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I n a u d i t o por Sady

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Notas del fanfic:

 

 

Las advertencias para este: contenido yaoi, sexo oral, incesto, drama.

 

Notas del capitulo:

Se me ha olvidado decir en algunas de mis otros fics!! Disclaimer! La serie no me pertenencen.

 

I n a u d i t o

 

***

 

Los labios rodean la mitad del pedazo que sobresale de la tela de un fino pantalón. Los gemidos del hombre suenan mientras el rubio chupa y chupa como el putito que ha estado siendo desde una semana antes.

 

Es un muy sucio chico… esperando por el chorro que quiere salir, que él desea...

 

¿Por qué?

 

Naruto ha estado encontrándose con alguien que, muy probable, debe doblarle la edad, en medio de la noche, en medio de la oscuridad… no sabe quien es, no ha visto bien su rostro. Sale a escondidas de su casa tarde en la noche, antes de que llegue su padre y sin que se dé cuenta su madrastra, Naruto camina apurado con los dientes tiritando y se dirige, algunas casa más arriba de la de él y diagonal al parque, a unos baños que nadie usa, que no tienen luz y sólo unos pocos rayos de los focos de la calle iluminan la entrada del lugar.

 

Llega para esperar por poco tiempo.

 

La sombra de la silueta del hombre aparece en el suelo pero luego casi nada. Oscuridad.

 

Dentro de las paredes negras el ritual no ha cambiado los últimos días en que sus vidas se han involucrado así. Ambos cuerpos se acercan y sin hablar el hombre se quita su chaqueta… ha empezado a hacer calor. Entonces una mano se posa en la cabeza del chico y presiona hacia abajo… el más joven sin querer alargar el proceso lleva las manos a la bragueta del otro, la desabrocha para dejarse quedar arrodillado y continuar con una felación.

 

La otra persona es puntual y Naruto no ha dejado de asistir a esa cita corrupta, en la que dos hombres llegan al orgasmo gracias al otro.

 

Es algo peligroso… es algo que no debería hacer un muchacho, va en contra de lo que un padre desearía que un hijo hiciera, ¡qué cara pondría Minato si supiera!

 

Y sería inaudito, escandaloso para la arpía —porque no hay otra palabra para referirse a ella—con la que se había terminado casando su padre. Pero es una manera para Naruto de exorcizar la vergüenza de confesar a su querido padre que es gay y de sentirse ahogado bajo la mirada de su conservadora madrastra que bajo una atenta mirada hace imposible la titánica labor de sentirse bien tal cómo él es.

 

Es una salida a la verdad de la que ahora tiene conocimiento: le gustan los penes y no la vagina. No tiene que ser flor sino otra abeja.

 

—Más… más-s… —El mayor lo aprieta fuerte, con gusto... y parece que con mucho gusto. Naruto siente el tope, el largo miembro metido en su boca, el miembro morado y regordete que vibra en todo su interior—. Anh… ¡Ahhng!

 

Él llega al orgasmo en una serie de varias venidas por lo que le fue imposible acordarse y avisar con más tiempo para alejar al chico de su pene… Pero Naruto por esta vez estuvo lejos de ofenderse por eso…

 

Lo había deseado, había querido probar… saber a qué sabe el desconocido. No traga todo el líquido y es un caos que chorrea por sus labios, pero es su primera vez apurando la garganta para guardar hasta la última gota y al parecer lo hace muy bien. Escucha las frases en murmullos del otro hombre terminándose de venir, gruñidos indescifrables y ahogados en lujuria.

 

El mayor que de manera puntual se ha estado presentando… ¿de dónde viene?, ¿a dónde va después? Naruto a veces se pregunta eso.

 

Luego de dejarse chupar el pene por un descarado chico, será que vuelve… ¿con su esposa?, ¿familia?, ¿a descansar o trabajar? Quizás hasta es alguien que hace una parada allí antes de seguir su largo camino de un distrito a otro de la ciudad por trabajo… Un depravado que feliz sabe que tiene un grato encuentro durante el trayecto, que por casualidad conoció una boca sucia en medio de la oscuridad de la que no le importa conocer a quien pertenece. Un acto egoísta para satisfacerse...

