Al día siguiente y durante la hora de descanso se dirigió solo al techo de la escuela, para tener un momento solo y pensar en lo que había hecho el día anterior, se recargo de frente en la maya metálica colocada alrededor del lugar y entrelazó sus dedos en esta y dejo que el viento moviera sus cabellos castaños mientras suspiraba profundamente antes de darse la vuelta, sentarse el piso del techo y bajando su mirada. Pensó entonces otra vez en la dulzura que había sentido ayer sobre su boca, no pudo evitar aquella acción de llevarse las yemas de los dedos sobre los labios saboreando el haberlos juntado con el rubio pero aun así sentía culpa, esa culpa insufrible que parecía que no quería dejarlo.
Las palabras de Takeru seguían dándole vueltas en la cabeza, retumbándole con mayor fuerza cada vez que las recordaba.
“!¿Eso es lo que piensas?!, ¡que lo paso esa vez fue un error!?.”
No, claro que no pensaba eso no por completo, de cierta manera ese recuerdo le era valioso a su forma, nunca se había sentido tan cerca del menor, su calidez, su inocencia, etc. Aun que también pensaba que eso era prueba suficiente de que lo que sentía al recordarlo estaba mal, lo había hecho sufrir por uno de sus descuidos.
Sin embargo…
“Se ve que él que aun no lo ha entendido eres tú.”
Cierto, no lograba entender nada de lo pasaba a su alrededor.
--Soy un idiota, primero beso a Takeru y luego me arrepiento…
Suspiro nuevamente mientras serraba sus ojos para lograr aclarar su mente cuando de repente escuchó el sonido de una bolsa de papel caer frente a él, abrió los ojos y vio un pan de yakisoba rodar en dirección a él haciendo que alzará la mirada rápidamente encontrándose con una sorprendida y ruborizada Sora que pronunciaba.
--B-besaste… al pequeño Takeru…
Tai se ruborizó, no se había percatado de la presencia de la chica, la cual lo había seguido si no hubiera sido por el sonar del caer de la bolsa.
--¿Me escuchaste?… mira, no… lo que quise decir era…
El chico agitaba exageradamente los brazos tratando de explicarse y tranquilizar a Sora sin embargo la verdad le peso mas y no le quedo de otra que quedarse callado….
Después de unos minutos Sora entendió que era lo que estaba pasando, Tai le había confesado lo ocurrido la noche anterior omitiendo por supuesto el secreto que guardaban ambos respecto a lo de ase seis año.
--¿T-te sorprende eso de mi?
Le pregunto Yagami avergonzado.
La chica por su parte se quedo callada un rato, no sabía cómo contestarle, lo reflexionó otro poco, uno de sus amigos le pedía un consejo y no podía defraudarlo.
--Bueno yo… --Hablo ella – no me imaginaba que era Takeru del que estabas enamorado… no me molesta ni nada por el estilo pero… Yamato ya lo sabe.
--No y prefiero que sea así además no estoy seguro de nada… cuando pienso en lo que siento por Takeru me nublo totalmente y no puedo encontrar una respuesta de lo que debo decirle o como actuar en ese momento, por eso lo único que estado asiendo hasta ahora es complicar todo.
Le confesó el castaño con tristeza.
--Sabes Tai, lo más difícil para una persona es entender y aceptar sus verdaderos sentimientos sobre todo los del corazón… eso es algo que solo tú puedes comprender
para poder transmitirlos a las personas a tu alrededor, lo que quiero decir es que la repuesta ya está dentro de ti y de Takeru también, solo falta que se den una oportunidad.
--¿Una oportunidad?
--Si, eso es todo.
Tai sonrió ligeramente al terminar de escuchar las palabras de Sora y le dijo.
--Gracias.
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Regresaba de la escuela enojado por lo sucedido la noche anterior, ya que Yagami no comprendía nada de lo que sucedía, sin poderse percatarse de sus sentimientos.
Se preparaba para subir al elevador cuando vio parado junto a este a Tai que le esperaba.
--¿Qué haces aquí?
Pregunto Takeru fríamente sin mirarlo mientras abría las puertas del elevador.
--Te estaba esperando.
Contesto Tai.
El rubio por su parte no dijo nada y subió al elevador seguido del castaño, el mayor se dirigió al fondo de este mientras el rubio tecleaba números y serraba la puerta.
Se quedaron callados durante todo el asenso solo escuchando el sonido del elevador y la campanilla de este que anunciaba que ya habían llegado hasta su destino, Takeru del ascensor aun ignorando a Tai el cual solo se limitaba a seguir al rubio tres pasos detrás de él; irritado por esto el chico de ojos azules se volteo y le grito a Yagami.
