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Mas afrodisiaco que el dulce por madamechan

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Notas del capitulo:

Pues lemon por aki por allà XD

aparece Taizu XD

y Tambien un nuevo personaje, un perro ^^

espero les guste y perdonen la demora

-Keiji-san;  despierte.

-5minutos mas. –Responde medio dormido.

- Necesito abrir la tienda; y si me sigue teniendo aprisionado no podré hacerlo. –Sentenció un conde prisionero de los brazos de su amado; que le abrazaba como si fuese oso de peluche.

-Ellos no pueden abrirla?-Respondió el ex detective.

En dos tiempos sacó fuerzas para liberarse e irse  al baño. Ayer León había aparecido en la tienda  en busca de respuestas; Le buscó por casi todo el mundo; primero casi le encuentra en Alemania y pues terminó encontrado en Japón. Si bien aun recordaba cómo le fue arrebatada la delgada bata que usa, y aquel pijama de seda; eso le excitó un poco pero no había tiempo. La tienda debe ser prioridad.

Preparó el desayuno como quien fuera ama de casa; se sorprendió de que mientras lo hacía estaba cantando; su hombre entraría por esa puerta y de seguro le preguntaría que hay para comer y él le serviría  contento.

-Cuanto tiempo piensa quedarse detective?

-Ya no soy detective Conde, recuerde eso….  Además… ¿a caso quieres que me vaya ya?

-El oriental se percató del tono medio enfadado de la pregunta, mientras acercase una tasa de té al americano; dijo pícaramente:

-Recuerde que eh firmado un contrato; Keiji-san me pertenece^^.

-¿Debería buscar un empleo?... mi pasaporte; la visa es de viajero…  -Comentó el rubio medio pensativo.

-De momento coma detective. Yo iré a  ocuparme de la tienda. Pon-chan se quedará aquí haciéndole compañía.

La pequeña se sienta en las piernas de León. Le dice a este que está contenta de que se quede con ellos ya que él es muy divertido.

-No durará mucho. –Responde  Tet-chan con cara de pocos amigos. –en primer lugar el odia a las mascotas.

-Pero  ya no ¿Cierto León?.

-Esta cabra realmente debería  de tenerme fe. –Regañó el rubio. –ahora estamos en el mismo bando.

Antes de terminar de decir eso, Tet-chan ya le había mordido y ambos estaban peleando. Mientras suena la campanilla de la entrada anunciando que hay un cliente.

-Bienvenido a la Tienda de mascotas del Conde D. En esta tienda podrás encontrar de todo

Desde los actualmente populares perros domésticos...  hasta bestias maniáticas que apenas pasaron el Tratado de Washington, y todas las que hay dentro de ello.

-Aun con esa artimaña?

-Oh, pero si es Taizu! . – el hombre de traje no pudo evitar enojarse ya que detestaba que le llamasen así.

-Vi que hoy abrió mas tarde de lo normal… algún problema con las prostitutas?

-Taizu; usted está equivocado como siempre; esto es una tienda de mascotas (Taizu tiene un complejo similar al del detective, solo que en vez de  drogas es prostíbulo y en vez de arrestarlo, quiere echarlo de Neo China Town)

-tsk!

En eso se asoma la rubia cabellera de Orcot quien iba saliendo.

-Voy al hotel y vuelvo D!

-Oh! Keiji-san espere un poco quiero presentarle a alguien ^^ -Esta persona es el propietario de Neo China town;  Taizu, el es el detective León Orcot  que ha venido de New York a visitarme ^^

-Que ya no soy detective D. .. León Orcot. –Dice el americano acercando su mano para estrecharla a la del otro sujeto.

-Lau UU fei.  –Responde el otro saludando también. Hasta ahora todo va bien.

-Bueno ^^  -Dijo el maniquí. –Que tal una tasa de té ^^ -Y se fue a por él.

La sala estaba silenciosa; León estaba en su sillón favorito y en otro estaba Taizu. Ninguno articulaba palabra alguna; en eso el tipo de traje pregunta:

-¿Eres algún cliente que él tenía allá?.