 

Y Naruto no puede estar más agradecido por eso.

 

Es el momento del día en que puede —usando su boca pero sin hablar— confesar a alguien más que es homosexual. Para liberarse.

 

No puede ser donde estudia, no puede ser en la calle, no puede ser en su casa… Pero en este refugio sí y lo aprovecha. La primera vez que abrió la boca por completo para darle la bienvenida a la carne madura fue una sensación extraña…  pero al final el sentir el pene que se introdujo despacio no fue desagradable…

 

Ahora no es un pene tan desconocido… Lo ha lamido, lo ha succionado recogiéndolo con la lengua y paladar…  ya sabe chuparlo, mamarlo, acariciarlo… y ahora ya sabe cuál es su sabor cuando gracias a él explota.

 

El chico se levanta para aprovechar un pequeño rayo de luz que alcanza a pasar cerca de él y mira la hora en el reloj de muñeca… Aún falta tiempo para llegar a casa y que no se den cuenta de su momentánea desaparición y le regañen. Tiene que estar en casa antes que Minato...

 

Naruto toma la mano del desconocido y la lleva tras su espalda, metiéndola por debajo del pantalón y guiándola con su propia mano a través de su trasero.

 

Entonces el adulto siente como el chico permite que tanto sus propios dedos como los suaves del menor rocen superficialmente una y otra vez allí.

 

Entonces es Naruto quien siente que su audacia incrementa. Su libido que esta inhibido en otros momentos sale a la superficie… y como no había pasado antes, un solo dedo que el chico elige, el dedo corazón de hombre maduro, tiene el permiso de adentrarse a medio camino en el ano sin pudor. Para experimentar, más que nada. También porque el hombre junto a él es la única persona con la que tiene encuentros de esa índole… algo que le da cierta confianza. Opta por darle un premio a ese puntual hombre…

 

Que sea sólo un dedo no impide que se trate aquello casi como una penetración tan pronto el largo corazón comienza a moverse… es un poco incomodo pero el rubio está ahí dispuesto a aprender de todo… y un gemidito, suave y corto sale al aire para adentrarse a los oídos del mayor.

 

Esas acciones que duran pocos minutos hacen que de nuevo se erija el miembro del desconocido aún con rastros de semen y saliva. Sentir nuevamente esa erección alienta a Naruto a bajar de nuevo su cuerpo, a arrodillarse, sacando lo que él mismo había metido a su cuerpo para que ahora agachado empiece  a abarcar con su boca su trabajo.

 

—Eso… sigueehh así. Chúpamela toda… Nh…

 

Absolutamente toda está dentro y sus labios parecen aprender rápido… a hacer milagros junto con su lengua, logrando un ilimitado goce para el dueño de aquel pene el cual ya salía y entraba ahora como si no supiera para qué más existir. Naruto deseaba ser ávido en abrir la boca al máximo y a dilatar la garganta para tragar… Y sin duda si tuviesen conversaciones, el hombre le diría que tiene talento para eso… que con gusto le va a ayudar a aprender a nunca sufrir arcadas.

 

Naruto sigue chupando. Está tan excitado que no puede resistir usar su mano para buscar su propio miembro y comenzar a pajearse rudamente.

 

El hombre presente eleva su rostro satisfecho, derramándose por segunda vez, agradeciendo tanto placer y agarra mechones del pelo del joven arrodillado, oprimiendo la cabeza en su dirección como último detalle de otro nuevo fin. Un cálido líquido llena la boca de Naruto hasta llegar espeso a su estómago. Esta vez sin desperdicio y dio cuenta inmediata de su sabor, hasta de su olor. De la concentrada textura.

