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ROBARE TU CORAZÓN por Aria Kimiharu

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En la parte de afuera aun con un sin fin de sentimientos encontrados al tener a aquel hombre tan cerca lo hacía pensar que ya debía calmarse, que esos sentimientos debían ser enterrados en lo más profundo, de lo más profundo de su ser, observo como el chico que estaba en el balcón aun no podía creer lo que decía.

—Isaka y Asahina se conocieron desde que eran niños, ambos tenía una familia que estaba dedicado a las flores….

Desde que eran niños siempre se veían, uno enfrente del otro, solo los separaba una calle, era muy extraño que se hablaran pues ni su misma familia se hablaba, era extraño pero los padres de Isaka jamás  se relacionaban con sus vecinos.

—Mamá ¿Puedo ir al otro lado de la calle? — pregunto el pequeño.

—No, ya te dije que no te acerques a ese lugar — su madre le hablo con calma, mientras arreglaba un ramo de rosas, con un suspiro lo miro con ternura — escucha cariño esas personas son malas será mejor que no te les acerques.

El pequeño asintió sin poder dejar de pensar ¿El por qué eran malas? , casi siempre veía hacia el otro lado para ver qué es lo que realmente hacían en ese lugar, mas nunca veía a nadie, era tan extraño, por que se veía que las flores que vendía eran de las más caras,  sin embargo nunca los clientes entraban.

Pero un día sin siquiera pensarlo, el chico que casi siempre observaba desde el otro lado estaba frente a su casa.

 — ¿Necesitas algo? — pregunto al observar como este no se movía.

—No — dijo, para luego intentar huir mas no pudo pues el otro lo atrapo  de su camisa.

—Espera… seamos amigos — con un cara seria le hablo, él siempre se había preguntado qué clase de personas Vivian al otro lado, pero nunca se animó a averiguarlo ya que su madre le impido que si quiera cruzara la calle.

— ¿Amigos? — esto dejo al otro en conmoción.

— ¿Cómo te llamas? — se acercó un poco más.

—Kaoru Asahina —susurro.

—Ryuuichirou Isaka — respondió el otro soltándolo de su agarre — Seamos amigos Kaoru — le extendió su mano para quien este la tomara.

El otro sin decir nada solo tomo su mano, se veía tranquilo, muy tranquilo, con una suave sonrisa en sus labios.

Después de ese día, ambos platicaban mientras los padres de Isaka iban a algunos lugares, casi siempre tenían que enviarse cartas, por miedo de lo que encontraran aunque eso fue hasta que cumplieron la mayoría de edad, siempre tan cercanos a pesar de no poder tener una amistad común ,  realmente eran pocas las veces que habían estado juntos más de seis horas a la semana pero eso les bastaba era interesante e  inesperado a la vez, sin darse cuenta su relación fue cambiando pero ninguno de los dos se atrevía si quiera a decir algo hasta ese día en la lluvia.

 — ¡Rayos!— un Isaka todo mojado intentaba abrir la puerta de su establecimiento, el cual lo adentraría en su hogar — Si rompo el vidrio ¿Cuánto me cobraran? — la lluvia caía fuerte,  algunos atruendos caían de repente, con un poco de duda sintió como era observado por alguien.

—Kaoru — susurro al voltearse a ver quién era aquel que lo espiaba — ¿Qué pasa? Tu también olvidaste las llaves de tu casa — ante el no parecía estar él, su  amigo que había tenido por largos años, algo andaba mal y él lo sabía.

En un acto reflejo camino hasta donde este se encontraba a mitad de la calle, la lluvia seguía cayendo cada vez con un poco más de frio, cuando al fin pudo estar más cerca para obsérvalo se percató.

—He de decirte algo así que por favor escucha — esas palabras fueron amargas, se notaba el dolor en ellas pero a la vez la decisión de decirlas.

—Adelante —   la luz del sol pronto desaparecería, era raro que lloviera por la tardes, pero de vez en cuando lo hacía,  cuando la poca luz de la tarde despareciera  sería el fin de lo que nunca pudio comenzar, como un acuerdo ambos se abrazaron.

