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ROBARE TU CORAZÓN por Aria Kimiharu

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Con esa misma expresión esperaba  que no se notase que lo hiso a  propósito y no por accidente, todos se quedaron viendo a su amigo quien le había disparado a Tsumori.

—Chiaki…— Hiroki no podía creer que hace un momento estaba siendo amenazaba por quien consideraba su amigo.

—El nunca me agrado, pero lo importante es que esa chica esta aquí, vámonos de una vez — le dijo con un tono muy serio que los otros no pudieron entender.

Desde siempre Chiaki y An no pudieron verse ni en pintura, An era parte del trabajo en compañía, lo que significaba: Ella podía hacer lo que quisiera, en cualquier momento, aunque primeramente fue considerada para el grupo de los asesinos, con la sorpresiva llegada de Chiaki todo cambio y la organización  fue cambiada, ahora An y Tsumori eran los únicos encargados de hacer trabajo de oficina, pues no les le consideraba aptos para el trabajo de campo.

En ese momento ya no había nada de qué hacer, era obvio que ella será quien se querida con el piano mientras ellos intentaban huir de cualquier forma posible.

Hiroki se quedo un momento en la habitación, a pesar de todo lo que pudiera suceder en aquel momento,  sentía un terrible dolor de dejarlo solo  en ese lugar, Tsumori era su amigo, uno que intento matarlo pero igual su amigo.

Lo acomodo en un lugar donde  lo pudieran encontrar, sentía algo de rabia, pero no es que pudiera hacer nada de todas formas,  miro un momento para después levantarse esperando que eso no se volviera repetir en un futuro, pero sabía perfectamente que eso no pasaría, desde hacía mucho le había tomado distancia ya ni siquiera se reunían como antes, eso solo significaba una cosa; estaba cortando todo lazo con él.

Paso un momento antes de que pudiera reaccionar, ya sin más salió  corriendo para encontrar a sus compañeros.

Tsumori quien se había quedado en aquel lugar solamente abrió los ojos tocando el hombro donde le habían disparado, sintiendo dolor y maldiciendo por debajo de todos los lugares en donde probablemente le podían disparar ese era el mejor, se detuvo un momento para reflexionar en todo ese tiempo había estado consiente, suspiro pensando en lo patético que se estaba portando, ya sin pensarlo dos veces  saco su teléfono de la bolsa de su pantalón.

—Todo salió como lo planeaste — dijo para que al otro lado de la línea se escuadra una sonrisa secarrona.

En su interior lo lamentaba haber intentado matar a Hiroki, pero si se volvían a ver de alguna forma  le pediría una disculpa.

Con los policías no había mucho que decir, después de reportar lo hechos el gobierno de Siria de inmediato acudió al lugar, pues sin pruebas ellos no podían simplemente aparecerse en la casa de ese hombre.

La  noche había pasado demasiado rápido para ser cierta, muchas cosas se quedaron sin revolver mientras otras comenzaban a tren sentido, con algo de miedo y con una firme convicción ese decidieron atrapar a absolutamente toda la organización de  “EL IMPERIO”, para si algunos tomar venganza y otros simplemente por el cumplimiento del deber.

—Eso fue lo que paso — termino de hablar Yukina, Nowaki por su parte se sentía un poco tonto, no tenía ni idea de endose se había metido, cada uno de ellos tenía un historia, una que probablemente no podía comparar.

Con la cara baja seguía pensando en que decir, Nowaki no había experimentado ese tipo de sentimientos en un largo tiempo, no desde que su madre murió, para su desgracia el ser el hijo de la empleado domestica resultado de un relación ilícita con el dueño de la mansión no era nada lindo.

 —Yukina-kun se que no soy el más indicado para decir nada, pero esta situación es algo diferente—

—Lo sé, no se preocupe, por ahora hay que dormir ya mañana ser aun horripilante día, como lo ha venido siendo desde hace ya un tiempo — lo intento animar para que de alguna forma se concentran en lo que seguía.

Siria ya estaba en el pasado.

 

En la obscuridad de la noche Chiaki también se encontraba intentando recordar, cosas que aunque le hicieran daño le ayudaban a tener una mejor relación consigo mismo pues podía ver sus errores, repasarlos y jamás volver a cometerlos.

Se había despertado hacia solo unos instantes, pero sentía como si esos recuerdos lo persiguieran a cualquier lado que fuera, sin permitirle ni una vez  descansar, ni un solo momento. Aun le dolía un poco su herida pero eso ya pasaría.

Tomo un poco de aire esperando que eso lo calamara, quería decirle algo lo suficientemente bueno como para que no insistieran en  que no era su culpa.

