En una gran mansión donde se entrenaba a niños huérfanos para convertirse en los próximos sucesores de “La Familia”, donde varios compartían cuartos y algunos no debido a su desempeño, se encontraba en uno de los más sencillos cuartos, dos chicos que después de perder una misión habían sido degradados de de rango.
— ¡Quieres levantarte! — le decía intentando quitárselo de encima, ya había pasado más de la hora de despertarse y comenzaba a hartarse.
—5 minutos más — susurro acomodase mejor en la cama.
—No, levántate ahora o te golpeare tan fuerte que veras estrellitas — e inmediatamente se quito.
—Que pesado eres Hiroki — le reclamo Misaki mientras se acodaba después de que lo movieron de la cama.
—No me importa, además hazte a un lado que estas aplastando a Magi — lo corrió de su cama.
—Lo siento Magi — se estaba comportando como normalmente lo hacía, más al notar que si le llevaban la contra a Hiroki podría terminar muy mal el asunto, mejor no meterse con él, no más de la indicado.
Hiroki se lo quedo viendo un rato mientras, desvió la mirada un momento, para luego meterse al baño solo quedaban una hora para ir a su entrenamiento, estaba harto de que se burlaran de el por tener un amigo imaginario, hacía que decido golpear a quienes dijeran que era mentira.
Pero que se podía esperar de un niño de 8 años.
— ¡Ritsu! ¡Cambia de habitación conmigo! — le exigió al notar como este entraba a la habitación.
—Calo que no, te toco esta semana dormirte con él no es mi culpa que hayamos perdido la misión y nos mandaran a estos cuartos tan feos, así que aguanta solo hasta que elevemos nuestro nivel y nos den nuestra propia habitación — dijo mientras se sentaba en el borde la cama.
—Hay esta Magi—
— ¡Perdón! — se exalto, en verdad que meterse con el amigo imaginario de Hiroki era un total dolor de cabeza, no porque fuera molesto, sino porque este era capaz de aplastarles la cabeza si se le ocurría desmentirlo, en definitiva, aunque no lo creyeran debían seguir la corriente y no solo ellos.
—Oh Ritsu ya te levantaste, más te vale— El aludido salió del baño con una gran sonrisa, al parecer si nada salía mal todo estaría en calma. — Ya quítate de la cama Misaki hay que arreglar el cuarto, se no hace tarde — e inmediatamente los dos se pusieron a limpiar, si algo tenían en común era que les gustaba que las cosas estuvieran limpias y en su lugar, no lo podían evitar se sentían demasiado inquietos si veían cosas fuera de su respectivo lugar.
—Los espero abajo, pero muévanse que son dos y no pueden tener no siquiera esta habitación lista — se fue burlándose de los dos que se encontraban tendiendo su cama.
—Magi no está, que extraño — Misaki no entendía cómo es que había nacido ese personaje ficticio, solo una vez llego de la nada e invadió sus vidas, en cierta forma no le extrañan, después de todo eran huérfanos de padres que se habían quedado solos.
Dio un gran suspiro.
—Sea lo que sea que estés pensando será mejor que lo olvides, el pasado debe estar enterrado en lo más profundo de tu ser, no puedes llevar a cabo actividades delictivas si no tienes la cabeza fría — sus sermones eran de los más de lo más extraño, aunque Misaki sabía que los niños aun no dejaban de lado la idea a de que llegaran por ellos en cualquier momento, que en verdad su familia los apreciaba y quería a pesar de todo.
—Claro lo siento — se río algo nervioso.
De pronto se escuchó algo de ruido en el comedor, he inmediatamente ambos bajaron apresurados, era un amplio espacio en donde todos los miembros de la futura organización comían, preparándose para comenzar el día, se dieron cuenta inmediatamente que Ritsu se había metido en problemas, su actitud varias veces lo había llevado a ese extremo.
— ¡Oye tu déjalo! — Misaki al ver que su amigo estaba siendo atacado por tres personas que también eran candidatos para convertirse en los sucesores de los ladrones de la familia.
En ese momento Hiroki noto una presencia extraña en la habitación.
—A son unos tontos — al parecer lo decía al aire — Pero son mejores que esos otros tontos — la pelea se estaba poniendo seria, como todo los niños sus peleas eran medio extrañas — ¿Qué dices?
Algunos niños lo miraban extraño pues desde hace algunos meses que había comenzado a tener un amigo imaginario de la nada, aunque para él era muy real, demasiado real.
— ¡Hiroki ven aquí y ayudarnos! — le grito Ritsu sosteniendo a un niño un poco más grande que él, debían de ser más fuertes que los demás eso seguro.
De inmediato el pequeño se lanzó contra los tres, quienes se asustaron al ver al pequeño correr hacia ellos, pues desde entonces comenzaba a hacer una no tan buena fama.
Pero antes de llegar a atacar, volteo a ver había donde no parecía a ver nada.
—Lo recordare…— y con esas palabras los tres se fueron en contra de sus enemigos, quienes después de una lucha casi interminable resultaron ganadores.
Con eso se ganaron un castigo por un mes par a limpiar el comedor y los baños, en una de esas noches de castigo debido a que recientemente el amigo imaginario no había sido mencionado Ritsu pregunto:
— ¿Y magi? — solo por curiosidad.
—Dijo que tenía que irse, pero estoy seguro de que pronto lo volveré a ver… —menciono mientras limpiaba — Por cierto, Ritsu… Magi dijo que no lo olvides — tanto Misaki como Ritsu no entendieron como es que había podido ser eso, si a Ritsu solo le parecía una broma.
—Claro…—
Un recuerdo que puede quedar en el olvido, pero que siempre podría estar más presente.