Estaban esperando a que comenzara a hablar lo más pronto posible, el lugar era el propicio para saber de una buena vez la verdad.
—Entonces esto comenzó cuando….
*****************La Fotografía**************
—Sonrían — se escucho el flash de la cámara — Muy buena foto — decía el hombre llevándose su enorme aparatado de fotografías.
—Ya vamos no seas aguafiestas — le ánimo su amiga a que se comportara un poco más alegre.
—No estoy de humor — afirmo con una cara fúnebre, la boda era una de las más esperadas por todo el pueblo pues querían y apreciaban a los novios.
—Vamos que no siempre hay bodas tan lindas que celebrar — la chica lo jalo del brazo para poder llevarlo a la mesa donde su familia estaba reunida.
— ¡Au!— se quejo mientras golpeaba si cuello con algo de fuerza, su amiga lo miraba extrañada mientras esperaba una explicación a su comportamiento.
— ¿Qué paso? —en ese instante el chico sin quererlo volteo, su amor no correspondido se alejaba, no sabía el por qué pero parecía muy apurado.
—Nada, solo quiero irme a casa— sin decir más no alcanzo a llegar a la mesa que estaba reservada para su familia, una decisión que según cambiaría su vida.
— ¿Estas seguro? — lo miro algo cansado su semblante había cambiado totalmente, no parecía estar bien.
—Si solo me afectan estos absurdos sentimientos — con esas palabras se marcho a casa, no quería que lo vieron sufrir por la causa de un amor perdido.
La fiesta del pueblo estuvo preciosa decían algunos mientras bebían una taza de café, otros mientras se marchaban, los novios por su parte estaban muy felices, pues no sabían lo que se avecinaba.
Los días pasaron y la noticia de la muerte del hermano del novio llego como balde de agua fría para quienes lo conocían, sin embargo una familia estaba más preocupada por otro asunto.
—Hijo ¿Estas seguro que no quieres que llamemos al médico? — su madre estaba entado a su lado, la cama era espaciosa, al igual que la habitación.
—Estoy bien en unos días todo pasara no te preocupes, pero si es cierto lo que dicen del chico que murió noche — pregunto con preocupación mientras se acurrucaba de nuevo en la cama.
—Me temo que si, nadie sabe realmente lo que paso — su madre se levanto de la cama no quería hablar del tema de la muerte, mucho menos teniendo a su hijo en ese estado de salud.
—Ya me siento bien, es mas voy salir un rato — como si de verdad estuviera bien, se levanto de la cama más rápido de lo que su madre hubiera pensando, mas no le dio importancia le dio gusto saber que su hijo realmente no estaba tan mal.
— ¿A dónde vas? — pero la preocupación no se iba por más que lo quisiera, necesitaba saber a dónde iría su amado único hijo.
—Voy a ver a un amigo que de seguro a de estar haciendo lo que mejor hace —se vistió con lo primero que encontró.
—Está bien pero si cuando regreses aun te siente mal llamare al médico — amenazo, mientras él se iba casi corriendo sin importarle la amenaza de su madre.
La tarde caía en el pueblo, el paisaje era deprimente pues muchos no esperaban la repentina muerte de aquel chico sin embargo a él no le importaba, lo que importaba era llegar a aquella lejana mansión que contenía a una persona que podría estar destrozada por la reciente boda, mas lo que encontró fue totalmente diferente.
— ¿Cómo? Pero…— estaba en la puerta de su casa observando el exterior —pensé que estarías llorando en un rincón de tú casa— le sonrió, se acercaba de a poco a su amigo.
—No pienso salir de mi casa nunca más — anuncio firmemente, esto dejo de piedra a su visitante. —Toma esto será lo último que recibas de mi — se dio la vuelta y cerró la puerta.
Era miedo lo que sentía, tal vez desilusión, no pudo hacer nada para evitar que se encerrara, se quedo esperando hasta que al fin se hizo de noche, no tenía más que perder, sabía que sería difícil converso de que lo superara pero tampoco esperaba esa clase de reacción.
—Hijo ¿Cómo? — no cupo como regreso a su casa lo uno que sabía era que de pronto estaba en la puerta, pero sin quererlo se desmayó.
Los días pasaron con dificultad ya que él tampoco quería salir de su habitación, se estaba convirtiendo en un total vago, a su familia inmediatamente le preocupo, a si que solo por simple formalidad llamaron al doctor del pueblo-
—Gracias por venir tan temprano — le dijo la amble señora.
—Es mi trabajo, pero ¿Dónde está en el enfermo? —pregunto con una sonrisa, e inmediatamente lo llevaron a su habitación, al entrar observo el aura de la humedad en la habitación.
