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Sentimientos por pasion oscura

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Notas del capitulo:

Lamento la demora. Me había olvidado que tenía este fanfic, pero hoy lo encontré y lo retome. En peste capitulo las cosas se ponen un poco más dificiles, se hieren sentimientos y hay bastantes lágrimas, sobretodo de un personaje inesperado... bueno, no les revelo más. Espero que lo disfruten.

 

Como siempre estos personajes no me pertenecen.

(Visión de Hiwatari)

Apartado, ocultándose de la vista de esas dos personas, Satoshi observaba aquella extraña situación. Le sorprendía que Niwa actuara de esa manera tan ruda y, por primera vez, vio una faceta del pelirrojo que desconocía por completo. Apenas podía ver detalle desde donde se encontraba, pero podría jurar que más que enojado, el pequeño parecía estar agonizando. La mayor de las Haradas, se alejó corriendo, aparentemente destrozada por lo que acababa de pasar. Pero ¿qué había pasado exactamente?  Volvió la vista hacia el menor, y vio que esté estaba contra el tronco, llorando a raudales. Una gran punzada en el corazón lo atravesó, convirtiéndose segundos después en un escalofrío.  En su interior se liberaba una feroz lucha. ¿Ir a ayudarlo o quedarse donde estaba? Lo primero lo defendía su corazón, que no podía dejar de estremecerse ante aquella visión. El segundo lo representaba el dúo de su razón y su orgullo. La primera dudaba si era sensato ir a rescatar al pequeño, y el último no quería darle satisfacción el demonio rubio que llevaba dentro suyo.

Al final, y cómo casi siempre pasa, el corazón ganó, impulsado por el profundo sentimiento que el peliceleste profesaba hacia el menor. Con paso vacilante y silenciosamente, se acerco al menor. Entre más cerca, con mayor precisión podía ver las lágrimas que mojaban las tiernas mejillas de su secreto amado.

-Niwa...-dijo en un susurro estando ya a su lado y con una mano levemente apoyada en el hombre del menor.

Éste se asustó de sobremanera ya que no lo había visto llegar, pero pronto se recuperó del sobresalto y se fregó las lágrimas rápidamente, en un inútil intento de hacer pasar desapercibida su desesperación y soledad.

-¿Q-qué pasa, Hiwatari? Éste no es un muy buen momento que digamos...

-Ya lo sé...

-¿Entonces? En este momento quiero estar solo.

Hiwatari no sabía que responder. ¿Por qué había ido a consolarlo, en primer lugar? Ellos no eran amigos, incluso él perseguía a Niwa para atraparlo y matar a Dark... ¿Por qué se había dejado llevar por sus sentimientos? ¿Es que había esperado que el pequeño lo recibiera con las manos abiertas y poder así consolarlo y estrechar la relación que tenían? ¡Qué ingenuo! ¡Qué tonto de su parte! A Niwa, después de todo, le gustaban las mujeres.

-Entonces sólo toma un pañuelo- le dijo antes de marcharse.

-Eso ha sido estúpido, Satoshi- dijo Krad una vez que se hubieron marchado lejos del pelirrojo.

-Lo sé.

-¿Por qué lo hiciste? Después de todo, él es nuestro enemigo.

-No lo sé.

Silencio. Por un momento, Hiwatari deseo que Krad hablara, que rompiera ese silencio ya que lo lastimaba, le permitía pensar con claridad y reprocharse por su estupidez.

-¿Estás bien?- la pregunta del rubio lo dejó desconcertado; sin embargo lo que más llamo su atención fue que el timbre con que el mayor preguntó no contenía rastro de ironía o sorna. Realmente se estaba preocupando con él.

-No, no me encuentro bien.

-...¿Puedo ayudar en algo?

-...¿Puedes seguir hablando? No quiero quedar en el silencio de mis pensamientos

-Claro.

(Visión de Krad)

Odiaba ver a su amo así: tan deprimido, reprendiéndose a sí mismo tan duramente. Tan triste. Y todo por el maldito del domador de su enemigo. No obstante en ese momento estaba reprimiendo su ira hacia ambos, domador y domado, para poder distraer a su querido amo del dolor que sentía su pecho. Si bien la conexión no era tan buena como lo era la de Dark y Daisuke, la vergüenza, la molestia y el dolor de Satoshi podían llegar perfectamente a él.

"Por ahora no haré nada, pero prometo que me vengaré de ustedes dos cuando tenga la oportunidad. Nadie lastima a mi amo."

(Visión de Dark)

Lo único que podía hacer era mirar impotente cómo Daisuke derramaba lágrima tras lágrima sin interrupción alguna. Sentía en él mismo el temblor que recorría cada parte del cuerpo del pequeño. El dolor y la desesperación le atravesaban sin piedad cada poro de su ser, y, sumados a la indignación y el dolor propios que le habían causado las palabras de su domador al describirlo, hacían que él también soltara una que otra lágrima.

-Daisuke...- pero su voz no se podía elevar. Había un gran vacío entre ambos que no permitía que su voz llegase. Todo a su alrededor se volvía poco a poco oscuro.- ¡Daisuke! ¡HEY! ¡DAISUKE!

En un visto y un no visto, los lugares en los que se encontraban se habían invertido y era él ahora el que tenía control del cuerpo.

-¡Hey, Daisuke! ¡¿Podes escucharme?!

Nada. Un inquietante silencio fue su respuesta. Se empezó a preocupar de verdad. Ya en otra ocasión había pasado que Daisuke, estando tan triste, había delegado completamente el control del cuerpo a él y se había retirado en su interior en una especie de llama blanca. Y cuando había pasado eso, muchos problemas había ocasionado.

