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Wild Love por Kirah69

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Tras el trabajo que les había llevado al zoológico de Maeno a tratar al elefante blanco enviado por el país L, Ryoto Tsukasa e Iwashiro Tessho regresaron a la Universidad de Meio junto al nuevo aprendiz de Iwashiro, Shinji Waga, otra persona que al igual que Tessho demostraba que las apariencias engañan.

—Doctor Tessho, ha sido realmente fantástico lo que ha hecho hoy, me gustaría mucho poder acompañarles de nuevo en otro de sus trabajos—les dijo el joven estudiante.

—Claro, no hay ningún problema, puedes acompañarnos cuando quieras—contestó sonriente Tessho.

—¡Bien! ¡Hasta el próximo día!—Waga se marchó a gran velocidad dejando a los dos doctores solos por el pasillo de la universidad. Bueno, Chucho también iba con ellos.

—Vaya, parece que me ha salido competencia—comentó Ryoto observando la espalda del chico que se iba.

—¿Uh? ¿A qué te refieres?—preguntó Tessho entrando en el despacho de Ryoto delante de él.

—¿En serio no te has dado cuenta?—por un momento una perversa sonrisa se dibujó en el rostro del veterinario—Hey Chucho, vete a dar una vuelta por ahí ¿sí?—le dijo al perro antes de que entrara en el despacho.

Temiendo las oscuras intenciones de Ryoto, Chucho se marchó, escuchando cómo se cerraba el pestillo de la puerta tras él.

—“Que tengas suerte, Tessho”—pensó probablemente.

—No sé porqué lo dices, dudo que las cualidades actuales de Waga puedan compararse a las tuyas, no es competencia para ti—le dijo sentándose en el sofá.

—Por supuesto que no puede ni compararse a mí, ni en ese ni en muchos sentidos—sonrió soberbio—y tampoco permitiré que me gane en esto.

—¿Pero a qué te refieres con “esto”?—Tessho seguía sin entender.

—¿En serio eres tan cortito que todavía no te has dado cuenta? Bueno, supongo que eso es parte de tu encanto—bajo la mirada algo ofendida de Tessho, el mayor hincó una rodilla a su lado y se inclinó sobre él.

—O-oye, deja ya de tratarme como a un tonto y explícate—pensando que no era más que otro jueguecito del pervertido Ryoto, Tessho no lo tomaba en serio y no intentó apartarse.

—No te preocupes, en un momento lo entenderás solo—sin permitir que se escapara, Ryoto atrapó al joven con sus labios.

Tessho se quedó paralizado, sin esperarse aquello, no sabía cómo reaccionar. Los expertos labios de Ryoto, en aquel intenso contacto, causaban escalofríos por todo el cuerpo del doctor. Pero no era sólo el cuerpo de Tessho el que se alteraba. Ryoto llevaba mucho tiempo deseando hacer aquello y a pesar de su experiencia no pudo evitar ponerse nervioso, de lo cual el otro se dio cuenta. No era sólo su corazón el que latía fuertemente, podía escuchar cómo el de su asaltante también estaba acelerado y eso le sorprendió. Supo que no era sólo una broma. Cuando sus labios se separaron, Ryoto observó el rostro sonrojado de Iwashiro respirando agitadamente y se excitó todavía más. Controló cuanto pudo sus impulsos para no lanzársele encima.

—¡Juh! Bueno, espero que con eso te hayas enterado—se dio la vuelta dirigiéndose a su mesa para que el menor no viera que su rostro también estaba acalorado.

—Sí, bastante. Aunque ahora ni siquiera puedo escuchar mis propios pensamientos, solamente mi corazón latiendo acelerado y sobretodo el tuyo. Pareces más nervioso que yo—le dijo observando su espalda y el pequeño respingo que pegó.

—“Maldito sea su oído prodigioso, ¿por qué tiene que escucharlo?”—Pensó Ryoto intentando calmarse—¿Pero qué tonterías dices? Es lo normal en cualquier persona en una situación así.

—Pero tú no eres una persona normal, eres la más rara que he visto nunca—Tessho se levantó y se acercó despacio a él—Tu corazón siempre está tranquilo, siempre late despacio como si no pasara nada. Ni siquiera lo había escuchado tan fuerte cuando se trataba de Shiryo. Pero ahora parece fuera de control y no frena—llegó tras él. Le rodeó con su brazo derecho, deslizando la mano por debajo de la chaqueta del traje y colocándola justo encima de su corazón—¿Lo ves? Está latiendo muy fuerte.