Había pasado un tiempo desde ese día y aun no podía reponerse del todo, Hatori estaba a punto de irse de sus ambos mientras sus amigos era perseguidos por quienes una vez consideraron familia, excepto An a ella nunca pudo verla como  si fuera su hermana, tenía miedo de lo pudiera pasar a continuación, sitio sus pensamientos no muy lejos de aquel lugar, ahora era el momento para que darse cuenta de lo ciego que había sido en ese momento, no siempre se puede ganar, mucho menos en contra de las personas que se han escabullido en las sombras de todas esa partes que tú no puedes ver, aunque pensándolo bien solo deseaba que las cosas  terminaran de forma más o menso positiva.

Volvió a tomar aire para sentirse un poco más relajado, recordó cómo es que termino siendo perseguido por media organización, el por porque Tori había tenido que sacrificarse, el sentimiento de culpa.

Lo sabía, sentía culpa cada día, cada día sintiéndose cada vez más pesado, sin ganas de ganar  su libertad puesto que no tenía con quien compartirla , y eso dolía lo bastante como  para Rendirse inmediatamente. Mas si las cosas se salían de control, no estaba pensando las cosas claras pero tenía la intención de que si alguna vez tendría que sacrificarse lo haría, aunque eso le costase la vida, ya no tenía una razón para no hacerlo.

Con algo de nostalgia suspiro recordando lo que sucedió después de Siria.

Fue entonteces que varios cayeron uno a uno.

Con ese objeto An le dijo a la organización que los ladrones  habían  acordado quedarse el  piano para ellos, sin que nadie más lo  pudiera obtener, ya que habían descubierto el secreto de Hallen-Hill, debido a esto los tres fueron mandados al exilio, nunca más podrían volver, estaban solos contra el mundo, principalmente la policía que por alguna razón ya estaba sobre de ellos.

Esa noche sin llevarse absolutamente del lugar, Misaki, Hiroki y Ritsu tuvieron que dejar lo que por mucho tiempo consideraron su hogar.

Por otro lado esa noche An visto a Hatori, otro escalón menos, si lo destruía a él posiblemente  también a su mayor rival Chiaki.

— ¿Por qué no tocas Kohinata? — pregunto el experto enjoyas de la familia, Hatori Yoshiyuki, ya que la chica no decía nada levanto la vista pues estaba trabajo viendo unas hermosas joyas.

 —Toma, es para ti — le extendió una carpeta con un folder que posiblemente no podía contener un peor notica.

— ¡¿Qué significa esto?!— pregunto levantándose de sus silla con el rostro claramente enojado.

— ¿Qué más puede ser?, Evidencia de que Chiaki nos traiciono, le disparo a  mi amigo Tsumori, sabes lo que significa ¿Cierto?, entre familia no debemos odiarnos ni atacarnos, porque si estas en nuestra contra ¿Qué fidelidad puedes darle  a nuestro padre? — pregunto sentándose con una gran sonrisa en el escritorio.

—Eso es mentira, Chiaki puede ser un desquiciado pero jamás atacaría a otro miembro de la familia sin razón alguna — explico algo desesperado.

—Te propongo algo, tu accede tener la culpa del crimen de tu amado y todos felices, por que los sabes ¿No?, la paga de la traición es la muerte — lo veía con cara de sínica, sabía que por ahora no podría negarse.

—Tú eres la que más ha cometido tracción en contra de nuestra familia — aseguro recordando sucesos como el incidente de Kirishima, el lo sabia pero no podía hacer nada.

— ¿De qué hablas?, — rio estrepitosamente en ese cuarto — Tu cometiste un crimen ¿Recuerdas?, tú fuiste quien se enamoro primero del psicópata ese, ahora debes pagar por ser tan dócil, claro podrías simplemente dejarlo morir — su mirada estaba puesta en quien posiblemente terminaría por aceptar la propuesta hecha por ella.

—Como digas — termino por decir cuando esta recogió los papeles y se fue.

—No te preocupes, me asegura que mueras en sus brazos — lo que no entendía era porque estaba tan empeñada en destruir a todo aquel que se le cruzara en el camino, de esa forma solo lograría un objetivo sin valor.

Con su logro fue a reunirse son su cómplice Ijuuin para dar el siguiente paso , al siguiente día sin escrúpulo alguna fue a ver a su compañero; Chiaki no sabía lo que le esperaba, no solo tenía que matar al hombre que amaba sino que era su culpa por dispararle a Tsumori.

De esa manera al desgracia comenzaron a hacerse mayor  en esa casa, ya que si acusaban de traición a Chiaki lo más seguro posible es que sus compañeros también tuvieran que pagar las consecuencias de lo que había sucedido.