-No, no soy de cuidar animales. Yo simplemente le visitaba para que me ayudara a resolver algunos casos y …ver qué era lo que escondía. –Murmuró el rubio.

El otro sujeto no dudó en aprovechar tal comentario . –Encontraste algo? –preguntó.

-Nada, por más que busqué no pude encontrarle nada, salvo los famosos animales.

-Sabes, yo estoy en eso, creo que este tipo debe tener un prostíbulo o algo así; siempre veo salir gente de aquí.

León trató de aguantar la risa; aunque luego se calmó pues él era igual y ahí se percató de su anterior comentario

Flashback

-¿Eres algún cliente que él tenía allá?.

-No, no soy de cuidar animales. Yo simplemente le visitaba para que me ayudara a resolver algunos casos y …ver qué era lo que escondía. –Murmuró el rubio.

 

Fin del flashback

-Deberías dejarlo. A mí me lo dijeron una y mil veces pero terminé sin encontrar nada.

- No soy como los americanos, yo si llegaré a la verdad.

León se vio reflejado en aquel tipo y peor fue cuando se analizó; mas que mal terminó en buscar al conde por todo el mundo,  durmió con él y de solo pensar que el ese tal Taizu podría terminar obsesionándose con su muñeca china, le molestó y al llegar el conde con el té  no dudo en hacerlo sentarse a su lado en señal de macho alfa.

El conde se percató de eso  y mientras acaricia el rostro de su americano con ternura, le dice al tipo de gafas:

-Taizu, ¿por qué no se lleva una mascota? Quizás una linda ave o quizás un doberman.

-Parece que molesto. –dijo mientras levantaba una ceja.

-Para nada^^ al contrario usted me ha dado algo hoy ^^

-Eh?!  -dicen tanto Taizu como Orcot.

-Gracias a Taizu eh descubierto algo interesante;  Pero creo que ahora usted debe tener cosas que hacer aun en vez de estar en mi tienda

Lau uu Fei se levanta y se retira bastante molesto ya que para variar no encontró nada con que echar al conde. En eso, León se abalanza sobre la muñeca china.

-No te quiero a solas con ese tipo. –dijo en tono dominante.

-¿A caso esta celoso querido?. –responde  el oriental mirándole con sus ojos bicolores.

-¿celoso ? ¿Yo?  Patrañas!

El conde sonríe  y se levanta  dirigiéndose  hacia la puerta pues un nuevo cliente llegaba a la tienda. León lo veía puesto que nunca había visto como atendía el conde a los clientes; Pon-chan se acerca al rubio:

-León nunca habías visto esto ¿verdad?

-mmm No.

-Cuando es un cliente normal, el conde les vende cualquier mascota que ellos elijan; cuando hay clientes que son especiales, nosotros muchas veces le pedimos al conde que nos permita vendernos. Nosotros somos quienes juzgamos, no el conde.

-león no entendió mucho pero si más de lo que  no había entendido antes. Vio que el conde hizo una mueca y una extraña sonrisa.

-Debemos movernos León, el conde viene con un cliente. –Dijo la pequeña.

Se mueven, y escondidos ven al conde pasar con un sujeto. Pon-chan le dice al rubio que el conde le ha comunicado que si quiere ver esto que lo haga, pero después no habrá marcha atrás. León traga saliva y les sigue junto con la mapache y Tet-chan que se sumó a la marcha.

-Así que lo que busca es  un guardián fiel? . –Comentaba en voz alta el conde al cliente para que León le oyese.

-Si, quiero un perro leal, que sea capaz de cuidar a mi hija en caso de que no esté y que también sea un buen compañero.

En eso entran a un cuarto donde había una mujer. Vestía casual y usaba una gorra.

-Ella es perfecta para su hija… Se llama Layca

-Si quisiera una niñera solo la contrataría, no me tome el pelo!. –reclama el sujeto.