—Vaya, parece que me has pillado, eres muy astuto. ¿Y qué harás ahora?—los nervios de Ryoto iban en aumento, no se esperaba aquello y su intento por calmarse era inútil. Sin duda no era él mismo, nunca se había sentido así.

—Si tu corazón no estuviera latiendo así habría creído que no era más que una de tus pesadas bromas. Pero creo que es incluso más serio de lo que tú piensas, sino no te daría tanta vergüenza mirarme.

Le agarró por los brazos y le dio la vuelta, poniéndose frente a frente contra la mesa.

—Tonto... No me da vergüenza mirarte. Es sólo que si lo hago me excitaré más y no sé si podré controlarme—la seria y penetrante mirada de Tessho lo estaba poniendo todavía más nervioso y descolocado.

—Nadie te ha pedido que lo hagas. Tú has comenzado esto así que tienes que tomar la responsabilidad... si no quieres que Waga te gane—¿Por qué actuaba de aquel modo? Ni el mismísimo Iwashiro se lo podía explicar pero parecía que Ryoto había abierto la puerta de algo que ni él podía controlar.

El joven acercó su cuerpo al de su compañero, quien chocaba contra la mesa y no podía retroceder. Acercó sus labios hasta casi rozar los de Ryoto pero no siguió. Quería tentarle para que fuera él quien continuara aunque le costaba detenerse.

—Tessho...—la razón de Ryoto se perdió ante la mirada ardiente y devoró los labios del joven.

Sus lenguas se saborearon la una a la otra mientras sus cuerpos se juntaban todavía más. Las manos de Tessho se agarraron a las caderas de Ryoto, sacando la camisa de entre el pantalón y desabrochándola. El mayor se quedó sorprendido, no esperaba algo como aquello, pensando que siendo el más experto tendría el control. Pero tampoco quería pararlo, ni siquiera podría.

Tessho sentía la lujuria, el deseo de hacerlo suyo. Nunca se le había pasado siquiera por la cabeza porque siempre había considerado como bromas las insinuaciones de Ryoto, pero ahora que sabía que sus sentimientos eran reales, lo suyos propios se habían despertado y desatado.

Sus labios se separaron por fin tras el largo beso para tomar aliento. Tras una mirada al rostro sonrojado y agitado de Ryoto, la sangre de Tessho bulló en su interior y bajó de su cerebro a otra parte. Dio la vuelta a Ryoto y lo empujó sobre la mesa.

—¡Te-Tessho! ¿Qué estás-?—el mayor estaba sorprendido.

—Lo siento, no puedo parar... yo... quiero meterla ya—tiró del pantalón de su compañero, saltando el botón y bajándolo junto a los calzoncillos.

—Pe-pero Tessho... no puedes...—¿De verdad podría ser tan bruto?

—Estás... demasiado sexy ahora Ryoto...—aunque le dijera que parara no podría hacerlo.

—Llámame por mi nombre—le pidió en el último instante que tenía para hablar.

—Voy a entrar en ti, Tsukasa—lamió mordiendo suavemente su cuello, con lo que Ryoto ya no pudo replicar nada.

Iwashiro comenzó a meter su miembro completamente erecto ya en el estrecho agujero del mayor, provocando que profundos sonidos mezcla de dolor y placer salieran de su boca.

—Nn... mm... Te... ssho...—el cuerpo de Ryoto se estremecía y sus piernas temblaban—Más... métela más...

—Tsukasa...—la visión de aquel rostro sonrojado y medio lloroso con la voz temblorosa hizo que su corazón diera un vuelco y su miembro aumentó aún más de tamaño.

—¡Ah! ¡¿Qué?! ¿Cómo puede? ¡Nmm!— “¿Cómo puede haberse puesto más grande de repente?” fue lo que intentó decir pero le fue imposible al sentir cómo el miembro de Tessho entraba más en él.

