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The Ripple Effect por Malfoyzitha

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Notas del capitulo:

Hola!!

Pues éste capitulo me frustra mucho haha pero bueno, disfruten!!!

 

Título: The Ripple Effect

 

Autora: Immortality22

Traductora: Malfoyzitha

Historia Original: http://www.hpfandom.net/eff/viewstory.php?sid=38840

 

“Consecuencias y Castigos”

 

Cuando Snape despertó a la siguiente mañana y se visitó para el día, se dio cuenta de que Harry se había ido. No estaba sorprendido, pero había tenido la pequeña esperanza de encontrarlo ahí para que pudiera aplicarle un poco más de las pociones que Harry sin duda necesitaba. No estaba seguro de que iba a hacer para que aceptara otra curación. Su creencia de no valer la pena estaba tan arraigada en él, que en verdad pensaba que no debería de aceptar su ayuda. Eso y el hecho de que Harry siempre se había tenido solo a sí mismo para lograr curarse y que el Director le prohibiera aceptar o pedir ayuda para curarse harían todo muy difícil.

 

¿Por qué Harry sentía que debía obedecer las órdenes de Director después de todo por lo que lo había hecho pasar? ¿Por qué no querría ser sanado sin importarle lo que alguien más dijera? ¿Dónde estaba ese niño rebelde que se sentaba en su clase de pociones y lo desafiaba cada vez que podía? ¿Acaso esa actitud si había existido? ¿Harry en verdad tenía esa actitud o solo había sido infundada porque el Director le dijo que así se suponía que era el hijo de James Potter? No había dormido lo suficiente como para pensar tanto y tan temprano. Necesitaba una buena taza de café caliente.

 

Suspiró y comenzó a caminar hacia el Gran Comedor para desayunar y tomar su tan necesitaba taza de té. Snape esperaba que con el tiempo pudiera convencer a Harry de que merecía ser curado y que no importara lo que el Director dijera no tenía que soportar los abusos de sus parientes o incluso del propio Director.

 

Abrió la puerta que el personal utilizaba para entrar al Gran Comedor y observó el lugar en silencio. Escaneó la mesa más cercana asegurándose que sus Slytherins se estuvieran comportando y después echó un vistazo para ver que Harry estuviera ahí comiendo su desayuno. Lo encontró sentado a un extremo de la mesa de Gryffindor, estaba solo, comía un pastelito de algo que no alcanzaba a distinguir mientras leía un libro. Sus amigos se reían como si nada en el centro de la mesa... sin Harry. Parecía algo normal. ¿Qué había ocurrido? Intentó recordar y se dio cuenta que, de hecho, desde la primera noche, Harry había estado separado de sus compañeros de cuarto y de sus amigos. Tendría que preguntarle al chico cuando tuviera la oportunidad.

 

Tomó un sorbo de su té, y mientras soplaba un poco el humo que se juntaba encima de la taza, se dio cuenta de que lo ojos de Director estaban en él, mirando todo lo que hacía. Snape continuó con su rutina normal para el desayuno, dos huevos, dos pedazos de tocino, una salchicha y tres rodajas de jitomate.  Mientras comía, podía sentir que la mirada del Directo seguía posada en él así que miró a sus Slytherins de nuevo. Malfoy le estaba susurrando algo a Nott y a Zabini, y los tres voltearon a ver a Harry. El estómago de Snape se contrajo. Esto no iba a ser nada bueno si el brillo en los ojos de Malfoy tenía algún significado. Por un tiempo, al final del curso pasado, Draco parecía haberse calmado un poco. Sus peleas con Harry parecían no ser tan malas como lo eran antes. Ahora, sin embargo, parecía como si las cosas fueran a ser como antes.

 

Parecía que Malfoy y sus amigos se habían dado cuenta de que el que Harry Potter estuviera solo era algo regular, y normal, y como cualquier Slytherin, sacarían ventaja de cualquier debilidad que mostrara su enemigo. Snape tan solo podía imaginar lo que pasaba por la cabeza de Malfoy en esos momentos.

 

Un repentino ruido y la plática se detuvo mientras se daba cuenta de lo que había pasado. Malfoy había dicho el nombre de Harry.

