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Somewhere I belong por desire nemesis

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Entonces Ishin recordó la conversación entre el padre del otro y su madre y se dio cuenta que el tiempo seguía su inexorable curso contra Kitsune sin que este lo supiera. Eso era cruel, pensó.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Estaba pensando junto a un árbol, había estado viendo al rubio con Gaara lo que no entendía porque le revolvía el estómago. Tenía cara de pocos amigos y los ojos del Uchiha eran dos rayas.

 

Así solo lograras arrugarte mas pronto—dijo Shikamaru. —No  se lo que te trae tan mal pero yo que tu dejaba de andar por ahí con cara de limón—añadió.

 

¡No te interesa! ¡Métete  en tus asuntos!—dijo Sasuke y se fue caminando adentrándose en la espesura del bosque.

 

Estaba caminando otra vez con cara de limón agrio pensando.

 

“¿Por qué ese dobe tiene que ser tan sociable? Incluso con ese maldito de Gaara que una vez intento matarlo. Es que siempre me pone de un humor. Siempre me dijeron que fue quien mas se peleo con todos por mí, que era el único que verdaderamente se preocupaba por mí y ahora solo tiene ojos para ese idiota de Kabuto que no ha hecho nada por el excepto engendrarle un hijo. Yo volví a Konoha por el desgraciado y resulta que ahora me ignora por ese tipejo”.

 

Actuando así Sasuke puedes facilitar que alguien te mate. Ni siquiera has percibido que yo estaba cerca. Te desconozco—dijo una voz entre los árboles.

 

Ya te dije Nara que me dejes en paz—dijo el azabache muy cabreado entre otras cosas porque el otro tenía razón y no lo había percibido hasta que habló. ¿Estaría perdiendo sus habilidades ninja? No, Era por ese idiota de Naruto que se había llevado su concentración.

 

¿Tan mal estas que me confundes con Shikamaru?—dijo el de la voz saliendo de las sombras.

 

Sasuke se fastidio aún más.

 

El otro sonrió bajo su máscara. Parecía disfrutar de los errores de su antiguo alumno.

 

¿Qué rayos quieres Kakashi?—preguntó Uchiha al que le miraba con un solo ojo.

 

El otro levantó las manos en señal de rendición. —Nada, nada. Solo es  que me pareció muy gracioso—dijo el de pelo plateado.

 

¿Gracioso? ¿Te parece gracioso?—preguntó el azabache que corrió  hacia él lo embistió y lo puso de espaldas a un tronco tomándole de la camisa.

 

Si. Mucho—aceptó con su mirada feliz el ex sensei.

 

Pues haber que te paree de gracioso esto antes de quitar la máscara que cubría el rostro de Kakashi. Estaba furioso y su aliento era como un volcán, su pecho agitado se topaba con el del otro en cada respiración y sus ojos entrecerrados estaban muy cerca de los del otro.

 

No. No me parece nada gracioso—acepto Hatake a quien tanta cercanía ponía nervioso por lo que decidio apartar al otro mas como el otro era terco no se apartaba. ¿Qué rayos pre… mph?—trató de preguntar cuando de pronto sin previo aviso sus labios chocaron con los del otro sin intención de ninguno de los dos de que sucediera.

 

Estaban tan sorprendidos que se quedaron paralizados un par de minutos mientras sus masculinas mentes procesaban lo que estaba sucediendo.

 

¿Acaso se estaban besando?

 

¿Y acaso les gustaba?

 

¡Que va!

 

Se dijeron mientras se separaban casi a dos metros el uno del otro.

 

¡Ni se te ocurra decírselo a nadie!—advirtió Sasuke y se alejo de ahí a paso muy decidido después de lanzarle una mirada asesina.

 

 

Hatake sonrió. El otro seguía siendo muy infantil.

 

¿Pero a quien rayos iría a contarle?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Gaara se había quedado solo con Naruto pues había percibido que ese asunto serio de Kitsune solo sería cómodo de explicar a una persona por vez.

