven no decía mucho, se veía pensativa, observando como su Log Pose señalaba en una dirección distinta a la de la isla

-En verdad…-elevando su rostro, observándole con cierta seriedad-no sabía ni siquiera que ésta isla estuviese en nuestro camino. Revisé las coordenadas varias ocasiones y la isla más pronta en nuestro camino quedaba a varios días de nuestra localización

-Ahora que lo recuerdo…-murmuró el pequeño renito mientras llevaba una pezuña cerca de su hocico, recordando los últimos momentos de tranquilidad en Grand Line que tuvieron antes de verse en aquel lugar-Nami nos daba instrucciones para llegar a la isla de Freek…hasta que…

-Fuimos atrapados por una gran cantidad de ciclones-culminó Sanji, sosteniendo con sus dedos el delgado cigarro, dejando el humo salir de sus labios tranquilamente, volviendo a dar una bocanada-después de eso, recuerdo que estábamos cansados…

-Todos quedamos rendidos y cansados de maniobrar el barco para salir de aquellos peligros; supongo que tan sólo quedamos dormidos-informó Zoro largando un perezoso bostezo, rascándose detrás de sus felpudas orejas, escuchándose el tintineo de sus pendientes

-Y después de eso llegamos aquí-terminó Luffy como si nada, levantándose de hombros

-Dándonos cuenta de éstas extrañas orejas y colas al llegar-Usopp se quitó su común pañoleta, imitando lo que hacía su amigo y Capitán, pues se sentía bastante incómodo tenerlas encerradas

Un silencio involuntario volvió a residir en el recinto, dejando a los nativos reflexionando acerca del curioso asunto; parecían por demás sorprendidos…esa historia ya había ocurrido bastantes siglos atrás y ahora volvía a repetirse, en un caso algo similar…

-Ritsuka-san-llamó de nuevo la pelinegra para sacar al joven de su ensimismamiento, encarando los grandes ojos púrpura con las gemas azuladas y persuasivas de las cuales era poseedora-¿podría ser tan amable de explicarnos?

Éste largó un leve suspiro, levantando su rostro para que los cinco a su servicio diesen un paso al frente y ofreciesen respetuosas reverencias para el muchacho, quien masajeó su sien ante los recientes sucesos

-Yuiko, por favor vuelve al recibidor del palacio, como es costumbre-pidió con voz suave, asintiendo la chica y acatándola como una orden, cosa que a él le desagradaba ver en los semblantes de sus ‘súbditos’-Zero, Nameless-los otros cuatro elevaron sus rostros, aumentando la cantidad de cuestionamientos que presentarían ante quien les daría todas las respuestas-Por favor, escojan las habitaciones de huéspedes necesarias para nuestros invitados y encárguense de prepararlas para que se queden a dormir. Ésta noche la pasarán en el palacio

Anami y Nanaya, tomados de la mano volvieron a bajar sus cabezas, mostrando las muñecas de los respectivos brazos vendados, saliendo primeramente sin dejar huella de su paradero; Natsuo y Youji acataron las órdenes y se pusieron de pie, sonriéndole al Rey y lanzándole besos y piropos sin siquiera separar sus colitas atadas mutuamente, perdiéndose de vista en cuestión de segundos

Al menos, era lo que le agradaba de ese par: pese a que él fuese a quien debían serle fieles, no perdían su personalidad; altanera y muchas veces fuera de lugar, pero le divertía que fuesen tan sueltos con él…

Volvió su vista a los olvidados piratas antes de colocarse de pie, llamando la atención de todos aquellos, acercándose lentamente y tomando asiento en uno de los escalones, con sus orejitas en alto y su colita moviéndose con toda parsimonia, demostrando s propia humildad

-Por favor, si no les molesta tomar asiento en el piso, presentarse y luego aclarar sus dudas, les pido que lo hagan

La mayor parte de ellos obedeció aquellas palabras, tan sólo fueron Zoro y Robin quienes se conservaron de pie, el primero recostado en un pilar con los brazos entrelazados y la chica con gesto pasivo y cruzada de brazos, meneando naturalmente su esponjosa cola gatuna

-Bien, ahora, ¿Me podrían decir quienes son ustedes?-cuestionó curioso, aunque los dejó por demás sorprendidos al no tener idea de que clase de piratas eran ellos

-¡¡¡Es mi tripulación!!!-exclamó Luffy orgulloso mientras inflaba el pecho y se señalaba a sí mismo, sintiéndose alegre de que aquella mirada le estuviese poniendo especial atención-Somos los piratas del sombrero de paja; y yo soy el capitán: ¡¡Monkey D. Luffy!!

