Ese mismo día caminaron en silencio, uno junto al otro; Takeru iba cabizbajo tratando de evitar la mirada del castaño, aun seguía disgustado y ciertamente angustiado por lo ocurrido hace unos minutos, su mente no podía dejar de imaginar lo que hubiera pasado si la persona que los hubiera visto haya sido su hermano. Una sensación de pesadez invadió su cuerpo, cosa que no era tan rara desde hace tiempo esa sensación no lo quería abandonar, como si estuviera haciendo algo malo, pero de cierta manera esa sensación no se comparaba con la del nudo en el estomago que sentía cuando Yamato los llegaba a ver juntos como en esa ocasión, indudablemente un balde de nervios se vaciaba en su cabeza ante esas situaciones, sin embargo Yamato nunca le decía nada, pareciera que no se había percatado de su relación y eso era algo que lo ponía tranquilo por momentos.
Tai por su parte buscaba la mirada del rubio sin ningún éxito, sentía que le estaba fallando a Takeru como pareja de lo contrario el chico de ojos azules no trataría de ocultar su relación a toda costa, no iba a negar que como estaban las cosas todo se había vuelto complicado hasta ahora, sabía que Takeru le mentía a su madre de en donde estaba o con quien, sabía que tenía que actuar como si solo fuera uno más de sus amigos cuando estuvieran en presencia de sus conocidos o viejos amigos, sabía que solo podía comportarse como su novio cuando estuvieran lejos de todos los que lo conocían, pero aun así…
--Takeru yo…
--Llévame a casa.
Lo interrumpió el rubio con un dejo de tristeza.
--Si, claro…
Le contesto el castaño casi de inmediato.
Durante el camino a la casa Takaishi ambos chicos se quedaron en silencio, uno junto al otro, sin mirarse más allá de lo necesario; ambos ya lo habían notado en los ojos del otro, un tipo de tristeza incomoda que no se podía soportar.
Llegaron a su destino rápidamente sin darse cuenta, fue entonces que Takeru dijo un poco mas despabilado.
--¿No… quieres pasar?—Noto que Tai le miraba algo confuso y agrego para convencerlo—sabes que mi madre llega tarde del trabajo este día.
Y haserciorandose que no hubiera nadie en el pasillo aparte de ellos dos Takeru abre la puerta y jala al interior del departamento a Taichi por la muñeca pícaramente entre una sonrisa.
El menor no tardo nada en conducir al castaño hasta su habitación y a su cama donde cayeron recostados, abrasados. Takeru iba algo rápido para un poco sorprendido Tai al cual ya devoraban su boca en besos profundos y apasionados mientras sentía como las caderas del rubio se frotaban contra suya en movimientos lentos provocando espasmos de placer en todo su cuerpo.
El menor lentamente fue bajando sus besos al pecho del castaño mientras desabrochaba la camisa del castaño hasta llegar a su suave vientre y comenzó a formar círculos calientes y húmedos con su lengua, partiendo de su ombligo partió hacia arriba para darle otro beso profundo al mayor el cual respiraba agitado completamente excitado, observando esto el chico de ojos azules comenzó a descender de nuevo hasta la hebilla del cinturón que traía puesto Yagami y comenzó a abrirlo, inmediatamente siguió con el sierre del pantalón oscuro que traía puesto el mayor junto a su ropa interior, revelando con esto la excitación del castaño que se mostraba deseosa de ser probada.
--Takeru…
Dijo el mayor entre jadeos.
--¿Qué? ¿Quieres que haga esto?
Le contesto Takeru con voz seductora mientras acaricia la erección del mayor con un vaivén lento pero placentero.
El mayor solo podía temblar de placer ante las avilés manos de su amante quien lentamente acercaba sus labios ansiosos hacia su excitación y comenzar a lamer despacio la punta y el resto con una inocencia fingida que no hacía más que volverlo loco. El chico de ojos azules no tardo en darse cuenta de eso y comenzó a meterse el miembro del castaño dentro de su boca, chupándolo y saboreándolo.
La jadeante respiración del mayor era el indicio silencioso de que pronto terminaría, por lo cual el menor se preparo para recibir la cálida esencia de Tai dentro de su boca, la cual degusto al cabo de unos cuantos minutos a la par que escuchaba un gemido profundo del mayor.
--Takeru…
Termino diciendo el castaño con voz agitada mientras atraía el cuerpo del menor hacia si para recibirlo en un cálido abrazo que se fue convirtiendo en leves caricias que hacían que el cuerpo del rubio comenzará a estremeserserce.