-Ella es una  Pastor alemán, vea usted mismo. –El conde levanta  el sombrero de la joven exhibiendo sus orejas de perro. –La raza de los pastores Alemanes son conocidos por su fácil adiestramiento y por ser buenas niñeras; pero también, es una raza que se creó para asesinar en la primera y segunda guerra mundial.

-Ya veo, pero  cuanto me costará?

-De momento puede hacer uso de una semana de prueba y si le gusta puede llevarla; sin embargo deberá firmar este contrato y cumplir con 3 condiciones.

-¿condiciones?

-Primero,  Dele de comer  2 veces al día y jamás le de carne cruda; Segundo, que duerma siempre en el mismo cuarto  en la que su hija duerme; y por último, jamás la encierre sola. Si alguna de estas clausulas no es cumplida, la tienda no se hace responsable de las consecuencias.

El cliente  acepta y se lleva a la pastora mientras el conde le escolta a la salida para luego suspirar y voltear hacia sus compañeros.

-Esperemos  que Layca sea una buena guardiana…  ¿Y qué piensa ahora que ha visto como funciona esto?... detective.

-Si ellos cumplen no pasará nada cierto?

-Así es ^^

-En todo caso eso ya no me concierne… D… voy al hotel ¿me acompañas?

-usted solo quiere que le acompañe para que no se pierda Keiji-san.

-Iré por mis cosas, no es necesario que esté pagando por un sitio donde no voy a dormir.

-¿Dónde pretende dormir? Keiji-san.

El  rubio toma de la cintura a la muñeca y  con una sonrisa dice:

-Soy tu mascota no?... debo estar en la tienda.

El oriental no dudó ni un segundo y esbozando una sonrisa acaricia el rostro de su amado.

-Que bien entonces  no se demore ^^  necesito que vuelva luego ^^. –Dijo el conde con una sonrisa.   –No puedo ir con usted porque aun me queda por hacer en la tienda, pero Pon-chan es muy buena compañera ^^.

Leòn toma a la mapache y ambos salen mientras el conde  se recuesta en el sofá y se deja mimar por sus mascotas.

-Está seguro de que fue buena idea mostrarle eso al detective conde?. –dijo la gata mientras limaba las uñas de D.

-El detective  no se va a entrometer en lo que no puede entender.

Mientras nuestros amigos van camino al hotel. León tiende a dudar que Pon-chan sepa moverse en Tokio, es un animal después de todo.

Primero les dio hambre y pasaron a un local de comida rápida donde la gente estaba curiosa de ver  a un americano hablando con un mapache; lo mismo les ocurrió en una pastelería (como no acordarse  de D ya que andan cerca). Para León hablar con Pon-chan ya le era de lo más normal.

Llegaron al Hotel; León se dio un baño para luego  ir a cancelar y continuar con el mapache el camino de regreso  a la tienda.

El conde ya había empezado a preocuparse; habían demorado ya mucho (claro con todo lo que hicieron y compraron XD) Decidió salir a su encuentro.  Pero ya después de un rato los divisa; venían riendo y bebiendo una soda.

-¿León no sabe que los mapaches y en general los animales no deben beber esas cosas?

Tanto el rubio como su cómplice se miraron, rieron   y le entregaron una cajita. El sentido agudo del conde adivinó que sería una tarta  y de inmediato cambió su estado de ánimo.

-Mi querido Keiji-san ¿Qué le parece si voy por algo de té ^^?

Tanto el americano como la pequeña se miraron con cara de cómplice XD sabían cómo encontrar el perdón de su Conde.

Luego del té, León estaba dispuesto a hacerse mimar por su muñeca china; la cual se le acerca lentamente:

-Keiji-san es tan malo, le dije que llegara pronto… pero usted se demoró.

-Pero D, aun estamos a tiempo, ¿llegué no? –Contesto el ex detective, creyendo que su princesa china le esperaba de seguro para hacer un par de travesuras  amorosas.

-¿Usted lo cree?... (Mira la hora) tal vez si pueda. –Se acerca al  ojiazul  y le dice suavemente. –Pórtese bien. –Se puso de pie –Bueno ^^ entonces iré, Cuiden de la tienda por favor ^^

-D-D! ¿A dónde vas?

