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ROBARE TU CORAZÓN por Aria Kimiharu

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Sentados a la mesa esperaban impacientes a que el tal Kuroda comenzara a hablar, ya que la mayoría de la cena todos se quedaron en completo silencio. Cada uno tenía una seria mas no correcta idea de lo que pasaría a continuación.

Kuroda por su parte se sentó a observarlos, de seguro estaban demasiados desesperados como para prestarle real atención a lo que estaba sucediendo. Así que sin más comenzó con la historia, entonces se gano la atención de todos los presentes.

No había nada más que los tuviera en suspenso,  pues para salvarlos tenían que entender en que estaban involucrados. 

***************

El Pañuelo

Una enfermedad que ataco a Hallen-Hill fue la ceguera repentina por producto contaminado, personas que quedaban ciegas de la noche a la mañana, sin embargo solo se registro cuatro de esos casos, tres de los implicados murieron a cusa de la enfermedad, uno sobrebebido debido a  la gran fortuna que tenía su familia. Este chico era bastante imperativo a pesar de haber quedado ciego de por vida, en su círculo familiar recalcaban sus padres y su hermana mayor quien lo cuidaba caundo se era necesario.

Este generalmente se quedaba cerca del jardín de su casa ya que no tenia permitido salir, con eso los días pasaban bastante aburridos, en su cabeza ya no podía recordar cómo era a su alrededor, como era ver aquellos colores que siempre pasaban completamente desapercibos, el cómo era ver tan claramente que nada podía pasar por alto, el placer visual era algo que él ya no poseía.

Ahora se encontraba sentado en el jardín rodeado de flores que no podía ver, solo sentir intentando no perder la cordura que tenia. Una de tantas tardes escucho unos pasos provenientes de muy cerca, debido a que no podía ver sintió que podía estar en peligro de que algo o alguien le atacara, para su desgracia se sentía tan cómodo que pidió retiraran a los sirvientes que le cuidaban, incluso si eso significaba un poco mas de riesgo.

Cada vez escuchaba mas los pasos de aquella persona o cosa más cerca y el miedo lo invadieron, no quería delatarse a sí que simplemente se quedo callado. Pensando en todo lo que posiblemente ya no viviría, tal vez  fue su miedo que comenzó a recordar como era antes de quedar en esa condición, las cosas que quería hacer, los sueños que quería alcanzar, todo aquello que no en su corazón guardo para no angustiar a sus padres.

Sin quererlo como si fuera un adiós definitivo sus ojos comenzaron a derramar lagrimas, se sentía tan vacio, su vida en la obscuridad era tan solitaria, que por un momento agradeció morir, solo pedía que fuera una forma rápido e indolora.

Fue tan extenuante el sentir una mano tocar su rostro, podía sentirla tan cerca pero el no poder ver de quien se trataba le hacía querer salir corriendo. De un momento sintió como si fuera una caricia, una suave caricia en su mejilla, escucho el ruido de algo que posiblemente seria un método de tortura, pero al final solo sintió una suave tela recorrer su rostro.

Entonces lo entendido, alguien estaba secado sus lagrimas con una delicadeza que no entendía.

 —No llores, ¿Qué acaso no eres  un hombrecito? — en ese momento no supo si sentirse ofendido o solo algo irritando.

Pero aun que quisiera no pudo responderle, estaba algo impresionado con la actitud de aquel hombre, porque por la voz se notaba claramente que era uno.

—Debo irme, pero quédatelo, podrá servirte en algún futuro — se escucharon de nuevo unos pasos alejarse, probablemente de aquel hombre del que no sabría nada en mucho tiempo, en sus manos sintió la textura del pañuelo, claramente parecía estar limpio, lo sabía por el aroma que emitía en ese momento.

Con algo de inseguridad se acerco para olerlo un poco más, se llevo una gran sorpresa pues era un tipo de perfume que su hermana solía comparar para su novio, las coincidencias siempre llegan cuando menos lo esperas.

— ¿Se encuentra bien?   — uno de los sirvientes le hablo, en ese momento estaba algo perdido así que solo le hizo señas para que lo llevaran a casa, ese día después de todo no había sido tan malo.