Rápidamente las prendas de ropa que traían ambos fueron cayendo al borde de la cama dejando al descubierto la piel del cuerpo que ansiaba cada uno, comenzaron los besos, caricias y mordidas en el cuerpo del otro entre gemidos de placer y satisfacción. Yagami había aprovechado uno de los descuidos del chico de ojos azules para pode colocarse encima suyo dedicándole suaves caricias en la excitación del menor, contrastantes con los fuertes lametones que le daba en su pecho. Takeru solo podía gemir pesado y agitado envuelto completamente en el éxtasis que le daba su amado.
--Aaahh… Tai… ahh… no hagas eso, me vas a dejar marcas, detente.
Suplico el chico de ojos azules tratando inútilmente de de apartar la boca del castaño de su pecho, besos que fueron subiendo por su cuello hasta llegar a su boca.
La situación había cambiado de un momento a otro para Takeru dándose por satisfecho, puesto que lo realmente deseaba era componer las cosa con Tai ya que no le gustaba ese silencio incomodo entre los dos, silencio que fue provocado en primera instancia por causa suya, por pensar en lo que los demás dirían de él, por pensar en lo que diría su hermano si supiera la clase de cosas que hace con el que es el mejor amigo de su Oni-san…
Taichi paro lentamente su caricias al percatarse que Takeru se perdía en sus pensamientos y que de hecho parecía algo incomodo con lo que le estaba asiendo, agacho por un momento la mirada para que el rubio no se percatara de su seño de tristeza, lo cual aparentemente resultaba ya que el menor no había dicho nada del repentino cambio de su pareja.
El chico de ojos cafés gruño un poco por la situación y entonces dijo algo enojado.
--Suficiente.
--¿Qué?
Pregunto Takeru, mientras sentía como Tai se separaba de su cuerpo y sentándose a un lado suyo.
--¿En qué piensas?
Pregunto el mayor.
--¿Por qué me preguntas eso?, no es en nada, solo en cosas.
--Pensabas en Yamato ¿cierto?—Takeru se quedo callado sintiendo como el estomago se le encogía, Tai siguió diciéndole— pensé que le dirías de esto, de lo nuestro.
--Tú no lo entiendes, pides demasiado.
Contesto el rubio bajando la mirada enojado.
--Yo sé que es difícil, yo también se como es Yamato, pero no quiero que…
--Creo que ya es hora de que te vayas —Interrumpió Takeru cortante—ya es tarde y no a de tardar mi madre en llegar.
Tai se quedo callado, se levanto y comenzó a vestirse con un poco de decepción en su mirada, como siempre el menor le evadía el tema, sabía que lo mejor que podía hacer en ese momento era irse sin decir nada antes de que tuviera una discusión seria con el chico de ojos azules del cual conocía que podía tener un carácter tan explosivo como el de Ishida; termino de vestirse.
--Bueno—Titubeo un poco el castaño—ya me voy… ¿Nos vemos mañana como aviamos quedado? Si no quieres envíame un mensaje al celular—Takeru no contestaba solo lo miraba fijamente—bueno me voy.
Y diciendo esto último salió de la habitación, en cuanto Takeru escucho el serrar de la puerta principal se recostó en su cama y se dijo a si mismo.
--¡maldición!
Sabía bien que las palabras de Tai eran ciertas, que las cosa se complicarían cada vez más si no decía la verdad, pero no le gustaba que se lo sermonearan cada día; suspiro mientras daba un giro en su cama y miraba una fotografía de él con Yamato que se encontraba en su escritorio y agacho la mirada entristecido.
“Lo más probable es que si le digo la verdad se aleje de mí y me odie por lo que soy”
Esos eran los pensamientos que siempre asaltaban la mente de Takeru y esos eran los mismos que le impedían ser sincero consigo mismo y con el resto de los demás.
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Ella siempre ha sido una amiga incondicional, incluso de niños su manera de ser le dictaba que tenía que cuidar de todos a su alrededor.
Recuerda bien cuando conoció al chico de mirada azulada y cabello rubio. Lo había visto varias veces solo recargado en las paredes de los pacillos de la escuela, era evidente que a ese chico de ojos azules le gustaba estar solo porque cada vez que alguien se le acercaba, en especial una niña, él solo se limitaba a marcharse en completo silencio; otras veces lo había visto observándola en el patio de la escuela cuando tenía practica de soccer. Se sentía atraída hacia él, le gustaba como era, rebelde, tranquilo y reservado.
Hasta que un día por fin se decidió hablarle durante el descanso.
--Hola—Saludo ella con una sonrisa—mi nombre es Sora Takenouchi y el tuyo.
El chico rubio se quedo callado, cruzo los brazos, desvió la mirada y dijo después de un rato.