-Tengo un compromiso con las chicas del cabaret del frente ^^; pero por su culpa voy muy atrasado así que mejor me apuro ^^

El pobre León quedó solo mirando hacia la puerta, cual niño es abandonado por la madre XD.

-Tsk!

A la noche…

-Bye Conde! Venga a visitarnos más seguido!!.

-Claro!  Cuando quieran vengan por una mascota ^^

Se despide de los okamas del burdel para luego encaminar a la tienda; “oh, que tarde, no me di ni cuenta de la hora que es”.  Caminaba y veía los locales cerrados, salvo los nocturnos; entró a la tienda y vio que todo estaba en orden; lentamente y sigilosamente fue hacia su cuarto, no quería despertar a sus mascotas ni menos a su detective.

-No tienes porque ir tan silenciosamente, si igual te van a oír. –dijo una tosca voz.

Pudo divisar la silueta en el sofá.

-No quiero despertarlos, algunas de estas especies son más delicadas cuando duermen. ¿Y -usted Keiji-san no piensa dormir?.

-Te esperaba a ti ¬¬. .. Pero ya regresaste así que procedo a dormir .  Voltea a dormir en el sofá

-¿Y usted piensa dormir ahí? ¿Qué le dije de que durmiera ahí?... venga  va a dormir mejor en la cama.

-No quiero. –dijo taimado el rubio.

-¿Está enojado por algo keiji-san?

El americano no respondía es mas estaba sentado  en el sofá sin decir nada; eso molestó un poco al conde.

-Allá usted.

Fue al cuarto, mientras comenzaba a sacarse el chaosengan  para ponerse el pijama de seda; aparece el ex detective. Se sacó la chaqueta y los jeans y se metió a la cama haciéndose el dormido mientras miraba de manera indirecta  como la muñeca se desvestía . Este se percató de que León le miraba por lo que comenzó a desvestirse más lento;  su compañero  se sentó para mirar fijamente como aquel pálido y delicado cuerpo se exhibía mas.

-Parece que le gusta lo que ve Keiji-san. –dijo coquetamente el otro totalmente desnudo procediendo a ponerse la pijama.

Su amado no respondió; siguió mirando un rato ya cuando el conde se puso la primera parte del pijama, Orcot se dio vuelta y trató de dormir haciéndose el indiferente.

Eso molestó al chino que se terminó de vestir en un dos por tres y en vez de ir a la cama dijo enfadado.

-Allá tu León!, me voy a dormir  con Tet-chan y Pon-chan, no pienso dormir con usted mientras tenga esa actitud.

-Nunca te pedí que lo hicieras. –Susurró el rubio. Ese comentario le dolió al oriental que tratado de ocultar la tristeza sonrió

-Por eso odio a la raza humana; ustedes dicen cosas sin pensar hiriendo a los demás; deberían  ser todos agrupados en las cloacas; hasta las ratas son mejores que ustedes.

-Y tu sabes cuánto es que odio a los chinos ¿no?!

Si bien el conde había oído antes ese comentario de León más ahora por primera vez se sintió como una daga enterrada en su corazón. Trató de esbozar una sonrisa pero ante la mirada atónita de León rompió en llanto y se dispuso a salir del cuarto; pero es frenado por el rubio.

-Lo siento. –dijo abrazando al desecho oriental

-Usted es un insensible.

El americano le abrazaba; con una mano limpió las lágrimas de la muñeca suavemente y con ternura, gesto que su compañero reconoció  depositando sus labios sobre los de su compañero. León tomó asiento en la cama y acercó a su amado conde hacia el sentándolo  en su piernas mientras este apoyaba su cabeza en el pecho del ojiazul. 

-Creo que ambos nos dijimos cosas feas;  siento lo que te dije. –Murmuró  en el oído del pálido oriental.

