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C.A.T. y Gun
A las doce en punto, al día siguiente, Gun estaba parado en la vereda frente al bar el Preámbulo. Se fijó en el colegio del que Tao le había hablado, como era sábado, estaba desierto. Se dijo que estaba loco por hacerle caso al hippie de pelo bicolor, pero qué podía perder…bueno, los tallarines que estaba amasando su mamá por ejemplo - se dijo - no…seguro que ella le guardaba un poco. Había dicho en su casa que tenía ensayo con la banda así que traía a La Criolla con él.
Del interior del Preámbulo salió Tao cargando una carpeta enorme. Caminó hacia él arrastrando los pies con tranquilidad. Lo saludó y bostezó.
- ¿Dormiste aquí?
- Si… - respondió Tao - soy amigo del dueño…. dejo algunas de mis cosas aquí. Es hasta que alquile algo, cuando vuelva voy a buscar una pieza cerca de la facultad (se suponía que estudiaba bellas artes). Pero me dijo que no tenía problema, es un tipo genial, aunque el travesti residente no me quiere demasiado - comentó.
- ¿Travesti residente? - Gun se rió mucho, pensó en Resident evil.
- Es el sobrino del dueño, ¿no lo conoces? Lee la suerte. Tira las cartas…
- Ah, no. Pero no vengo mucho por acá. Vinimos con la banda a tocar a un par de recitales, el dueño nos presta el lugar para eso, de verdad es de 10.
- A!
Caminaron casi diez cuadras, hasta la zona de la Facultad de artes. Llegaron a un edificio, algo deteriorado, de tres pisos. En el tercero vivía C.A.T. , explicó Tao y comenzaron a subir por la escalera. Había dos departamentos en cada piso según se veía. Todo estaba en completo silencio. Seguro que en todos vivían estudiantes y estaban durmiendo. Llegaron arriba. Tao golpeó la puerta y dijo:
- ¡Hey! ¡Soy yo!
No hubo respuesta. Golpeó de nuevo, más fuerte. Abrieron un poco la puerta.
- Estoy acompañado - advirtió Tao.
- ¿Mujer o varón? - preguntó una voz destemplada detrás de la puerta.
- Varón.
- A…entonces no importa.
“C.A.T.”, medio desnudo, despeinado y muerto de sueño soltó la puerta dejando que se terminara de abrir sola.
Pasaron. Era un solo ambiente rectangular. Una guarida más que un hogar. La semi penumbra disimulaba un poco la suciedad del suelo. Junto a las paredes se veía torres de cuadernos, libros y hojas sueltas. Arrimada a la pared en que estaba la puerta había una mesa de madera y dos sillas. Un chico que parecía un dios griego dormía desnudo en una cama angosta contra una de las paredes laterales.
C.A.T. tiró un almohadón al suelo y se dejó caer en él. Tenía el pelo negro y grueso hecho un lio, no era gordo ni flaco, alto ni bajo, lindo ni feo. Bostezó y se restregó los ojos. Aparentaba unos 25 años.
- Él es Gun, y necesita ayuda - dijo Tao.
- ¿en qué?- C.A.T. prácticamente dormía sentado - ¿ingreso a medicina?
- no…no - respondió Tao - no viene por tema de estudio, amigo, él…
Tao explicó todo lo de “la inquietud” y contó cómo había conocido a Gun.
Gun estaba parado, quieto, callado y deseando nunca haber ido allí. Entonces C.A.T. , un poco más despabilado ya, lo miró a los ojos fijamente unos segundos y sintió que ese tipo realmente sabía muchas cosas.
La mirada de C.A.T. se deslizó luego rápida por todo el cuerpo de Gun, se detuvo un momento bajo la cintura, aunque lo disimuló bien. Gun sonrió. Siempre hacían eso. Todos. Y eso que usaba los pantalones más anchos que encontraba, pero ellos igual notaban lo que tenía ahí. Se sonrió y metió las manos en los bolsillos. C.A.T. volvió a mirarlo a los ojos.
- ¿Es así como dice Tao?
Gun asintió con la cabeza. Se sentó en el suelo también. Tao pasó al fondo, al baño.
C.A.T. miró el piso, para pensar un poco. Si aquel chico no hubiese venido con Tao, el diagnóstico hubiera sido “falta de sexo” sin duda. Pero el flaco Tao jamás permitiría que un prójimo sufriera esta carencia. Él lo sabía muy bien.
El chico en la cama se movió un poco pero no despertó. Tao, que volvía del baño, se inclinó para verle la cara.
- ¡Es el modelo! - exclamó - ¿por qué te acostaste con él?