Con calma llego a su casa, el jardín de su familia no estaba detrás de su casa,  más bien estaba a unos diez minutos de ella. Sus padres lo recibieron algo entusiasmo, cuando el pregunto el porqué su respuesta fue:

—Hoy vinieron a pedir la mano de tu hermana — eso no era exactamente una sorpresa pues lo estuvo diciendo toda la semana pasada, el no lo conocía debido a que no tenía mucha relación con su hermana a pesar de que esta estaba encargada de cuidarlo.

—Vaya eso no es mucha novedad — sus padres e tomaban muy  a la ligera sus comentarios. No querían hacer nada que lo incomodara.

—Ven vamos a conocerlos — le guiaron hasta la sala y como mal presagio un olor familiar se coló en el ambiente.

—Me alegra que estés aquí, te quiero presentar a mi prometido —esa que hablaba era su hermana, su tono de voz autoritario lo reconocería en cualquier lado, entonces escucho algo peor.

—Un placer conocerte — efectivamente era el hombre que había conocido hacia doce minutos, lo raro fue que el no menciono nada, tal vez porque lo encontró llorando, si posiblemente seria eso.

La familia estaba muy feliz con la llegada del nuevo inquilino, cada uno le comentaba acerca de las muchas cosas que podían hallan en Hallen-Hill, sin embargo el joven se quedo completamente callado, quizá porque no tenía nada que decir en ese momento.

La noche hizo acto de presencia y el pidió irse a su habitación, ya estaba bastante cansado del día tan pesado que había tendió. El nuevo inquilino se ofreció a acompañarlo, los padres alegres lo permitieron, mientras el chico no se opuso del todo, no tenía una razón válida para hacerlo de todas maneras.

Subieron las escaleras en completo silencio, debido a que el otro  estaba algo desconfiado iban demasiado juntos, no quería caerse y morir.

—Lo siento, no sabía que eras ciego — el escucharlo lo hizo reaccionar.

—No importa, de igual manera no es que tuvieras que saberlo —

—Me alegra que vayamos a ser familia, seré como un hermano mayor para ti te lo aseguro —

—No gracias, puedo estar ciego pero pudo sentir claramente tus intenciones, no me caerás bien solo por ser el prometido de mi hermana — en cuanto sintió que ya había dado los pasos suficientes, con cuidado de tocar algo indebido busco la perilla de la puerta.

Sin decirle nada mas, cerro detrás de si la puerta, esa había sido una noche horrible, estar escuchado a sus padres hablar sobre la boda de su hermana no era exactamente su definición de pasarla tranquilo. Y ahora que conocía al futuro esposo de esta menos.

Después de todo aun eran completos desconocido que de no ser porque se medio vieron en el jardín jamás se hubieran conocido hasta que su hermana los presentara. Con cuidado y como siempre lo hacía saco de sus mangas sus medicamentos, era una forma fácil de cargar con ellas sin depender de nadie. Pero con lo que no contaba era que en esa misma manga tenía el pañuelo que el otro le prestara.

Creyó por un momento que debía ir y devolvérselo, pero cambio de opinión.

Los días pasaban y como era predecible el junto al prometido de su hermana comenzaron a pasar tiempo juntos debido a que ella era una persona bastante ocupada, principalmente con lo de la boda así que no tenía tiempo de jugar con el novio.

Poco a poco fueron conociéndose más, y algo que en definitiva los unió fue su gusto por la lectura, además de que él le contaba de todo lo que el mundo podía ofrecerle en el exterior, él como había viajado por muchas partes solo para llegar a ese pueblo que parecía tan hermoso. El joven sin quererlo fue apreciando mas a aquel hombre, principalmente porque tenía una forma especial de hacerlo ver el mundo sin verlo realmente, le enseño muchas cosas que en los seres humanos ven con los ojos, pero que deberían ver con sus otros sentidos.

Todos los día iban a aquel lugar donde ese conocieron, ahí es donde disfrutaban estar, los encantaba estar en compañía uno del otro. Un día como tantos, donde sus platicas

— ¿Quieres que sienta qué? — se sentía lago intrigada con esa extraña proposición.