Para su suerte Kirishima los ayudo  que Tori se quedara un tiempo más con ellos, sin embargo en estado vegetal no sabía si eso era bueno o tal vez detrás su egoísmo que no lo dejaba desconectarle y dejarlo ir.

**Una semana después***

Entro por la puerta de la misión, los sirvientes enseguida fueron a ayudarle para que no simplemente dejara las cosas tirada en donde fuera.

—Mamá, ¡Volviste!  —Grito una niña que  fue corriendo a abrazarla, pero en vez que esta correspondiera el abrazo la paro con la palma de la mano, no dejando que se la acercara.

— ¿Dónde está Asahina? — pregunto algo ansiosa.

—En la biblioteca —

—Entonces no nos interrumpas — inmediatamente se dirigía donde obviamente se encontraba su amor.

Como siempre entro sin decirle nada al otro, quien ya no estaba sorprendido por la actitud de su esposa, solo podía estar esperando que se tardar más en su viaje.

—Cuéntame la historia del piano — pido secamente sin emoción.

—En otro momento ahora estoy trabajando — aseguro mientras le mostraba unos papeles que el acto directivo necesitaba.

—Dásela A Keiichi no témennos tiempo, ¡Ahora!— ya se estaba poniendo exigente, eso no iba por buen camino.

—Necesito un poco de tiempo — aseguro mientras ponía los últimos detalles en su computadora, no podía atrasar mas ese momento, pero el que ella supiera una historia mas no le convenía en nada, porque entonces no tendría razón para mantenerlo con vida, ni a él ni a Hiyori.

—Pues empieza en este maldito momento —

— ¿Ya viste a Hiyori? — pregunto intentando que esta como siempre desistiera de que el otro le contara la historia.

—Sí, la salude como la buena madre que soy , ahora empieza a hablar, desde queque traje esa maldita cosa no hace más que ignorarme, ya paso un año y ni creas que me harás esperar más tiempo — debía admitirlo, el único punto bueno posible de la chica era su tono amenazante.

—Deberías tener más cuidado con lo que dices —

—Mira quién habla, espero que de verdad la historia me ponga a llorar, porque si no este año que has invertido para que no los mare a  los dos se  hará papilla ¿Entiendes?— puso las manos sobre el escritorio, tenía otro planes esa misma tarde y no podía faltar.

Asahina debía pensarlo cuidadosamente, una vez intentaría hacerla perder el tiempo.

 

 

Había pasado una semana después del incidente y el plan ya estaba en marcha, los ladrones, los asesinos, los policías, todos los involucrados estaban reunidos para arreglar un pendiente.

—Ahora solo hay que encontrar al Rey de diamantes— dijo Chiaki quien ya estaba recuperado más o menos —pero para esto debemos volver a casa…— la nostalgia le atravesaba el cuerpo pero no solo a él.

Pudieron  notar que Kirishima estaba más que nerviosos, no poda simplemente hace un plan sin tener en consideración todas las posibilidades, entre ellas que algunos de sus compañeros murieran, en que metería en un lio a Asahina en que… posiblemente sería la última oportunidad que tendría para  ver  a su hija, durante esos años siempre la imaginaba pero nunca había podido verla sin más por fotos. Fotos que mostraban cuan vacía estaba su  vida.

Dejaría por una vez que los otros intentara hacer el plan, salió  a uno de los balcones de la casa, justo en frente se encontraba la casa de Asahina, todos ya habían sufrido suficiente, todos estaban hartos.

—Tú eres el líder deberías estar allá planeado algo  — el jefe de la policía sin quererlo había notado como es que l otro no estaba concentrado.

—Jefe de policía ¿Puedo pedirle un favor? — Yokozawa le miro un momento.

—No—

—Mi hija resulta embarrada en todo esto no estoy seguro de que alguna vez pueda verla, por lo tanto por favor cuida de ella — sonrió amablemente.

—No—

—Vamos, no es que ayudar a una niña…— intento animarlo.

—Eses es tu trabajo, eres su padre, no le pidas  a otro lo que claramente quieres hacer tu — su seguridad abrumo por primera a vez a Kirishima el hombre tenía razón, sonrió por sentirse patético, de todos los encuentros que había tendido con ese tipo era claro que este ser uno de los más importantes.

—Por su puesto — se acerco a él con cuidado y sin decirle nada, le dio un beso suave casi rozando sus labios, Yokozawa casi se cae de la impresión. — Ten cuidado con tus palabras —sonrió e inmediatamente fue con sus compañeros quienes parecían peor que niños, lo único que sabían era que:

Pasó uno: Volver a casa, aunque no eran los únicos.

 

 

***Aeropuerto de Paris 8: am**

— ¡Qué bueno es volver a casa! — grito la mujer estirando los brazos.

