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Abtra-erel, la joya de sangre por LaYoska

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Notas del capitulo:

bueno, aca esta el capi 13, espero les guste, ya tengo el 14, que es el final de esta primera parte y el siguiente capitulo empieza la segunda parte.

13

 

Abriena tenía la cabeza de Nabeun en su regazo, le acariciaba con cariño, en ese momento los ojos celestes se abrieron lentamente.

 

-Oh, amor, que bueno que despertaste, lamento el modo en que recibiste la noticia- dijo apenado, sus hermosos ojos dorados llenos de pena, Nabeun cerró de nuevo sus ojos, al recordar la noticia se incorporó un poco, miró a donde estaba Issacar, parpadeando al verlo sujetándose la frente, como si lo hubieran golpeado o le hubieran arrojado algo con fuerza- ¿estás bien?- Abriena tenía sus ojos tristes

-si, estoy bien- se llevó la mano a la cabeza, aun pensando en la noticia que había recibido, no entendía en cómo era eso posible, pero sí que era su hijo, suyo y de Abriena

-si él no lo quiere yo te ayudo a criarlo- la voz del Dragón lo sacó de sus cavilaciones, volteó a ver a la Diosa, descubriendo que estaba a punto de llorar, aunque intentaba no mostrar nada en sus facciones

-no amor, lo siento, sé que me quede callado y se pudo malinterpretar… estoy feliz, muy feliz- le abrazó con ternura

-¿de verdad? Parecías dudarlo

-de verdad, me has hecho muy feliz- dijo acariciándole el rostro, mirándole algo extrañado, había notado que las emociones de Abriena estaban a más flor de piel que nunca

-eso es porque han estado separados- Issacar ojeaba un libro que había encontrado, al ver que Nabeun no entendía suspiró- ¿es que ninguno de tus sacerdotes esta bien preparado?, mira guapo- dijo con una sonrisa a Nabeun que le dedicó de nuevo una mirada asesina- seres como Abriena tienen emociones complejas, la mayoría embotadas, sin embargo, a través de la convivencia con los humanos, digamos que siente con mayor intensidad, tú, su guerrero, tienes la obligación no sólo de enseñarle qué son sus emociones, sino que tu presencia le ayuda a controlarlas, que estuvieras alejado de él ha hecho que esas emociones sean más fuertes, confusas e irracionales… aumentale el embarazo y la bomba esta lista- dijo con total calma y una risa leve- en una situación normal, lo más común hubiera sido que te dijera el plan desde un principio

-¿cuál plan?- Nabeun miró a Abriena y la Diosa le dedicó una mirada de advertencia al otro

-aprendí mi lección- dijo mostrando un peine de hueso, mismo que Abriena le había arrojado minutos antes

-ahhh verás, Issacar y yo actuamos para que los demás creyeran que somos pareja, así, cuando revele mi estado, ellos

-me niego- dijo Nabeun directamente- no dejaré que digan que ese- lo señaló- es el padre de mi hijo

-¡hey!- dijo con molestia el aludido

-Nabeun, por favor, piensa un poco en el bebé… soy una Diosa

-¿entonces no soy digno por ser un humano?- dijo con molestia, las heridas de esas semanas abriéndose aún más

-¿qué? Yo nunca dije eso

-mira guapo- retomó el dialogo Issacar- piensa bien, el… ella, es una Diosa- dijo ahogando una risita- piensa, si se sabe que eres el padre ¿qué pensaran?- sin dejarlo contestar, prosiguió- no sólo nacerá un semidiós, criatura que aterra a los humanos, porque tiene el poder de una deidad, pero la volatilidad emocional de un hombre, sino que no aceptarán que una Diosa ame a un humano- dijo señalándolo- pensarán que abusaste de ella, podrían matarte por eso

-…- Nabeun se quedó sorprendido- ellos no

-lo harán, los humanos son estúpidos las cosas son o negras o blancas, una vez idealizan a alguien , no pueden concebir que esa persona pueda hacer algo mal, no aceptarán sus errores y querrán adjudicárselos a alguien más por no perder la imagen que tienen de Abriena

-pero…- miró a Abriena, cuyas orbes doradas temblaban de miedo… miedo de perderlo por un pueblo vengativo

-si ellos te hacen algo a ti yo mismo aniquilaré al país entero- le dijo con una fría decisión, sus ojos tan fríos como la primera vez que había despertado de su sueño

 

El silencio llenó la recamara, Nabeun miró a su amado y al otro Dios, sabía desde un principio que su relación con la Diosa sería complicada, que debía mantenerse oculta a toda costa, pero nunca que incluso tendría que dejar que otro fuera considerado padre de su hijo por mantener a la Diosa con él… por estar a su lado.