—Los dejare solos— anuncio para luego retirarse.
—Gracias — se acerco a lo que parecía un bulto en la cama—Disculpe — antes de que pudiera hacer algo levanto un poco la sabana que lo cubría, para darse cuenta de quien estaba en la habitación.
— ¿Qué quiere? — hablo con una voz ronca.
—Soy doctor y —al verlo de inmediato reconoció lo síntomas — ¿Desde cuándo se siente mal? —pregunto con una voz casi alarmada—con su permiso.
Comenzó la revisión médica, y cada cosa que veía lo dejaba con una expresión en su rostro que lo aturdía, pues esa enfermedad no era doloroso lo que le seguía, si quiera pensar en aguantarla sin medicamento era un suicidio, a lo cual el enfermo no pudo hacer nada para evitarlo ni siquiera quejarse , no entendía como pudo suceder algo así pero estaba pasando, tenía que comunicárselo a la familia para que tomaran lo más pronto medidas para tratar la enfermedad, sin embargo antes de que pudiera salir el enfermo lo tomo de su muñeca.
—Estoy muriendo ¿Cierto? No es necesario que haga nada — su mirada reflejaba tal seguridad, sus palabras le llenaron de calma al médico.
—Esto aun tiene remedio, usted es a un muy joven para morir y de una enfermedad que —antes de que pudiera seguir hablando él se acomodo en su cama.
—No importa, fue mi total culpa por no atender me a tiempo, después de todo solo fue una confusión — tocio ligeramente— Ya no hay vuelta atrás — si el doctor también lo sabía que ya que aun hiciera lo que pudiera él jamás sanaría tal vez alargar unos días su vida pero nada más.
—Mi trabajo es salvar a las persona o al menos intentarlo —, dame una oportunidad de intentarlo — su miradas se encontraron fue un momento en el que le doctor-paciente se pusieron de acurdo en algo.
—Si es lo que realmente quieres doctor, de todas maneras el fin ya está por llegar — soltó su mano para poder acurrucarse de nuevo.
Se veía demasiado débil, por más que quisiera no podía hacer mucho, cuando a la familia le fue informada la noticia cayó en la devastación total, todos subieron a verle con mucha tristeza en sus corazones, no esperaban que se pusieran tan mal como para morir.
Solo fueron dos días en los que pasaron juntos, solamente dos días, las platicas doctor-paciente se hacían cada vez a un más largas, eran platicas que los hacía sonreír a ambos.
—Toma —le extendió algo— Quiero que lo conserves —anuncio mientras su tos se ahí cada vez más fuerte, dolía de solo escucharla.
—Esto es — se sorprendió al ver el objeto — es una hermosa fotografía — dijo intentando contener el llanto, pues el momento había llegado.
—Solo no me dejes solo quieres — tomo su mano en señal de que así seria.
—Fueron dos días, solo dos das pero no puedo soportar que mueras ¿Por qué no te atendiste antes? — pregunto con dolor el doctor que lo atendía.
—Por culpa de alguien, si eso fue, me hubiera gustado poder conocer a alguien más, que no fuera tan ridícula como para creer que mis síntomas era producto de la nostalgia romántica — decir intentado sonar gracioso.
—A mi me hubiera gustado ser ese alguien más — esas dulces palabras le llegaron al corazón, no se conocían del todo bien, pero sabía que si se hubieran llegado a conocer mejor las cosas habrán resultado no tan mal.
—Lo sé —ambos se rieron, la lluvia caía en ese momento, no eran fuerte pero tampoco demasiado suave.
—Tengo que traer tu medica-mente —anuncio, para luego ir a la cocina, quería que al menos sobreviviera esa noche y poder junto el amanecer, el chico solo asintió.
Observo cómo salía de la habitación con rumbo a traer el medicamento, pero sabía que le no resentir mas sin embargo lo dejo ir, dejaba a ir a otro que tétrico era.
Sin poder hacer nada más el tiempo había llegado, el tiempo que el adelanto rotundamente a lo planeado, suavemente cerró los ojos.
—Ya…— se dio cuenta en el instante en el que entro a la habitación ya todo había terminado, solo fueron dos días pensó mientras cerraba la puerta, no podía acercarse al cuerpo por más que quisiera aun no quería decir adiós.
La familia queda totalmente devastada por lo ocurrido, no sabían ni el cómo proceder, además de que el pueblo enfrentaba su segunda muerte en tan solo un par de semanas, uno no era muy común.
Ese día llovía como si un diluvio fuera a caer en ese mismo instante, como si quisiera llenar a aquel poblado de agua y sumergirlo en el olvido.
