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Los Herederos de Low por maryluz_mty

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Los Herederos de Low
Gundam Wing
Por Maryluz

Pairings: 1x2, 3+4, 5+H?
Category: Shonen Ai, fantasia, AU.
Raiting: PG-13.
Disclaimer: Yo no poseo a los personajes de GW, esta solo es una historia de fanáticos para fanáticos.
Warnings: Shonen ai.

-- Dialogo -
“ Pensamientos “

Capitulo 1

El escape

***
El silencio de la tarde era interrumpido por un grito de angustia que rompía la quietud de aquel palacio. Las aves alzaron el vuelo asustadas y los pocos guardias que custodiaban la parte baja del lugar alzaron la vista para tratar de determinar de donde había provenido aquel grito de desesperación...

-- Trowa!!! Tienes que ayudarme, yo no puedo hacer lo que me piden!! – se escuchaba una voz desesperada, suplicante. No podía hacer lo que le estaban pidiendo.

-- Lo siento su majestad, son ordenes de su tío... – dijo el arquero clavando sus ojos esmeraldas en el soberano de aquel país, no había nada que el pudiera hacer. Ordenes eran ordenes y él había nacido para obedecer.

-- Deja de decirme majestad, sabes que odio que me digas así – replico el soberano, le conocía desde niño y desde entonces le llamaba por su nombre, por que ahora se empeñaba en llamarlo majestad?.

-- Lo lamento... Su Majestad... pero así es como debo llamarlo. – volvió a replicar el arquero.

-- Trowa... no puedes hacerme esto... déjame salir – volvió a implorar sujetando al arquero por los hombros del uniforme de gamuza color café.

-- Duo... – murmuro en voz baja. Sabía que su amigo no estaba enamorado de la doncella con quien querían casarlo, pero era parte del arreglo que su tío había hecho con el soberano del otro reino – si estuviera en mis manos ayudarte, créeme, lo haría. Pero a donde quiera que vayas te encontraran y deberás casarte con la princesa Hilde.

-- No la amo!! – grito Duo exasperado, cuantas veces le había repetido a su tío Traize que el no amaba a Hilde, que la quería como a una hermana, ya que se habían criado juntos. Jamás llegaría a sentir por ella, algo parecido al amor.

-- Lo se – murmuro el arquero.

-- Entonces ayúdame a escapar de aquí! – volvió a suplicar – mi tío anunciara el compromiso en dos días y la boda será en un mes. Pero yo no estaré aquí para entonces. Quiero irme, jamás pedí ser un príncipe!!.

-- Pero naciste con ese privilegio...

-- Ese privilegio se lo pueden dar a Quatre, el tiene mas de príncipe que yo!... – Trowa bajo la mirada al escuchar lo que su amigo decía – El es mas elegante, se comporta mejor... estoy seguro que él sería mucho mejor soberano...

-- Tu primo Quatre no podría hacerse cargo. Tu eres el heredero de los tres reinos.

-- Con un demonio!!... quiero ser libre, quiero salir de las cuatro paredes del castillo. Mi tío nunca me ha dejado salir, no conozco a los que se supone son mis súbditos. Muy a penas y me ha dejado ver a los soldados. Soy un prisionero, no un heredero... entiendes Trowa? Si tan solo pudiera salir y conocer un poco de afuera... ver a la gente del pueblo, platicar con ellos y ver como viven. No crees que pudiera hacer mejor las cosas para cuando llegue a ser Rey?

-- No trates de convencerme – dijo Trowa clavando su vista en los ojos violetas del soberano. Duo suspiro, ya había agotado todo.

-- Esta bien, ya no te diré nada. Tratare de seguir imaginando como son las cosas allá afuera... veo que nunca podré verlo con mis propios ojos. Por que cuando me OBLIGUEN a casarme, las cosas seguramente seguirán igual.

-- Lo siento Duo, pero esas son las ordenes – volvió a decir Trowa, que podía él hacer?

-- Si se supone que yo soy el soberano, por que no puedo oponerme a esa boda? – cuestiono Duo a la nada, dando la espalda a Trowa, mientras paseaba con las manos a la espalda en su habitación.

