Misión 2.- Conociendo al Jefe
-No…No… ¡NOO!-se escuchaban los gritos de la habitación contigua. Sonrió maliciosamente, esto iba a ser genial. Se encontraba sentada en el sillón de aquella pequeña y elegante habitación, con una cámara digital entre sus manos.
-¡Sakura! ¡¿Dónde crees que estas metiendo tus manos?!-
-¡Cállate de una vez!- se escucho como golpeaban a alguien, poco después solo reinaba el silencio. Escucho como se iban acercando pasos a la puerta; prendió rápidamente la cámara, y la ajusto, la sonrisa se ensanchaba cada vez más a medida que se iban acercando.
-Perdone Tsunade-sama, pero Naruto no quería cooperar…- iba hablando mientras abría la puerta, y justamente cuando la abrió por completo, un flash los cegó a ambos por un instante, seguidos de varios mas.
-Que demonios…-Naruto se tallo sus ojos para después ver a la vieja con la cámara y una enorme sonrisa de felicidad…-Oh no… ¡Oh no!-alzó los brazos con espanto, la obaa-chan acababa de hacer algo malo…muy malo.
-Oh…Naruto, digo, Naruta, ¡que linda te ves!- lo miro de arriba para abajo con una sonrisa burlona, poco después no pudo evitar carcajearse- ¡¡Jajaja!! ¡Tengo que publicar estas fotos!- se agarro la barriga con las manos
-Maldita obaa-chan- cerró fuertemente los puños, y un aura asesina se apodero de él.
-Vamos Naruto, no es tan malo, solo no le hagas caso- intento calmarlo Sakura, pero las carcajadas de la capitana no ayudaban mucho.
-Jajaja, ¡¡Kakashi!! ¡Tienes que ver esto!-lo llamo entre carcajadas; al instante se abrió la puerta dejando ver a Kakashi.
-¿Qué paso?-
-¡Ve a Naruto!- Kakashi así lo hizo, igual que la capitana, lo observo de arriba a abajo. Tenía una peluca la cual consistía en dos coletas, las cuales le llegaban a la cintura, estaba maquillado ligeramente, una blusa blanca, y en su cuello tenía un moño azul; una falda azul, al igual que el moño, que le llegaba a las rodillas; estaba usando medias y su conjunto terminaba con dos zapatos con tacones azules.
Bien, debía aceptar que le quedaba ese aspecto, se veía “apetitosa y sexy”.
-¿Qué opinas Kakashi?- pregunto Sakura
-Eh…- iba a hablar, pero la risa le gano, uniéndose a la capitana; ganándose una mirada de odio por parte del rubio- Jajaja, lo siento Naruto…- se limpió con el dedo una lágrima que resbalaba por su mejilla por tanto reír- Es solo que… es demasiado gracioso verte así…-
-Tsk…- se cruzo de brazos, volteando la mirada, enojado.
-Bueno, esta todo listo; dentro de dos horas estarán en el trabajo- hablo la capitana- Les deseo buena suerte- sonrió. Los tres asintieron y salieron de la oficina; Naruto con trabajos, aunque esos zapatos no tuvieran mucho tacón que digamos, se le dificultaba caminar con ellos, al cerrar la puerta se volvieron a escuchar las carcajadas de la capitana.
-Jodida anciana decrépita…-susurró
-Naruto, Naruto- le hablo Kakashi, con una mano en la nuca- Tranquilo, por lo mientras trata de caminar para acostumbrarte a tus zapatos, que Sakura te ayude- la mencionada asintió- Mientras yo voy por los coches y sus cosas- con una sonrisa, se alejó de ahí.
-Bueno Naruto, vayamos a practicar al patio- sonrió, Naruto asintió quedamente.
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Se encontraba caminando por los pasillos de la organización con las manos en los bolsillos, había dicho que iba por los coches, pero lo que quería en esos momentos, era pensar…si, así es; pensar en aquel hermoso hombre de tez morena y ojos cafés…Cerró con fuerza la mano y alzándola junto con una risa sádica miro hacía arriba.