 

El chico rubio también llega al orgasmo, tan tremendo que sus manos caen al suelo en busca de apoyo. Su pelo queda cubriéndole su rostro y sus rodillas tiemblan por el esfuerzo. Escucha la cremallera de un pantalón subir y los pasos del hombre se alejan, suenan apurados, ni siquiera se despide… aunque eso pasa la mayoría de veces. Ninguno de los dos habla mucho, sólo disfrutan.

 

Aunque antes de levantarse Naruto se da cuenta que bajo una de sus manos hay algo… la chaqueta del hombre. Eleva su rostro para llamarlo pero ya no debe estar cerca.

 

Toma la prenda y se arregla así mismo antes de salir. Entonces cuando lo hace la luz de las bombilla de afuera le permiten ver bien la chaqueta… qué curioso, es parecida a una de su padre. Decide guardarla para mañana y devolvérsela al hombre en otra escapada en las que aprende tanto. Naruto también está de afán, no piensa más en el asunto y echándose la chaqueta al hombro sale corriendo a su casa.

 

No entra por la puerta principal sino que con gran sigilo llega al jardín trasero y entra por la otra puerta.

 

—Maldito mocoso… —dice con cizaña alguien y Naruto se horroriza por tal susto. ¿No debería estar durmiendo la maldita perra…?

 

No responde nada ante ella aunque ganas no le falta de decirle en su frente maldita perra y más cosas. ¿Por qué su padre está con ella? ¿Un favor? ¿De verdad está enamorado? ¿O es que ella se abre muy bien de piernas?

 

La puerta principal se escucha abrir y tanto Naruto como la mujer entienden que es Minato. El chico rubio se alegra de haber llegado antes que él aunque pone un áspero rictus porque sabe que la arpía va a transformarse en dulzura rebosante para Minato… pero eso no ocurre. El ceño fruncido que le había ofrecido a Naruto aún no desaparece en ella cuando sale al encuentro con su esposo.

 

Naruto opta por subir lo más ligero que pueda al segundo piso, hacia su cuarto pero antes de llegar al pasillo de las habitaciones oye las voces de su padre y ella. La mujer esta vez suena molesta y Naruto pone atención. Ella se queja de las tardanzas de Minato. ¿Por qué últimamente tan frecuentes?

 

El chico asoma un poco la cabeza lo suficiente para que Minato desde la sala de la casa lo pille y le sonría como saludo, pero el hombre vuelve a poner atención a los regaños de su mujer...

 

—¿Y dónde está tu chaqueta, Minato? Fue un regalo mío… ¿Te han robado, amor…?

 

Como si fuese bipolar —o una experta camaleónica— ella por fin cambia su voz  represiva a una dulce.

 

Sin embargo a Naruto esto no le importa ahora…

 

Ahora su mano instintivamente a agarrado con fuerzas la prenda tan parecida a su padre… la que pertenece al hombre desconocido. Sigue allí esperando la respuesta de Minato que se ve ha sido tomado por sorpresa.

 

—Yo… creo que me la he dejado…en el trabajo...

 

La mujer comenta algo más pero Naruto no registra más cosas. Ha empezado a imaginar algo imposible… y mientras más intenta y se esfuerza en borrárselo de la cabeza, en un pequeño rincón de su mente algo parece querer desear tal cosa inconcebible. Imposible. ¿Minato como el hombre desconocido? No, porque simplemente un padre y un hijo no pueden estar teniendo encuentros tan morbosos como esos… ¡Imposible! Y Naruto se siente un loco por que lo está pensando… ¿Cómo puede ser su padre? ¿Cómo puede pensar que es él? ¿Cómo puede pensar en esa posibilidad? Impensable. Debe ser una broma el sólo hecho de pensar así de Minato…

 

…pero si fuera él...

 

No, ¡no, no! El corazón de Naruto late con fuerza, casi siente que va a desbordarse. ¿Por qué Minato saldría a buscar a otro hombre que se la chupe gratis?

 

¿Por qué?

 

Pero de todas maneras a quedado establecida la duda...

