Llegue al edificio donde tenía que tomar mis clases, quería evitar ese día y todos los que vendrían por que de plano no quería verlo, me daba miedo, mucho miedo, enfrentarme a él y decirle lo que en años me había negado a decir, me odiaba por el simple hecho de que había dicho algo que yo mismo me había prometido no decir nunca.
La campana sonó, Alex no había llegado yo entre y me cambie de lugar rápidamente, dejando que otro ocupara el mío junto con Alex.
Cuando Alex llego me miro, prácticamente yo, estaba sentado al otro lado del salón, muy lejos de él, se sentó en su butaca, mientras que yo me hacia tonto con mi celular.
La mañana paso tan lenta y pesada, enserio, lo único que imploraba era irme a mi casa, que el día se acabara y que por amor a dios me sacaran de ahí.
Para cuando la salida llego, tome mis cosas y las guarde, ni siquiera me fijaba a quien empujaba en el camino, cuando de pronto alguien me tomo del brazo, creí que era Alex, pero al momento de volverme, me encontré con William un chico de preparatoria, alto, de ojos claros, piel pálida y de una cabello marrón oscuro y algo largo.
-¿estás bien Gerard?-pregunto, yo no supe que hacer, solo me tire a llorar en su pecho, entonces él me llevo de la mano a la salida y de ahí tomamos un taxi a su casa.
Cuando llegamos, subimos rápidamente a su habitación, el me dejo ahí por unos minutos, me senté en el piso y cuando regreso me dio un poco de jugo.
-¿Qué pasa?-pregunto de nuevo.-no te noto bien, además…lloraste hace un rato…-
-todo se fue a la mierda William, ahora él lo sabe y me odia.- respondí, William también era un gran amigo y el único ser humano que conocía mi preferencia sexual y que además me gustaba Alex.
-¿Por qué lo dices?-
-de alguna manera se lo dije o lo di a entender, el punto es que el ahora me odia, lo note en su mirada…-
-Gerard, creo que te estás adelantando…-dijo mientras se sentaba a mi lado.-es mejor que hables con él, no creo que una amistad de años se vaya a la basura por un malentendido.-
-tal vez tienes razón.-comente.-pero, tengo miedo William.-el tomo mi mano y luego me rodeo con su brazo acercándome a él.
-sabes que siempre estoy yo para apoyarte y si alguien, quien sea Gerard, trata de hacerte daño, me las pagara…-
Se preguntaran ¿Por qué tanto cariño? Si, William estaba enamorado de mi o lo está.
Cuando se me declaro, estábamos en la biblioteca de la escuela, llevábamos años de conocernos, de hecho Alex también lo conocía, bueno retomando el tema, estábamos en la biblioteca de la escuela, era ya algo tarde, Alex se había marchado y yo seguía leyendo, entonces el entro y se sentó a mi lado, la charla comenzó normal, hasta cierto punto.
-¿todavía no encuentras a alguien que te guste?-pregunto, yo baje la mirada y no respondí, preferí evadirla con la misma pregunta.
-¿tu?-
-yo, si encontré a alguien.-dijo sonriente, me miro fijamente y el ambiente era conveniente, no había nadie en la biblioteca más que la chica que atendía y nosotros, el se me acero y toco mi mejilla y trato de besarme, pero desvié la cabeza.
-lo siento.-dije apenado y algo triste por el.-ya tengo a alguien que de verdad me gusta…es Alex, no puedo corresponderte.-
Cuando lo mire, se le veía serio, muy serio, después se levanto y tomo su mochila.
-entonces…te llevo a casa.-
Salimos de la biblioteca y me acompaño a casa, esa fue la última vez que hablamos de sus sentimientos hacia mí.
Un nuevo día llego, me había quedado a dormir en casa de William (si no lo he mencionado vive solo) me desperté, para mi sorpresa eran más de las nueve ¡demasiado tarde!
Si, ya no me dejarían pasar a la escuela aunque rogara por eso, me incorpore de la cama y la puerta se abrió.
-buenos días.-dijo William, que ya estaba cambiando, estaba con ropa casual, un suéter verde militar de cuello alto y un pantalón negro holgado.
-¿no iras a la escuela?-pregunte, el me miro y se sentó a mi lado.
-quiero una cita contigo.-
No sé por qué razón mi mejillas enrojecieron, simplemente agache la mirada totalmente rojo y asentí con la cabeza, el rozo mi mano y luego hizo que nos recostáramos de nuevo, abrazándome tiernamente, pude escuchar como mi corazón latía rápidamente.
-como me hubiera gustado…-dijo casi susurrando.-como me hubiera gustado ser yo quien estuviera siempre en tu mente y en tu corazón.-
No dije nada, desde hace mucho que no hablamos de eso y ahora en la situación en la que estábamos me daba mucha pena hablar, solo me abrace más de él y hundí rostro en su pecho, buscando un refugio.
Salimos de su casa alrededor de las 11 am rumbo a una plaza cercana, iríamos al cine y tomaríamos un helado, comeríamos y demás.
Fuimos a mi casa primero para poder cambiarme el uniforme, por suerte nadie estaría en mi casa es día, ya que mis padres, se habían ido de viaje muy temprano, creo que ni siquiera notaron que no había llegado a casa, entre a mi habitación y me puse una playera blanca de mangas largas y una encima azul marino, un pantalón de mezclilla azul algo justo y mis tenis negros.
Salimos de mi casa y nos encaminamos.
-esto de verdad parece una cita.-comente.
-lo es.-
Lo mire y sonreí, me preguntaba… ¿Por qué alguien como él se había fijado en un fracasado y mediocre como yo? No lo sabía, pero me sentía feliz con él a mi lado, pero aun así…no dejaba de pensar en Alex…
Llegamos al cine y compramos las entradas, no era una película que en verdad nos interesara a los dos ver, pero aun así entramos y compramos soda y palomitas. Nos sentamos juntos y las luces se apagaron para empezar con las proyecciones, de pronto sentí la mano de William rozar la mía, sentí como me estremecía, no dije nada y hasta entrelace mis dedos con los suyos…creo que después de tanto tiempo comenzaba a comprender los sentimientos de William y comenzaba a hacerme la idea de que sería muy lindo tener algo mas con él.
Cuando salimos del cine aun teníamos las manos agarradas, yo estaba totalmente apenado y en la entrada una pareja de chicos se abrazaban…era el…era Alex, con una chica aun mas grande que el al verme lo único que hizo fue abrazarla más fuerte, mientras que yo salía corriendo rápidamente de ahí y detrás mío William…
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