¿No me escuchabas verdad?—preguntó con los brazos en jarras Uzumaki.
No—respondió sin problemas el pelinegro y el otro infló los mofletes víctima de una gran frustración.
Te pregunte se sabías que quiere decirme mi papá—le especificó el peligris.
¿Y yo como voy a saber?—preguntó Ishin molesto.
Las chicas siguieron atosigando y hasta llegar a la casa no pudieron hablar.
Dentro de la casa los recibió una Haruno muy seria y un Yakushi siempre sonriente. Se llevó a su hijo al estudio mientras la Hokage le explicaba a su hijo que necesitaban hablar a solas con el niño.
Ni que me importara lo que van a decir—dijo el pelinegro encogiéndose de hombros y tomando rumbo a su cuarto.
En cuanto escucho la puerta del estudio cerrarse tras su madre el ojos verdes volvió sobre sus pasos. Se había acostumbrado a escuchar tras las puertas desde que era muy pequeño a causa de sus padres y sus riñas constantes.
Aún recordaba la última y la que fue el motivo del divorcio. Su padre no había podido soportar que ella fuera la Hokage. Pero lo que rebalsó el vaso para él fue que le prohibieran disputar el título por su pasado comprometedor.
FLASH BACK----------
¡Tu no eres la mejor y lo sabes! ¡Si no fuera porque esos estúpidos me negaron el derecho a participar yo sería el Hokage!—dijo Sasuke.
¿Ah si? ¿Y quién podría confiarte el bienestar de la aldea que un día juraste destruir, genio?—preguntó Sakura.
Después de eso el Uchiha salió de eso dando un portazo y no volvió.
FIN DEL FLASH BACK----
Kitsune debemos hablarte de algo importante—dijo la pelirrosada. De pronto se dio cuenta de que no podría, mirando esos ojos azules y ese rostro parecido al de Naruto no se atrevía a ser cruel con él de tal manera.
De pronto todas las luces de alarma se prendieron en la mente del menor de los Uchihas. ¿Sería que serían tan crueles de decirle que…?
Yakushi era mas insensible en ese aspecto, pensó Haruno por lo que le miro y le dijo--¡Hazlo tú!—
¡Si, mi Hokage!—dijo el peligris mayor.
Ishin vio el peligro inminente que se acercaba y frente a tal situación hizo lo más inteligente que se le pudo ocurrir.
Hijo yo quiero…--decía Kabuto en el momento en que el joven Uchiha entró.
¡Kitsune!—grito el ojiverde.—¡Debemos irnos!—le dijo al menor agarrando su mano y arrastrándolo consigo.
¿Qué?—pregunto la ojiverde mientras veía como su hijo se llevaba a Uzumaki. –Ishin te dije que…--exclamó levantando su nerviosismo.
¡Lo siento mamá, es que tenemos tarea y es muy importante, mañana tendremos examen de chacras y sus técnicas de uso!—explicó rápidamente el menor.
¡Pero esto es más importante!—grito la desaforada Hokage.
¡No lo creo!—le contesto su hijo ya con Kitsune en la puerta.
¿Examen de…?—preguntó bajo el peligris menor.
¡Tu cállate!—le ordenó el pelinegro.
¡Oye!—dijo el peligris en contestación.
Llegaron al cuarto del otro y Kitsune se sorprendió cuando le vio cerrar con llave. Lo vio pensativo y le preguntó--¿Y bien?
El otro lo miró alzando una ceja.--¿Y bien qué?—preguntó.
¿Vamos a estudiar o no?—preguntó.
Se la había creído. Lo mejor era hacerlo y al otro día decir que se había confundido para no levantar sospechas. Pero… no podría evitarlo por siempre.
En otro lado otro Uchiha se enfrentaba al mismo problema.
¡Se mi amante! ¡Múdate a Suna!—le propuso el pelirrojo.
Los ojos negros se abrieron con estupor.--¿Qué crees que soy? Soy un ninja no una camarera—dijo el ofendido pelinegro.
Créeme que lo sé Uchiha y ese es precisamente tu problema. Solo piensas en ti como un ninja que tiene que superar a todos los demás—le dijo el de ojos elestes.
Sasuke se puso tenso. Odiaba que lo sermonearan. –Eso no tiene nada de malo—dijo.
Claro que no. En este mundo de shinobis es lo correcto—respondió el Kazekage y luego se le acercó tomando con una mano su barbilla. –Lo malo es que solo piensas en ti como eso. ¿Y tu persona, tus sentidos, tus emociones? Sé muy bien que abandonaste todo eso por la venganza Uchiha pero se te esta acabando la vida y… ¿Qué has logrado? Dime. ¿Un divorcio y dos niños que ni te conocen? ¿No quieres más de la vida?—dijo después Gaara acercando sus labios a los del otro para besarlo con pasión.