-Keiji-san disculpándose; eso jamás lo pensé. –dijo mientras sonreía. –Tiene razón, yo también siento lo que le dije.

Volvieron a besarse; un largo beso, apasionado, lleno de deseo. Mientras León comenzaba a deslizar su mano por  la espalda de su pareja; en menos de dos segundos esta se había  montado en el  besándolo frenéticamente;  el americano aprovecho a pose y comenzó a recorrer con las manos tanto la espalda como los muslos de su compañero. Le sacó la parte de arriba del pijama para comenzar a besarle cuello y hombros. El conde comenzó a gemir.

-Ah! … Ah! …Keiji-san!

-Me vuelves loco D…. Quiero  hacerte  tanto

-ah! … pero Hágalo … keiji-san puede hacer lo que guste… ah!  -Decía entre gemidos el de ojos bicolores mientras se percata de la erección que tiene su amado y sin mucho preámbulo se bajó los pantalones; dispuesto a prepararse iba a lamerse los dedos cuando León lo detiene.

-No… lame aquí. –dijo el rubio posando sus dedos en los labios morados.  –Esta vez no me quedaré de espectador.

El fino sujeto sonrió  y comenzó a lamer lentamente y sensualmente cada dedo como si fuese lamiendo otra cosa; eso excitó al americano quien  con la otra mano acercó la cintura del oriental hacia él y se dirigió a su pecho para jugar con este lamiendo, besando y mordiéndolo.

-Ah!... Keiji-san…  me gusta.

El americano retiró sus dedos de la boca de su compañero y le besó. Mientras invade la  parte trasera de este con el primer dedo.

-ah!... –gimió  al sentir el dedo de su amado dentro de el moviéndose.

-EN serio te gusta esto?... –dijo curioso. –y si meto dos?

-A…h!

-esta resbaloso ahí  D –comenta el rubio que estaba bastante entretenido en esa parte; dado que era la primera vez que le hacía eso a alguien. Metió un tercer dedo, ocasionando un enorme placer en el oriental que gemía sin parar hasta comenzó a mover las caderas  impaciente por mas.

- Keiji.-san… quiero la suya!... ahí…. Ah! –dijo  mientras se abría de piernas para exhibir su entrada a su amado en tono de suplica. León tomó el delgado cuerpo y lo sentó en el invadiendo directamente.

-A…hhhhh! ….. Ah! Ah! Ah!

-D eres jodidamente sexy en  estos momentos

-Keiji-san… Ah! No … se detenga…Ah! Ah!

Las embestidas comenzaron a ser más rápidas y bruscas a medida que el placer en ambos aumentaba. El conde  se abría de tal manera con tal de que su amado llegase más profundo en él y este embestía bruscamente tratando de llegar más adentro.

-Keiji-san …Ah! Es… tan bueno…Ah! Por favor no pare! Ah! … Mas rápido!...Ah! AH!

León dispuso al conde sobre la cama en 4; y le embistió en seco haciendo al conde disfrutar quien ni siquiera se había preocupado por su parte delantera, ya que estaba más que sumergido en placer por las embestidas de su amado.

-Lo amo!... Ah! … no sabe cuánto mi querido.. Ah!!

-Ven..go… D… Ah!

-Por favor vengase dentro! Ah!... Ah! AH!, AHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!

Finalmente cayeron ambos recostados con sus respiraciones más que agitadas. La muñeca china estaba más que agotada pero complacida. Abrazó a su amado rubio para luego dormirse.

-Keiji-san despierte.

-5 minutos más.

-Keiji-san despierte;  no puede llegar tarde a su entrevista de trabajo.

-¡¿eh?! ¿qué diablos dices D?!. –Se sienta en dos tiempos en la cama mientras frente a él está el espécimen oriental  sentado.

-Pues hoy le esperaran para una entrevista de trabajo en el departamento de policía de Tokio.

-P-Pero si no eh buscado trabajo y mi visa va a caducar pronto. ¿No me digas que…

-El jefe del departamento es cliente de la tienda ^^ solo fue un pequeño favor. .. Pero si no significa que Keiji-san no vaya a ser rechazado… eso dependerá de usted querido.