-- Por que serás Rey hasta que cumplas 21 y para eso aun faltan 3 meses, mientras tanto tu tío Traize es quien lleva el mando. Aun que todas las ordenes deben ir firmadas por ti.

-- Y no puedo firmar una orden en la que no me obligo a mi mismo a casarme? – Trowa rió ante la ocurrencia de Duo.

-- Sabes que debiste casarte a los 15, pudiste negarte por varios años, pero ya no. Tu tío ya regreso de la guerra y es ahora cuando si va a obligarte a seguir con la tradición.

-- Maldita la hora... – dijo Duo girando en su habitación – maldita la hora... no pudo tardarse otros 3 meses?, así yo pude haberme escapado de casarme y pude haber girado la orden sin la firma de mi tío.

Trowa se dio la vuelta para salir de la habitación riendo por las ocurrencias de su soberano y amigo. No podía evitar en reír ante lo que Duo decía. Pero el no podía hacer nada. El también sufría por un amor que no podía ser. Un arquero y un príncipe... eso nunca podría ser...

**
Esa noche, Duo estaba en su cama dando vueltas y vueltas sin poder dormir. Como podía él oponerse a la orden dada por su tío? La orden de su matrimonio había sido establecida desde antes de que el naciera. Debía comprometerse y casarse antes de cumplir los 15 años. Pero debido a que su tío, el encargado de su tutela hasta convertirse en rey, estaba en guerra contra otros reinos, eso le había dado el pretexto perfecto para ignorar ese decreto hecho por sus ancestros.

De algo si estaba muy seguro.

Si se veía obligado a llegar al trono, lo primero que haría sería anular ese decreto ancestral y proclamar que todo hombre o mujer tenía el derecho a casarse con quien él o ella quisiera a la edad que quisiera. Siempre había pensado que para el amor no hay edades, ni condición social. Eso se lo hizo ver uno de sus tantos maestros y el había estado de acuerdo con él. Por que condicionar el amor al dinero? Si la persona te correspondía, entonces por que sufrir? Podían unirse en matrimonio quienes así lo quisieran. No había por que haber diferencia alguna...

Sin embargo, el no deseaba llegar a ser Rey... lo detestaba, quería ser una persona común y corriente. Si tan solo pudiera salir de palacio y recorrer el reino. Pero era algo que tenía prohibido, nadie debía ver al príncipe. Cuando algún guardia o sirviente llegaba a topar con él, tenia la orden de bajar la mirada ante su presencia. Solo los nobles podía tener el privilegio de verle.

Aun se preguntaba si con sus padres sería todo igual?, ya que cuando sus padres murieron junto con los padres de Quatre, su tío fue quien se hizo cargo de su custodia. Y él les había dicho a ambos, que la condición de príncipes les impedía salir de palacio y que eso era por su propia seguridad, ya que se intuía que la muerte de sus padres no había sido un accidente. Ya que habían muerto el mismo día que murió el Rey Low y su familia a manos de la bruja de palacio. Se habían visto rodeados de guardias día y noche quienes cuidaban de ellos. Los sirvientes siempre eran acompañados de soldados y eran a los únicos que habían visto, a ellos y a sus maestros pero nunca estaban solos. No conocían el reino, de allí que el deseara tanto salir.

En un principio si había creído que corría peligro, por que el palacio siempre estaba rodeado de guardias, pero conforme los años iban pasando y nada ocurría, se fue haciendo a la idea que todo era una mentira de su tío para mantenerlos encerrados. Aun que aun no sabía el motivo.

Sabía que las leyes impuestas por sus ancestros les impedía a las mujeres gobernar y eso obligaba a los reyes a tener hijos varones o en su excepción, casar a sus hijas con varones que se pudieran hacer cargo del reino. Y sabía que tanto Hilde como Dorothy eran hijas únicas de los reinos Schbeiker y Catalonia y al casarse ellos con las princesas, era por que se irían a esos pequeños reinos y dejarían solo el reino de Low en manos de su tío Traize. Era ese el motivo por el que su tío había acordado el matrimonio con ellas? Por que quería quedarse por completo con el reino de Low, que incluía los ricos reinados de Maxwell y Winner?