--Soy Yamato Ishida.
Sora sonrió sabia que Yamato era un chico amable que solo se escondía en su soledad.
--¡Sora! ¿Qué haces? ¿Quién es él?
Los interrumpieron inesperadamente desde el otro lado del patio.
--Tai—Volteo ella--¿Qué haces aquí?
Le dijo mientras observaba como Yagami se les acercaba.
A Taichi lo conocía desde el preescolar y lo consideraba como un buen amigo y nada más, pese a las indirectas de sus compañeras que le indicaban que el castaño sentía gusto por ella, lo que Sora ya sabía pues conocía demasiado bien al chico de ojos cafés y se había dado cuenta de ello, aunque mejor dicho la relación que sostenía con Tai no era definidamente de amigos, era algo así mas como de hermanos.
--Hola.
Saludo el castaño con su alegría habitual mientras Yamato puso un gesto de descontento y ladeaba la cara para darle a entender que lo estaba ignorando.
--Ha… mira Tai, este es Yamato Ishida del grupo de al lado.
Los presento ella algo nerviosa.
--Mucho gusto soy Taichi Yagami, puedes llamarme Tai.
Dijo el castaño extendiéndole la mano y sonriéndole ampliamente.
Por su parte el chico de ojos azules enchueca la boca en un gesto de descontento total, descruza los brazos y dice.
--Mucho gusto.
Antes de marcharse sin decir nada más.
--Pero a ese tipo ¿qué le pasa?
Se quejo Taichi al ver la acción de Yamato.
Fue entonces que Sora se dio cuenta que el carácter de Yamato chocaría varias veces con el de Tai, de lo cual no se equivoco. Pero aun así también con el tiempo ella se sorprendió como ellos llegaron a ser grandes amigos, aun mas nunca se imagino que desierta manera ella era pieza importante de esa amistad, pero claro de eso ya han pasado siete años…
Sin embargo ahora tenía un asunto más grave que resolver, al cual se introdujo sin saber precisamente como.
--¿En qué piensas?
Pregunto Yamato sacando a Sora de sus pensamientos.
--No, nada recuerdo cuando nos conocimos.
--Ha eso, recuerdo que estaba algo nervioso la primera vez que hable contigo.
Sora rio un poco le encantaba ver la timidez de Yamato respecto a ese tipo de cosas.
Ambos jóvenes caminaban de la mano por las calles nocturnas de Shibuya…
--¿Hablas en serio?—Pregunto Yamato--¿No crees que estas exagerando?
--Yo solo decía, eso era todo.
--Bueno si me he percatado que últimamente Takeru pasa mucho tiempo con Tai, pero eso es porque…. —Yamato se quedo callado sin saber que decir por un instante—Claro, ahora que salgo contigo ya no puedo pasar tanto tiempo con él, por eso. Además yo creo que lo que realmente quiere Takeru es pasar más tiempo con Hikari, ¿No piensas lo mismo?
--No lo sé.
Contesto ella desviando la mirada ya que le era obvio que sabia la verdad, pero no podía ser completamente directa con Ishida después de todo se lo había prometido a Taichi y Takeru también, aun así quería ayudar lo mas que se pudiera en esta situación, preocupada por la reacción que podía tener el rubio.
--Puedo saber porque me preguntas sobre Tai.
Le dijo el chico de ojos azules algo enfadado.
--No por nada en especial, solo tenía curiosidad de saber si te habías dado cuenta eso era todo.
Contesto la chica de ojos cafés algo esquiva.
Entonces hubo un silencio incomodo.
--Sora—Dijo él rompiendo el silencio—tú y Tai están…
Las palabras de Yamato fueron interrumpidas por el sonar del celular de Sora, la cual no tardo en responder al ver el identificador de llamadas y darse cuenta que era Tai, pues ella sabía que cuando el chico de ojos cafés le llamaba era porque se había peleado con Takeru y necesitaba un consejo.
--Si, diga.
Contesto ella dándole la espalda a Ishida.
--¿Quien es Sora?
Pregunto Yamato secamente.
--Espera—dijo ella por el teléfono y tapo el parlante con la mano para poder contestarle a Yamato—Ha… es Tai.
--¿Qué quiere?
Le volvió a preguntar Yamato cortante.
--Ha es sobre algo de la escuela.
Dijo ella antes de retomar la llamada y alejarse un poco del rubio para que este no escuchara.
Yamato se quedo callado observando a su novia a lo lejos con una expresión de desagrado total, estando fastidiado de que su novia sacara a la conversación a su mejor amigo, la verdad es que no faltaba mucho para que Yamato se cansara de esta situación.
Continuara...