La fiesta transcurría según lo establecido por el festejado, todos sonreían y bebían vino hecho especialmente para la ocasión, los policías no sabían si seguir o no en ese lugar, porque por más que quisieran no podrían hacer nada, eran ellos vs todo el equipo de seguridad de la casa, el recaudar información era parte fundamental de la misión, no podían distraerse de ninguna forma posible, de ello dependía su vida.
Pero uno de ellos no pensaba claramente.
Yukina quedo encantado con aquella dama, a la cual solo la había visto un momento, pero con la mirada insistía en buscarla, es decir, era la señora de la casa, ¿Cómo podía perderla de vista tan pronto?
Por otro lado, aun se percataba que era vigilado cuidadosamente por ella, quien se encontraba en una habitación secreta de la gran casa, el lugar estaba que brillaba por los lujos que se encontraban en ella, especialmente la tecnología de espionaje que le permitía vigilar todo el lugar realmente no tenían comparación, en esos momentos se estaba llevando a cabo el último movimiento, la última vez que para su suerte estarían en ese lugar.
— ¡Kisa!, ¡Sal de una maldita vez!— grito Shinobu desesperado porque su compañero se había escapado de la fiesta.
—Shinobu, por favor calma el plan está saliendo como debe ser, pronto tendremos en nuestras manos el piano — aseguro del otro lado de la puerta, pues Shinobu podía dar más miedo del que aparentaba.
—Oh vamos, ¿De verdad es necesario todo este escándalo? — Chiaki estaba al otro lado de la puerta junto con Shinobu.
—Dile a él, estamos aquí para matar a Alaha-Sail, obtener esa cosa, para que al fin “El Imperio” obtenga el poder absoluto sobre los negocios que hace— realmente estaba fastidiado, el calor, la comida, las raras personas que lo habitaban, ya lo tenían harto , no podría escuchar nada mas sobre Siria durante un tiempo.
—Tranquilos ya llego — Kisa miro atentamente la pantalla donde se encontraba la persona a la cual estaban esperando — Por fin saldremos de aquí y podre dejar este estúpido trajecito de buena esposa — con calma abrió de nuevo la puesta esperando no encontrarse con un Shinobu dispuesto a matarlo.
—Mas te vale que esto salga bien — le recrimino y comenzó a caminar para recibir al invitado de honor.
Mientras tanto en la fiesta donde los policías encubiertos, lamentaban estar en ese lugar, pues realmente creían que no había nada que buscar por ahora.
— ¿Podríamos irnos de una vez? — Con cara de antipatía pidió Miyagi al notar que obviamente por ahora estaban en desventaja, después de todo ¿Qué podían hacer ellos contra un poderoso Imperio como “FIRE”?
—Ya es hora de volver, la misión termina por hoy, dile a Yukina que nos vamos — ordeno el jefe, no quería problemas, menos sin una buena razón para que lo hubiera.
De pronto las luces se apagaron, todos voltearon a ver al centro del lugar, donde la enorme puerta de la mansión se abrió dejando pasar a al invitado que estaban afuera.
Guiados por sus instintos entraron al lugar, el cual estaba finamente decorado para que todos comieran esa noche, de pronto Miyagi se paró en seco, todas las mesas estaban numeradas, con los nombres de cada uno de los invitados, lo que sugería que podrían ser descubiertos en cualquier momento.
—No podemos, nos descubrirán — debía advertirles, pero junto a él solo estaba su jefe, a Yukina no lo podía localizar del todo.
— ¿Dónde se metió? — susurro Yokozawa al notar que el irresponsable de su empleado estaba completamente perdido quien sabe dónde.
Hasta que.
—Bienvenidos sean todos — las luces se centraron en aquel hombre Alaha-Sail — como saben hoy es un día muy especial, no solo porque es mi cumpleaños, sino que también he logrado arrebatarle algo preciado al “IMPERIO”— grito emocionado alzando sus manos en señal de victoria, eh inmediatamente todos aplaudieron— Este piano ha sido buscado por generaciones, historia antigua que para ellos es muy importante — río agresivamente mientras mostraba a su público aquel piano color negro, Se veía que no tenía mucho tiempo de ser comprado, todo estaba perfectamente, como si el tiempo nunca hubiera pasado por el instrumento.
—Ahora con ustedes, el mejor pianista del mundo Yukina Haru — ¡Maldición!, pensaron los dos policías al ver al rostro ya conocido, entre toso los pianistas del mundo, si, tenían que elegirlo a él, de verdad que en ese momento solo les preocupaba una cosa.
