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PESADILLA por dannymay

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Notas del capitulo:

Waa tarde un monton, bueno aqui la continuacion, porfavor leean las notas del final

A la hora del almuerzo…

Su día no podía ser mejor, aunque no había visto aun a Hiroki y tenía muchas ganas de ver como reaccionaba este a su muestra de afecto, en ese momento sonó la puerta de su oficina.

-um?... adelante – dijo en el momento que revisaba unos libros para su próxima clase.

La persona que entraba a la oficina era un castaño de grandes ojos verdes y piel clara, quien llevaba un portafolio y dos cajas de bento, uno con una pañoleta roja y otro con una pañoleta verde.

-profesor Miyagi… me mandaron darle esto – enseñando el bento con la pañoleta roja, para después dejarlo en la mesita – el portero dijo que un chico de pelo rubio lo trajo para usted

-¡ah!... gracias Misaki-kun – le dijo al chico, aunque se dio cuenta que el tono que Misaki utilizo era algo serio, incluso se podría decir que molesto - ¿te paso algo?... te noto molesto

-no es nada profesor… solo estoy algo cansado – dijo desviando la mirada y sonrojándose levemente

A su forma de verlo, el joven de ojos esmeraldas se veía lindo, un sonrisa surco por el rostro del mayor, dándole al estudiante de economía más motivos para hacer de su cara un tomate.

-sabes que puedes confiar en mí, Misaki – le dijo de una manera comprensiva y dulce, tanto que gracias a Misaki descubrió un nuevo tono de rojo.

-profesor… lo que pasa es que hay alguien que me gusta – dijo algo cohibido el menor

-ah, ya veo… y no sabes como confesarte cierto – dijo, notando el nerviosismo con el que asentía – deberías llegar y decirle de manera espontanea lo mucho que te gusta.

-pero… tiene mas años que yo – la mirada verdosa del chico se escondía entre sus castaños cabellos

-¿más grande que el?... vaya a Misaki-kun le gustan las mujeres maduras – el profesor seguía viendo al joven que estaba temblando por los nervios.

-además es… es un h-hombre – el pobre de Misaki apretaba la tela de su pantalón.

Miyagi solo veía sorprendido al menor, de alguna forma aquello no le daba buena espina. Por alguna extraña razón sentía un pequeño dejabú, intento recordar, pero al voltear a ver a Misaki, noto que este ya no estaba sentado y se dio cuenta cuando oyó como la puerta era cerrada de manera brusca.

 

En la tarde…

Durante toda la mañana no pudo ver a Hiroki, pues ese día tenía  el horario corrido, suspiro, aún faltaba una hora para que pudiera retirarse, y si no mal recordaba, Kamijou debería de llegar en diez o quince minutos.

Los minutos le parecieron eternos, su mente aun no podía dejar de pensar en todas las posibles reacciones de su castaño compañero, tal vez le diría todo lo que le hubiera agradado oír, tal vez tendría a un lindo Hiroki que le mimara… se rio ante aquella idea, definitivamente debería de ocurrir o un milagro realmente poderoso o estar cerca del apocalipsis para que eso pasara.

La puerta se abrió, Miyagi decidió hacer como que trabajaba aun (N/A: ya había acabado todo, aunque suene DDC o Difícil De Creer xD). Pero un peso sobre su espalda y unos brazos que desconocía se posaban sobre el, un pequeño sobresalto.

-¿Qué hace sensei? – pregunto MUY lindamente un castaño de ojos cafés claros, que estaba un viendo con curiosidad el pergamino que tenia en manos el mayor.

Miyagi no podía creerlo, Kamijou era amable con el… y tierno, esto era demasiado para el, voltio para encontrarse con un Kamijou sonriente… ¡y sin su acostumbrado ceño fruncido! En verdad esto le parecía raro, aunque le agradaba ver a Kamijou un poco más… ¿lindo?

-Kamijou… ¿Qué tal tu día my honey? – pregunto con una sonrisa el pelinegro.