No podía creer eso, no de su tío. Siempre fue bueno con ellos, les cumplía todos sus caprichos, aun que entre ellos no estaba el de salir de palacio. Pero incluso el mismo les enseño esgrima y a montar. No, el que estuviera casi a punto de casarse con Hilde, solo le estaba llenando la cabeza de ideas locas. Debería dormir y olvidarse de todo...

Pero no, quería salir... de algún modo debía salir... no se casaría con Hilde, no la amaba, no importaba lo que su tío o los ancestros dijeran.... Iba a salir y punto.

Se paro de la cama y camino hasta la ventana. La luz de la luna se colaba brevemente, pero a él esa noche no le importaba la luna, solo quería ver que tan alta estaba la ventana. Era alta, pero no lo suficiente como para no brincar por ella. Pero de que le servía salir, solo al ver sus ropas se darían cuenta de que era un noble. Por que todas sus ropas eran sedas brillantes? Pero quizá esa era la solución, cambiar sus ropas y ya que nadie le conocía de cerca, podría pasar desapercibido.

Comenzó a urdir un plan en su cabeza. De noche nadie podía verle, las luces de las antorchas no permitirían ver claramente a nadie, si podía conseguir ropas oscuras y sucias podría, incluso, pasar por delante de los guardias sin problema.

Ahora tenía que saber donde buscar las ropas... quizá en los cuartos de los sirvientes, todos solían usar capuchas negras cuando salían de palacio. Algún encargado de las caballerizas debía tener también ropas negras y desgastadas. Iría al lugar donde lavaban la ropa y sustraería algunas sin que se dieran cuenta. No podía perder mas tiempo, el compromiso estaba por ser anunciado y desde muy temprana hora del siguiente día comenzarían a llegar los invitados.

Sin meditar bien en su plan subió hasta la cornisa de la ventana para comenzar a bajar por ella. Era relativamente fácil, durante años practico subiendo y bajando árboles, ante los regaños de sus tutores en turno. Algo que su primo Quatre no hacía.

Logro llegar abajo en relativamente poco tiempo, no podía llevar antorchas por que seguramente los guardias se percatarían de que alguien andaba merodeando por los pasillos de palacio e irían a investigar. Y antes de que pudiera tener un pie afuera del castillo, ya se encontraría de nuevo en su habitación. Así que opto por caminar a oscuras por los pasillos, algo recordaba de las miles de veces en que escapo con Trowa hasta el río. Solían entrar a los cuartos de lavandería para robar un mantel que usaban como red de pesca. Solo que de eso ya hacía algunos años, solo rogaba a los dioses por que el cuarto de lavado aun se encontrara donde mismo.

Camino algunos metros y bajo varios escalones. Las antorchas encendidas en uno de los pasillos le permitía ver mas claramente. Por fin llego al cuarto de lavado, dio gracias por que siguiera donde mismo. Tomo una capucha oscura algo maltratada y rota. Si iba a fingir ser pobre, no podía tomar la capucha de su tío. Se quito sus ropas y tomo algunas prendas oscuras más.

Maldijo para si mismo al percatarse que todas las botas que estaban apiladas en un rincón eran de tallas mucho mas grandes que las que él usaba. Por que demonios tenía que tener un pie tan chiquito? Pero no podía lamentarse por ello, debía salir de allí, no importaba que para eso tuviera que llevarse sus propias botas.

Salió del cuarto, ahora debía llegar hasta la barda y saltarla como le hacia con Trowa cuando eran niños. El problema era saber a donde iría ahora? Pero eso no importaba, solo quería verse libre del compromiso con Hilde y eso lo lograría saliendo de palacio justo antes de que anunciaran el evento.

