Miyasaka: si, así es, no sabemos cuál fue el motivo por el que Iwaki se fue tan repentinamente, como ya te había dicho, el se fue un mes después de que tu lo dejaras.
Katou: yo no lo deje… yo…
Onosuka: lo sabemos ya nos lo dijiste, pero en ese entonces no sabíamos nada y a decir verdad creímos que eras la peor persona del mundo por hacerle eso, las pocas veces que lo vimos Iwaki estaba muy mal.
Miyasaka: y créeme que yo te odie, no por nada te ganaste el golpe del otro día.
Había olvidado esa parte, pero que fuerte era el condenado cuando se lo proponía.
Katou: ni me lo recuerdes que todavía duele.
Onosuka: bueno sigamos… cuando nosotros vimos a Iwaki había pasado una sema desde que supiéramos que te habías ido, su representante nos había dicho que no se encontraba bien, así que decidimos visitarlo, cuando llegamos aquí su hermano estaba con él y parecía preocupado.
Miyasaka: no nos quería permitir verlo, decía que éramos igual que tu, pero Iwaki si nos recibió, primero nos pregunto por ti, que si sabíamos porque lo habías hecho y después fue como si el dejara de existir, no te miento me entraron unas ganas de abrazarlo que ni yo mismo se porque me contuve.
Onosuka: te contuviste? Si estuve a punto de amarrarte para que no lo hicieras.
Katou: si me llego a enterar que alguno de los dos lo toco, yo los mato.
Miyasaka: ya que genio, bien en donde iba? ah sí, pues como te dije parecía que no era él, su luz se había apagado sus últimas palabras hacia nosotros fueron que jamás te quería volver a ver y que si alguna vez te comunicabas con nosotros te lo dijéramos.
Onosuka: después ya no pudimos hablar con el porqué su hermano prácticamente nos corrió, antes de irnos Iwaki nos entrego las cartas que le enviaste donde explicabas el porqué lo dejabas.
Katou: las leyeron?
Miyasaka: si, las leímos y por más que las leyera no podía dar crédito a esas palabras, sabía que eras un tonto pero no tanto, esas cartas eran hirientes, podrías haber matado a alguien con esas palabras, y creo que lo hiciste.
Katou: lo sé, eran palabras tan crueles, no me lo voy a perdonar nunca, el que Iwaki haya salido herido por mi culpa eso no tiene perdón.
Onosuka: pero no fue tu culpa, porque no lo buscas y le dices la verdad?
Katou: cómo? Ni siquiera ustedes saben donde esta, y no creo que su familia me diga algo, han pasado casi 7 años desde eso, no va a ser nada fácil, como lo convenceré de que no fui yo quien escribió esas cartas, como le digo que todos estos años estuve confinado a un cuarto, que no podía salir es más que ni siquiera era consciente de mi mismo.
Onosuka: tendrás que hacerlo si quieres que te perdone, búscalo y cuéntale todo, insístele así como lo hiciste con nosotros, Katou ni siquiera estando encerrado te rendiste, porque lo harías ahora?
Katou: porque una cosa es luchar por algo que sé que puedo lograr y otra muy distinta es pelear por algo que ya no existe, el me odia, me odia, ya no hay amor para mí, lo lastime consiente o inconscientemente el piensa que fui yo y porque no se si el ya hizo su vida, 7 años es mucho.
Miyasaka: se te olvida lo que me dijiste una vez… no me afirmabas que él jamás te seria infiel porque no estaba en su naturaleza, pues eso aplica de igual manera en el amor, si él te amaba tanto como decía y demostraba hacerlo, no creo que te haya olvidado, porque de una cosa estoy seguro y esa es que te sigue amando, aunque lo encontraras y lo negara, el jamás te olvidaría porque es de las personas que solo aman una vez en la vida.
Él tenía razón, su Iwaki lo amaba tanto como él, y ese amor jamás se había acabado al menos de su parte, tal vez era igual con Iwaki.
Onosuka: este tonto tiene razón, tu lo sigues amando no? Recibió una afirmación de su parte – pues si es como Miyasaka dice, cabe la posibilidad de que él te siga amando.