Iwashiro llegó hasta el fondo, en aquel interior caliente y estrecho, sentía cómo le aprisionaba sin dejarle moverse ni salir. Pero ya no podía más, estaba demasiado excitado y no podía esperar a que se acostumbrara. Comenzó a moverse sacando más sexys sonidos de la garganta de su ahora amante y otros nuevos sonidos por el choque de sus cuerpos.

—Tsukasa... esto... se siente increíble—le quitó la chaqueta del traje junto a la camisa para tener libre su blanca espalda.

Los labios de Tessho comenzaron a recorrerla sin dejar de mover sus caderas, lamiendo cada centímetro y dando pequeños mordiscos. Con cada uno el cuerpo de Ryoto se agitaba, apretando su interior. Su mente se perdía en los placeres que le provocaba Iwashiro en todo su cuerpo. Con las fuertes embestidas y la pasión incontrolada de ambos doctores llegaron a su límite casi a la vez. Apretando sus caderas fuertemente, Tessho se corrió con una última estocada en el interior de Ryoto y éste justo después sobre el suelo. Sus piernas flaquearon y Ryoto cayó al suelo de rodillas jadeante cuando el otro salió de su interior.

—¡Ah! Lo-lo siento Tsukasa, me he pasado...—Tessho se agachó preocupado junto a él.

—Idiota, no te preocupes, no es para tanto—la mirada de cachorrillo de Tessho pudo con él—Ya vale, ni que no lo hubiera disfrutado, además necesitas mucho más que eso para poder conmigo.

Agarró al joven por la nuca y le dio un profundo beso al que este correspondió encantado. De pronto Tessho cogió a Ryoto en brazos al modo princesa.

—¡OYE! ¿Qué te crees que estás haciendo?—le preguntó avergonzado.

—No te puedes mover, ¿Verdad? Deja que te compense por lo de antes—le dijo con su inocente sonrisa sentándolo en el sofá.

—“¿Cómo puede ser tan ingenuo?”—pensó Ryoto mientras una sonrisa perversa se dibujaba en su rostro—Si quieres compensarme hay otras formas mejores de hacerlo.

La reacción de Iwashiro no fue precisamente la que Ryoto esperaba. El joven se inclinó sobre su amante desnudo, apoyándose con una mano en el reposa-brazos del sofá y acariciando con la otra la cara interna de su muslo hasta casi llegar a su entrepierna.

—Haré lo que Tsukasa me pida—se besaron profundamente mientras la mano de Tessho acariciaba su miembro delicadamente con la punta de los dedos—¿Qué quieres que haga?—le preguntó mirándole fijamente.

—Huh... eres más pervertido de lo que esperaba—rió suavemente excitándose de nuevo—Chúpamela.

Tessho no dudó un solo segundo, se agachó sobre la entrepierna de su compañero y comenzó a lamer la nueva erección.

—Si hubiera sabido que estarías tan dispuesto te habría asaltado mucho antes—acariciaba los puntiagudos cabellos, estremeciéndose por la mirada fija del otro mientras le lamía.

—Es culpa de Tsukasa, si no te hubieras parecido a un conejito indefenso y tembloroso frente a mí, yo no te habría devorado—se metió el miembro de Ryoto por completo en la boca provocando un descontrolado gemido en él.

—Ah... ¿Así que yo soy el conejito? Entonces tú debes ser el lobo ¿no? Mn... siempre pensé que eras un gran veterinario porque eres como un animal y por eso los entiendes. Pero ahora me queda claro, eres salvaje como un animal incluso durante el sexo—agarró su cabeza y lo levantó para besarle mientras lo cogía por las caderas empujándole contra si, frotando sus miembros erectos.

—Tsukasa... ¿puedo entrar otra vez? Sé que te duele pero me has puesto duro de nuevo—le pidió acariciando su entrada con los dedos.

—¿Acaso tengo alternativa? No puedes ir por ahí con eso entre las piernas—aunque más que una molestia lo estaba deseando.

Acarició el miembro de Tessho y lo guió hasta su entrada, metiendo la punta él mismo. Su mirada provocativa le hizo tragar saliva y ya no pudo contenerse más. Empujó sus caderas y de una sola estocada metió casi todo su miembro en el interior de Ryoto, cuyo cuerpo se sacudió aferrándose a la espalda del otro.

—Uh... Tessho... eres un animal—le dijo intentado soportar el dolor.

—Lo-lo siento, no he podido contenerme. Lo haré más despacio ahora—le dijo besando suavemente su cuello.