-Damn it! Ni siquiera sé cómo llegar. Menos el idioma.

-De eso n se preocupe; eh dispuesto de alguien para que le acompañe. Vístase mientras le preparo el desayuno. –D se levanta y se dirige a la cocina.

León sabía que el conde  tenía sus influencias  pero por primera vez supo que si él hubiese querido;  en New York, le habría hecho perder el empleo con solo pedírselo  a la autoridad correspondiente.

Entró y vio la delicada silueta; estaba tatareando una canción; Vestido con tonalidades pastel  se movía de una esquina a otra, mezclando ingredientes  para luego servirlos junto a una tasa de té  para su amado.

-Coma bien para que tenga energías para trabajar ^^ querido.

-En que lio estoy? Como me comunicaré con ellos? –pensó preocupado, y no se explicaba como el conde tomaba todo tan calmadamente. Terminó de desayunar y fue llevado hacia un cuarto  donde había un joven vestido de militar.

-El es Akito; será su guía e intérprete por lo que mientras este con el no tendrá problemas.

-Un chaperón que agradable. –protestó.

-Akito es un perro policial que va a unirse al departamento solo para trabajar con usted. Le expliqué eso al jefe del departamento y dijo que no habría problema.

- ¿Sabes que es lo que me aterra ahora D? que  si me dices que este tipo es un perro es porque es una de tus mascotas raras y peligrosas; quizás que clausulas tengan y tu sabes que soy irresponsable.

-No se preocupe por eso (sonrió) Akito no lo hace por usted; sino por mi ^^ verá que serán buenos compañeros.

El rubio se acercó amistosamente al tipo y  con una sonrisa le dice:

-Tratemos de llevarnos bien

El sujeto sonrió y  responde:

-Claro, compañero.

-Bueno, vamos, vamos marchen al trabajo, les deseo suerte a ambos^^ si pasan les tendré un premio ^^.

Partieron; al salir León se percató que de repente podía entender todo lo que hablaban los nipones.

-E-están hablando inglés?

-No. -dijo su compañero que ante la sorpresa del rubio, tenía aspecto de perro policial. –Yo estoy traduciéndote todo un radio de 3 kilómetros; eso te ayudará a comunicarte con la gente incluso si me toca esperarte fuera de un edificio.

-I-Increíble.

-Sugoi es la palabra León, también te enseñaré el idioma.

-Te lo agradezco. Pues bien ahora todo depende de si paso o no el examen. No los defraudaré ya verás.

Llegaron al departamento y todos miraban al rubio; preguntaron por el director y fue llevado a una oficina.

-León Orcot verdad? –Dijo un hombre de mediana edad vestido de camisa y pantalón sentado en un escritorio.

-Un gusto; vengo por la entrevista, el es mi compañero Akito.

-Verá Orcot. Soy el jefe de este departamento. Okimura Ryuki. No acostumbro a contratar gente a esta fecha; pero el conde  me ha dicho que usted era muy bueno en su trabajo.

-No era  tan así, solo di lo mejor de mí para resolver cada caso; arriesgando mi vida si era necesario.

-Akito parece un buen perro; le someteremos a un examen de actitudes también. Orcot venga conmigo.

Primero le llevaron a una prueba de tiro; donde el rubio acertó  en todos los tiros. Los años sin usar un arma no le habían afectado. La prueba física la superó también siempre mostrando una actitud de superarse; sabia que D esperaba que quedara así que tenía que pasar cada examen. Con Akito fue similar, pasando por cada  prueba con más que excelencia siendo admirado por los entrenadores.

-N-No yo no lo entrené, es merito de mi compañero. –Dijo León cuando le felicitaban por el sabueso.

Mientras en la tienda el conde cepillaba a Tet-chan. En eso los animales se comienzan a alterar y a chillar.

-Parece que alguien no cumplió las clausulas conde. –Dijo el chico con apariencia de Fauno.