 

Snape miró como Harry volteaba a ver a Malfoy, sus ojos se veían tranquilos, pero su cuerpo estaba tenso. Harry esperó, no sería el primero en hablar.

 

-¿Qué es lo que pasa Potter? ¿Perdiste algo? ¿Granger y el Rey de las Comadrejas ahora te ignoran? ¿Cómo se siente que nadie te quiera? ¿O es que acaso ahora eres demasiado bueno como para tener amigos?- Malfoy se echó a reír mientras los otros Slytherins se reían detrás de él.

 

-Nosotros no somos sus amigos hurón. Nadie querría ser amigo de eso. Es absolutamente repugnante.- El asco en la voz de Ron Weasley hizo que una mueca de dolor apareciera en la cara de Snape, sin embargo Harry se limitó a morder otro poco de su pastelito y dio la vuelta a la página de su libro. Esto le indicó a Snape que Harry estaba consciente de los sentimientos de sus antiguos amigos hacia él.

 

Malfoy los miró sorprendido por unos momentos preguntándose que había impulsado al Trío Dorado a separarse. Él había disparado en la obscuridad al decir eso, sin embargo, parecía que era verdad. Rápidamente recompuso su rostro.

 

-Bueno, parece que incluso los Gryffindors tienen sus normas.-Esto desató las risas tanto de los Gryffindors como de los Slytherins. Snape miró al Director cuyos ojos centelleaban y tenía una sonrisa enorme de satisfacción, eso hizo que el estómago del pocionista se contrajera aún más. ¿Qué demonios estaba pasando? De pronto en el lapso de una noche, su mundo había cambiado completamente y no tenía idea de qué hacer.

 

Los estudiantes comenzaron a abandonar el Gran Comedor para dirigirse hacia sus clases del día mientras Snape se levantaba y se dirigía a su salón para comenzar a planear las clases durante su tiempo libre en el primer periodo, pero el Director llamó su atención.

 

-Me gustaría hablar contigo Severus, si no te importa- Era más una orden que una petición. Quien creyera que el viejo de mierda era como un entrañable abuelito, necesitaba urgentemente una habitación en San Mungo. A veces podía llegar a ser más cruel que el Señor Obscuro.

 

Snape asintió y lo siguió hasta su despacho. Una vez ahí el viejo se sentó y miró a Snape sin decir una palabra. Él se sabía ese juego y en definitiva no sería el primero en hablar. Si el anciano quería algo, tendría que empezar.

 

Después de unos minutos el Director hablo, su voz era baja y muy fría.- Harry parece moverse mucho mejor ésta mañana, y Poppy dice que no se atrevió a ir a la enfermería para que lo curara.

 

-¿Para curarlo señor Director? ¿Por qué Potter necesitaría que lo curaran? Apenas van dos semanas desde el inicio de clases.- Snape decidió que un ‘espera y mira la acción’ como táctica sería lo mejor en estos casos. El Director estaba pescando información.

 

Después de otro momento de silencio.-Me di cuenta de que había estado caminando rígida y torpemente durante estas semanas. Era obvio que necesitaba ser curado.

 

-¿Por qué necesitaría curación después del verano? Estuvo todo el tiempo con sus tíos que lo miman y complacen todo el tiempo. Si necesitara curarse de algo sería de una cabeza completamente hinchada por la fama.- Snape se odiaba mientras escuchaba las palabras que salían de su boca pero necesitaba seguirle el juego al Director para saber la información que el viejo quería o la que creía que tenía.

 

-Por supuesto que sí, tienes razón. Simplemente me di cuenta de que se estaba moviendo mejor.

 

-¿Por qué Poppy no lo curaría? Estoy seguro de que le encantaría cuidarlo como siempre.- Snape se encogió internamente, pero se burló adecuadamente.

 

El Director se levantó y se acercó a acariciar las plumas de Fawkes mientras pensaba silenciosamente en sus siguientes palabras.

 

-Oh. Poppy no lo hubiera curado de inmediato. Quiero saber siempre que Harry está lastimado. De esa manera puedo evaluar sus heridas y saber que se tiene que hacer. Sin embargo Poppy dice que Harry no ha acudido a ella.- De nuevo un silencio largo.- Nadie ha robado suministros de tus pociones, ¿verdad Severus?- Era una pregunta capciosa y Snape lo sabía.