-¡Serás mío Umino Iruka! ¡Mi mano tiembla de excitación por tocarte!-
-Si que te afecto ese hombre- le hablaron por la espalda
-Algo…- bajo la mano, y lentamente se volteo, encontrándose con Shikamaru- ¿Y que hace el genio de la organización por aquí?-
-Déjame decirte que tu eres el genio, si mueres, seré yo quien ocupe tu lugar- sonrió
-Ja ja…- lo miro aburrido
-No te enojes- paso a lado de Kakashi y este lo empezó a seguir- La jefa me mando llamar, para ver sobre su misión del Uchiha-
-Entonces Tsunade cree que vamos a tener problemas…-susurró pensativo, mala señal.
-Algo parecido, no es que los vayan a tener, pero quiere estar precavida-sonrió
-Mmm…pues haber como estará todo- alzó su muñeca y miro su reloj- Bueno Shikamaru, espero que nos informes de todo-
-Tenlo por seguro, no quiero que les pase algo-
-De acuerdo, nos vemos luego- se despidió y salió casi corriendo hacía los coches, ya faltaba poco tiempo para que entraran a “trabajar”.
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-Vas bien Naruto- le decía mientras veía a su amigo caminar- Solo falta que no te encorves tanto…-
-Joder- Ya le estaban empezando a doler los pies, ¿Por qué jodidos tenían que usar este tipo de zapato? Las mujeres si que son masoquistas…Empezó a caminar de nuevo.
-Así es, trata de caminar así…- en eso empezó a sonar su celular- ¿Bueno?...Si, vamos para allá- colgó- Bueno Naruto, es hora de irnos- empezó a caminar, seguida de Naruto, hacía la entrada del estacionamiento, en donde Kakashi los estaba esperando.
-Bueno, es hora de irnos, trataremos de tomar diferentes rumbos, ¿de acuerdo?-habló Kakashi, mientras les entregaba las llaves de sus autos.
-Si- contestaron
-Bueno…- abrió la puerta de su coche y entró- Nos vemos en el trabajo- cerró la puerta, prendió el coche y se fue, dejando a sus camaradas. Naruto y Sakura subieron a los suyos, en la salida ambos se voltearon a ver.
-Buena suerte Naruto-
-Igual a ti Sakura- ambos arrancaron y tomaron diferentes caminos.
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Iba como loco, rebasando y metiéndosele a los carros como si nada. Decidió tomar el camino largo, necesitaba calmarse un poco antes de llegar al trabajo. ¿Por qué él tenía que tocarle ir de mujer y no Kakashi o Sakura?...Bueno, Kakashi había dicho que no eran su tipo, y que él era el adecuado…pero aún así ¡Era indignante! Piso el freno y bruscamente dio vuelta en un calle, ganándose varios pitidos.
-¡Jódanse!- gritó por la ventana sacando su mano y enseñando aquel simpático dedo, para después acelerar derrapando las llantas. Después de unos minutos llegó al edificio… ¡Y que edificio! Era altísimo, de color azul metálico y la insignia de Konoha era magnífica, ocupando gran parte del complejo, lo admiro por unos momentos, para después ir al estacionamiento de los empleados; tras buscar lugar por un buen rato lo encontró y dejo ahí el coche. Suspiro cuando lo apago.
Se miro en el retrovisor, todo estaba bien…suspiro nuevamente, ahora tendría que actuar como toda una señorita y hacer la voz un poco aguda, golpeo el volante con ira; agarró el maldito bolso que tenía que cargar durante el desgraciado día y salió del coche con pesadumbre, para dirigirse a la recepción de la empresa.
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-Bueno muñeca, tu ocuparás el lugar de la orilla- señalo la silla que ocuparía- Por lo mientras solo tendrás que contestar el teléfono, ¿si sabes como, verdad?-sonrió burlonamente
-Si, gracias-contestó forzadamente, dejo el bolso sobre la mesa, para después sentarse, bajo la atenta mirada de las rubias- ¿Y ustedes que se supone que hacen durante el día? ¿Hacer nada?- las chicas dieron un respingo
-Mira frentuda, no quiero tener problemas contigo-le dio la espalda y fue a su lugar. Sakura dio un suspiro, genial se había ganado enemigas en el primer día; en cambio la otra rubia solo negó con la cabeza el comportamiento de su amiga, fue hasta Sakura y le tendió la mano.
-Me llamo Temari- sonrió. Sakura tomó su mano, sonriendo también… al menos alguien era amable.- La chica de antes era Ino- un pequeño bufido se escucho, por parte de la rubia de coleta.