-Ni modo, los humanos son débiles. Será mejor  ir por nuestro inquilino ^^.

Mientras de regreso venían nuestros dos amigos entrando a la tienda pero viendo que extrañamente estaba cerrada.

-De seguro alguien rompió una clausula. –dijo el sabueso.

-Eso significa que alguien ha muerto?

-No León, eso depende de la mascota que adquiriesen.

Les recibe Pon-chan quien les explica que el conde fue a buscar una mascota.

-Quien es?-dijo el policial. –viendo al Tet-chan que estaba echado sobre el sofá.

-No sé no me fijé. -respondió este con desinterés

-Maldita cabra!  -Iba a decir león pero Akito se le adelantó; parece que al igual que él no lo soportaba.

Pon-chan se acerca y reta a ambos  para luego comentar que  la mascota a buscar era  Fiona,  la  pantera que había sido comprada por un líder yakuza.

Se sentó y esperó   viendo la tv. En eso las noticias de última hora:

El líder de la banda Yakuza Kitamiura acaba de ser encontrado muerto en uno de los almacenes de la banda. Todo indica que fue  murió desangrado por múltiples cortes. En el recinto se encontraron más  de 20 kilos de pasta.

-Esa fue Fiona? Preguntò el rubio mientras se le acerca Akito con un cepillo en su hocico.

-Lo más seguro, ella es bien quisquillosa… compañero me cepillarías que no  alcanzo. –Dijo el perro que  aun seguía con su forma animal.

-Claro, oye  pensé que al volver a  la tienda tendrías tu forma humana.

-No me agrada ¬¬ . –dijo para acomodarse y así  el americano le cepillase el cabello. En eso llegó el conde acompañado de una mujer vestida con ropas occidentales y muy elegantes.

-Oh, ya  están en casa ^^  -Dijo D al ver a ambos en el sofá. –Veo que se entienden bien.

-Pasamos (ríe) mañana empezaremos a trabajar.

-Que bueno, no me esperaba menos de ustedes… bien, ahora llevaré a Fiona a su cuarto y les  daré algo de comer.

Ya de noche el conde se sentó en el sillón mientras acariciaba el pelaje de Tet-chan con cariño. León le miraba medio celoso, pero se calmaba ante los comentarios de su compañero.

-No te preocupes León, algún día me cenaré esa cabra.

-Pensé que aquí todos se llevaban bien?

-Para nada, esa cabra se comió mi filete que me había ganado con mucho esfuerzo. Desde ese día que quiero cenármelo.¬¬

-mmm yo no sé porqué pero él me odia desde el primer día.

-Eso lo hace inconscientemente. –Dijo el mapache acercándose. –Recuerdas el caso de cuando tomaste prisionero a un oriental  aquí en la tienda por el asesinato de varias personas?

-Te refieres a ese que iba a matar a  D? see see lo recuerdo.

-El no era humano, era Tet-chan en su otra vida.

-mmm No entendí, pero creo q dices que le hice algo antes. Será… Aun así no soporto que le dedique más tiempo que a mí.

En dos pasos llegó al sillón; arrancó a Tet-chan del regazo del conde “sal cabra” y puso su cabeza en las piernas del maniquí oriental quien no  pícaramente se percató de los celos de su detective y comenzó a acariciarle los cabellos dorados.

-De todas las mascotas de esta tienda, usted es el más celoso y demandante.

-¿Celoso? ¿yo?, patrañas!.

-Como usted diga. Hoy no voy a reclamarle nada puesto que ha pasado la entrevista de trabajo.

-Entonces vamos a la cama. –Demandó el rubio tomando en brazos a la muñeca y llevándola al cuarto.

Cerró la puerta y depositó al oriental sobre las sabanas de seda. Este no reprochó nada, solo le miraba como si esperara cada paso. Sintió como las aperas manos desabrochaban  su ropa y tocaban su delicada piel, haciéndole soltar un pequeño gemido. El occidental se sacó la polera que traía exponiendo su musculatura perfecta, su piel dorada que tanto le hacia estremecer . Demandó con sus brazos y abriendo sus piernas a su compañero para que le besara. El rubio no esperó más y comenzó a besar  sus labios, cuello, hombros  mientras él se inundaba de placer.