—Quiero que sientas la vida, a veces pudo ver que te estás marchitando sin florecer a un, eras un chico increíble y si estabas pasando por un momento difícil, pero no quiero que te hundas sin luchar. Así que dame tus manos — el otro simplemente obedeció, generalmente no tenía ese tipo de contacto pero en cuanto sostuvieron sus manos, fue como si el mundo experimentara algo nuevo.

Casi siempre mantenían distancia entre ellos por alguna razón. En ese momento era como si sus manos al tocarse sintieran algo tan nuevo que no podían distinguir que era… el joven se sentía extraño, era como si de todos esos momentos felices en su vida ese fuera el más importante de todos.

Aunque no podía verlo, podía sentirlo tan cerca de nuevo, era  como si estuviera esperando por ese momento toda su vida, entonces s aunque no pudiera verlo pudo experimentar lo que era un sentimiento de felicidad.

Un beso que fue más que eso.

—Lo siento — aquel hombre se disculpo soltó sus manos, como no podía verlo quiso que se detuviera pero este no lo hizo, ni si quiera pudo reaccionar. En ese momento entendió que lo que había pasado, para aquel hombre había sido un erro, después de todo no dejaría de ser el prometido de su hermana.

Las cosas se complicaron aun mas cuando la situación hizo su acto de presencia en ambos, la familia del joven se preguntaba el porqué ahora eran bastante seriaos, pues según ellos su relación avanzaba bien, casi era como hermanos. Los días pasaron y el día para la boda llegaba lentamente, tantas cosas acumuladas  esos días hicieron que no pudieran soportar más la distancia, así que un día antes de la boda el hombre le pidió hablar ya que tenían que resolverlo para el día siguiente.

Estando de nuevo en el lugar donde se conocieron el silencio los aguardo. Si bien el joven no podía verlo, podía sentir que estaba bastante angustiado, con mucho tacto intento comenzar a hablar.

—Yo creo que te amo, que es nuestro destino estar juntos, yo deseo ser quien tu ames, pero si no es, no creo que sea así solo no te alejes, déjame sentirte…  — pidió con sinceridad el joven, entendía como estaba la situación actual, pues quería y amaba a su hermana.

—Lo siento… pero en verdad creo que lo estas malinterpretando — eso lo molesto en gran manera.

— ¡Entonces no me hubieras besado!, complicaste toda…—

— ¿Qué dijiste? — escucho esa voz  herida.

—No es lo que crees — hablo el hombre, mientras el joven se sentía impotente ya que no podía ver el rostro de su hermana.

— ¡¿Cómo pudieron hacerme esto?!— grito para luego salir corriendo, entonces aquel hombre lo pensó mucho pero al final fue tras su prometido.

Al sentirse solo de nuevo, no pudo evitar llorar, las cosas buenas nunca le pasaban a él  y esa era la prueba de que debía cambiar de suerte. Solo que los que se vieron envueltos en su propio dolor se olvidaron que nadie a parte de ellos nadie sabía que el joven se encontraba en ese lugar.

Justamente esa tarde, como nueves grises, el pueblo de Hallen-Hill se vio obscurecido por el incendio que arremetió contra él.

El joven logro escuchar gritos a los lejos pero no podía ver nada, pensó que algo verdaderamente malo había pasado así que intento por si mismo llegar a casa. Solo que por estar distraído no recordaba en qué dirección quedaba. Para darse valor y comenzar a caminar sostuvo el pañuelo que una vez seco sus lagrimas. 

La tierra era extraña, siguió caminado por donde pudo, entonces sintió chocar con  un árbol, quizá sin querer se fue directo  al bosque, cosa que no sabía a ciencia cierta. Toco un poco del mismo para estar seguro de  que aun seguía cerca de donde había empezado, sin querer tropezó un par de veces, posiblemente pensó en regresar por donde vino, pero ya no estaba del todo seguro de donde estaba.

Siguió caminando a base de la mera sensación de estar cerca de casa, aun así sus manos ya no le ayudaba, cada vez se sentía más lejos.

Pudo escuchar el sonido del agua cada vez más cerca, seguramente estaba cerca de la presa del pueblo, tal vez ahí encontraría a alguien que le ayudara a regresar a casa, ya sin más alternativa comenzó a caminar en esa dirección esperando a que alguien le  viera.