Corrió por el pasillo, pero una luz que se acercaba le hizo detenerse de forma abrupta. Por donde podría huir, se acerco a la pequeña barda que estaba a la izquierda, pero no podía huir por allí, era demasiado alto para saltarla. Quizá la persona que se acercaba no lo reconocería, solo restaba cruzar con el un saludo de buenas noches y seguir su camino.

Duo tomo la capucha y se la coloco sobre su cabeza cubriendo por completo su trenza. Era lo único que podía hacer. Camino normalmente acercándose a la luz. Bajo la cabeza para evitar que quien fuera que se acercara no le viera a la cara. En cuanto vio que la luz estaba casi sobre de él, se limito a dar un saludo de buenas noches, como había visto que lo hacían los guardias y la servidumbre.

-- Buenas noches señor... – dijo Duo tratando de sonar calmado y caminando tranquilamente.

-- Bue... buenas... – escucho la voz nerviosa de alguien que le respondía – Duo? Eres tu Duo?

Duo volteo en ese momento, reconociendo la voz de quien le hablaba. Que hacía tan tarde levantado? Es que él también quería escapar?

-- Quatre? Que haces tan tarde por aquí? – pregunto Duo acercándose a su primo.

-- En verdad que no te hubiera reconocido con esas ropas. Que piensas hacer vestido así? – dijo Quatre viendo como vestía Duo e ignorando su pregunta.

-- Bueno, ya que nuestro Tío piensa casarme, me voy.

-- Por que te vas Duo? No puedes hacerle eso al reino!

-- Y el reino si puede obligarme a casarme con alguien que no quiero?

-- Es parte de nuestras tradiciones....

-- Casarte sin amor?, Si tu estas dispuesto a casarte con Dorothy sin amor, yo no lo estoy a casarme con Hilde.

-- Con Dorothy?? – dijo Quatre sin entender.

-- No te dijo nuestro tío?

-- No, yo no se nada de eso.

-- Bueno, esta arreglado mi matrimonio con Hilde y el tuyo con Dorothy unos meses después.

-- Eso no puede ser...

-- Por que no huyes conmigo Quatre? Vamonos de palacio!

-- No podría Duo... yo... yo...

-- Te casaras con Dorothy?

-- No lo haré, esa mujer es muy manipuladora.

-- Entonces vamonos!

-- No puedo...

-- Por que no Quatre?

-- Por que tengo algo que me retiene aquí?

-- Algo? – dijo Duo sin entender.

-- Si, ya veré como soluciono lo de Dorothy, pero no puedo irme contigo.

-- Ni tu tampoco te iras Duo...

Tanto Duo como Quatre voltearon a ver una figura alta y delgada que les observaba de forma seria. Habían estado tan ocupados charlando que no se habían percatado que alguien se estaba acercando a ellos.

-- Trowa! – dijo Quatre sorprendido de ver al arquero cerca de ellos.

-- Vamos amigo, ya tengo todo mi plan listo, solo tengo que salir de palacio y seré libre. Déjame ir Trowa.

-- No puedo permitir que te vayas Duo, si algo te pasa no me lo perdonaría.

-- No me va a pasar nada, te lo prometo.

-- No puedes irte – volvió a asegurar Trowa.

-- Te prometo que regresare en 3 meses, para hacerme cargo de mis obligaciones, solo quiero librarme de la boda con Hilde.

-- Por favor Trowa, déjalo ir.- suplico Quatre.

-- Dos contra uno? – dijo Trowa mostrando una ligera sonrisa – no es justo.

-- Por favor amigo... recuerdas aquella ves que escapamos para ir al río y vimos como un pescador descansaba tranquilamente en su rivera, mientras la caña descansaba amarrada a una rama?

-- Lo recuerdo... – dijo Trowa sin entender.

-- Recuerdas lo que pensamos esa vez?

-- No.

-- Pensamos que nosotros seríamos felices de poder ser como ese pescador. Yo deseo ser como ese pescador, poder sentarme a la orilla del río a pescar sin preocuparme por los deberes de palacio. Sin preocuparme por tener que casarme con alguien a quien siempre he considerado como mi hermana... Déjame salir, por favor! – dijo suplicante Duo - aun que sea por unos días, déjame disfrutar de ese sueño.