-Hoy no voy a reprocharle nada, así que disfrute de mi, Keiji-san.

-No tienes que decírmelo, te dije que debes alimentarme diariamente no?

El maniquí sonrió y levantó sus caderas esperando tener contacto con la de su amado. El choque de sus ropas les hacía desear  desprenderse de ellas para poder sentirse más pero por alguna razón el detective aun no le desvestía. Quería ser invadido por su hombre, pero parece que este estaba más entretenido en jugar con sus tetillas y cuello que en cierta parte.

-keiji-san; puedo tocarte ahí?. –dijo mientras acercaba su mano hacia la cremallera del jeans.

-Bien, pero deja que te saque esta ropa que me molesta en este momento.

Desnudó a su conde para luego posar sus dedos en los morados labios de este y así demandarle a lamerlos y prepararlos. El oriental lo hizo sin reproche, más que mal era lo que estaba deseando, Mientras que con sus largos dedos acariciaba la parte intima de su amado yankee.

-Ah! –gimió al sentir el primer dedo entrando en el. Pero no esperó más y le demandó a su compañero meter otro .  Movía sus caderas a los compas en que los dedos del americano se movían. Para León la vista era placentera; un ruborizado conde gemía ante su tacto, y eso le hacía querer jugar otro poco más. Pero ya estaba por venirse en la mano del oriental así que lo frenó para  poco a poco envestirlo.

-Ahhh! –Gimió al sentir a su hombre entrando en el.

Un vaivén los sumergía al éxtasis mientras que se besaban frenéticamente; en una el conde no dudo en morder el labio de su americano para posteriormente lamer la sangre que brotaba de él. Realmente D estaba más fiero que nunca. Se abría de tal manera de que León entrara más a fondo y este envestía mas fuerte para cumplir la demanda a pesar del ligero ardor que sentía en su espalda puesto que cada vez que envestía  sentía las largas uñas del conde incrustarse n él.

-Lo amo!... lo amo!...  –gritaba  la muñeca más que extasiada.

Aun cuando el conde en estos momentos era cuando se sinceraba y le expresaba cuanto le amaba, León no era igual; podría mostrar celos, besarle pero nunca le decía cosas. Eso en cierta forma hacia que D se entristeciera.

Estaban llegando al clímax; León se venía mientras el conde se torcía para lo mismo. En ese instante suena el móvil de León molestamente a lo que los dos s quedan mirando con cara de “?”. Para mal de D que estaba por venirse; León tuvo que salirse para contestar.

-Alo! Orcot al habla! Jefe!? Si ya voy en camino.

Se levantó y se vistió mientras el maniquí le miraba con cierta duda.

-Trabajo D un quieren que vaya lo antes posible; espero que Akito este despierto.

-Mas que mal así es el trabajo de un detective no? Keiji-san. –Respondió un triste y frustrado conde viendo como León caminaba hacia la puerta.

-Y-Yo también. –dijo el americano antes de salir del cuarto. –Ta-también  Ah! Demonios (se rascaba la cabeza algo avergonzado)… T-también te amo D… Así que espera mi regreso que terminaremos lo de hoy. –Dicho eso se fue a buscar al Akito.

El conde no lo creía, su bruto detective le había dicho que le amaba también y eso le ruborizó y le invadió de alegría; quiso salir corriendo a abrazarle pero se detuvo ya que su amado iba apurado.

Su amado ya  se había ido a trabajar; había quedado despierto por lo que se puso el pijama, y procedió a irse a preparar el té. En eso golpean la puerta incesantemente hasta derribarla. De repente se vio rodeado de tipos armados.

Continuará…

Notas finales:

Gome si no les gustò andaba corta de imaginacion

pues pretendo poner un detective obsesionado con D para sacarle mas celos a Leòn ¿que piensan? manden ideas

espero sus reviews


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