Ambos preocupados por su compañero decidieron buscarlo más seriamente, pero por la cabeza de Yukina, solo pasaba una sola cosa, su hermano estaba ahí arriba con un montón de malos hombres que seguramente lo habían amenazado, porque… el no podía ser malo ¿Cierto?, siempre había sido su ejemplo a seguir, su mejor amigo, su aliado, no podía ser cierto que estuviera del lado de los malos.
—Con gusto les diré que él, tocara una hermosa canción sobre este piano que no ha sido “supuestamente” tocado en años, ¿Pueden creerlo?, porque según cuenta una terrible maldición caerá sobre aquel que lo intente — de nuevo esas estruendosas risas, que no mostraban ni el más mínimo respeto por el articulo—También quiero decirles que él es un gran socio en nuestro negocio, pues tiene acceso a aquellos que nos molestan tanto, que son un verdadero dolor de cabeza.
Todos en silencio, Yukina del otro lado solo pensaba que si fuera, si fuera verdad lo que le estaban diciendo entonces…
—Buenas Noches — por primera vez hablo el sujeto bien vestido, Yukina Haru, un tipo alto y un tato delgado, color de pelo rubio pero más opaco, penetrantes ojos negros que miraban al público, — es para mí un honor informales que tenemos invitados de mas esta noche, por favor denle la bienvenida a la policía encubierta de Japón.
Tres enormes luces señalaron su posición exacta en el lugar, los presentes los veían con una sínica sonrisa, sabían lo que pronto vendría, una inmensa tortura, de la cual nadie había salido vivo solo fueron tres segundos en los que de inmediato tenían varios elementos de seguridad detrás de ellos, quienes no cabían de la sorpresa.
Se acercaba lento, pero seguro, era claro que su hermano lo había traicionado, pero incluso viéndolo no quería ver en lo que su amado hermano se había convertido.
— ¿Algo que decir Kou? — Pregunto con calma, mas en su mirado no había como explicar lo que sentía en su corazón, por más que quisiera, por más que lo intentara, porque quería gritarle o golpearlo — Llévenselos…— se miraron a los ojos, en ellos no parecía a ver nada más que una profunda decepción el uno del otro.
Debía decirlo, estaba en la punta de su lengua haciendo que quisiera vomitar, pero al final no dijo nada.
Caminaban con caras decaídas, a excepción de Yokozawa, por ahora no era conveniente decir que el realmente sospechaba que el hermano de Yukina había dio cómplice de ellos durante un largo tiempo.
Sentía su mundo caerse, desmoronarse, ene se momento olvido todo a su alrededor incluyendo la mansión, pues ahora tenía algo mas importante pero no sabía qué hacer, era que su hermano, ¿Debía arrestarlo?, pasaría muchos años en la prisión, el no quería eso para él, siempre espero algún día ser tan buena persona como él lo era y ahora… ahora no sabía exactamente que esperar.
En la fiesta de nuevo se escuchan aplausos por los sucesos recientes.
— ¡Y AHORA A TOCAR!— en Haru no se notaba ni el más mínimo arrepentimiento por los sucedido, Kisa admiraba como es que su manos iban a posarse en el piano, esa era la señal, las señales para acabar con todo.
Sin embargo en el techo de la mansión otros planes se estaban gestando, otro plan se ponía en marcha, uno que cambiara por completo las cosas.
Contaron 1, 2, 3,… y el techo se derrumbo, una fuerte explosión que hizo que los invitados dieran un grito retardado, nadie pudo preverlo, lo raro fue que solo fue un pedazo, la parte que estaba sobre los invitados.
— ¿Qué haces ustedes aquí? — ¿Qué importa que los descubrieran de todas maneras?, después de todo debían actuar rápido.
—Un placer verte de nuevo Kisa — el trió de ladrones se encontraba en el centro donde el polvo de los escombros los cubrían.
— ¡¿Qué está pasando aquí?!— grito Alaha-Sail, sin esperarse recibió una bala en el cráneo, muriendo al instante, eso sorprendió a los cuatro presentes, ¿Quién había disparado el arma?, con una mirada aun mas impactada, miraron al responsable.
—Yukina Haru — el cual sonrió, si había un secreto en la familia Yukina, uno que no podía ser revelado si no solo al primogénito de la familia, lo que significaba que efectivamente él era…