 

—Maldita sea… también se me quedó la billetera…

 

—¡No blasfemes! —grita la mujer a Minato.

 

Entonces los dos abajo escuchan los pasos acelerados del chico por el suelo de madera y luego una puerta cerrarse con fuerza. Ha sido Naruto con la prenda muy sujeta y con los ojos llorosos de los que ni se ha dado cuenta…

 

Mira borrosa la chaqueta por lo que restriega un brazo por sus ojos y con la más grande valentía que ha sentido en la vida rebusca por los bolsillos de la oscura ropa de ejecutivo.

 

En los primeros intentos no encuentra nada pero no puede sentirse aliviado. Deja de buscar y toma una respiración, se da cuenta de que está ofuscado, casi alterado…

 

Y en un nuevo intento encuentra una billetera… y en ella los documentos de su padre. Ha estado haciendo cosas prohibidas con su propio padre, ha estado mamando la polla de Minato. Ha tragado del semen de su progenitor… Ha dejado meterse un dedo de éste en su ano.

 

***

Un nuevo día y Naruto baja con ojeras por lo que la señora de la casa ha optado por no molestarlo con sus ya usuales amonestaciones de que es un vago, de que no es inteligente, de que es desorganizado. Minato ya se ha ido a trabajar pero para Naruto ya es demasiado tarde para alistarse e ir a su estudio.

 

La noche pasada no durmió y hoy hasta la tarde se la ha pasado frente al televisor pasando de canal de canal. Sin embargo desde ayer y en todo momento de ahora ha reflexionado… y mucho.

 

¿Es posible que Naruto le hizo sexo oral a su padre? Sí… Es una realidad y hay que afrontarla. Y entonces mientras pasan y pasan las horas el rictus de su rostro cambia a uno más normal, cambia a uno calculador… sus padres no le enseñaron a dejarse perder por las adversidades.

 

—¿Eso es un recipiente de ramen en mi mesita? —pregunta esa otra mujer con voz ofendida, esa segunda esposa de Minato, el error de éste mismo…

 

Naruto no le hace caso en responder la pregunta ni en obedecer lo que indirectamente exige ella… Se queda mirándola de arriba abajo con una expresión descarada… Así que no es que sepa abrirse bien de piernas... ¿porqué otra razón saldría un hombre como Minato a buscar tal compañia luego del trabajo? Ni siquiera debe saber darle una buena mamada a su esposo...

 

Naruto sí. Podría bajar y subir su cabeza sobre la entrepierna de Minato. No es lo que debería hacer un hijo pero es una verdad inesperada que se suma a su vida: no le ha desagradado la idea.

 

Se levanta del sillón y toma algo que estaba a su lado, la chaqueta de Minato.

 

La mujer lo mira con incomprensión al ver la prenda y Naruto opta por salir de allí antes que cualquier estupidez salga de la boca de ella, algo como “pequeño ladrón, ¿le has estado robando a tu padre?”. El rubio jura que esta vez le respondería con un “no, se la he estado chupando”. Cuando sale por la puerta escucha de nuevo la voz de ella prohibiéndole la salida… Pero Naruto tiene una cita que cumplir…

 

Y como Minato asiste tan puntual, el putito no debe hacerle esperar. Hermoso Minato… la arpía no se lo merece, Naruto siente que puede robárselo a ella, o mejor dicho, recuperarlo. ¿Se ha casado con ella para no borrar la figura materna en la familia? Viviendo solos sería mejor...

 

Sin dudar Naruto atraviesa el parque. Quiere aprender a usar su trasero para satisfacer a su padre y sabe muy bien que él mismo le puede enseñar... Por ahora en la oscuridad todo se puede…

 

Sin saberlo ha estado siendo el putito de papá.

 

 

Notas finales:

 Ehhhh! Final medio abierto, jeje como me gustan XD Y no me gusta lo trágico ♥

Reciclé algunas partes de un ItaSasu que había escrito ¬¬ Posible conti.


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