—Cállate  de una vez — le dijo Takahiro indicándole que debían ir a otro lugar para recoger sus maletas.

—Oh vamos Taka-kun no te pongas en ese plan, ¿Acaso no estás feliz?, veras a tu lindo hermanito muy pronto — Risako sabía perfectamente como molestar a su compañero.

—Por su puesto, me encantaría volver a s verlo — sonrió dando a entender que era la calma antes de la tormenta.

—Vamos que An nos está esperando y sabes que esa mujer le molesta que llegamos tarde — Ijuuin quien también había viajado con ellos le indico que se comenzaran a mover, si no obviamente los dejaría atrás, llamaba mucho la atención en el aeropuerto pues iba todo de negro haciéndolo lucir como una estrella de cine.

Tanto Risako como Takahiro sabían que hablaba perfectamente en  serio, se movieron lo más pronto posible Paris seria la sede de una gran reunión familiar.

Caminando por el aeropuerto todos los presentes se les quedaron viendo un poco sorprendidos, mas cuando cierta chica los recibió en un una limosina que los llevaría a la mansión.

—Dime An ¿Cómo está tu hija? — hablo Risako para molestar, estaba de tan buen humor que quería hacer rabiar a quien estaba detrás de todo el plan.

—Igual que siempre — respondió sin ánimo de hacerle pelea.

— ¿Qué paso? — pregunto Ijuuin quien claramente veía que las cosa no estaban saliendo del todo bien.

—Asahina se niega a decirme la historia del piano sin contar que aun no encuentro al inútil de Haruhiko para que me cuente la otro historia — estaba nerviosa y agotada de lo que estaba ocurriendo recientemente no solo tenía que lidiar con que esos bastardo estuvieran tras ella , sino que el silencio de su esposo no ayudaba en nada.

—Tranquila, ya tengo un plan para  hacer que hable sin embargo tú tienes que encontrar a Haruhiko, ese cobarde en cuanto vio que la coas se estaba poniendo interesante huyo — rio ante la  idea de ver a uno de los que consideraba un buen líder huyendo.

—Como sea—

—Kohinata-san, ¿Sabe donde esta mi hermano? — pregunto amablemente Takahiro quien veía por la ventana.

—No, deben estar en una zona neutral, pero eso cambiara muy pronto cuando empiecen a moverse, sabes lo que se aproxima ¿No es verdad? — sonrió al recordar una fecha muy importante.

—Por supuesto por eso estamos aquí — Risako tenía  una enrome sonrisa en el rostro, ese día era especial, tomando en cuenta que también ese día seria el inicio para lo que acontecería muy pronto.

—El cumpleaños de  Hiyori-chan — el líder de Japón respondió  con emoción, Takahiro también estaba interesando en ese día porque que mejor día para lograr los objetivos que tenia planeados.

—Exacto, con esa fecha  aproximándose, será el evento justo para que ellos aparezcan e intenten de todo para quitarme a esa mocosa de las manos y no solo eso, también averiguar más sobre Hallen-Hill, por cierto ¿Tienen la pintura? — miro a los tres quienes estaba más que sonrientes.

—Fue fácil pasarla por la aduna después de todo ese pintor ya está en el baúl de los recuerdos —Takahiro parecía satisfecho con su trabajo en la aduano.

—De verdad que será un día inolvidable en la mansión principal, espero que nadie olvide lo que tienen hacer, porque si algo sale mal, no solo muchas cosas pueden salir a la luz si no que también por primera vez en mucho tiempo, el feje de familia estará presente en la fiesta — con esas palabras las sonrisas que una vez tuvieron se desvaneció, no habían tenido muchas oportunidades de ver al “Líder de familia”, no después de que madre muriera debido a un tiroteo.

—Solo hay que tomarlo con calma— aseguro uno de ellos.

—Pues eso espero — aseguro An mirando con firmeza hacia la venta ya no tenía mucho tiempo antes de que posiblemente Chiaki hiciera algo en su contra después de todo  ese era el plan.

 

 

**Casa principal de Kohinata An**

Hiyori era una niña bastante astuta, desde siempre había pensado en que su medre no la quería, pero ese no importaba, tenía a su amado padre con ella, con eso era suficiente pero desde hacía un tiempo que se preguntaba quien había sido ese hombre le había entregado aquel libro que tanto le gustaba, siempre cargaba con él, y en él una historia algo trágica se encontraba, pero el hombre la había dicho que no lo leyera hasta el día de su cumpleaños.

Cosa que estaba dispuesta a cumplir, después de todo no  era más que un libro, aunque el titulo no le parecía interesante. Hallen-Hill.

Notas finales:

 

Saluditos: jasmin-56, azumi, Ale, hitomi-chan 

Gracias por leer n_n..!!!


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