-- Si te atrapan, yo nunca te vi – dijo Trowa dándose la vuelta para caminar.

-- Vete Duo – murmuro Quatre.

-- Gracias amigo!!! – dijo Duo, mientras corrió del lado contrario.

-- Espera Trowa – dijo Quatre acercándose al arquero.

-- Dígame su majestad... – dijo Trowa deteniéndose sin voltearse a ver a Quatre. Quatre resintió ese tono tan formal con el que Trowa lo trataba.

-- No me digas su majestad, soy Quatre, para ti siempre seré Quatre – Trowa se volteo sosteniendo la antorcha sobre su cabeza, podía verlo claramente, tan puro y tan inocente. No podía resignarse a perderlo, pero eran las ordenes que tenía y debía resignarse a ellas. Bajo la vista para poder hablarle de nuevo.

-- Su majestad deberá disculpar que rechace el llamarle por su nombre, pero su tío me ha pedido que deje de tratarlo con tanta familiaridad. Usted contraerá matrimonio con Lady Dorothy y yo pasare a ser parte de la fuerza real de su reino. Por lo que su tío informa que a su futura esposa no le gustaría que yo le hable por su nombre y no por su titulo real.

-- Trowa!

-- Si me disculpa su majestad, debo seguir con mi recorrido.

Trowa se alejo dejando a Quatre sumido en la tristeza. No podía casarse con Dorothy, si tan solo Trowa le hubiese dejado explicarle el motivo por el que él había preferido quedarse en el palacio y no irse con Duo. Pero ahora Trowa se comportaba con él de una forma fría... cuando sería posible decirle el motivo? Cuando?

-- Trowa....

**
Duo asomo la cabeza entre la maleza que rodeaba la barda de palacio. La última ronda acababa de pasar hacía escasos minutos, solo tenía que saltar la barda y se vería libre por fin. Dio un último vistazo al palacio y vio como las antorchas de los guardias se alejaban, que fácil parecía todo ahora. Solo tenía que saltar y listo.

Dio un salto sobre la barda y calló con los pies en la tierra. Volteo hacía arriba y después giro la vista a ambos lados. Una enorme sonrisa apareció en su rostro.

-- Libre!!!, por fin libre!!! – dijo levantando los brazos y comenzando a caminar – ahora solo tengo que decidir, izquierda o derecha? – dijo girando la vista hacía ambos lados, para después poner la mano sobre su barbilla y pensar – nunca he ido al pueblo, hacia donde estará?

-- Oiga!!

Una voz gruesa lo hizo voltear hacía arriba y pudo ver como un hombre con un arco le apuntaba peligrosamente.

-- Por los dioses!! Me encontraron!! – pensó asustado.

-- Aléjese del palacio si no quiere que le dispare...

-- Alejarme!? – dudo – claro, claro!!! – dijo mientras corría bosque adentro.

La oscuridad del bosque era aterradora, solo podía escuchar los murmullos de los insectos y sus propias pisadas. Jamás había estado tanto tiempo caminando de noche, solo guiado por la luz de la luna. Sus piernas ya no podían dar un paso más, no sabía cuanto tiempo había estado caminando, solo sabía que necesitaba descansar.

-- Necesito mi cama – murmuro con desgano – y un buen baño caliente – volvió a decir – Necesito una comida recién cocinada y un vaso de buen vino...

Sin poder dar un paso más, cayó hincado a los pies de un árbol dejándose caer por completo sobre el musgo que lo cubría para poco después quedar por completo dormido.

**
Continuara....

Notas de la Autora:

Este fic esta muy raro y surgió en mi loca cabeza al haber visto Un Príncipe en Nueva York, un capitulo de Xena y los X-Men, jejeje, sabrán a su tiempo por que X-Men.

Espero que les haya gustado y que vayan entendiendo de que trata esta historia, se que esta un poco confusa, pero ya se ira aclarando con forme pasen los capítulos.

Comentarios, sugerencias Tomatazos, en maryluz_mty@yahoo.com

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