 

Mientras tanto en el pueblo, algo increíble pasaba, eso era el incendio del mismo, muchas personas corrían de un lado a otro esperando encontrar  refugio del pueblo, temían que el fuego se expandiera al bosque, donde debido a la sequia podía ser fácilmente  que el fuego se expandiera causando grandes pérdidas. Dicen que el incendio pudo controlarse, gracias  la colaboración de la mayoría del pueblo.

El hombre daba por hecho que aquel chico no se atrevería a moverse de su lugar, ya no estaba en compañía de nadie, además de que sería una locura si quiera intentarlo.

—No… no sé qué decir — de momento regreso a su realidad que esa era haber salvado a su futura suegra, quien se había quedado atrapada en uno de los edificios ,al igual que con ella ayudo mucho en todo lo que pudo ,salvo a varias personas e incluso se lastimo un poco una de sus manos.

—Mamá — vio como la hija de esta le abrazaba con amor por un momento decidió olvidar el asunto con su hermano, ya que lo primordial era asegurarse  de que todos estaban bien.

Algo malo había pasado y lo supieron en cuanto unos hombres fueron a pedirle ayuda para poder cerrar la presa del pueblo. Se decía que por las nubes que estaban en el cielo pronto llovería, era algo malo pues la presa estaba en su límite,  esa noche planeaban abrirla y desbordar el gua pero debido al incendio simplemente no pudieron.

Enseguida este fue a ayudarles. La presa no era muy grande pero aun así daba abasto al pequeño pueblo. Sin embargo habían llegado demasiado tarde pues al parecer esta se había desbordado un poco, malas noticas llegaron cuando sintieron la lluvia caer sobre ellos, aun así no querían rendirse, deseaban salvar al menos algo de la presa. Con mucho esfuerzo durante la mayor parte de la noche intentaron hacer algo mas no se pudo hacer nada, la presa se desbordo dejando ir litros de agua hacia el rio.

Al amanecer de un nuevo día, después de la tragedia, al llegar el hombre de nuevo a esa casa, quien lo esperaba era su prometida. Quiso hablar con ella pero la chica solo bajo la cabeza en señal de estar demasiado triste para hablar.

Cuando entro a la casa se dio cuenta de que había  mucha gente. Estaba en shock y no sabía cómo hacer para despertar de lo que posiblemente era una simple pesadilla.

Ahí estaba aquel joven recostado en ataúd.

—Al parecer ayer se aventuro solo a regresar a casa… pero se desvió en el bosque y no sabemos cómo paso pero murió…— quería en ese momento hacer tantas cosas que realmente cuando se dio cuenta de que estaba muerto lo único que se le vino a la mente fue la última vez que vio su rostro. Uno lleno de decepción.

Se dice que aun a pesar de todo, ambos el hombre y si prometida decidieron casarse por la memoria de su hermano, jamás se supo de ello ya que decidieron mudarse del pueblo, ya que tenían demasiados recuerdos en aquel lugar.

Lo único que quedo ese día fue el recuerdo de aquel hombre que al ver el cadáver del joven , sintió tanto dolor que ni si quiera asistió al funeral, principalmente porque de todas las cosas que podía sostener, hasta en sus últimos momentos de vida… tomo el pañuelo que le dio el primer día que se conocieron.

 

***** ******

La sala estaba algo diferente a  lo acostumbrado, al terminar la historia quedaron impresionados de la cantidad de cosas que sucedieron en ese lugar.

— ¿Cuántas historias faltan?, no es por ser insensible pero…— hablo Miyagi, especialmente porque no sentía que una historia le hubiera afectado tanto como la que había escuchado.

Pero eso no significaba que creyera realmente en sus palabras, eran demasiado fantasiosas para ser verdad. 

Notas finales:

Hola, Eh aqui el capitulo 62 y como veran es una historia de Hallen-Hill y es mi segunda historia favorita despues de la pintura... Tengan en cuenta de que las historias son resumenos de todo lo que pasa en la historia real, algun dia hare imagenes alusivas a esta XD

En fin espero les aya gustado y diganme saben que pareja es?, yo creo que si por que di muchas pistas creo..

Dejen sus comentarios y Gracias por leer. 

Gracias a 

Chiaki28

Jasmin-56

Fernia Saga 

 


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