 

El Director sabía que Potter había sido sanado, y que si no había ido a la enfermería, entonces había adquirido las pociones de su Maestro de algún modo... ya fuera directa o indirectamente. Maldijo ese estúpido juego.

 

-No he notado que algo haya desaparecido. ¿Por qué está convencido de que estaba lastimado? Estoy seguro de que iría corriendo a Poppy por un simple corte de pergamino. Dudo que el chico necesitara algo con tanta desesperación como para intentar robar algo de mi despacho. – Snape sabía que estaba corriendo un enorme riesgo. Dependiendo de que tanto quisiera controlar el

Director a su pequeña arma, sería lo que pasara a continuación.

 

-Entonces, ¿llevas un registro de todo lo que tienes en tu inventario Severus?

 

“Maldita sea, maldita sea, maldita sea.”

 

-Por supuesto, Director.- Snape comenzó a sudar. Si el viejo se daba cuenta de que algunas cosas de la lista no estaban, pensaría que Potter se las había robado, o que de hecho Snape las había utilizado para curar al chico.

 

 -Tienes un periodo libre ahora ¿no? ¿Por qué no bajamos y revisamos juntos esa lista y tus suministros?-

 

“¡Mierda! ¡Estoy jodido!”

 

Snape inclinó la cabeza, no quiso voltear para ver si lo seguía, simplemente se dirigió hacia las mazmorras.

 

Cuando entró a su laboratorio y se dirigió hacia el almacén de suministros, escuchó como el Director se adelantaba.

 

-¿La lista Severus?- Snape tenía tantas ganas de borrar esa maldita sonrisa de la cara del anciano. Aquí era cuando ser un mortífago le convenía, se sabía muchas y muy buenas maldiciones.

Realmente odiaba su vida en momentos como éste cuando no podía hacer lo que deseaba. No podía imaginar lo que ocurriría cuando el Director se diera cuenta de todas las pociones que faltaban y que obviamente él había curado a Harry.

 

El Director tomó la lista y comenzó a revisar los estantes, chasqueaba la lengua cada vez que se encontraba con una poción o un suministro faltante. Cuando terminó volteó sus ojos curiosos a Snape.

 

-Parece que faltan bastantes cosas aquí Severus.

 

Snape se preguntaba que podría decir para salvar la situación. Estaba claro que el anciano sospechaba de él, por eso fue la inspección inmediata de su inventario. ¿Qué podía hacer? ¿Negarlo? No, la verdad no podría, nadie podía robar nada de su despacho, y si lo hicieran el Director probablemente lo sabría, así que solo quedaba la opción de él ayudando a Harry. ¡Joder! Realmente odiaba su vida.

 

Justo cuando estaba a punto de confesar de que sí había ayudado a Harry con sus heridas la puerta del almacén se abrió, mostrando a Harry tratando de salirse a escondidas con unas cuantas botellas con pociones. Se vio a sí mismo y después volteó hacia el Director, y entonces se congeló.

 

-¿Harry que estás haciendo?- La voz del director cortaba como el hielo, era fría. Harry se estremeció.

 

-Uhhh.....uhmmmmmm......yo vine..... Yo vine aquí anoche y....- Sus ojos abiertos viajaron del Director a Su Maestro de Pociones. Tragó y después dejó caer sus hombros. –Venía para poder robar más pociones para curarme.- Sus ojos parecían estar atascado viendo el suelo.

 

El anciano Director miró tanto a Harry como a Snape, tomando en cuenta sus reacciones. Harry se veía como un perrito pateado que había sido encontrado haciendo algo malo. Snape, como buen mortífago que era, evaluó rápidamente la situación para reparar sus facciones y que pudiera parecer sorprendido y realmente molesto, sabía que el Director buscaba en esos momentos algún indicio de traición y mentira.

