Comenzó la mañana como la rutina de siempre Misaki, Ritsu y Hiroki podaban en césped, cortaban la hierba mala, se plantaban las últimas flores, se preparaban todos para el gran evento del año, los más grandes de la sociedad esperaban ansiosos esa fiesta.
—Oye Misaki, Hiroki fue tras de nosotros, eso quiere decir que el también cometió un acto inmoral verdad – pregunto Ritsu mientras podaba algunos arbustos.
—A si es, pero... ¿Qué habrá sido?— se preguntaba, estaban escondidos entre unos de los arbustos de la casa, no querían encontrarse con Hiroki, menos en el estado de irritación en el cual se encontraba.
Hiroki por su parte cortaba algunas plantas, al parecer estaba tan enojado que las comenzó a cortar mal.
—Buenos Días — una voz lo asusto por detrás, Hiroki volteo lentamente, al ver de quien se trataba se dio la vuelta rápidamente.
—Buenos días Señor — fue lo único que dijo.
—Soy Nowaki Kusama, uno de los dueños de la mansión— agrego amablemente.
—Es mi jefe mucho gusto – Hiroki no volteo a verlo. —Quiero hablar algo contigo Hiro-san — añadió. Mientras tanto el otro capto algo que no le agrado.
— ¿Hiro—san? ¿Quién te crees tú para hablarme tan cercanamente? —se dio la vuelta con aura asesina, sosteniendo la tijeras enormes para podar.
—Bueno, leí en tu solicitud de empleo tu nombre, solo quiero hacer una pregunta — Nowaki retrocedió al ver a Hiroki con aquellas tijeras.
— Muy bien ¿De qué quieres hablar? — pregunto sin bajar la guardia.
— ¿Qué es una criatura inmoral? — bueno eso no le esperaba, así que inocentemente bajo las tijeras.
—Lo que yo considere que es, no me preguntes mas — Hiroki dijo esto para evitar seguir hablando del tema.
Nowaki solo sonrió, Hiroki al verlo se sonrojo un poco pero no se vio debido a los lentes, bufanda y gorro que lo cubrían, sin embargo algo que no le agradaba para nada era el hecho de que se lo quedara viendo, no era buena señal. Lo presentía.
Mientras tanto Misaki junto con Ritsu terminaron su trabajo, solo faltaba la piscina, la cual se supone limpiarían entre los tres, si a Hiroki le daba la gana ayudar.
—Voy a la cocina, por mas limpiador – Misaki comenzó a caminar hacia la cocina esperando encontrar a la ama de llaves, no lograba encontrarla así que decidió tomar lo que necesitaba del almacén.
— ¿Qué haces aquí? — la voz le sonaba familiar a Misaki.
—Akihiko-san — fueron sus palabras. — Estaba buscando algo de limpiador para la piscina –se rio un poco.
—Valla te tomas tu trabajo enserio, pero dime — se acerco lentamente, Misaki se hizo para atrás hasta que topo con la repisa del almacén donde estaban los productos de limpieza — ¿Qué hacías anoche en mi cuarto? – pregunto mirándolo a los ojos.
—Bueno, yo... yo... pues... tú sabes no — no sabía cómo responderle. Jamás pensó que si quiera lo fuera a interrogar, eso no es muy de ricos que se diga o tal vez sí. No lo sabía.
—Espero tu respuesta— se acercaba más a Misaki, el cual no hacía nada. Pero si seguía haría algo y no le gustaría a su jefe.
Cuando de repente un Ruido se escucho, al parecer alguien había llegado y no era cualquier alguien era...
— ¡Buenos Días! — Apareció de la nada en la cocina, se quedo mirando la escena — ¿Interrumpo algo? – pregunto.
—No, nada — Misaki alejo a Akihiko lo más que pudo, ya que este no quería alejarse.
— ¿¡Y Los demás!? — pregunto casi gritando. Sin quitar los ojos de la parejita que mientras uno parecía no importarle la situación el otro no parecía estar satisfecho con eso.
—Afuera – Akihiko no parecía de buen humor.
Ritsu se quedo solo esperando que Misaki regresara, en tanto sintió como se aburría.