-Roronoa Zoro. Primer oficial-dijo secamente mientras dejaba escapar un perezoso bostezo de sus labios

-Mucho gusto; mi nombre es Nami y soy la navegadora del barco

-¡¡¡¡Yo soy el gran Usopp!!!! ¡¡El más fuerte, inteligente y valiente bucanero que hayan conocido todos los mares!! Además, por supuesto, de ser el capitán del Going Merry, nuestro querido barco

Aquella aclaración trajo dudas e incredulidad al rostro del pequeño, quien examinaba al joven de nariz larga con el cual el chico de sombrero de paja se puso a reclamarle, comenzando una infantil discusión entre ambos que no duró mas de 1 segundos al implorar piedad el gato de pelo afro; confirmando que él no podía ser el capitán…además de traerse consigo vergüenza ajena XD

-Mucho gusto, mi nombre es Sanji y soy el cocinero a bordo-habló con educación, cabeceando levemente mientras sacaba su cajetilla, dispuesto a ir por el siguiente cigarro

-Yo Chopper, soy el doctor-el bello renito de nariz azulada levantó su pezuñita, resaltando un atractivo sonrojo que llamó la atención de Ritsuka

-Y por último, su servidora. Mi nombre es Nico Robin. Soy la historiadora y arqueóloga del barco

-Son muy pocos para conformar una tripulación pirata, ¿¿no lo creen??-cuestionó sin mostrar algun sobresalto aún sabiendo sus nombres; al parecer no tenían datos acerca de Mugiwara Luffy y el ex caza recompensas Roronoa

-Si, yo también lo he pensado-puntualizó el capitán mientras asentía con los ojos cerrados y ambas piernas cruzadas-aún nos falta un mecánico/carpintero y un músico

-No creo que un músico nos sirva de mucho, Luffy-reprendió Zoro mientras se dejaba resbalar por el pilar, quedando sentado con los brazos tras su cabeza y ambos ojos cerrados, amenazando con quedarse dormido en cualquier instante, aunque se reflejaba leve molestia en sus ojos, sin saber él mismo por quién o a quién iba dirigida

-No nos escucha y dudo que algun día lo haga-Nami golpeó su cabeza levemente con su mano, más al abrir sus ojos castaños notó al curioso minino, el cual le traía ternura al verlo menear su colita con aquellas facciones de inocencia, reteniéndose como le era posible-Creo que ya hechas las presentaciones, nos debería contestar las dudas que tenemos

Ritsuka tan sólo asintió, empezando cada uno a pensar algo que pudiese servirles para descubrir su localización

-Veamos… ¿Seguro que no nos reconoces? ¿Al menos a esos tres?-señalando las direcciones donde estaban el espadachín, la historiadora y el inquieto capitán

La primera voz fue la de Usopp, ganándose miradas de enfado por otros tantos de sus compañeros, quienes no demostraban que en verdad también les agradaría saber la respuesta

-No, aquí no sabemos nada acerca de los piratas, tan sólo de el único, hasta ahora, que ha tocado ésta tierra; exceptuándolos a ustedes-comenzó, continuando antes de que alguien le preguntara-Primeramente, ésta isla se llama Vayu, y está localizado en un archipiélago llamado Julera, formado por tres mas y varios islotes de menor tamaño. Respondiendo a la pregunta del porque nadie viene y la razón por la que no sabemos nada del exterior, es ante el hecho de ser rodeados por un campo de energía enorme que abarca el perímetro del lugar. Por ello seguramente el log pose no lo detectaba y no se hallaba en ningún mapa. Para cualquier persona, éste sitio no existe

Eso contestaba bastantes dudas, aunque aún faltaba el detalle de las orejas y el gran parecido con Skipea. Sanji iba a abrir sus labios para formular uno de los cuestionamientos, sin embargo fue interrumpido por el imprudente capitán

-Oi, Ritsuka; ¿No sabes que pirata fue quién toco las costas de ésta isla?-la voz de Luffy sonaba emocionada y ansiosa. Tenía el ligero presentimiento de saber quien era; y de serlo,¡ estaría siguiendo sus mismos pasos!