—Confía en mí, siempre confía en mi… quiero abrazarte por siempre, siempre quiero estar a tu lado… pero necesito protegerte — su voz temblorosa anunciaba que pronto dirá algo que a aquel chico que abrazaba quería oír.

—Mi corazón se está rompiendo… ¿Puedo confiar en ti? — sus palabras salían en un susurro que la lluvia se llevaba, palabras que se resbalaban en la piel de cada uno.

—Cuando sientas que no puede más yo estaré contigo, siempre pensando en ti —  se miraron a los ojos, en medio de esa calle donde de un lado estaba la florería y la otra el negocio de los padres de Kaoru, atentos a lo que pudiera pasar decidieron que ya era tiempo.

—Te amo — adiós a todas la dudas que desde hace tiempo tenían en su cabeza, se acercaron el uno al otro suavemente y bajo esa estridente lluvia por primera vez se besaron , un beso lo suficientemente cargado de esa ansiedad de tener al fin a la persona amada, un beso que era suave y delicado, cada vez atraían a un más a su cuerpo al suyo , no podían controlarse esa tal vez sería la última vez que se verían en un buen tiempo, era el día en que se confesaron su amor el mismo que se separarían.

—Yo también — ¿Qué más podía decir? en ese momento su sonrosa melancólica adornaba su rostro.

—Mañana voy a casarme y por disposición del Imperio tienes que ir — dolor, pero tenía que ser fuerte.

— ¿Qué linda manera de invitarme a tu boda? — Isaka sonrió sarcástico como siempre.

El abrazo bajo la lluvia duro menos de lo que quieran ambos, pero así tenía que ser, así se había dispuesto.

No se dijeron nada más, ambos e alejaron el uno del otro cada uno a sus respectivas esquinas intentando no mirar atrás, haciendo que cada uno de  los sonidos de su pasos hacían eco en los oídos del otro, pero al llegar a la puerta…

—Cierto no traigo llave — confundido con la gotas de lluvia que caen en ese momento las lágrimas de Isaka fueron silenciosas, dolorosas pero llenas de esperanza.

A l mañana siguiente así como se predijo muchas personas habían asistido a esa gran boda, Ryuuichirou no conocía nadie de ese lugar , a veces pensaba que sería un error de alguien que él estuviera en ese lugar que parecía el cielo, hasta que  pudo verlo  como el novio entraba con la cara en alto con un traje negro completamente con una rosa de adorno en él, serio ante toda la situación e incluso indiferente camino hasta llegar al altar, no venía acompañado de nadie, la música de marcha nupcial se hizo presente.—

Se veía como la novia caminaba por el largo pasillo de alfombra roja para llegar  a su destino, con una cara rígida y sin emociones, no parecía feliz ni tristeza, no tenía ni una solo expresión en ese rostro suyo; estaba acompañada de lo que parecía ser un actor interpretando el papel de su padre.

Isaka solo podía callarse sus ganas de aniquilarla, de cortarla en pedacitos y hacer que todos en ese momento desaparecieran, quería poder salvarlo y no solo ser salvado como había salido siempre, desde niños, con era su dulce sonrisa que mostraba de vez en cuando y casa nadie veía, casi nadie podía ser testigo de esa hermosa sonrisa.

Volvió a la realidad cuando vio a la novia que llegaba al altar, todos los presente parecían ver emocionado la escena perfecta de una boda, pero los novios estaba a punto de salir corriendo, todos se sentaron esperando lo inevitable, a lo que había ido en ese momento, comenzó la ceremonia como cualquier otra, a pesar de estar en uno de los mejores lugares del país no se sentía más que frio  a su alrededor.

Se sentía mal consigo  mismo por no poder hacer nada más que observar cómo era que el amor de su vida se casaba con una arpía como esa, entre más pasaban los minutos el momento llegaba, en algún momento lo pensó, quería hacerlo, quería decirle al mundo que  aquel hombre que estaba ahí a punto de casarse en realidad lo hace para protegerlo, pero eso la misma razón por la que se quedaría callado y no diría nada.

