Matt miro a Mello. Se habían escondido en el jardín y estaban obviamente cansados. Matt miro a su amigo. Su respiración, los jadeos, y su rostro sonrojado por el escape, lo excito, al punto de que estuvo tentado a besarlo, y eso le provoco una erección, cuando Mello lo miro.
-¿No pudiste avisar que Roger se acercaba?-reclamo.
-La verdad, no lo vi venir-dijo poniéndose contra la pared para que el bulto bajo su pantalón no se notara.
-Espiabas tras la puerta, no?
-¿Qué te hace pensar eso?
-Nada-mirándolo incrédulamente-, solo decía.
Al ver que la erección había desaparecido, Matt se volvió de frente hacia su amigo, quien espiaba para ver a Roger.
-Intentémoslo de nuevo-dijo Mello-, pero esta vez hay que sacarlo.
-¿Sacarlo de la habitación? El dijo que no saldría hasta que muriera.
-Sorpresa, lo voy a sacar vivo.
Matt lo miro. Era tanta la confianza con la que había hablado, que sonrió, abrazándolo por el cuello.
-¡Mello, eres el mejor!-gritó
-¿Te sientes bien?
-Si, ahora si.
-Que bien, porque tu me ayudaras a sacarlo.
-¿Yo?
Near estaba acostado ya. Roger lo había dejado pensando en muchas cosas. Pero no quería pensar, odiaba tomar decisiones, pero esto era de gran importancia. Y, para su desgracia la soledad lo obligaba a pensar. Se revolvió en sus cobijas y miro hacia la ventana. Estaba por dormir, cuando un golpecito en el vidrio, llamo su atención. Se levanto y abrió la cortina. Allí esta Mello, sonriendo.
-Mello-dijo sorprendido.
-¡Rápido!-susurro Mello-abre la ventana y sal.
-¿Qué? No, yo no…-dijo abriendo la ventana para hablarle.
-Deja de poner pretextos, Near y vámonos.
-No quiero salir, no vale la pena.
-Si no sales en este momento, voy a jalarte de cuello de tu camisón ridículo.
-Mello, entiende…
-No, tu escucha y entiende; que caso tiene pasar tu ultima semana de vida encerrado, cuando puedes disfrutar estos días, ¿acaso eres un idiota?
-No…
-Entonces, ven conmigo…sal conmigo, Near…
Near lo miro.
-¿En serio quieres que salga contigo?
-Si, ahora ven, dame tu mano.
Near le acerco su mano temblorosa. Mello la tomo y vio el rostro del niño. De cerca, muy de cerca, ese rostro angelical, infantil e ingenuo era hermoso. Casi como el de la persona a la que amaba.
-¡Mello!-grito Matt acercándose-Roger se acerca.
Mello jalo a Near, y este cayo sobre el muchachito. Se pusieron de pie, y los tres corrieron hacia la arboleda que rodeaba el hermoso lugar.
Corrieron hasta perderse entre los árboles, Near en brazos de Mello y Matt detrás de ellos.
Al llegar a cierto punto, se sentaron a descansar.
-¿Estas bien?-pregunto Mello a Matt, sin mirarlo.
-Si-contesto Near.
-Que alivio-dijo Matt
Near se puso de pie y miro a su alrededor. El lugar en verdad era lindo, lleno de vida que emanaba un aire que logro hacer sonreír al pequeño enfermo.
-Es tan bello-suspiro Near y sintió el pasto bajo sus pies descalzos.
-Si-dijo Matt-, Mello y yo jugamos aquí a veces.
-Tienen tanta suerte de poder salir cuando lo desean.
-No solo nosotros-murmuro Mello-, tu podrías compartir nuestra suerte este día.
-¿De verdad?
Mello se puso de pie y lo abrazo, de modo que el rostro de Near quedo sobre el pecho de este.
-¿Quieres que juguemos al escondite?-pregunto Mello
-¡Si!-contesto rápidamente Near
Matt se puso de pie sonriendo.
-Bien, yo contare-dijo-, ustedes se esconden, y en el 50, yo comenzare a buscarlos, ok?
-Ok, comienza
Matt se puso contra un tronco, lo que hizo que mello intentara acercarse a el, pero Near lo jalo.
-Vamos, Mello, hay que escondernos.
Al no escuchar pasos, Matt se volvió. Contaba en voz alta, pero trataba de no perderlos de vista. Los vio correr hacia un paramo, y se escondió entre los arbustos para seguir viendo lo que sucedía entre sus amigos, que se habían detenido en ese lugar.
-¿Qué pasa, Near?-pregunto Mello-¿Te sientes mal de tu corazón?
-No-contesto el pequeño-, es sobre mi corazón, pero no es nada malo, es bueno. Es…es algo que he guardado…tanto tiempo…pero, en vista de que me queda poco tiempo…creo que es hora de decirlo…
-Dímelo
-Yo-Near se sonrojo, y Matt sonrió silenciosamente-…yo…desde que te conocí…yo… ¡Te amo mucho!
Silencio. Un gran silencio que hizo sonreír a Mello.
-Yo también te amo…
-¡No deseo morir sin haberte amado!
-Tú siempre me amaste, si hubiese muerto antes de que habláramos, todo seria igual.
-Yo quiero…quiero…
-¿Si?
-No deseo morir virgen…-una lagrima rodo por la mejilla del pequeño.
-¿Qué?
-Yo…yo quiero que tu y yo…
Mello lo beso, fue tan apasionado que Matt suspiro visiblemente excitado. Y vio como Mello comenzó a cumplir la fantasía del pequeño Near…