--¡No creo que estés aquí solo para seguirme o ¿si?!
--Tienes razón—Contesto el castaño pasivamente—quiero hablar contigo de lo que ocurrió ayer.
--¿A eso?—Takeru seguía indiferente, hubo otro silencio—está bien.
Le dijo mirando la mirada del mayor llena de sinceridad.
Takaishi se dirigió entonces al apartamento donde vivía seguido por Yagami.
--Pasa.
Le dijo el rubio abriéndole la puerta y entrando al departamento.
--¿Estará bien?… ¿No abra problema?
--No te preocupes mi madre llega hasta tarde este día—Le aseguro el rubio mientras pasaba al interior del departamento y este cerraba la puerta—siéntate donde quieras.
A si lo hiso el castaño.
-- Takeru…
--¿Quieres té o algo?
--Escúchame por favor—Le pide Tai mientras agarra al menor de la muñeca para impedir que se marchara, se quedaron ambos mirándose de frente aun estando Takeru parado—lo de ayer no quise… fue un accidente—el rubio sintió como el corazón se le estrujaba con esas palabras y bajo la mirada, pero Taichi al ver esto dijo de inmediato—no, te mentí otra vez.
--¿Cómo?
Takeru alza su mirada.
--Te mentí, no, bueno no todo era mentira te dije que me gustaba y eso era real, perdóname.
--¿Por qué? No has hecho algo malo.
--Claro que sí, todo este tiempo desde lo de hace seis años… no entendía nada de lo que pasaba en realidad, nunca te pude decir lo mucho que me gustabas y lo único que hice esa noche fue complicar eso, por eso debes de odiarme.
Takeru hiso una media sonrisa y dijo.
--Yo no te odio por eso… y lo de hace seis años… bueno yo tengo algo de culpa.
--¿Cómo?
--Bueno… fui yo el que te beso primero apropósito… aunque yo no pretendía terminar así.
--Siempre quise saber ¿porque lo habías hecho?—Pregunto Yagami--¿Por qué me besaste en ese momento?
--Por que tú me gustabas—Le dijo Takeru ruborizándose y sentándose a su lado—bueno en ese entonces no lo entendía bien, pero así era.
--¿Por qué nunca me lo dijiste?
Pregunto el castaño en una media sonrisa.
--Porque tu ya tenias a una persona que te gustaba—Confeso el chico de ojos azules con algo de tristeza--¿Por qué te ibas a fijar en un niño como yo? Además no quería que empeorara tu relación con mi hermano… por eso el que debería de odiarme deberías de ser tú.
--¿Te gustaba?
Pregunto Tai volteándole el rosto a Takeru tomándolo por la barbilla y acercándolo a su pecho para luego abrazarlo dulcemente mientras el menor apoyaba su cabeza en el pecho del mayor el cual le acariciaba la espalda, se quedaron así unos cuantos segundos antes de que Takeru contestara.
--No, me sigues gustando mucho pero…
Taichi no lo dejo continuar había alzado el rostro del menor y lo besaba lentamente, el rubio correspondió el beso, se separaron sin romper el abrazo.
--¿Crees que esto es raro?
Le pregunto Tai.
--No lo sé—Contesto Takeru, antes de que Yagami apretara mas su cuerpo contra el suyo—yo…
--Te protegeré siempre—Lo interrumpió Taichi—nunca te are daño, confía en mi por eso… perdóname.
Takeru negó con la cabeza y le contesto.
--Está bien, también fue mi culpa, tú eres la persona de la que siempre estuve enamorado y no podía decirte nada porque pensé que algo malo pasaría por eso en ese momento quería que supieras cuanto te quería, aunque sea por una sola vez quería que lo supieras.
El castaño acaricio su cabeza en señal de entendimiento para después tomar la cara del rubio por el mentón para así mirarlo a los ojos y sin decir nada le besó dulcemente, al separarse le dijo casi en un susurro.
-- Takeru te amo.
--Yo también… te… amo.
Le respondió Takeru después de un rato. Iniciando otro beso, esta vez ambos deseaban dejarse llevar por sus sentimientos.
Entre besos y caricias llegaron al cuarto de Takeru, así Tai se dejo caer sobre frágil cuerpo del rubio que ya hacía en la cama, sus manos bajando y subiendo sin control sobre el cuerpo del otro, las del mayor en la cintura del chico de ojos azules queriendo comenzar a abrir el borde de su pantalón mientras el menor trataba de desabrochar la camisa blanca de Yagami, se besaron nuevamente deseándose tanto, de querer estar con el otro, se separaron un momento para tomar algo de aire, se sentaron en la cama y se miraron completamente sonrojados y agitados.