 

Ahora que estamos solos podemos hablar más tranquilos—dijo el pelirrojo y el otro agradeció que fuera tan listo.

 

Naruto contó todo al Kazekage.

 

Sabaku no tardó diez minutos en reaccionar.

 

Así que Kurama te dio la posibilidad de procrear—dijo el ojos celestes.

 

Sí. Solo porque ese bicho asqueroso quería tener descendencia ahora soy un ninja marcado—dijo Uzumaki inflando los mofletes.

 

No digas eso. Solo eres especial—dijo el del tatuaje en la cabeza.

 

Perdona si no se lo agradezco—dijo el rubio aun cabreado.

 

Pero tú colaboraste. Naruto no sabías que te gustaban los hombres. Me has sorprendido—dijo el Kazekage.

 

¡Es que  no me gustaban!—gimió impotente y desconsolado el rubio.

 

Entonces ese ninja renegado es especial para ti—dijo en tono serio el jefe de Suna.

 

No se como rayos el se convirtió… --dijo el rubio mirando al suelo muy pensativo. Es por eso que no vio que el otro se le había acercado hasta que se encontraba a centímetros de él. Naruto aun seguía sentado de su lado de la mesa.

 

El pelirrojo tomo con su mano el mentón del de azules ojos y le obligó a mirar hacia arriba a su cara pues el estaba parado. Muy despacio, como en cámara lenta el Kazekage acercó sus labios a los del rubio, este estaba tan atónito que le dejó hacer y para cuando se dio cuenta sus labios estaban siendo sellados por el otro que le obligó a levantarse y apoyando su mano libre en su cintura pegó sus cuerpos.

 

Uzumaki le empujó un poco con el desconcierto pintado en la cara.

 

¿Qué estas haciendo?—probando cuan especial es para ti Yakushi.

 

Pues no me gusta que me usen como juguete—dijo el rubio enojado.

 

Yo no te estoy usando como juguete, solo, honestamente, quiero saber si tengo una oportunidad contigo—dijo el de ojos celestes antes de volver a besar al impresionado Naruto.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Esto no puede ser. Naruto no puede dejarse así como así besarse por cualquiera—dijo el que miraba por la ventana mientras sus nudillos se volvían blancos al apretar este con fuerza el alfeizar. Y dispuesto a tener una pelea con el mentado pelirrojo dejo de estar arrodillado para ir hacia la puerta. Entraría y pediría explicaciones.

 

¿Adonde crees que vas?—preguntó una persona desde las sombras.

 

Adonde me apetezca—respondió el otro. —A hacer lo que me da la gana con quien reverendísimas yo quiera—añadió en su lenguaje altanero.

 

Sabes que no puedo dejarte. Que riñas con el Kazekage solo arruinará nuestras relaciones diplomáticas con Suna y sabes bien que no puedo dejarte hacer eso—dijo el que aun se conservaba entre las sombras. Pero no era necesario para su interlocutor verle pues conocía muy bien esa voz.

 

No me importa lo que quieras o pretendas. Voy a entrar ahí—dijo el que tenía la sangre hirviendo. De pronto el otro estaba arrimado sobre la puerta que el pretendía traspasar con los brazos cruzados en señal de que el no le movía un pelo en cuestión de voluntades. – ¡O te apartas o te aparto!—le dijo furioso.

 

Pero vaya que has salido malhumorado. Deja de hacer berrinches y vete. Estas son cuestiones serias—dijo el de la puerta muy tranquilo lo que enfureció más al otro.

 

Esto es muy serio para mí—le dijo siseante el otro que ahora empuñaba su katana y la tenía apoyada en la garganta del otro. Había sido tan veloz que Kakashi no se dio cuenta ni de cuando la había sacado. – ¡Ahora apártate!—dijo el mas joven.

 

Como digas—dijo el pelo plateado alzando sus manos mientras se alejaba de la puerta.