-Sakura- contesto sin más.
-Perdona a mi amiga, es que así se comporta con las nuevas y que son bonitas- sonrió amistosamente.
-¡Temari, deja de decir estupideces!- la regaño, sonrojada. La pelirosa empezó a reír seguida de Temari.
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Entró caminando apresuradamente, con una mueca de enojo, todos en su camino se apartaban rápidamente. Subió al elevador y tras unos minutos llegó a su elegante oficina, donde lo esperaba su querido hermano.
-Sasuke, llegas tarde- lo regaño
-¿No me digas?-paso a lado de su hermano y se fue a sentar.
-¿Qué te paso?- pregunto intrigado, con una ligera sonrisa.
-Que venía para acá cuando una mujer loca se atravesó como si nada en mi camino, haciendo que casi chocara- tomo una pluma y empezó a firmar los papeles que estaban en su escritorio.
-Oh…-se encogió de hombros, su hermano siempre era así.
-Listo- junto los documentos y se los entregó a Itachi.
-Bueno Sasuke, esto es todo por el momento- reviso los papeles para después sonreír- Espero que tengas más cuidado al manejar, ¿eh?- camino hacía la puerta bajo la atenta mirada de su hermano.
-Estúpido Itachi…-miro el reloj ¿Dónde se supone que estaba su nueva secretaria?
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Con cuidado en su andar llegó a la recepción, con un suspiro de cansancio se recargo sobre la mesa; mientras que con la mano llamaba la atención a una de las recepcionistas.
-¡Hey, tu, la de cabello rubio!- la llamo. La chica volteó con una vena en su frente.
-¿En que te puedo ayudar?-
-Pues soy nueva aquí…-
-¡Ah, con que eres nueva!, de seguro eres la secretaria del presidente- sonrió de lado y volteo hacía donde se encontraba la chica de cabello rosado- Bueno, pues tendrás que ir con ella- la señalo- Te dirá que hacer- y sin más volvió a hacer sus cosas.
Naruto solo bufo y fue hacía Sakura, a quien por lo visto la dejaron atender los teléfonos y revisar algunos documentos… estaba muy ocupada.
-Hola…-la saludo bajito.
-¿Eh?- subió la mirada encontrándose con Naruto- ¿Pero que demonios haces aquí? Se supone que ya deberías estar trabajando, ¡inútil!-
-Mal, mal ,mal- negó con la cabeza- así no se trata a alguien; se supone que debes ser cortés y darme una sonrisa- le sonrió cínicamente, mientras que Sakura estaba controlando sus fuerzas para tratar de no patearle el culo.
-…-suspiro, bajo la mirada y se calmo- Bueno, ¿en que puedo ayudarte?- su sonrisa dejo sin palabras a Naruto, maldición…
-Soy la nueva secretaria del presidente, ¿me puede decir en que piso se encuentra?-contraataco con otra sonrisa mas brillante.
-Permítame un segundo- con la vena en la frente, busco el piso donde se encontraba el jefe- Se encuentra en el décimo piso, le avisaré que usted llegó; así que mientras suba, por favor-sonrió. Jodida Sakura, era buena actuando.
-Gracias primor-y con una sonrisa de satisfacción se dirigió al elevador.
-Estúpido Naruto- apretó con fuerza la pluma que tenía entre su mano, partiéndola en dos.
-Tranquila Sakura…-Temari se sentó a su lado- ¿De que me perdí mientras fui al baño?-
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Él había sido el primero en llegar a la empresa, las chicas de la recepción lo habían tratado muy bien, al igual con las señoritas que se encontraba en su camino; al parecer todos eran muy amables en este edificio.
Al llegar a la oficina de lo que sería su nuevo jefe, le pidieron que esperara, pues todavía no había llegado; así que se acomodo en uno de los sillones que se encontraban enfrente del escritorio del vicepresidente. ¡Y que sillones! Eran suaves y exquisitamente cómodos; se hundió de lleno en ellos.
Su mente se hecho a volar; ¿Cómo se sentiría hacerlo con su lindo Iruka en este sillón? Rozar cada centímetro de su piel, besar aquellos labios y...
Plaft!
Abrieron de golpe la puerta, sacándolo de sus pensamientos.