 

Se tragó su culpa, dejando que un chico de 16 años tomara la responsabilidad de lo que había sido un acto propio de Snape. Se preguntó brevemente por qué Harry sabía que el Director cuestionaría a Snape, y no solo eso sino que le pediría que revisaran su inventario, y a partir de ahí había hecho un plan para salvar a su profesor de pociones. Pensó que nunca conocería al verdadero Harry Potter. Debía de hablar con él mas tarde. Esa acción había sido la de un típico Slytherin. ¿El chico dorado de Gryffindor usando tácticas de Slytherin? Sacudió su cabeza ligeramente. ¿Qué otros secretos podría tener Harry?

 

El Director parecía haber encontrado lo que estaba buscando porque su actitud cambió al instante. Extendió la mano y agarró a Harry por la piel de su cuello para después lanzarlo y retenerlo con fuerza contra la pared.

 

-¡Robando material de la escuela, invadiendo propiedades privadas, DESOBEDECIENDO UNA ORDEN DIRECTAMENTE MÍA!- Gritó el anciano. Harry se estremeció mientras todo su cuerpo colgaba lánguidamente.

 

-Estás suspendido por dos semanas, voy a ponerme en contacto con tu tío para que lo recoja en la estación de trenes esta misma tarde.- El Director sonrió al ver como el color abandonaba la cara de Harry. Lo dejó caer en el suelo para después agacharse y susurrarle- 200 puntos menos y dos semanas de detención con el profesor Snape cuando regrese.-Comenzó a caminar hacia la puerta-Claro, si es que regresas.- Susurró mientras Harry palidecía aún más.

 

La puerta se cerró de golpe y Harry comenzó a temblar incontrolablemente.-“No voy a poder soportar dos semanas- Murmuró para sí mismo, o a Snape, los dos estaban conscientes de la situación. Era probable que no lograra regresar.

 

Snape no sabía qué hacer mientras veía al muchacho descontrolarse de esa manera. Era en momentos como ese en los que deseaba un tipo diferente de vida... una en la que tuviera alguna clase de entrenamiento en cómo tratar a adolescente que lloraban, mientras temblaban y se estremecían, y se balanceaban hacia adelante y hacia atrás con las rodillas pegadas al pecho. No sabía qué hacer, así que se arrodillo frente a Harry y lo jaló torpemente hacia él.

 

Esperaba que el chico se alejara, pero para su sorpresa, Harry se pegó más a él mientras con sus puños apretaba un poco su capa, y si era posible, sollozaba más fuerte. Snape no puedo hacer otra cosa más que susurrar palabras de dulzura y sin sentido al oído de Harry. Después de unos minutos sintió que el chico comenzó a calmarse, hipó una o dos veces mientras intentaba recuperar el control.

 

Snape le permitió aferrarse mientras pensaba en las posibilidades que tenía. Se condenaría si permitía que Harry regresara con sus parientes ahora. ¿No se había prometido la noche anterior que lo protegería y cuidaría? Esto no iba nada bien. ¿Por qué no simplemente todo podría regresar a ser como antes, y así todo estaría bien?... aunque en realidad no estaría bien. El hecho de que el no estuviera consciente sino hasta la noche anterior de lo que Harry había estado sufriendo, no significaba que no hubiera sucedido. No, el desear que las cosas regresaran a ser como antes no solucionaría nada.

 

Trató de pensar en alguna razón para que Harry pudiera quedarse. No podía simplemente pedirle al Director que cambiara el castigo ya que él mismo había exigido que se le pusiera cada vez que el chico era encontrado rompiendo las reglas. No, el Director quería saber por qué, de todas las veces anteriores, quería que justo ahora se quedar ahí y no fuera suspendido. Las cosas no estaban yendo a ninguna parte.

 

Empujó a Harry delicadamente, para poder verlo a los ojos. –No sé cómo solucionar éste problema. ¿En qué estabas pensando?- Suavizó su voz para que Harry no pensara que se le estaba culpando.

 

-No quería que averiguara que usted me ayudó. Lo vi siguiéndolo fuera del Gran comedor, y tuve un presentimiento de que revisaría su almacén, sabiendo que yo no iría a la enfermería. Simplemente los seguí cuando abandonaron la oficina de Director e hice parece que había burlado la seguridad y me había robado las pociones. Era la mejor opción.- Miró decididamente culpable.- Yo lo metí en esto, y no quiero que lo despidan por causa mía.

 

-Harry no se qué hacer.- Snape se pasó una mano por la cara.- No se cómo lograr que no vayas con tus tíos durante dos semanas.