C.A.T. no respondió. Sonrió. Y siguió pensando en el problema de Gun. Tao se acomodó en el suelo junto a ellos, estaba un poco enojado.
- ¡Se me terminó la tinta! - le dijo C.A.T. riéndose - no podía seguir dibujándolo. ¿Qué más íbamos a hacer?
- ¿entonces llegaste a dibujar algo? Yo viajo ahora, y quería ver algo hecho…
- Estamos dibujando una historieta - explicó C.A.T. a Gun, ese chico es modelo para algunos personajes - se inclinó y de abaja de la cama extrajo unas hojas grandes de papel, con algunas líneas que no llegaban a tener forma de nada. Se las alcanzó a Tao. Este las contempló con un gesto de mal humor.
-¡qué! - protestó C.A.T. - ¡te digo que se terminó la tinta!¿por qué piensas que tu “inquietud” se relaciona con la muerte? - agregó, hablándole a Gun ahora.
- No sé. Por nada en especial, es solamente una sensación - explicó, sintiéndose un tonto.
- m…Intuición.
- Dice Tao que necesito una pareja… - se sintió aun más tonto por comentar eso.
- Principio vaina - espada.
-¿Qué?
- ¿No lo conoces?
- No, pero me lo imagino - sonrió con malicia.
- La vaina no es solamente el estuche de la espada. Contiene todo su poder, y le da una identidad- Una gran espada usualmente estará en una gran vaina. Puedes conocer la espada por su vaina. Eso es.
Gun comenzó a reírse
- A ver, no sé si te entiendo pero…mi espada estuvo bien envainada (¿así se dice?) estos días, y ocurrió igual.
- A… pero es que no estaba guardada en el momento justo. o si? En el momento justo en que toda esa energía se coloca encima tuyo…C.A.T. levantó una ceja y lo miró.
Gun se rió más y se abrazó las rodillas hamacándose un poco - No, en ese momento justo, no. ¿ Tú crees que ese es el punto?...¡ah! por eso dicen que necesito a alguien que esté todo el tiempo conmigo.
Los otros dos asintieron.
- Y … será cuestión de probar…no va a ser un sacrificio tampoco - miró al chico que dormía y se rió entre dientes - Pero tanta palabra rara para decirme eso…
- La interpretación sexual es solamente una de todas las que pueden darse a este principio - indicó C.A.T.
“el modelo” despertó, se estiró desperezándose y los miró a los tres - quién habla de la muerte… - dijo - tuve pesadillas - se sentó con ellos, acurrucándose contra C.A.T., puso la cabeza en su hombro y cerró los ojos durmiéndose de nuevo.
- …bueno entonces…¡a envainar! - dijo Gun, y volvió a reírse y a hamacarse adelante y atrás, sentado en el suelo.
- Si. Pero no te olvides que ese es solamente el comienzo…servirá para darle una identidad a eso que te pasa… - recomendó C.A.T. con una seriedad tal que parecía que hablaba de cualquier cosa menos de lo que estaba hablando.
- ¿Y después?
- Después vienes y me cuentas qué pasó - ahora C.A.T. sonrió un poco - entonces veremos qué hacer.
- Bien. Me voy. - Gun se levantó, se sentía un poco confuso y estaba inquieto, ya no soportaba el aire de esa habitación cerrada. Se colgó La Criolla a la espalda. Tao también se puso de pie y se dieron un abrazo como despedida.
- Hey Tao - dijo C.A.T. con notoria preocupación apenas Gun se hubo ido - ¿Todo eso que tiene tu amiguito en el pantalón…
- Si, es enooooooorme.
C.A.T. y el modelo casi se ahogaron de la impresión.
-¿no le habrás contado de tu fantasma no? - interrogó luego C.A.T. preocupado.
- ¡No! Cómo crees…, tiene bastante con eso que le pasa, ¿no te parece? - respondió Tao.
- m… es que la historia es tan parecida…¿tú no crees qué…?
- ¡no! Daño me dio la vida y él habla de la muerte…
-¡Eres el único que piensa así! ahí está también la historia que cuenta Vampiro…
- … - Tao se puso triste
- …Ya veremos qué pasa.
- “La muerte”….”fantasmas”,” vampiros”¿pero qué les pasa a ustedes? ¿Esos son temas de conversación? - susurró el otro chico, abrazado a C.A.T. En vez de responderle él comenzó a besarlo.
Tao se levantó fastidiado, tomó algunas carpetas y papeles de entre los que había apilados por todas partes. Se despidió pero los otros no lo escuchaban ya.