 

Sasuke intento pasar pero a último momento se dio cuenta de que había caído en una trampa y un fino hilo de metal le cruzaba la garganta.

 

Ahora nos iremos y tú te portarás como un niño bueno o deberemos lamentar la pérdida de otro Uchiha—dijo su antiguo sensei no dándole más opción que obedecer. Por el momento.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Gaara no se que decir—dijo el rubio todo pasmado por lo que había hecho y dicho el pelirrojo.

 

No digas nada—dijo el otro. –Solo tómate un tiempo y piénsalo. Yakushi no puede ofrecerte nada, en cambio yo Naruto, estoy dispuesto a darte mucho—agregó antes de irse.

 

Naruto estaba muy confundido. Se sentó de nuevo después de que  Gaara se fuera. Es cierto, el otro podía ofrecerle mucho a él y a Kitsune, quizás los médicos de Suna podrían hallar la cura que los de Konoha no habían podido, pero…

 

¿Sopesando los pros y los contra de tu nuevo pretendiente?—preguntó una voz conocida a espaldas del Uzumaki.

 

No, yo… --trató  de explicar el ojos azules.

 

Tranquilo. No digas nada. He estado aquí desde el principio—dijo el peliplateado acercándosele y agarrándolo por la cintura. --¿Así que yo soy especial?—preguntó Yakushi muy cerca del otro con voz grave y sexy.

 

Yo no…--trató de decir el rubio.

 

Me gusta como suena eso—dijo junto a su oído el mayor haciendo que su cálido aliento chocara contra el cuello de Naruto que se estremeció por la sensación. —Y me gusta como reaccionas a mi cuerpo—añadió el seductor.

 

¿Crees que porque tu quieras vas a venir y a tener lo que quieras de mí?—dijo ofendido Uzumaki.

 

Exactamente eso creo—dijo el de voz sexy y llevo contra la pared al menor y poniendo una de sus piernas entre las de él y comenzando un masaje con ella mientras besaba apasionadamente al de ojos azules comenzó a meter sus manos debajo de su camiseta masajeando tanto sus caderas como subiendo hacia su pecho mientras el otro gemía en su boca.

 

Apartándose un segundo el de ojos azules le dijo—No, Kitsune puede venir y--.

 

En contestación el otro solo lo condujo hasta el dormitorio en donde lo desvistió por completo.

 

Todavía te recuerdo aquella vez en que solo vestías una sábana. No sabes como me pone ese recuerdo—dijo el mayor mientras sonreía pues veía al otro ponerse colorado por el recuerdo y lo que le estaba diciendo. –También recuerdo ese baño que tomamos juntos. ¿Lo recuerdas?—preguntó con voz lasciva Kabuto para después sonreír. Por la cara de Naruto era claro que lo recordaba. —Quiero repetirlo—añadió luego.

 

Entraron al agua y de inmediato Naruto se vio con la espalda en le  borde mientras Kabuto se apretaba contra el y besaba con fruición su cuello a la vez que uno de sus dedos se introducía en la entrada del rubio.

 

Las manos de Uzumaki se aferraron a los hombros del peliplateado mientras su espalda se arqueaba por el movimiento de su delicioso dedo al que pronto se unieron dos más.

 

Estas ansioso por tenerme dentro—dijo en su oído el médico y antes de que dijera agua va el de ojos acerados estaba dentro de su amante. Comenzó pronto a moverse con una cadencia sensual y disfrutando cada roce y Naruto empezó a gemir con cada movimiento del otro.

 

De pronto los labios se vieron unos sobre los otros mientras las ansiosas lenguas combatían a destajo por el control absoluto. Entonces paso. El clímax tan ansiosamente buscado apareció y los inundó del más poderoso de los placeres dejando sus cuerpos laxos y satisfechos.

Notas finales:

ESPERO LES GUSTE

ESPERO SUS REVS

MATA NE


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