 

Harry palideció y comenzó a temblar ligeramente.-Está bien, tal vez ésta vez no me hagan mucho...- su voz se apagó.

 

Snape miró hacia abajo. Harry estaba jugando con la manga de su túnica, inconscientemente rozaba su Marca Tenebrosa. De repente tuvo una idea irracional. Volteó a ver a Harry, tratando de evaluar la situación.

 

Harry sintió el cambio y miró directamente a los ojos de su Profesor de Pociones. En ellos pudo ver pesar, preocupación y.... vacilación.

 

-¿Qué?- preguntó el chico.

 

-Bueno...- No pasaba muy seguido que Snape se quedara sin palabras, pero mientras más era consciente de que ése era Harry Potter, su idea parecía cada vez menos lógica.

 

-¿Si?

 

-Estaba pensando que era más probable que sobrevivieras dos semanas en las mazmorras del Señor Obscuro por dos semanas que en casa de tus tíos.- Snape lo miró cauteloso.

 

Harry bufó.

 

-Probablemente. Lástima que no escogiera capturarme en estos momentos, por lo menos tendría una oportunidad de sobrevivir.- El moreno se recargó en la pared completamente, inconsciente del plan que comenzaba a formarse en la mente de su maestro.

 

-¿Y si te ‘capturara’? ¿Pondrías resistencia o dejarías que te llevara sin quejarte?

 

-En estos momentos estaría casi dispuesto a pedirle que me llevara y me matara rápidamente. Estaría mucho mejor que tratar con todo lo que está pasando aquí.- Harry suspiró y bajó su mirada junto con su cabeza hacia sus brazos. Se veía patéticamente joven y triste.

 

El corazón de Snape se contrajo. Había tomado una rápida y precipitada decisión, algo que no le era conocido, y entonces levantó al chico.

 

-Vamos, por mucho que no queramos esto, no hay manera de evitarlo. Ve a empacar.- Empujó al chico suavemente hacia la puerta haciendo caso omiso de cómo Harry contenía la respiración.

 

Tan pronto como el muchacho se había ido, Snape se dirigió a su despacho personal y sacó su máscara de Mortífago, junto con su capa. Las escondió en uno de los bolsillos de su túnica y se dirigió hacia la entrada principal. Una vez fuera se dirigió rápidamente hasta el punto de Aparición y desapareció, no sin antes ponerse tanto máscara como capa, hacia el encuentro con su Maestro.

 

Caminó rápidamente a través de la Mansión Riddle y cuando se acercó a la sala del trono se detuvo brevemente fuera y tomó aire para estabilizarse. Esperaba que esto funcionara y que su corazonada fuera acertada.

 

Abrió las puertas y caminó la distancia entre él y el trono antes de caer de rodillas frente a un sorprendido Señor Obscuro.

 

-¿Severus? ¿A qué se debe el honor de tu presencia a esta hora?- Snape no pudo distinguir si la voz de su señor sonaba divertida o no.

 

Levantó la vista y dejó escapar un suspiro. Su Señor estaba con toda seguridad, divertido.

 

-Mi Lord. Ha llamado mi atención que Harry Potter fue suspendido y viajará en tren ésta tarde para regresar con sus parientes durante dos semanas. Va a estar a bordo del tren de mediodía que sale de Hogsmeade.- Snape espero a que su Señor pudiera absorber primero esa información.

 

-Dumbledore ha sido muy malo con su pequeña arma, mi Señor. Lo ha tratado pobremente y el chico se tambalea.-Snape vigilaba cautelosamente la cara frente a él.- Éste acontecimiento inesperado podría ser usado para nuestro beneficio.

 

El Señor Obscuro estaba en silencio, obviamente preguntándose por qué Dumbledore suspendería a su Niño de Oro, enviándolo con sus parientes muggles, cuando apenas llevaban dos semanas de haber regresado al colegio, y por qué Snape pensaba que justo ahora se presentaba una oportunidad. Seguramente ahí había algo más de lo que parecía a primera vista.