<><><><>>>><<<<<><><><><> END FLASH BACK <><><><><>>>>><<<<<><><>
Y esa era la razón por la que estaba ahí, el amor de Iwaki, lo que aun no sabía era el porqué a tan solo un mes de que todo pasara su Iwaki decidiera irse, no esperaba que estuviera en el mismo lugar que era su hogar, pero tan poco se imagino que este se casaría y tuviera un hijo, un hijo que por cierto tenía unos 6 años, 5 por lo menos, lo que significaba que Iwaki se había casado con alguien después de unos meses de su desaparición… no, Iwaki no pudo haberlo dejado de amar tan pronto, aun si ya no lo amara no pudo haberlo olvidado a tan poco tiempo.
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No lo podía creer, la verdad que no lo podía creer, había salido casi volando del parque, con el niño entre sus brazos, podría jurar que el corazón se le saldría en ese instante, ahora estaba en la puerta de su departamento, con lagrimas en los ojos sin percatarse de que aun mantenía abrazado a su bebe.
Yuki: papi porque lloras?
Iwaki: qué?, no yo no estoy llorando, es… solo me entro una basura en el ojo.
Como podía mentirle así a su hijo, como podía mentirse el mismo?
Yuki: entonces porque te lloran tus dos ojitos, te entro en los dos papi?
Una pequeña sonrisa se asoma en sus labios, su hijo era capaz de levantarle el ánimo tan rápido.
Iwaki: tienes razón, me entro en los ojos, eres muy listo – le da un beso en la frente – pero no te preocupes ya no pasara, ahora vamos a asearnos que te ensuciaste mucho.
Después del baño decidió que sería mejor salir a comer algo, no tenia ganas de hacer nada y su niño tenía hambre.
Estaba frente a una pequeña cafetería muy agradable a decir verdad, era un pueblo pequeño pero muy armonioso, todo era paz y tranquilidad.
Yuki: papi yo quiero una hamburguesa… siiiiii? – esa carita como hacia sufrir a su papi -
Iwaki: sabes que si pones esa carita no te puedo negar nada, pro también te comerás algunas verduras.
Yuki: está bien papi, pero si tu también las comes.
Iwaki: eres muy listo para mi gusto… hmm está bien yo también comeré verduras.
Después de su grandiosa comida según palabras de Yuki, salieron hacia su departamento, ya era bastante tarde, el sol ya se había ocultado y parecía que Yuki tenía sueño, lo cargo a unos metros de casi llegar y el niño inmediatamente se quedo dormido, cuando llego a las puertas del edificio lo que menos se esperaba era que lo encontraría ahí de pie, Katou lo esperaba casi impacientemente.
No los había visto todavía así que podía salir huyendo… pero porque lo haría esa era su casa y no permitiría que alguien y mucho menos Katou le negaran la tranquilidad que merecía en su propio hogar.
Katou pudo percatarse de la presencia de Iwaki cuando ya estaba a su lado, tenia horas esperando verlos salir o entrar, nadie quería abrirle las puertas que porque no lo conocían, y tenían razón era un extraño hasta para sí mismo, el no era así el nunca se rendía y estuvo a punto de hacerlo mientras esperaba ver a Iwaki, una amable señora le había dicho que habían salido, el supuso que también la madre de Yuki los acompañaba pero el venia solo, tal vez no estaban juntos?.
Iwaki: que haces aquí?, no te basto con destruirme la vida una vez, ahora quieres hacerlo de nuevo?
Katou: no, no quiero dañarte, solo quiero que me escuches…
Iwaki: escuchar qué?, el por qué me abandonaste?, créeme que no necesito escucharte
Se acerco a la puerta, saco las llaves de su bolsillo y la abrió, Katou lo iba a seguir adentro pero este lo detuvo.
Iwaki: ya te dije que no necesito que me lo digas de nuevo, tus cartas lo dejaron muy claro.
Katou: si no me dejas entrar armare un escándalo, no quiero chantajearte Iwaki pero es importante que me escuches.
No dejándole otra opción lo dejo pasar, su departamento estaba en el tercer piso y no había elevador, era un edificio pequeño d tan solo 6 pisos.
Katou quería ayudarle con el niño pero este no lo dejo, jamás le dejaría su hijo a un tipo como él.