--¿Está bien verdad?
Le pregunto Tai, antes de ir más lejos.
--Ya no soy un niño para que me digas ese tipo de cosas, yo solo quiero estar contigo.
--Tienes razón ya no somos niños así que debería estar bien verdad.
Entonces volvió a besarle y abrasarle con tal fuerza y pasión que Takeru solo deseaba fundirse con él en aquel abrazo; siguieron entonces en su juego de besos y caricias mientras ambos se ayudaban a despojar se de sus prendas lentamente, entretenidos en darle placer a su compañero. En poco tiempo ambos quedaron desnudos mirándose el uno al otro el cuerpo que tanto habían deseado, ambos suspiraron y se sonrieron mutuamente antes de unir sus labios en una promesa mientras se recostaban sobre las sabanas, el mayor que estaba sobre Takeru, le tomo el precioso rostro entre las manos y con una ternura musitada en ese momento, empezó a besarle apasionadamente; beso que fue bajando por el suave y blanco pecho del chico de mirada azulada mientras este tenía sus manos sobre la cabeza y cuello de Yagami indicándole en donde detenerse para su satisfacción.
--Ahhh… Tai… Tai...
De repente se escucho un gemido audible de Takeru ya que Taichi comenzaba a recorrer con la lengua su abdomen y a frotar con sus dedos las zonas que habían mas abajo. El menor solo podía arquear la espalda de gozo al sentir como el castaño le apretaba la punta de su miembro, por lo cual sus gemidos habían dejado de ser tímidos desde hace un par de minutos.
El castaño se detuvo un momento para admirar el rostro blanco de su amor lleno por el carmín de sus mejillas y le sonrió satisfecho, justo en es momento sintió como el rubio le daba vuelta a la situación colocándolo debajo de él y lo comendaba a besar de la misma manera que él lo había hecho hace un par de instantes antes, satisfaciéndose de la sensación que le proporcionaba Takeru comenzó a suspirar onda a la par de unos cuantos gemidos débiles hasta que sintió la lengua del chico de ojos azules rosarle la punta de su miembro que sus gemidos inundaron la habitación.
-- Ahh… ahhh… aahh…Takeru.
Takeru al ver el deleite que le provocaba al mayor no dudo antes de meterse el miembro empapado que se alzaba frente suyo completamente dentro de su boca. Yagami se sentía morir de éxtasis, por lo que decidió retomar el control apartando al menor de sí y acostándolo boca arriba en la cama y se colocaba encima de este.
Se quedaron un par de segundos mirándose, sonriéndose agitados; Takeru lo sabía, Yagami le miraba excitado por lo cual ya sabía lo que se aproximaba pero no dijo nada, nada que arruinara lo que estaba deseando, solo se limito a abrir las piernas y ofreciendo su virginidad.
Tai sonrió y se preparo, así con un primer empujón comenzó a introducirse en la entrada del chico de ojos azules lo más delicado que podía tratando de no lastimar a su pequeño.
No hubo casi nada de dolor. Solo, un sentimiento nuevo que se desenvolvía de solo estar así. Ambos soltaron un gemido de placer al sentirse uno dentro, del otro el otro dentro de uno, se quedaron así un momento mirándose, acostumbrándose y disfrutando de esa situación para que el mayor poco a poco comenzó a moverse hasta convertir débiles vaivenes en fuertes embestidas a fuertes embestidas a medida del pasar del tiempo y de lo fuertes de sus gemidos.
Se amaban tanto, se deseaban desde hace tanto y por fin podían disfrutar del ardor de sus cuerpo, escuchando su nombre de la boca del otro, de su voz gustosa entremezclado con jadeos y gemidos, hundiéndose cada vez más en el otro.
Arqueos de espalda, las uñas rasguñando en la carne del otro, todo parte de este ritual romántico que no hacia mas que volverlo más profundo y rico.
---Aahhh…
Takeru creyó morir de gozo al sentir como su semilla salía de su cuerpo al sentir como Tai le llenaba el interior de la suya propia, agotados, el mayor salió del menor con cuidado y se dejaron caer junto él para luego darle otro beso suave y significativo en la frente.
--Te amo Takeru.
Le confesó el castaño mientras le abrazaba fuertemente acodándolo entre sus brazos, sin embargo el chico de ojos azules no contesto; aun tratando de recuperar la respiración, el menor no pudo evitar sentir cierta intranquilidad mientras se quedaba dormido entre los brazos de Yagami.
Continuara...