 

-¿qué pasará? ¿Qué harás tú con mi hijo?- dijo mirando al peliplata que ya se cepillaba el cabello, aburrido de ver a la pareja

-nada, vendré, le traeré regalos, haré como que me importa, ya sabes, lo normal- dijo como si ese fuera el papel de un padre- tú y Abriena lo cuidaran, sólo que para el pueblo, yo seré el padre, debido a que los sacerdotes saben perfectamente que es tu hijo, pero igual, temen que el pueblo arme un tumulto por no considerarte digno

-sigue sin agradarme la idea- dijo, pero cada vez más se convencía que era la única opción

-si es demasiado para ti, puedes irte conmigo y ser parte de mi harem- dijo con una sonrisa, mostrando sus colmillos- prometo tratarte bien

-no, gracias- dijo con frialdad, sintiendo la misma aura que antes salir del delicado cuerpo a su lado- tranquilo, no vale la pena, le puede hacer daño al bebé

-ahhh- Abriena le abrazó, amoldándose a su cuerpo- te extrañé tanto… no volveré a hacer algo así, perdona por pedirte que no durmieras conmigo, es sólo que sentía que si te veía no iba a poder con esta farsa

-entiendo- dijo sonriendo, aliviado de saber que todo había sido un error y que los sentimientos de Abriena no habían disminuido, la conexión entre ellos volvió a abrirse y sentir todo el amor, la alegría, el miedo de perderlo de la Diosa le lleno de dicha- gracias- dijo acariciándole el vientre suavemente

-no, gracias a ti- dijo Abriena besándolo dulcemente, hasta que el beso se llenó de pasión, en eso un peso se les unió en la cama

-si no me van a invitar, no lo hagan enfrente de mí- dijo con una mirada de fascinación el descarado invitado

-Fuera- Abriena le empujó del pecho, Nabeun se sorprendió al ver volar al enorme hombre hacia la pared, impactando fuertemente contra esta

-aaaghh, apuesto que nunca lo habías visto usar su fuerza, ¿verdad guapo?- dijo desde el suelo- esa lindurita que tienes en brazos puede cargarme en mi forma dragón y matar todo un ejército- sonrió, luego hizo un gesto bastante femenino- pero ahora odia la sangre, uy que asco- se levantó, cuadrando sus anchos hombros, mostrando toda su altura- tonterías, la sangre es elixir de vida y poder, es maravilloso encontrarse bañado de ella después de una batalla

-cállate- la voz débil de la Diosa los sorprendió y Nabeun tuvo que llevarlo al servicio cuando empezó a presentar arcadas con el solo hecho de imaginar la sangre, algo que al parecer fue hilarante para el dragón

-oh, Abriena, antes disfrutabas la pelea tanto como yo, antes eras incluso más despiadado que yo- decía mientras exploraba la habitación

-¿es eso cierto?- preguntó Nabeun a su amado mientras le ayudaba a enjuagarse la boca y lavarse la cara

-si… pero recibí un castigo- dijo con calma- me encadenaron a una serpiente de arena, los Dioses mayores me obligaron a vivir con ella, me enseñó todo los que los humanso luchaban por vivir, humanos a los que yo mataba sin pensar… me hizo, en cierto modo respetarlos, después los Dioses hicieron que odiara la carne cruda y la- las arcadas volvieron a arremeter

-la sangre- dijo con calma Issacar- además de que le proveyó emociones, algo que Abriena carecía, sólo una persona dispuesta a ir en contra de un Dios, solo alguien con el corazón lo suficientemente dispuesto para amarlo sin reservas podría liberarlo de las cadenas que le arrastraban junto con la serpiente