-Perdón por el retraso, tuve problemas al venir hacía acá…- mientras hablaba, revisaba unos papeles, fue a su escritorio y se sentó en su cómoda silla- Me avisaron que estaría esperando aquí , así que…- bajo los papeles y miró por primera vez a su nuevo secretario. Se quedo sin palabras. ¡Ese hombre era muy atractivo! Lo miro de arriba abajo rápidamente; alto, tez clara y por lo que se veía era suave, delgado y atlético, su peinado no se veía todos los días y le daba un aire sofisticado, iba de traje color negro y le sentaba demasiado bien; ¡ni que decir de la cara! Va a tener una hemorragia nasal… ¡Ese hombre era todo un sex symbol!
-S-Si, no se preocupe- respondió Kakashi con una mano en su nuca- Eso suele suceder…- vaya que lo había tomado por sorpresa, cuando abrió la puerta casi le daba un ataque, pero cuando vio en carne y hueso a su lindo Iruka… se sentía en los cielos. ¡Era hermoso!
Un silencio total reino en aquella oficina, ambos mirándose atentamente, ambos deleitándose con el hombre que tenían enfrente. Por un momento sus miradas se encontraron, una conexión los unió…
Pum!
-¡Iruka-kun! Se suponía que debías…-irrumpió de repente una mujer, quien se quedo mirando a ambos con una ceja alzada.
Kakashi volteó entre enojado y asustado; debía ver quien era la que había interrumpido aquel mágico momento.
-Oh…Kurenai, lo siento…- respondió un poco sonrojado. Kakashi miro a la mujer, cabello negro recogido en una coleta, piel clara, delgada y estaba vestida con una minifalda, su saco y zapatos color beige con su blusa blanca; debía aceptar que era guapa.
-Tonto- sonrió- Acuérdate que hoy cenamos juntos, lamento interrumpir- miro a Kakashi con una sonrisa; el solo asintió quedamente- Nos vemos- se fue cerrando la puerta tras de si.
-Lamento la interrupción- rió nervioso- Ella es Kurenai, trabajaras con ella-
-Sí…- Esa mujer si que no le había agradado para nada.
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¡¿Qué este maldito elevador no podía subir más rápido?! Solo faltaba un poco para llegar a la oficina del presidente. El sonido de las puertas abriéndose fue música para sus oídos, con dificultad salió del llenísimo elevador, respirando nuevamente cuando estuvo fuera de el.
-Odio los elevadores…-con refunfuños siguió el pasillo, abrió unas puerta y enfrente de él, habían dos escritorios, y uno de ellos estaba ocupado por una chica; se encogió de hombros y fue hacía ella.
-Hola-
-Hola, ¿que se te ofrece?-la chica lo miro de arriba abajo; como odiaba que hicieran eso.
-Soy la nueva secretaria…-
-Ah, esta bien- tomo el teléfono y marco un número- Señor, ya esta aquí…si- colgó- Puedes pasar- le dijo para después empezar a escribir en su computadora.
-Bien…-suspiro, fue hacía la puerta y toco.
-Adelante- suspiro nuevamente y abrió la puerta, la cerró tras de si y camino hacía el escritorio de su nuevo jefe, quien se encontraba viendo a través de la ventana. Miro la oficina, reinaba el azul, con unos finos muebles color negro, su escritorio era de caoba si no se equivocaba, Woow, si que ganaban bien en este empresa… Y en el aire se podía oler una deliciosa fragancia… ¿será de él?
-No es muy apropiado llegar tarde el primer día de trabajo señorita…-
-Zumaki…- que asco de apellido le habían puesto.
- Zumaki… le perdonaré esta vez, pero si mañana vuelve a hacer lo mismo, quedará despedida, ¿entendió?-
-Si…- Maldito tipo desgraciado, ¿qué se creía el para hablarle así?
-Bien- volteó su silla, y quedo frente a frente con Naruto…Oh…Ese Sasuke era más guapo en persona; un pequeño sonrojo se apoderó de él. No, no, no… negó con su cabeza, sabía que debía actuar como mujer, ¡pero no era para tanto!
En cambió Sasuke se había quedado pasmado, esa tal Zumaki si que era guapa y sexy… un momento… se le hacía conocida… ¡No! De seguro imaginación suya.
-Karin te explicará lo que vas a hacer, puedes retirarte-
-Si- hizo una pequeña reverencia y salió de aquella oficina.