- bien sensei, ¿y a usted? – la contestación del castaño dejo sorprendido al mayor, siempre pensó que sería lindo ver así a Hiroki, pero ahora tenía un poco de miedo. No era que no le gustara, pero algo en su interior le decía que era mejor no ir más lejos, es decir, no hacer las cosas que molestaban a Kamijou.

-bien, aunque con mucho trabajo… mejor lo termino – volvió su vista al pergamino y empezó a leerlo, tal vez podría adelantar un poco de trabajo.

Los minutos eran tan malvados, definitivamente  el tiempo no estaba de su lado, pues cada ves que estos pasaban de manera lenta y tortuosa, él pobre Miyagi solo esperaba a que el reloj marcara las dos de la tarde para poder irse.

-ne… profesor… ¿usted cree que él, en verdad me quiere? – aquella pregunta saco de si al profesor, no sabia como contestar aquella pregunta lo había tomado por sorpresa.

- ¿eh?…no se a qué te refiere Hiroki – dijo el profesor sin notar que llamo al otro por su nombre.

-me refiero a Nowaki… ayer… discutimos y no lo eh visto o recibido un mensaje de él… ¿y si ya no me quiere? – los ojos del castaño se veían que aguantaba con todo lo posible por no llorar.

Miyagi sintió como se le comprimía el corazón, una vez lo vio llorar y por poco lo besa, no sabía por qué lo intento aquella vez, solo quería que Hiroki se calmara, se levantó de su lugar y fue con el castaño para calmarlo.

-él te ama Hiroki, no lo dudes… si no fuera así ¿de que serviría tanto tiempo de estar juntos? – no quería que otra vez lo golpeara el novio del castaño, recordaba ese golpe como si fuera ayer, lo único que hiso fue poner una mano sobre el hombro del castaño para brindarle apoyo.

Su jornada laboral llego a su fin, no fue nada fácil para Miyagi resistirse a los pequeños pucheros que llegaba a soltar el castaño, lo hacían ver adorable y con ganas de querer abrasarlo.

Estaba por salir de la oficina cuando se topó con los azules ojos de un tipo notoriamente más alto que él, aquella mirada la había visto antes… solo que ahora la veía calmada.

-¿no-Nowaki? – la voz aun llorosa de Hiroki hiso que tanto como el profesor como el pediatra voltearan a verlo.

Nowaki al ver a SU Hiro-san con restos de lágrimas voltio a ver a Miyagi, cambiando su mirada a una más molesta y (se podría decir) que hasta con resentimiento.

Miyagi al notar el cambio de la mirada del oji-azul se sorprendió para después recordar la forma en la que lo conoció… en que problema se había metido, lo mejor era negar cualquier culpa que se le pudiera estar ocurriendo al menor.

-no es lo que tú crees – grave error nunca le digas a NADIE (mucho menos a un joven celoso y egoísta con respecto a su pareja) aquella frase si no te  pregunta algo.

-¿y que es lo que yo creo? – si los ojos pudieran cambiar de color, ahora mismo serian del mismo color de la guerra o de la muerte.

 

En la Noche

Después de una muy difícil discusión con el novio de Hiroki, pudo dirigirse a su apartamento, solo esperaba que su niño no estuviera molesto por no acompañarlo a comer aquella tarde.

Le compro unos pastelillos, tenía que poner la excusa de “no sabía cuál te gustaría más así que no quise irme hasta estar ciento diez por ciento seguro” si eso podría funcionar con su pequeño terrorista.

Pero no sabía que esta era su verdadera pesadilla

-Miyagi… o-okaidi – escucho la voz de su niño, pero no recordaba que fuera tan… ¿sumisa?

Sus ojos no creían lo que veían… ¿era ese su terrorista?... enumero las cosas que estaban mal en aquella imagen:

1.      No estaba molesto por que llego tarde

2.      Lo recibió de una forma tímida y dulce

3.      No le reclamo nada…

4.      Estaba usando un delantal rosado (N/A: O.O)

5.      Su habitual ropa fue sustituida por un short negro que le llegaba como a mitad del muslo, algo ajustado, también traía una camisa de manga larga color perla y una pañoleta blanca en la cabeza

6.      Se veía sonriente e inocente a la infinita potencia (N/A: eso es lógico xD)

7.      Estaba cocinando… ¡Y NO SE VEIA EL REPOLLO!

Aquello fue que dio shock a su mente y cayo desmayado, azotando fuertemente sobre el piso de su apartamento.