-el guerrero- dijo Nabeun sosteniendo el cuerpo tembloroso de Abriena y limpiándole el rostro con cariño

-sí, fue el único que pudo hacerlo- Issacar respondió y Nabeun se sorprendió de escuchar ese tono serio en su voz- ni siquiera yo pude hacerlo- dijo al parecer con su ego herido

-tu no me amabas- dijo Abriena con una amargura sorprendente, mientras su guerrero le conducía a la cama, donde le dejó recostarse

-será mejor que descanses- le dijo acariciando su rostro con extrema ternura mientras lo recostaba en el lecho, Issacar los veía con extrañeza y cierta repulsión-¿sucede algo?

-definitivamente no entiendo eso del “amor”- dijo con los brazos cruzados

-¿nunca ha tenido a alguien en quien siempre piense, alguien que aparezca en sus pensamientos en cuanto despierta?- preguntó el rubio

-eso suena a MI- dijo después de pensar un poco

-no, tonto- Abriena medio dormido le miró a través de sus pestañas espesas- alguien que te importe, por quien estés dispuesto a dar todo, que te preocupes por esa persona más que por nadie más, alguien a quien quisieras mantener lejos de todo mal- dijo mirando a Nabeun- que no puedas soportar estar lejos de él…

-sigue sonando a MI- dijo con una sonrisa burlona

-ahhh eres imposible- dijo Abriena mientras Nabeun contenía la risa- vete Issacar, quiero dormir

-ah, a mí me corres ¿y él?

-él se queda- dijo sencillamente antes de quedarse dormido

-ahhh, bien- Issacar se dirigió a la puerta y Nabeun le siguió, abriéndole la puerta por cortesía, aunque no terminaba de agradarle, su ayuda era necesaria, por el bien de su bebé, ese pensamiento le hizo sonreír-Nabeun

-¿sí?- preguntó mirando al más alto

-te lo encargo- se sorprendió por la seriedad y casi cariño en sus palabras- nunca lo había visto así, nunca pude hacerlo así de feliz, cualquier cosa que necesiten no duden en pedírmelo

-ah… claro, muchas gracias- mencionó aún con la sorpresa en su voz, que se acrecentó al sentir una mano en su nuca jalarle, Issacar besó sus labios de nuevo

-lo de pertenecer a mi harem sigue en pie- dijo soltándolo y saliendo de ahí antes de que Nabeun pudiera reclamar, se llevó la mano a la nuca, sobándose, no había nada que un humano pudiera hacer contra la fuerza de un dragón, solo ese toque le había dejado una dolorosa sensación, se acercó a Abriena y le abrazó desde atrás, sintiendo cómo se amoldaba a su cuerpo aún en sueños, le sujeto el vientre un poco, feliz de saber que una nueva vida se formaba ahí.

 

El guerrero terminó por aceptar la farsa, sabiendo eso ya no le dolía tanto verlos abrazados en los jardines, pero estaba pendiente de cualquier esquina o habitación vacía, Issacar seguía robándole besos cada vez que la oportunidad se le presentaba, por suerte solo tuvo que soportarlo tres días más, porque debió retirarse ya que su reino le solicitaba, dos semanas después el país se llenó de gozo cuando la diosa anunció su embarazo e Issacar volvió para hacer un compromiso de hacerse cargo del niño, no era algo que hiciera realmente feliz a Nabeun, pero tampoco quería saber qué sucedería si la verdad salía a la luz, así que aceptó el trato en silencio, presentando sus respetos a la “pareja” y felicitaciones en la ceremonia pública que se ofició ese día, sólo que en la noche fue él quien compartió lecho con Abriena, amándole hasta que sus energías desfallecieron, dentro del templo y en secreto se realizó otra ceremonia, una con un sacerdote real, no un actor, para decretar a Nabeun como consorte de Abriena, sólo en el interior del templo se conocía la verdad, un voto de silencio había sido hecho por cada uno de los sacerdotes, sacerdotisas y doncellas.

Notas finales:

bye byeee nos vemos luego


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