 

-Dime más Severus

 

Entonces Snape le contó todo lo que había sucedido desde su encuentro con Harry en el pasillo la noche anterior y todo lo que había salido a la luz desde entonces. Le contó que había curado las heridas del chico. Lo que había platicado tanto con Dumbledore con el chico, y la escena que había ocurrido entre Harry y el Director.

 

Cuando terminó, el Señor Obscuro se veía molesto. Snape se estremeció. Quizás no había sido tan buena idea. Se preguntó así mismo si sería capaz de dar sus clases de la tarde después de haber tenido una ronda de Crucio.

 

-¿Tú crees que el chico se cambie de bando?

 

Snape dudó ante la pregunta. Había pensado que su Maestro estaba enojad, pero ahora que lo miraba podía ver que su enojo iba dirigido hacia el Director. -No estoy seguro. El odia al Director y es muy infeliz. Preferiría morir por usted, que a mano de sus parientes. Creo que si usted lo ‘captura’ de la estación de Hogsmeade y le provee un cuarto y comida, creo que después de algunos días, podríamos hablar con él y decirle lo que pretendemos. Dudo mucho que el mocoso sepa por qué es un arma para la Luz o que sea siquiera la Obscuridad.

Podría llegar a ser una conversación muy interesante.- Snape se detuvo por unos momentos.- La única cosa que tal vez podría ponerse en nuestro camino, sería la muerte de sus padres. Tal vez usted tendría que explicarle eso. De nuevo, dudo mucho que sepa algo que tenga siquiera que ver con la verdad.

 

El Señor Obscuro asintió. Miró la hora. Despidió a Snape después de pedirle que regresara al medio día para calmar al chico, quien indudablemente estaría frenético después de haber sido ‘capturado’. Snape asintió y después se fue.

 

-¡Colagusano!-El Señor Tenebroso esperó a que apareciera.- Préstame tu brazo para que pueda llamar a unos pocos de confianza.- Colagusano hizo un gesto de dolor mientras la punta de la varita del Señor Tenebroso tocaba su ennegrecida marca.

 

Pronto cinco hombres con túnicas y máscaras de Mortífagos entraron y se dejaron caer de rodillas frente a su Maestro.- ¿Nos mandó llamar, mi Señor?- La voz arrastrada de Malfoy le preguntó.

 

-Sí, necesito que vayan a la estación de trenes de Hogsmeade a tiempo para alcanzar el tren del medio día, y puedan encontrar y ‘capturar’ al señor Potter para mí.- Miró las miradas de sobresaltó con las que los hombre se miraban unos a otros.

 

-Mi Señor, ¿Por qué Potter estaría en un tren cuando solo lleva dos semanas de haber regresado a clases?- Un Mortífago alto preguntó. Sufrió un Crucio de inmediato.

 

-¿Están dudando de mi?

 

-No mi Señor- Todos contestaron.

 

-Una cosa más- El Señor Tenebroso comenzó a usa su voz sedosa para que se dieran cuenta de importante que era. Todos los Mortífagos sabían que debían obedecer esa voz sin importar las circunstancias. – El Señor Potter NO será lastimado. Si se presenta con un simple rasguño ¡Todos pagarán! ¿Me he expresado claro?- De nuevo asentimientos.- Después de ‘capturarlo’ cuidadosamente, tráiganlo a mi gentilmente. Y para quitarle su varita, utilicen un accio, NO se la arrebaten.

 

El Señor Obscuro miró a todos a los ojos para asegurarles, la seriedad del asunto, todos menos

 Malfoy se estremecieron ante la mirada-

 

-¡Váyanse!

 

Casi se echa a reír cuando se habían ido. ¡A veces le encantaba ser un Señor Obscuro!

Notas finales:

Pues no se a ustedes pero a mi me (disculpen la expresión) cagó la hipocrecía del maldito viejo de mierda hahahaha, sinceramente tengo ganas de empalarlo ¬¬

Pero bueno!! Actualizé rápido por que todavía no me confirman la traducción de la otra historia, y me dieron ganas de seguir con ésta, aparte de que sus comentarios me animaron mucho a seguir, muchas gracias a todos

 

 

Por sus lindos comentarios, que tanto me animaron a seguir traduciendo ^^

 

Espero verl@s pronto!!

 

Les mando muchos Besos!!

 

Malfoyzitha


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