 

Despertó alrededor de las once y media de la noche, se encontró en el sillón y al girar s rostro vio a su niño sentado en el sillón de enfrente ya dormido, sonrió, se levantó y lo llevo a la cama para que estuviera más cómodo.

Se disponía a marchase de nuevo a la sala cuando la mano del rubio lo tomo de la manga, vio los ojos adormilados y… ¿tímidos?... del menor, sentía que el alma se le iba, ya tenía demasiada ternura para un día, si no hacía algo terminaría cediendo a lo que le pidiera.

-duerme conmigo… por favor – definitivamente aquello lo mato, sentía que si no tomaba a Shinobu… pero ¿En qué momento cambio tanto su forma de pensar?... era el quien se negaba a tener relaciones con el menor… era el quien se controlaba para no tomar al menor… entonces… ¿en qué momento se abalanzo a besar el cuello del menor?

-ah… Mi-Miyagi… yamette kudasai… Mi… Miyagi – sus ojos se abrieron de sobre manera… jamás pensó que haría eso… y menos que el menor reaccionara de esa manera… no pensó que Shinobu se negaría, y menos que se lo digiera con lágrimas en los ojos.

Su cuerpo se sentía caliente, no podía… no debía dejarse llevar por el deseo carnal… dañaría a su niño si sucumbía, se retiró levemente y vio el rostro del menor lloroso y sonrojado, sus hermosos ojos grisáceos estaban abiertos y veían a Miyagi con algo de…. Miedo.

Salió del cuarto dejando al menor confundido, salió del departamento y corrió sin un rumbo fijo, las personas le gritaban que se fijara y uno que otro lo llamaba idiota.

 

Se sentó en una de las bancas del parque, si hacia memoria su día empezó de una forma agradable, y de repente se tornó extraña, hasta el punto de encontrarse con aquello que no  quería convertirse… en un pervertido…

-ya quieres volver a tú vida, ¿cierto? – escucho la calmada voz de aquella chica que había cambiado su vida.

-si… quiero volver – con eso fue suficiente para sacarle una sonrisa ególatra a la joven.

-… primero págame – dijo tangente

-…

-quiero un libro en especial, no es caro pero… cubrirá lo que me gasto en plantas – dijo dándole un papel – la librería marino sigue abierta, si me das ese libro, prometo que mañana en la mañana tu vida será como antes.

 

No supo que fue lo que lo movió para comprar ese libro, su cara estaba roja de la pena que le daba, vio como unas chicas susurraban algo y después reían cuando vieron el libro que tomo...

-kombawa, ¿le puedo ayudar en algo? – le dijo un joven castaño y de ojos cafés claro, por alguna extraña razón le recordó al novio de Kamijou…

- podría cobrarme esto – le dijo dándole el libro.

El joven se sorprendió al ver lo que el señor le daba, pues esto generalmente era comprado por algunas chicas que tenían corazones en sus ojos y le decían “Yukina-san dígame que tiene lemon”. El cliente no le parecía que fuera uno de ese tipo de fans, su apariencia era la de un hombre maduro y conservador (N/A: LoL).

-son 1500 Yenes – le dijo mientras pasaba la novela por el verificador de precios – ¿desea que lo envuelva?

-si, por favor – el profesor no pudo evitar sentirse incomodo, aquella chica lo mando comprar un libro pornográfico (N/A: no es porno)… peor un libro pornográfico homosexual (N/A: recalco NO ES PORNO… se llama hard yaoi =3)

-etto… puedo hacerle una pregunta – pregunto respetuosamente el joven

-¿eh?... claro –

-em… la novela… ¿es para usted? – si el joven era curioso, pero no podía evitarlo.