—Si alguien tiene algún impedimento para que esta boda no se realice, que hable ahora o calle para siempre — todos tenía impedimentos, pero nadie hablaba, literalmente les habían cerrado la boca. —Entonces los declaro marido y mujer — hablo de nuevo — Puede besar a la novia — con eso fue suficiente para el corazón de Isaka se acabara de romperse, el beso aunque fugaz  era como una daga en el corazón.

La ceremonia termino, todos forzosamente tuvieron que desearle lo mejor a la feliz pareja, aunque a la novia ni se le acercaron a más de un metro, solo un apretón de manos.

No hubo recepción, no hubo nada que le diera algo especial a ese día, excepto tal vez que ellos se vieron por última vez, porque después de ese día todos volvieron a sus actividades normales. Cada quien  a hacer lo que le correspondía.

—Isaka al no ser parte de la organización solo podía quedarse esperando a que alguien decidiera desafiar al Imperio, cosa casi imposible, nos pusimos en contacto casi inmediatamente para protegerlo, pero nos hemos llevado algunas sorpresas al conocerlo… — su semblante se notaba cansado.

Hiroki termino de relatar los acontecimientos según se los sabia, había cosas que quedaron grabadas en su cabeza a pesar de que eso y había sido hace varios años.

 —Hiro-san ¿Qué es lo que planean? Esa es la razón por la cual quieren derrocar al Imperio…

—No, esa solo una de las tres, pero el principal paso un año después de la boda, pero eso a ti ya no te incumbe —  respondió con la cabeza un poco baja, aun el recordarlo.

—No puedo creer que el Impero hubiera hecho otra cosa peor que hacer a una persona casarse  sin amor   — Nowaki estaba completamente en shock, sabía que se había ido a meter en problemas pero nunca imagino un pasado similar.

—Kirishima, él es que inicio este movimiento, ya es suficiente— de pronto el ambiente silencioso hizo pensar que aquel castaño estaba sufriendo.

No supo cómo pudo hacerlo, ni siquiera si se caería en el intento pero sentía esa necesidad de abrazarlo;  lo hizo de una forma en la que ambos no calleran, Hiroki se sorprendió por la actitud de este, pero no podía oponer mucha resistencia si lo hacia lo más seguro es que ambos caerían.

Y así se quedaron en silencio un par de minutos.

Mientras tanto en la baño, Ritsu estaba acorralado entre hablar o no hablar, ese era un secreto que todos compartían y una de las razones por las cuales estaban a punto de enfrentarse al Imperio.

— ¿Qué pasa? Yo también quiero saber… tu vida está en juego todo por tu líder — Takano aún tenía muchas dudas sobre el chico que estaba al otro lado, no podía evitar tener algo de miedo por la respuesta que le daría.

—Ese día le quitaron lo que más amaba, a su esposa y a su hija — su tono de voz sonaba dolido pero tranquilo, aun no podía descifrar que es lo que estaba sintiendo en verdad.

—Todo comenzó esa tarde….

Sin embargo mientras ellos recordaban cosas que hasta ahora no habían hablado, en la mansión principal del Imperio donde una de las organizaciones más fuertes se encontraba, mirando a la ventana un hombre se quedaba pasando ante el tiempo que había pasado desde ese día.

—Papá ¿Mamá no volverá hoy? — una niña de unos seis años hablaba con timidez.

—No lo siento, pero mañana volverá y podrán pasar tiempo juntas — intento animar a la pequeña quien con tristeza solo asintió, hacía mucho que no veía a su madre por lo que comenzaba a extrañarla de una manera normal a su edad.

—Mamá no me quiere ¿verdad? — le pregunto con tristeza, en ese lugar el poco amor que había recibido había sido de su padre quien la criaba con amor y atenciones.

—No digas eso Hiyori —  se arrodillo frente a ella para abrazarla — te quiere solo que por ahora está muy ocupada atendiendo unos asuntos, la cargo entres sus brazos esperando que aquella mujer no volvería, por lo menos en un tiempo más.— Te llevare a tu habitación ya es noche   — cargándola se la llevo para que durmiera preguntándose si algún día toda la verdad seria revelada, se sentía intranquilo pero no podía hacer nada desde su posición ya que debía cuidar del preciado tesoro de uno de los que más los ayudaron hace siete años … Kirishima.

Notas finales:

 

Gracias por leer n_n...!!!


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