Se encontraba a fuera ya no podía ni quería seguir conteniéndose, era extraño como te puede afectar la perdida de alguien a quien apenas conocías, si es que lo conocías.
—No deberías estar aquí a estas horas — una voz lo desconcertó, pues al voltear a ver de quien se trataba una mujer lo observaba.
—Disculpe ¿Quién es usted? —antes de que pudiera seguir hablando la mujer se acerco un poco.
—Bienvenido al club de las cosas que no deberían ver pasado — le parecía que esa persona estaba diciendo locuras.
—Los ciento no…— no estaba de humor para poder complacerla con una plática sobre lo que fuera que quisiera platicar.
— Si te dijera que conozco al culpable de lo que le paso a la persona que posiblemente amarías ¿Qué harías? — un pregunta que le consto digerir en muchos sentidos.
— ¿Qué? — un trueno callo haciendo un gran estruendo, de la nada la mujer ya no estaba, el dolor de la perdida era demasiado para aguantarlo, después de eso el doctor no volvió aparecer en el pueblo sino hasta después de tres días, sin embargo ya era demasiado tarde…
**FIN**
—La fotografía representa esa tragedia — hablo Aikawa rompiendo la tensión del momento.
—La pintura, la fotografía todo esto es demasiado confuso ¿Por qué el Imperio quiere estas cosas? ¿Qué hay de bueno en andar escarbando tragedias ajenas? — Takano hablo sin formalidades interrumpiendo.
—Es verdad que tiene de interesante —Akihiko apoyo la respuesta, Kirishima los miro atento.
—Ellos creen que cuando todos los objetos estén reunidos y las historias sean contadas algo pasara, la razón por la que todo empezó — la pausa que hizo dejo a todos con la duda— ¿Por qué el hermano del chico de la pintura daría su corazón? No se sabía nada de él, por la poca información lo tenía todo, incluso su novia lo quería de verdad.
Nadie había pensando en eso, tal vez Hallen-Hill tenía mucho más que contar.
—Eso quiere decir que tenemos que buscar las demás historias y después que… — pregunto Shinobu con frialdad— Ya hemos tenido suficiente de muerte innecesaria, Kirishima
—Yo seguiré, desde ahora si ya no quien ayudarme lo entenderé pero para mí es importante, necesito saber…
Le sido la espalada y salió, los que sabían el por qué de su actitud simplemente se reaccionaron.
—Se decía que algún día la historia volverá a repetirse, no se sabe cuándo pero sé que será pronto por que el Imperio a empezado a movilizarse — la mujer recobro el sentido común que tenia.
—Ya fue suficiente terminemos con esto de una vez — Hiroki tenía la mirada baja ya no tenía niño de golpear a nadie.
—Ustedes, estarán seguros aquí pero no saldrán hasta que el tratado este firmado y tengan la protección de cargos más altos de la policía…— los presente se quedaron analizando un poco sus palabras.
—Se equivocan ya hemos llegado hasta aquí no pensamos perdernos nada…— se escucho el estruendo de las manos de Misaki quien las había azotado contra la mesita que estaba frente a él.
— ¡NO! ¡USTEDES YA HICIERON SUFICIENTE NO TIENEN QUE INVOLUCRARSE MAS! —su mirada era desafiante, pues estaba decido a que no hubiera más implicados.
—Lo que dice tiene razón, solo ya quédense quietos — Shinobu también tomo un semblante serio.
—Con lo que paso ya tenemos suficiente — los tres se fueron detrás de Kirishima, tenía que tomar las cosas con calma pues los recuerdos se sacudían por todas partes, cuando se quedaron solos en la habitación.
—No se van a quedar quietos ¿Cierto? —le hablo la peli roja desde su sofá muy cómoda.
—Muy cierto — dijeron todos al mismo tiempo mientras intentaba comprender todo lo que sucedía.
—Solo espero que estén preparados — dijo con cara seria y decida, todos la miraban también con seguridad de lo que estaban a punto de decir.
—Para dar la vida por ellos por su puesto — hablo Akihiko sonando demasiado seguro, su rostro, todo en el daba seguridad a sus palabras.
—No… a que ellos den la vida por ustedes — eso no se lo esperaban — más con eso de que la siguiente historia la sabe Asahina… — lo último lo dijo no molesto sino tal vez cansado.
Nowaki le susurro a Takano.
— ¿Quién es Asahina?—
—Ni idea pero será mejor no romper el ambiente de misterio —
Mientras tanto afuera de la florería con algo de frio, cierta persona miraba atentamente el local de enfrente. ¿Dónde estará Asahina?, el pasado de Isaka y Kirishima está cerca… ¿Chiaki despertara pronto?