La mente del joven Uzumaki tras la puerta bullía de sentimientos encontrados. El de sentirse traicionado y engañado por todos. El de preocupación por su madre que estaba en peligro y el de ser menospreciado por los demás. Y como era digno hijo de Naruto decidió demostrarles a los demás cuan valioso era y salvar a su madre al mismo tiempo. Además si igualmente iba a morir que lo hiciera tratando de rescatarle no cambiaría nada.
Se puso a correr por los bosques que rodeaban su aldea. Sin idea de adonde se dirigía pero algo en su interior lo estaba guiando. Iba en pos de su madre y sabía que le encontraría.
Al salir se encontraron con Neji Hyuga al que Kabuto dijo—Te encargo a mi hijo. Es largo de contar pero básicamente Madara tiene a Naruto--.
Me lo hubieras dicho hace un momento y no dejar que el chico se fuera—dijo el de ojos perla mirando a Yakushi algo frustradamente.
¿De que hablas?—preguntó algo preocupado el peligris.
Hace un momento salió de aquí y se fue al bosque—respondió el pelinegro dejando de piedra a los demás.
Kabuto supo entonces que Kitsune les había oído y que probablemente ya sabía todo. Ishin no podía creerlo, tanto esfuerzo para que no lo supiera y se lo terminaba diciendo él mismo. Se sintió mal por el otro. Estar solo en un momento así… y de pronto supo que al saberse moribundo tomaría riesgos sin pensárselo dos veces. Era probable que le mataran esa noche.
Tenemos que ir tras él—dijo el padre de Kitsune.
No sé si podremos alanzarlo—dijo Hyuga buscándole con el Byakugan.
No necesito alcanzarlo—dijo el otro sorprendiendo a todos. ¿Podía ser tan cruel de no importarle su hijo? Ishin lo vio como habitualmente veía a su padre. Era un ser sin corazón. –El es el único que puede encontrar a Naruto. Mantienen un lazo especial. Tal vez como humanos no se pueda pero mi hijo lleva en su interior al hijo del Kyubi y eso le da instintos que otros humanos no tienen—agregó Yakushi y los demás comprendieron. Aunque usara a su hijo para su propósito era razonable lo que había pensado. Así que tal vez podrían salvar a ambos.
¿Naruto?—preguntó la voz de un recién llegado.
Todos voltearon para ver a Kakashi vestido de shinobi.
Tu deberías…--dijo el otro peligris.
¡Al diablo con lo que debería!—exclamó Hatake. –Toby me visitó y me dijo sus planes—agregó.
¡No perdamos tiempo! ¡Mientras mas pasa mas se aleja Kitsune!—dijo el médico.
¿Kitsune?—preguntó el jounin.
¡El va tras Naruto y nosotros tras él!—explicó Hyuga y luego todos partieron tras este que seguía con su Byakugan al hijo de Uzumaki.
¿Empezamos ahora, Toby sama?—preguntó el revivido Pain.
Si. Es mejor empezar cuanto antes. Esos idiotas de Konoha podrían aparecer en cualquier momento así que no quiero arriesgarme—dijo viendo el cuerpo inconsciente y maniatado del jinchuriki que sobre una loza descansaba sin nada que le cubriera el torso donde se distinguía el sello que mantenía atrapado al demonio de nueve colas.
Justo en ese momento se oyo un estruendo fuera de la boca de la cueva que ocupaban y entro volando una versión peligris del joven Naruto que se dio contra la pared después de ser aparentemente golpeado por alguien afuera. Entonces entro Itachi que guardaba la cueva desde fuera.
Intentaba entrar. Y me dije que como es otro jinchuriki te alegraría su presencia, amo—dijo el otro Uchiha.
El enmascarado miro al joven que se estaba levantando y luego al mayor de los hermanos Uchiha para decir después—Siempre has sido el más inteligente Itachi kun--.
O… ka san—dijo bajito el lastimado Uzumaki viendo al otro en la loza maniatado e inconsciente. A Obito le llamo la atención que le llamara de tal manera y más como los ojos azules del niño le miraron con el mismo desafío con los que le miraba Naruto. --¿Qué le has hecho a mi oka san?—preguntó el niño furioso.
¿Oka san?—preguntó totalmente shockeado el líder del Akatsuki mirando a uno y otro y apreciando del todo su parecido. --¿Naruto era mujer?—preguntó perplejo. Jamás lo hubiera adivinado con la pinta que se traía.
¡Te mataré y me llevaré a mi oka san!—le dijo el joven peligris.
¡Vaya!—dijo el enmascarado. –Se nota que eres hijo de ese bakka. Esas son dignas palabras de Naruto Uzumaki—añadió. Kitsune sintió orgullo hasta que el otro agregó—Grandilocuentes y sin base alguna. Lo único que hiciste es traerme a otro biju para aumentar mi poder--.
Entonces Naruto despertó sin que nadie se diera cuenta justo cuando su hijo lleno de rabia atacaba al mayor de los Uchihas y vio como se quedaba quieto de pronto víctima del sharingan.
Ccccon mi hijo no, idiota—murmuro roncamente por el esfuerzo que le costaba salir del anestésico.
“Nada puedes hacer en ese estado. ¡Déjame salir y yo matare a Madara por ti!” dijo el Kyubi a Naruto.
“¡Estas loco! ¡No te dejaré salir!” le respondió el rubio.
“Te odio niño, pero ten en cuenta que mas odio a Madara y que mi cachorro también esta en peligro. ¡Déjame salir y me desharé de él! En tu débil estado no podrás. Si despertaste fue con mi ayuda” dijo el biju ansioso por ser liberado.
Uzumaki cerró los ojos y se volvió a su interior en donde vio al demonio encerrado en su jaula. Le vio a los ojos y después de un momento tomó su decisión, puso su mano en su vientre y giro su sello liberando al ancestral monstruo.
El fuerte estruendo desconcentró a Toby que volteó para ver algo que jamás creyó que vería. Kitsune cayó al suelo desmayado.
Kurama roznaba y le enseñaba sus dientes mientras sus ojos rojos lo miraban fijamente.