-Creo que su nombre era Gold D. Roger…-sostuvo en un hilillo de voz, despejando su rostro de algunos cabellos rebeldes, mostrando la impresión en todas aquellas caras, sin excluir la alegría de una en especial. Según se sabía era un pirata legendario, inclusive llegó la noticia de su muerte en estas aguas y todos nos apenamos con la pérdida-bajó la voz, meneando su colita al observarlos a todos-cuando llegó, él salvó a estas islas de su inminente destrucción

-¿Y cómo llegaron? Si nadie podía entrar a éste lugar…-indagó la pelirroja, interesada como el resto en el relato

-Pues verás. Nadie puede penetrar a las islas porque están protegidas con barreras naturales: el ejemplo claro son los ciclones y torbellinos que tuvieron que enfrentar antes de llegar a aguas calmadas. Así mismo llegó, parece que lograron sobrevivir a los volcanes submarinos que residen como escudo en la isla de la tierra: Gaia; creo que se quedaron dormidos y al despertar encontraron tierra. Tan sólo sospecharon al ver que un niño que les acompañaba en la tripulación tenía orejas, los demás eran claros adultos

Zoro volvió con molestia sus ojos hacia Sanji y Nami. No dudaba que ellos dos habían perdido las orejas mutuamente, el rubio se la pasaba todo el tiempo llenándola de mimos y halagos; la observaba desde la escotilla cuando se asoleaba en sus efímeras ropas y solía usar frases de doble sentido…era un tremendo pervertido…y la chica no se salvaba de sus insultos

Pero no lograba descubrir el porque de su enfado, al fin del cabo no le debía importar esa clase de cosas, ¿Verdad? Si perdieron sus orejas o no, si ese maldito cocinero pervertido ya no las tenía…aunque también le parecía bastante extraño que Robin aún las poseyera…de ella había esperado encontrarse sin los esponjosos accesorios…

‘Pero, a decir verdad, yo tampoco tengo la pinta y aquí me tiene…’-bajando las orejas en medio de la conversación, con una gota de sudor resbalando por su sien, riendo la pelinegra suavemente al ser la única que le veía acomplejarse consigo mismo

-Tal vez eso podría tener un poco de relación, ¿ne?-la voz de Chopper le sacó de su ensimismamiento, elevando su rostro y retirando la pose frustrada para volver a una mirada atenta e interesada-el que llegase y los salvara, tal vez el campo les dejó entrar para que ayudase a éste reino-sugirió el renito

-No lo creo-cortó fríamente el gatito, dejándolos en la expectación ante el cambio repentino de su personalidad-dudo que sea porque necesitemos ayuda. Tal vez tan sólo es una prueba de agallas, nada más

La actitud avivaba sus sospechas.

Parecía que ese reino la estaba pasando mal, pero el pequeño no tenía pensado aceptarlo frente a unos extraños para él, sin saber realmente si debía confiar en éstos a primer lugar

-Todo está bien en Julera, no necesitamos que se entrometan-su voz sonó firme, dándoles la espalda tras el arranque que le había dado, colocándose de espaldas y metiendo su cola entre las piernas antes de enroscarse en una, bajando sus orejas, delatándose contra su voluntad. Sin duda esas nuevas partes delataban los sentimientos sin quererlo

Luffy iba a decir algo, pero las manos de Robin salieron de sus mejillas tal como en Usopp y Chopper, sonriendo y haciendo gesto de silencio con un dedo en sus labios. No debían ser desconsiderados, preguntarle detalles al joven rey sería una imprudencia, ya les había contado más de lo que, era seguro, no debía decir a extraños

Posiblemente debían investigar al día siguiente, en el pueblo, con el pretexto de que conseguirían provisiones y materiales para las reparaciones de Merry, no era una mentira, pero tampoco la verdad completa

-Sólo una pregunta mas-extrañados del tono no tan brusco, todos se volvieron a Zoro, quien parecía esforzarse por ser atento ante el estado del menor-¿la responderías?