—Mentiroso, no lo harás—y tampoco quería que lo hiciera. Movió sus caderas y apretó el miembro de Tessho en su interior indicándole que podía seguir.

Las embestidas comenzaron tan duras como la vez anterior aunque ahora Ryoto estaba algo más cómodo en el sofá. Mientras levantaba su trasero con las manos, los labios de Tessho recorrían el pecho de su amante lamiendo y besando cada centímetro, mordiendo de vez en cuando para escuchar los gemidos que soltaba Ryoto.

—Te-Tessho... más... profundo... ¡U-uah!—al escuchar aquella petición de su amante con el rostro sonrojado y jadeante, instintivamente le embistió hasta el fondo e incluso se puso más duro.

—Esta posición es todavía mejor, así puedo ver tu rostro cuando gimes y cuando te corras—le dijo besando su mejilla.

—Animal... pervertido...¡Nm!—que lo dijera tan fácilmente cuando normalmente era él quien hacía el papel de pervertido le hizo sentirse avergonzado como nunca.

Los dedos de Tessho envolvieron el miembro de Ryoto y comenzó a masturbarlo sin detener ni un instante las profundas embestidas sintiéndose estallar de placer ambos doctores.

—Tsukasa... estás húmedo y caliente en ambos sitios... estás goteando... ¿ya vas a correrte?—le susurró al oído haciéndole estremecer.

El miembro de Ryoto palpitó, se excitaba más con cada palabra pervertida que salía de la boca de su amante.

—Voy a correrme... dentro de ti...—en ese momento, arañando la espalda de Tessho, Ryoto se corrió entre ambos manchando la mano del otro—Nn... me estás... apretando...—las paredes del mayor se contrajeron y Tessho se corrió derramándolo todo en el interior de Ryoto—Uh... no pude aguantarlo. Ah...—Tessho observó el rostro henchido de placer del hombre que se encontraba debajo de él y su corazón dio un vuelco—Tsukasa... te amo...

—¿Ah? ¿A qué viene eso tan sentimental de pronto? Los animales como tú no tienen esos sentimientos—su corazón latió más rápido de lo que esperaba al escuchar esas palabras y creyó que su rostro ardía de vergüenza.

—¡Claro que tengo esos sentimientos! ¡Amo a Tsukasa!—le abrazó fuertemente enterrando el rostro en su hombro.

—N-mm... va-vale... te creo... pero por favor sácala...—le pidió al sentir la nueva embestida.

—¡Ah! L-lo siento... es que se siente muy bien dentro de ti—le dijo reticente a salir.

—Podrás metérmela siempre que se te antoje pero si no la sacas ahora no te dejaré volver a hacerlo- ¡¡Wa!! Nn... idiota...—Tessho la sacó tan rápido al escucharle que le provocó una sacudida por todo el cuerpo.

—¡Oh! ¿Estás bien?—preguntó acariciando su entrada.

—Sí, es hora de volver a casa—Ryoto se levantó torpemente y comenzó a vestirse—mañana jugaremos más—le dijo al notar su fija mirada.

—Te duele, ¿Verdad?—Tessho se levantó y se puso tras Ryoto acariciando sus caderas y su trasero ya sobre el pantalón—¿Mañana estarás bien para hacerlo?...—oliendo la esencia de Ryoto y la suya propia impregnando su cuerpo perdió la concentración y sus labios se acercaron al blanco cuello.

—¡Quieto!—le ordenó como a un perro y Tessho obedeció—¡Abajo!—de nuevo obedeció arrodillándose en el suelo y Ryoto se dio la vuelta para mirarle desde arriba—Estaré bien para hacerlo mañana ¿pero has visto lo que me has hecho por todo el cuerpo?—señaló los múltiples chupetones que recubrían su pecho y espalda.

—Lo siento... es que tu piel... es irresistible—le dijo deseando hacerle más, observando su delicioso cuerpo.

—Eres un animal salvaje marcando su territorio—suspiró aunque no disgustado—Por hoy es suficiente, mañana podrás marcar más.

—¡Te amo Tsukasa!—se lanzó sobre él atacando sus labios.

Notas finales:

Gracias por leer, espero quejas, comentarios, sugerencias...

Psdt: Adoro a Ryoto!!!


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