"Daisuke, dime que no te volviste a encerrar", se dijo tanto como para él mismo como para su domador. Silencio. "Mierda".

Con mayor inquietud que antes, Dark se interno en su propia alma, intentando localizar la de Daisuke. Y la encontró. Lamentablemente la encontró. Daisuke volvía a estar entre esas llamas blancas, pero esta vez eran más grandes y de tanto en tanto unas llamas verdes azuladas atravesaban ese monocromático fuego. La sensación de dolor y desesperación eran más grandes allí y la culpa empezó a aflorar en el pecho del pelivioleta.

-Daisuke...

-...

-Vamos, sal.

-...

-Sé que estás triste... más bien destrozado, pero no puedes huir de esto, no de nuevo. Sé que es difícil sentirse rechazado por la chica que a uno le gusta, que realmente le gusta  mucho...- y allí se paro, intentando modular su voz para que no se notase que tan afectado estaba en realidad. Conocía ese sentimiento de soledad por el que estaba pasando Daisuke porque durante toda su existencia como un ente aparte de "alas negras", de todas las chicas de las cuales se había enamorado, ellas se habían enamorado de su domador. Y, cuando el amor finalmente se consumaba entre su domador y la muchacha, él desaparecía.- Pero debes de entender que estas cosas pasan. Ya verás que con el tiempo esta herida simplemente será un recuerdo, tal vez no uno muy agradable, pero un recuerdo al fin y al cabo...

-...

-Daisuke...- su tono ya era suplicante.

-Por un estúpido descuido mío, todo se ha derrumbado. Si me hubiese acordado de Riku esto no habría pasado... No... estaría así...

Una culpa aún más grande se asentó en su corazón, amenazándolo con aplastarlo con su peso.

-Si te sientes así de mal por la culpa... no es tuya. Estabas bastante desconcertado por lo de Krad, que fue culpa mía por no haber reaccionado. No es extraño que después de eso te hayas ido y te hayas olvidado de Riku.

-Pero después... cuando ya había llegado a casa, podría haber vuelto a todo velocidad para ver si aún estaba o haberla llamado. Y tampoco allí, cuando estaba más calmo, se me cruzo siquiera por la mente la existencia de mi novia... ex - novia ahora...

-...

Dark se debatía entre permanecer en silencio o en contarle que aquello tampoco era por completo culpa suya. Sin embargo, el miedo a que lo odiase al contarle la verdad era demasiado grande y las ventajas de hacerlo permanecer en la ignorancia, demasiado tentadoras. Pero, cuando estaba a punto de decidir guardar silencio, los sollozos del menor llamaron su atención. De repente la llama se hizo mucho más grande y el blanco se hizo sumamente puro y muy luminoso. Tan luminoso que no podía verla directamente porque hacían que sus ojos se sintieran explotar.

Daisuke en verdad estaba sufriendo... y todo por su culpa.

Tragando bien fuerte y respirando sonoramente, Dark siguió hablando.

-En eso tampoco te tienes que culpar. La culpa es, hasta cierta parte, mía.

-...¿Qué quieres decir?

-Verás...- su voz empezó a bajar, la duda empezó a aflorar y el miedo ya inundaba todo su ser. Y aún así continuo- Cuando estábamos en casa, yo sí me acorde de que habíamos dejado plantada a Riku. Pero, no sé muy bien por qué razón, mi voluntad para avisarte flanqueo por completo y no te dije nada, alegando a mi mismo que yo no tenía nada que ver ya que era tu novia y no la mía. Fue un acto egoísta  y.. de celos. Y estoy sumamente arrepentido de ello. Así que, por favor, no te culpes a ti solo. Yo también soy culpable.

-...

Nada. Daisuke no reaccionaba y eso le ponía más que nervioso. Lágrimas empezaban de nueva cuenta a emanar por sus ojos, pero esta vez más gruesas. Ya no sabía qué hacer para sacar a su preciado domador de esas llamas... que poco a poco cambiaban de color. El blanco estaba siendo sustituido por el más bello de los esmeraldas. Brillante y casi cristalino era el resplandor de ese fuego, y no obstante a Dark no le agradaba en lo más mínimo.

-Tú... Qué... ¡¿HICISTE?!-  la voz de Daisuke resonó por todo el lugar. Indignada, furiosa, Dark casi podía ver como la voz se manifestaba en un gran monstro esmeralda.-¿TE DAS CUENTA DE LO QUE HAS HECHO? ¡No! ¡Por supuesto que no! ¡Siempre tan egoísta! ¡Nunca piensas en los demás y te llevas el mundo por delante sin pensar nunca en las consecuencias! ¡Eres un estúpido! ¡Egoísta! ¡Mujeriego! ¡Mal nacido! ¡Ignorante! ¡Racista!- a cada palabra Dark iba retrocediendo, más dolido que antes y con más lágrimas cubriendo su rostro.- ¡NO QUIERO QUE VULVAS A APARECER POR ACÁ!

-Dai-daisuke...- su voz se quebró y un sollozo escapo de sus labios.

-¡VETE!

Sin dudarlo un segundo más, se desvaneció y retorno al mundo real. Se encontraba recostado contra un árbol. Sus ojos dolían de tan hinchados que los tenía y apenas podía respirar por la nariz, que estaba constantemente goteando. Su apariencia de galán estaba estropeada y, pese a encontrarse en un lugar público, no le importo. Abrazo sus rodillas y lloró como solo había llorado una vez en su vida, la primera vez que se había desvanecido sin poder seguir viviendo con su primer domador y su primer amor.

-Lo siento... lo siento, Daisuke.. lo siento...


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