Ritsuka se volvió a él con suavidad, mas tranquilo y respondiendo con un cabeceo, lo suficiente para el espadachín, quien se inclinó un poco hacia delante, apoyando los codos en sus propias rodillas

-Éste sitio se llama Vayu, ¿verdad?-el rey asintió con ligereza-¿tiene alguna relación con la ciudad de las nubes?

La expresión extrañada y sorprendida demostraba que si conocía el sitio, extrañando a los bucaneros y colocando toda su atención en la que sería la respuesta

-¿La conocen?... ¿Ustedes saben acerca de Skipea?

-Ya fuimos ahí-contestó Robin con los brazos cruzados y una sonrisa espléndida sobre sus rojos labios-un lugar bastante interesante, el descubrir la historia escondida tras el velo de mentiras, ver con nuestros ojos la ciudad de oro y escuchar la bella campana dorada

-Entonces fueron ustedes quienes la sonaron de nuevo…-se mostraba mas tranquilo, sin embargo eso terminaba de confirmar sus sospechas-si, conocemos Skipea, varios objetos de Vayu, la ciudad del viento fueron aportadas de los ángeles de la isla Angelical. Nos habían contado que unos valientes héroes acabaron con Enel y trajeron la paz a su pueblo; además que eran tan buenos que no aceptaron el regalo de la columna de oro que les tenían preparada

La aclaración les dejó con la quijada en el asfalto. ¡¿¡¿¡¿Un pilar de oro macizo?!?!?! ¡¡Nadie les había comentado eso!! ¿¿Cuándo??

Robin fue la única que sonrió a sus anchas, recordando como pensaron que iban a ser atacados con un cañón, siendo ésta la columna envuelta en sábanas. Algo bastante cómico, tanto como pensar como es que se lo habrían llevado, pues dudaba que la pobre Merry soportase

Éste se mostró desentendido, tanto por los piratas como por la joven, ladeando la cabeza levantarse de hombros restándole interés, estirándose un poco para poder olvidar las desgracias que estaban azotando al archipiélago…necesitaban ayuda pero…lo mejor era dejarles huir y no involucrarlos en una guerra que no les correspondía…

-Bien, como esa fue la última pregunta…-aclaró, esperando unos segundos para continuar, asegurándose llamar la atención de todos-lo mejor es que los guíe a sus respectivas alcobas. Podrán descansar ahí, para poder reabastecerse mañana y partir a donde su log pose les indique lo más pronto posible

Sin esperar opiniones los rodeó caminando con paso acelerado a las puertas, tomándola con ambas manitas y abriéndolas de par en par, dejando a sus ojos abrirse desmesuradamente y obligándole a dar unos pasos hacia atrás, con sus mejillas sonrojadas y un mar de sensaciones que trataba de poner en orden en su corazón, tal como los pensamientos en mente

No fueron los únicos impresionados, pues de aquellas dos personas, un peculiar sombrero tejano resaltaba con gafas en éste, mostrando su típica sonrisa despreocupada al tomar el filo con naturalidad, manteniendo su otra mano en la bolsa, complacido ante el sonrojo y la felicidad que leía en los ojos negros del capitán de los piratas del sombrero de paja

-Soubi…-susurró Ritsuka mientras se mantenía estático, observando el humo brotando de los labios del hombre rubio frente a sus ojos, luciendo éste una sonrisa enigmática, tan sólo clavada en el menor, ignorando la presencia de algun otro ser, olvidándose inclusive de quien le iba acompañando

-Tanto tiempo, Ritsuka…

-¡¡¡ACE!!!-exclamó el escandaloso chico mientras pegaba de salto alegremente en su lugar, levantando el otro su mano para saludarle, sin dignarse a moverse tan sólo un poco, dibujando en sus labios una extraña mueca que le demostraba complacido ante aquellas orejitas sobresaliendo de la cabellera de su hermano

‘Sigue tal como lo dejé…’-pensó para sí mismo, antes de volverse a su acompañante, quien escudriñaba con cierto gozo los ojos sorprendidos del muchacho-‘je…así que a él es quien buscabas, Sou-chan…’

Continuará…


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).