—Me aburro, que aburrido, me aburro más que cuando estoy en casa, Abu...Rrrooo – Ritsu se quejaba a lo grande de su aburrimiento.
— ¿Qué se supone que haces holgazán? – Takano se apareció por detrás, Ritsu intento voltearse pero debido al agua que había en el piso, se resbalo cayendo hacia atrás. Ritsu pensó que hasta ahí llegaría, pero sintió como no pasaba nada, abrió sus ojos lentamente, sus miradas se cruzaron, al darse cuenta Ritsu rápidamente se puso de pie.
—Deberías tener cuidado, — le sugirió Takano.
—Yo siempre tengo cuidado – respondió Ritsu.
—Como sea, ¿Qué supone que estabas haciendo en mi habitación anoche? – se cruzo de brazos esperando una repuesta.
—Estaba buscando a Nemo – Respondió divertido.
— ¿Qué? – Takano no podía creer lo que ese engreído chico decía.
—Nada, y si estaba en tu habitación fue un error, por lo del espejo el tuvo la culpa – Ritsu se defendió.
— ¿Crees que nací ayer? –pregunto Takano enojado.
—No, no… no, si – Ritsu respondió seriamente mientras afirmaba con la cabeza.
—Tu...— Takano estaba a punto de responderle cuando.
—Masamune – La voz de Liria sonó a lo lejos sacando a los de sus pensamientos.
— ¿Qué haces aquí? , ¿Qué hace aquí? – pregunto a Akihiko, quien venía junto con Misaki.
—No tengo idea pero quiere vernos a los tres – respondió.
— ¿Y Nowaki? – pregunto Liria.
—Ahí viene – todos miraron a Nowaki quien venía junto con Hiroki, Misaki y Ritsu se quedaron asombrados, Hiroki no era exactamente de las personas mas dulces.
— ¡Que bien, ahora vamos! – Nowaki no alcanzo a llegar cuando Liria se lo llevo, ante los ojos de Hiroki le disgusto bastante cordialidad.
Los tres se quedaron solos.
—Ya lo tengo —susurro a Misa y Ritsu.
—Tan rápido — Ritsu a veces se preguntaba si este no era un mago o algo por el estilo.
—Ya se decidió la fecha, pero es necesario adelantarlo tanto—Misaki no estaba muy seguro de que su plan fuera a funcionar. Cualquier cosa podía pasar.
—Es necesario, ya nos hemos comprometido demasiado— Misaki y Ritsu se miraron sabían que era cierto.
—Entonces que así sea en tres días entraremos al bóveda, — dijo Ritsu.
El teléfono de Hiroki sonó, se alarmaron un poco sabían que sus números de teléfono solo lo tenían ciertas personas.
— ¿Qué quiere? — pregunto Hiroki, se escucho la voz del otro lado.
La cara de Hiroki cambio radicalmente.
— ¿Quién era? — la pregunta de Misaki puso a ambos un poco tensos.
—Ya están aquí— Los tres estaban asombrados de la rapidez con la cual los encontraron. “La Familia”, en definitiva tenia a los mejores de su lado.
Mientras tanto en el estudio, se encontraban reunidos para tener una charla bastante importante o al menos eso era lo que ella les dijo.
— ¿Qué quieres Liria? — pregunto Akihiko razonablemente molesto por la interrupción.
—Esto les va a gustar, al parecer sus ladrones pertenecen a un grupo llamado “LA FAMILIA”.
— ¿Ladrones? —
—Sí, los estrella de plata son al menos tres, pero ellos no son los únicos pertenecientes a este grupo, es lo único que conseguí hasta ahora, debo decirles que se están metiendo en un lió gordo y ¡Bien Gordo! – afirmo Liria, los tres se miraron, tenían que actuar rápido.
Liria salió de la habitación a esperar a que terminaran de armar un plan, camino hacia una de las ventanas de la mansión, e inmediatamente se detuvo frente a una, fue entonces que su teléfono sonó.
—Ya hice lo que me pediste — menciono Liria.
—Que bien, ahora solo falta esperar, muy pronto nos veremos de nuevo — dijo la voz, afuera de esa mansión un peli negro esperaba ansioso el reencuentro con su familia…