Miyagi se sonrojo enormemente, negó que el pudiera comprar semejante cosa para sí mismo (N/A: para que si lo hace con Shinobu LoL), el joven empleado le dijo que le creía, así que solo espero a que le pagara para poder darle el libro.

Al salir de la tienda se topó con la irada rojiza, el profesor se preguntaba qué clase de chica era aquella.

-aquí esta – le entrego el libro, y a cambio recibió de ella una bolsa café con unas flores de color rosado.

-bébelo en un té, cuando termines de beberlo ve a dormir y cuando despiertes todo estará como antes – decía mientras desenviola el libro.

Miyagi en verdad se preguntaba cómo podía leer eso, le parecía una lectura inadecuada para una joven, así fuera como fuera, pero la mirada entretenida y feliz de la chica le daba una que hojeada al libro.

-¿en verdad es interesante? – la curiosidad lo mataba y no pudo evitar preguntar.

-si – dijo mientras cerraba el libro y abría su bolso con intención de guardarlo.

-¿de qué trata? – pregunto mientras ella le extendía el libro, volvió a ver la portada, blanca con dos hombres de diferente estatura, uno abrasaba al otro y reposaba su cabeza sobre el hombro del menor que tenía el ceño fruncido, y en letras rosas “Junai Egoist”.

Abrió el libro y comenzó a leer una uno de los párrafos que veía.

“Hiroki se negaba a continuar aquello en el hospital…”

-¿Hiroki?pensó el profesor

“… Nowaki empezó a besar el cuello del castaño….”

-¿Nowaki?... pero qué clase de libro es… –  No pudo evitar preguntarse el profesor, dio vuelta a la página y vio un dibujito donde el castaño pasaba sus manos sobre el cuello de un doctor.

“… no pudo aguantarlo más, el oji azul metió su…”

-¡WAAAAAAAAAA!…. pero qué cosa es esto – dijo mientras alejaba al libro de él, lo iba a mandar muy lejos, pero una mano lo tomo antes de que eso pudiera ocurrir.

-hey… si no le gusta no lo vea – dijo mientras, ahora si guardaba el libro – moh… y pensar que por poco arroja una novela ilustrada a color

 

El profesor llego a su apartamento y noto que Shinobu ya no estaba en la habitación, suspiro, se dirigió a la cocina para calentar té, mientras el agua  empezaba a hervir se puso frente al refrigerador y lo abrió…

-definitivamente… voy extrañar el no ver tanto repollo T.T – se lamentaba un poco el profesor, para después cerrarlo y sonreír felizmente – aunque me gusta más la comida que Kamijou trae… o la de Misaki, ah ese niño es muy bueno… etto… pero Shinobu-chin está mejorando lentamente (muy lentamente)

 

Al día siguiente…

Un profesor abría los ojos lentamente y veía… ¿su sala?... no supo cómo fue que no llego a su cama, se levantó para poder ver que había en su sala, haber… una mesa con libros, otro sofá, un comedor, Shinobu incendiando la cocina, un televisor… ¿Shinobu incendiando la cocina?... efectivamente, de un sartén salían llamas y el olor a algo quemado empezaba a ser visto.

 

Paso un rato para que Miyagi pudiera salir ileso de aquella situación, según Shinobu, estaba haciendo lo mismo que los más grandes chefs, mientras que Miyagi negaba aquel razonamiento y decía que eso más bien era una de las maneras para matar a una persona.

 Si todo volvía a ser como antes, su pequeño terrorista seguía atentando contra su salud física y mental.

 

Notas finales:

ONTONI GOMENASAI...

aqui quiero dar a conocer algunas causas que me mantendran alejada del internet y del yaoi (buaaaa! T.T)

1.- tengo que precentar un extraordinario en C. Salud

2.- Mi teclado se traba, asi que lo mandare a arreglar

3.- Me piensan secuestrar para ir de compras... navideñas *escalofrio*

A los que esperan los capitulos de otros de mis Fics, solo me queda decirles que me esperen hasta el 29 de Diciembre y actualiso TODOS sin falta


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