Y fue entonces cuando sentí los huevos en la garganta viendo como Goyjo entraba al armario.
Me escondí como buenamente pude en la parte más alejada de él, que caliente y excitado seguía masturbándose mientras miraba por una rendija del armario a la zona del cuarto, donde uno de sus mejores amigos estaba tratando de encontrarle.
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Joder como me pone esto – alcancé a escuchar de sus labios para sí mismo, muy bajo, aguantando la respiración y un fuerte gemido por lo oído... estaba más que de acuerdo con él... joder como me estaba poniendo esa curiosa situación en la que me había visto envuelto, y entonces cerró los ojos, comenzando de nuevo con la masturbación mientras su compañero le llamaba, tratando de localizarle en alguna parte del cuarto, joder... me moría por saltarle encima en ese momento, cosa que por supuesto no haría.
Lejos de lo que mi propio sentido me pedía, me quedé ahí, frente a él, pudiendo ser descubierto en el mismo momento que él abriera sus ojos, y no pude evitar encogerme en el sitio y dejarme caer sin hacer ruido contra el suelo del armario, acomodado para ocupar el menor espacio posible... y comenzando con unas caricias similares a las que le veía hacerse en mi propio cuerpo.
Baila para mi, solo para mi
que al moverte se me escapa el aire
la noche es mágica y sensual
y el deseo incontrolable
el momento es ideal
ya no pares de bailar
ámame, baila baila casanova
Oooooh. baila baila casanova
oooooooh baila baila casanova
Y entonces pasó, su amigo se acercó al armario, haciendo que yo me escurriera más hasta quedar tumbado, viéndole gatear hasta donde yo estaba sin dejar de mirar al exterior, esquivando su cuerpo como podía y prohibiéndome a mí mismo respirar al tenerle tan cerca, prácticamente a cuatro patas sobre mi cuerpo, inquieto de un lado a otro para que su amigo, que se había acercado al armario para abrirlo por el lado en el que él estaba antes, no le encontrara.
Por suerte el delicioso calvario duró poco y no tardó en regresar a su posición inicial, dejándome finalmente respirar, excitado y al borde de correrme... por lo que parecía al igual que él, que ya empezaba a gemir agitado, al borde del orgasmo por lo que parecía.
Baila para mi, solo para mi
que al moverte se me escapa el aire
la noche es mágica y sensual
y el deseo incontrolable
el momento es ideal
ya no pares de bailar
ámame, baila casanova
Y cual fue mi sorpresa cuando ese orgasmo suyo llegó, haciéndome volver completamente loco al sentir su semen caer sobre mi cuerpo semi desnudo, haciendo que me costara horrores ahogar un gemido de profundo placer y forzándome a girar las caderas ligeramente para manchar la ropa que me rodeaba y no a él
Entonces llegó otro nuevo momento de ardiente tortura, se quedó ahí, respirando agitadamente, sudoroso y excitado, manchado en parte por el semen que no había llegado hasta mi y relamiéndose los dedos al notar también una pequeña parte en sus dedos, haciendo que mi cuerpo temblara de nuevo.
Y cuando finalmente pensaba que todo había acabado, que ahora era cuando abría los ojos y me mataba a golpes por verme en esas condiciones vi como, juguetón por estar aún su amigo en el cuarto, que entretenido por el vídeo había decidido quedarse un poco más, jugueteaba con el consolador entre sus dedos antes de metérselo sin miramientos tras moverse un poco para ponerse en cuatro, con el rostro hacia donde yo estaba, y por suerte para mi, con los ojos aún cerrados.
Baila para mi, solo para mi
que al moverte se me escapa el aire
la noche es mágica y sensual
y el deseo incontrolable
el momento es ideal
ya no pares de bailar
ámame, baila baila casanova
No lograba entender como lo hacía, como me podía encender tantísimo y de esa manera, jadeé suave, tratando que no fuera audible mientras miraba su delicioso rostro envuelto en placer y como ese consolador de un tamaño nada desdeñable entraba firmemente en su culo una y otra, y otra vez sin yo poder dejar de mirar, mordiéndome el labio al tener una idea un tanto curiosa, colocándome en una postura similar a la suya, introduciendo de una vez tres de mis dedos sin pensarlo mucho, mordiéndome el labio hasta hacérmelo sangrar para evitar el profundo gemido que mezclaba dolor y placer que quiso salir de mis labios.
Baila para mi, solo para mi
que al moverte se me escapa el aire
la noche es mágica y sensual
y el deseo incontrolable
el momento es ideal
ya no pares de bailar
ámame, baila baila casanova
Moviendo las caderas contra mi propia mano, tratando de seguir el ritmo a aquel que se follaba con el consolador, y al igual que él, tratando de hacer el menor ruido posible, en su caso para no ser descubierto por su amigo, que parecía empezar a cansarse del vídeo y no tardaría en irse, en el mio para no ser descubierto por ninguno de los dos.
Con fuerza volví a perforarme el labio, sangrando un poco más al sentir que no podía más, viendo como se arqueaba “para mi” tan cerca... tan caliente... y nuevamente su blanquecina esencia rozó mi piel, haciendo que tuviera que volver a girarme para correrme a gusto, viendo como, ya que su amigo se había ido, salía tranquilamente del armario a tientas y se dejaba caer exausto sobre la cama.
Ya solo tenía que esperar... esperar a que se durmiera y salir de ahí.
Nunca, NUNCA me había excitado tanto mirarle, era mi pecado, mi tormento... pero no me cansaba de hacerlo.